Si la academia sueca no tiene muy claro el premio Nobel de economía para este año, podríamos sugerirle que mire al Sur y le dé un repasito a la sección contable y económicamente tan imaginativa, del pp. Seguramente en todo el mundo mundial no encontrará mejores candidatos. Sobre todo para gestionar una crisis con visión de presente y de futuro mientras reproduce todas las miserias, limitaciones y desastres del pasado remoto, y no tanto, por desgracia cada vez más próximo. Ah, además, tampoco encontrará un equipo de gobierno ni un partido, con mejor disposición orwelliana para el Alzehimer del oportunismo. El pp se olvida y agranda su olvido tanto como el espesor de su lente deforme. Padece un extraño tipo de demencia modificante que le impide reconocer los signos de la devastación en su propio curriculum mientras los agranda y agiganta en el curriculum ajeno. Por ejemplo, cree que Zapatero fue un mago que se sacó de la chistera una burbuja inmobiliaria de aquí te espero. Que se inventó la crisis mundial porque con su política tercermundista arruinó hasta la economía de los EEUU contagiando a Obama su imprudencia y su maldita visión positiva e ingenua de las cosas, tan ingenua como para considerarles a ellos una oposición capaz de hacer algo más que alpinismo rampante para quitarle el puesto de presidente. Como el gran visir Iznogud de Uderzo& Goscinny. Y sostiene que Aznar fue un hombre creativo, independiente, decente, pacífico, humilde, sencillo y conciliador. Un mirlo blanco, con el bigote negro y la conciencia y la ética en estado de hibernación. Que es como mejor están, según las prácticas habituales pperas. Inoperantes cuando no, missing. Desaparecidas.
Ahora el pp ejerce su rol hamletiano. Seguir recortando o no. Parar aún más a los parados o darles algo de cuerda, hasta que el subsidio les separe. ¿Qué será, será? ¿Seguir creando miseria sacándola de la chistera como el mago Zapatero se sacaba las crisis y las burbujas adosadas igual que chalecitos en bosque quemado y recalificado o colocar la miseria en preferentes de bankia a ver si con los nuevos aires da un subidón dalle stalle alle stelle, o sea, de los establos a las estrellas, en camino de vuelta desde donde se precipitaron en caída libre?
Hay que ver lo que cuesta ver lo evidente. Parece mentira que el poder sea un fármaco con tan malos efectos secundarios, contraindicaciones, incompatibilidades medicamentosas y con resacas tan agudas como crónicas. Es por la permanencia en él, en el poder, que crea un síndrome de entropía machacante, que uno se acostumbra al fantasma de la propia grandeur y ya no ve la precariedad que ésta produce en el país manipulado por "su" partido como si fuese una intrascendente partida de Monopoly. Cuando aprietan el botón desde su escaño, para votar la prosperidad o la miseria de los ciudadanos, la verdad es que a ellos, los pperos, lo que menos les importa son las consecuencias. Sólo disfrutan practicando la mayoría y el aislamiento imperial, intocable, incomprensible, demencialmente absurdo, que les da una especie de autocaché de la ruina, una ceguera incurable tipo Nerón cantándose a sí mismo en el incendio de Roma, que les mola un mazo, que les sube la testosterona y los estrógenos. Que parece provocarles un verdadero colocón de endorfinas transgénicas, dados los resultados terroríficos de una gestión, que es letal para todos excepto, y de momento, para dos islas perdidas en el mar de los sargazos sociales: Génova y Moncloa. La islas "del tesoro", donde no hay tesoro, sino rescates y deudas sí o sí, recortes, remiendos, rotos y descosidos, a mogollón. En picado, cayendo por el abismo, sentados en sus escaños, soledad en compañía, pero sus señorías mayoritarias no tienen sensación de vértigo alguna mientras ven pasar el paisaje hacia arriba, no sienten que se caen, sino que las paredes rocosas se levantan. Como las nubes de la canción infantil del "que llueva, que llueva".
