sábado, 18 de agosto de 2012

EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO


Floriano cree que sindicatos, funcionarios y consumidores abrazarían las medidas que denostan si escucharan a su partido.
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Este pp no ppara. Dicen que se llama Floriano. Está claro que uno no tiene la culpa de apellidarse así o asá, a uno le caen los apellidos como las maldiciones gitanas y la genética. Claro que luego uno puede redimir el aditivo patronímico elevándolo con comportamientos y arranques de inteligencia y sabiduría o denigrarlo y dejarlo por los suelos empeorando lo presente, o sea, el contenido semiótico de la etiqueta familiar. Don Flori, vamos a dejarlo en apócope, eliminando el sufijo para no caer en el mal gusto apellidistíco ni en el chiste facilongo. Don Flori seguramente ya desde el cole para pijos, iba derechito a donde ha llegado, es decir, a una desconexión absoluta entre realidad social y cuentos paranormales. De ahí se deriva su expresión entre espanto e incredulidad.  Del choque frontal entre lo que le han contado durante toda su vida mientras se entrenaba para su trayectoria parapolítica y lo que de repente se ha encontrado al llegar a la cima de la escalada trepadora. Un batiburrillo del copazo. Se ha encontrado con un discurso presidencial-partidoso que una vez partido de verdad y desguazado hasta las cachas se le ha escurrido por el desagüe, un programa fantasma de gobierno que se niega a aparecer en los consejos de ministros y en el Parlamento, porque seguramente también le han recortado la sábana y los fantasmas en bolas no se notan ni asustan, ni nada de nada.
Y ¿qué le queda para seguir adelante sin ceder al cruce de cables ni a la espantá torera del pánico? Pues la incitación de las masas, en línea orteguiana de todo a un euro (recortado, of course) , sin rebelión por si acaso. Incitación a explorar el pp, al que por lo visto no hemos escuchado lo suficiente ni lo necesario; y desde luego que  algo ha fallado en la transmisión del pp a las masas, porque los churros no salen y los que han intentado salir se han achicharrado en la primera fritura. Algo ha fallado entre los emisores y los destinatarios del mensaje salvífico, porque las cuentas no cuadran.
Querían acaparar la mayoría absoluta, en las autónomicas, administrativas, legislativas, ejecutivas y parajudiciales (haciendo equipo con la vena paranormal y la parapolítica) y ahora no saben qué hacer con esa mayoría votante y protestona, harta y saturada de parapolítica paralímpica que aún no ha catado el estilo de un gobierno (¿gobi... qué?) que ni sabe ni contesta, nunca sabremos si es que no contesta porque no sabe ni qué pensar, ni qué decir ni qué hacer, aparte de jugar a los recortables y a las romerías en Santiago o en El Rocío.
No imaginábamos que la fe católica de don Rajoy fuese tan itinerante y culo de mal asiento, entre las excursiones a París, a Londres, a Bruselas, a Río de Janeiro e Isas Salomón inducidas, el códice calixtino, la blanca paloma y los goles de la Roja, que es en lo único que ese color se puede soportar en el pp. Le va la marcha cantidubi. Claro que no conocíamos al pp en profundidad, ¿no te fastidia?