El reino del pp no es de este mundo, sino de los mundos de Yuppy. Y por eso está tan hamletiano, dudando de lo que ve, de lo que hace y de lo que no ve ni hace. O sea, bloqueado sobre sí mismo y su propio horror vacui . Más que como Hamlet, como el asno de Buridan. Sería muy cómico como sainete de Arniches, astrakanada de Muñoz Seca o juguete cómico costumbrista de los Álvarez Quintero, pero como realidad a-política, a-moral, a-pócrifa y a-berrante, es un verdadero drama para los españoles. Para Europa. Y para la globalidad de este mundo que, como ya advirtió McLuhan hace la tira de años, se nos ha ido reduciendo como un consomé, de orbe terrestre hasta quedarse en aldea global, donde todo, como el efecto mariposa, está interconectado por ósmosis mediática, económica y dinámica. De modo que la "ruinosis" pepera no lo es sólo para España, sino para todos, como el estreñimiento alemán está intoxicando y paralizando su propia prosperidad, porque quien arruina a sus compradores a la corta, no puede rentabilizar lo que produce a la media ni a la larga. Y puede que lo comprendan cuando para comer tengan que hacer menestra de lavadora Bosch, puré de Volswagen o ensalada de tuercas, motores y estufas a la berlinesa. Han olvidado, o quizás nunca la han conocido, la combinación de la caja fuerte del progreso inteligente que tiene una reglas infalibles:
a) Si quieres progreso, no crees miseria, porque esa misma miseria que siembras en el huerto del otro, crecerá en el tuyo también, por contagio.
b) Si quieres salir de la crisis que has creado con tu sistema de indecencias e irregularidades, no culpes a tus víctimas, sino cambia el sistema, mejoralo desde la ética y la equidad, corrige en abundancia, no en miseria, porque lo que creas y repartes será lo que abunde.
c) No emplees nunca la ley del embudo, "lo ancho para ti y lo estrecho para el mundo", porque la historia tiene la manía de dar la vuelta a los embudos del egoísmo.
d) Procura que tus esfuerzos por mejorar no empiecen y terminen en ti y en los tuyos, porque será la ruina final para todos; más bien procura que lo que es bueno para ti y los tuyos lo sea para todos, entonces conseguirás el bien común, que es el tuyo también.
e) Un lider, un movimiento, un partido, una iniciativa, una idea, sólo son útiles y eficaces para alcanzar prosperidad verdadera e indestructible, cuando su trabajo consiste en armonizar al hombre y a su entorno, cuando no se vulneran las leyes de la naturaleza, de la vida ni los derechos del hombre y del planeta. Cuando el bienestar humano coincide con el respeto al medioambiente.
f) Si trabajas como servidor público y te toca gobernar, recuerda que el poder es veneno y el servicio, salud. Y recuerda que si te obcecas sólo con los dineros, el poder y los mercados no sirves como gestor político, porque has olvidado que todo eso está por debajo de la dignidad humana y para hacer la vida más fácil y abundante, no para acarrear miseria; para eso no te necesitan. Que lo que se te exige no es que "mandes", sino que sirvas a quienes te están pagando, no para que te apoltrones en el puesto, sino para que dinamices responsablemente la sociedad y la mejores.
g) Si ves que no puedes responder adecuadamente a lo que tus conciudadanos (nunca súbditos) necesitan, dimite y deja que sirvan a la sociedad quienes lo puedan hacer mejor y tengan más y mejores ideas, proyectos y capacidades que tú. Sólo un gobernante o representante digno de responsabilizarse de algo es capaz de dimitir cuando no es posible para él mejorar lo que ha encontrado, sino empeorarlo. Recuerda que a un gobernante no le pagamos para que pase el tiempo en la poltrona criticando a los que le precedieron, sino para solucionar lo que otros no consiguieron.
h) Los gobiernos beberían firmar un contrato con los ciudadanos, igual que en una empresa. Y cuando no cumplen con la tarea encomendada, se les debe rescindir el contrato y enviarlos a su casa. No se puede exigir que los trabajadores se vayan a la calle por malos gestores y malos porfesionales y los políticos se queden y agoten legislaturas cuando no dan la talla.
i) pp, cambia o vete. Tal y como estás eres un peso muerto y un lastre para los españoles.
Ahora el pp ejerce su rol hamletiano. Seguir recortando o no. Parar aún más a los parados o darles algo de cuerda, hasta que el subsidio les separe. ¿Qué será, será? ¿Seguir creando miseria sacándola de la chistera como el mago Zapatero se sacaba las crisis y las burbujas adosadas igual que chalecitos en bosque quemado y recalificado o colocar la miseria en preferentes de bankia a ver si con los nuevos aires da un subidón dalle stalle alle stelle, o sea, de los establos a las estrellas, en camino de vuelta desde donde se precipitaron en caída libre?