¿Cree don Flori que si les hubiesen conocido de verdad, alguien les habría votado? Por favor no tiente a la suerte, déjelo como está, que los abrazos de medidas y recortes al tuntun los carga el diablo. ¿Qué significaría para los ciudadanos abrazar las medidas del partido que se ha acabado de cargar la poca esperanza que nos dejó el PSOE? ¿Nos está pidiendo que abracemos a los secuestradores de la democracia, a los dolores de dignidad, de cospedal  y de vergüenza, a los verdugos de los derechos humanos, a los emperadores del cemento, a los registradores y expropiadores de la propiedad bankiera, a los emprendedores de Las Vegas del desahucio, a los corruptos más descarados y cínicos que, junto a Felipe González y su saga, ha conocido la historia española contemporánea? Esperemos que su invitación a las masas se quede en agua de borrajas, porque de lo contrario España estaría siendo víctima propiciatoria del síndrome de Estocolmo y tal y como está la asistencia psiquiátrica y la cosa farmacéutica, mucho nos tememos que no haya presupuesto para pagar una terapia multitudinaria de esa patología. Así que déjelo, Don Flori, no lo empeore más de lo que ya está. Al menos nos queda la escapatoria de que nos han engañado a pesar nuestro, si les siguiésemos escuchando y abrazásemos sus propuestas suicidas seríamos, además, cómplices de nuestra propia desgracia. Pobre España, además de tonta y obediente, puta y apaleada, como dicen en esos bajos fondos sociales donde los pijos florianos no han entrado nunca para escuchar y abrazar las propuestas de tan baja estofa.
 Nosotros, los españoles normalitos, los que no podemos veranear en Doñana ni en Marivent a pesar de que pagamos el peaje, el IRPF, el IVA, el copago, el repago, las mantas para la escuela en invierno, la timba y el pizzo,  evidentemente, después de tal esquilme, ni tenemos pasta para ir a Río o  a la Eurozona a hacer el ridículo y encima cobrando dietas, ni detrás del códice, ni de romería a Almonte, ni a Ucrania para ver a la Roja golear a Europa mientras  Europa nos machaca, estamos condenados a no movernos del duro bankio de la galera nacional. Y al pasar la bankia nos dijo el bankiero, te quito la casa y luego el dinero. Y ustedes, mientras tanto, montándoselo de elucubre y de proselitismo. ¡Hasta de víctimas incomprendidas! Me parece, queridos ppijos connacionales, que  se han quedado enganchados en la dictadura...de Primo de Rivera o en la de Bismark. Porque hasta Franco, o Paquita la Culona, como le apodaban cariñosamente sus compis de generalato y golpe de Estado,  se les está quedando moderno y hasta social demócrata, casi proletario, se lo digo yo que lo conocí de cerca. El enano uniformado creó la seguridad social, ustedes la quitan. Protegía y creaba escuelas públicas, barriadas populares para acabar con el chabolismo, ustedes están desmantelando la enseñanza y amparando a los bancos que desahucian con ayuda estatal inyectada, en vez de pedirles como aval de lo que les prestan, que no echen a la gente de sus casas. Empleaba el dinero en abrir empresas del Estado para que hubiese pleno empleo, ustedes lo desmantelan y se llevan la pasta fuera de España y el que no se la lleva, o se la lleva por lo bajini, protege y bendice la maniobra con amnistías fiscales, a los mangantes evasores que con el enano hubiesen ido al trullo por la vía directa. Porque era tan pródigo con las penas de muerte como meapilas escrupuloso para otros delitos de más cuantía y menos sangre.
En fin, Don Flori, que más bien son ustedes y su ppartido los que no escuchan a nadie, tanto, que el Presidente se había negado a recibir a los representantes sindicales y éstos se fueron a ver a Merkel, ya que, después de todo, es de verdad la que gobierna España y se la está cargando con la colaboración inenarrable de todo el pp, su pasmo y su habitual falta de reflejos para todo lo que no sea beneficio personal prevaricante.
Permita usted que al menos, por higiene moral y mental,  nos mantengamos lo más lejos posible de su entorno, por mera supervivencia y si quieren que su plan se escuche, empiecen ustedes por aprender a escuchar a los que están soportando su desastre cotidiano y aplastados por una clase "política" idiotizada por el dinero y el poder. Cegata y estupidizada por su propio oficio. Mientras tanto, que Dios salve a al pp de sí mismo y a nosotros del pp y de su mediocridad ignorante y prepotente.
Preferimos gastar nuestro tiempo en escuchar a los que sufren y en tratar de ayudarles que en escuchar a los predicadores de la injusticia gürteliana. Estamos machacados por sus mundos de Yuppy, pero no somos tan idiotas ni masoquistas como usted y su peña se figuran tan de lejos, don Floriano.

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