Hay que ver lo que cuesta ver lo evidente. Parece mentira que el poder sea un fármaco con tan malos efectos secundarios, contraindicaciones, incompatibilidades medicamentosas y con resacas tan agudas como crónicas. Es por la permanencia en él, en el poder, que crea un síndrome de entropía machacante, que uno se acostumbra al fantasma de la propia grandeur y ya no ve la precariedad que ésta produce en el país manipulado por "su" partido como si fuese una intrascendente partida de Monopoly. Cuando aprietan el botón desde su escaño, para votar la prosperidad o la miseria de los ciudadanos, la verdad es que a ellos, los pperos, lo que menos les importa son las consecuencias. Sólo disfrutan practicando la mayoría y el aislamiento imperial, intocable, incomprensible, demencialmente absurdo, que les da una especie de autocaché de la ruina, una ceguera incurable tipo Nerón cantándose a sí mismo en el incendio de Roma, que les mola un mazo, que les sube la testosterona y los estrógenos. Que parece provocarles un verdadero colocón de endorfinas transgénicas, dados los resultados terroríficos de una gestión, que es letal para todos excepto, y de momento, para dos islas perdidas en el mar de los sargazos sociales: Génova y Moncloa. La islas "del tesoro", donde no hay tesoro, sino rescates y deudas sí o sí, recortes, remiendos, rotos y descosidos, a mogollón. En picado, cayendo por el abismo, sentados en sus escaños, soledad en compañía, pero sus señorías mayoritarias no tienen sensación de vértigo alguna mientras ven pasar el paisaje hacia arriba, no sienten que se caen, sino que las paredes rocosas se levantan. Como las nubes de la canción infantil del "que llueva, que llueva".
El reino del pp no es de este mundo, sino de los mundos de Yuppy. Y por eso está tan hamletiano, dudando de lo que ve, de lo que hace y de lo que no ve ni hace. O sea, bloqueado sobre sí mismo y su propio horror vacui . Más que como Hamlet, como el asno de Buridan. Sería muy cómico como sainete de Arniches, astrakanada de Muñoz Seca o juguete cómico costumbrista de los Álvarez Quintero, pero como realidad a-política, a-moral, a-pócrifa y a-berrante, es un verdadero drama para los españoles. Para Europa. Y para la globalidad de este mundo que, como ya advirtió McLuhan hace la tira de años, se nos ha ido reduciendo como un consomé, de orbe terrestre hasta quedarse en aldea global, donde todo, como el efecto mariposa, está interconectado por ósmosis mediática, económica y dinámica. De modo que la "ruinosis" pepera no lo es sólo para España, sino para todos, como el estreñimiento alemán está intoxicando y paralizando su propia prosperidad, porque quien arruina a sus compradores a la corta, no puede rentabilizar lo que produce a la media ni a la larga. Y puede que lo comprendan cuando para comer tengan que hacer menestra de lavadora Bosch, puré de Volswagen o ensalada de tuercas, motores y estufas a la berlinesa. Han olvidado, o quizás nunca la han conocido, la combinación de la caja fuerte del progreso inteligente que tiene una reglas infalibles:
a) Si quieres progreso, no crees miseria, porque esa misma miseria que siembras en el huerto del otro, crecerá en el tuyo también, por contagio.
b) Si quieres salir de la crisis que has creado con tu sistema de indecencias e irregularidades, no culpes a tus víctimas, sino cambia el sistema, mejoralo desde la ética y la equidad, corrige en abundancia, no en miseria, porque lo que creas y repartes será lo que abunde.
c) No emplees nunca la ley del embudo, "lo ancho para ti y lo estrecho para el mundo", porque la historia tiene la manía de dar la vuelta a los embudos del egoísmo.
d) Procura que tus esfuerzos por mejorar no empiecen y terminen en ti y en los tuyos, porque será la ruina final para todos; más bien procura que lo que es bueno para ti y los tuyos lo sea para todos, entonces conseguirás el bien común, que es el tuyo también.
e) Un lider, un movimiento, un partido, una iniciativa, una idea, sólo son útiles y eficaces para alcanzar prosperidad verdadera e indestructible, cuando su trabajo consiste en armonizar al hombre y a su entorno, cuando no se vulneran las leyes de la naturaleza, de la vida ni los derechos del hombre y del planeta. Cuando el bienestar humano coincide con el respeto al medioambiente.
f) Si trabajas como servidor público y te toca gobernar, recuerda que el poder es veneno y el servicio, salud. Y recuerda que si te obcecas sólo con los dineros, el poder y los mercados no sirves como gestor político, porque has olvidado que todo eso está por debajo de la dignidad humana y para hacer la vida más fácil y abundante, no para acarrear miseria; para eso no te necesitan. Que lo que se te exige no es que "mandes", sino que sirvas a quienes te están pagando, no para que te apoltrones en el puesto, sino para que dinamices responsablemente la sociedad y la mejores.
g) Si ves que no puedes responder adecuadamente a lo que tus conciudadanos (nunca súbditos) necesitan, dimite y deja que sirvan a la sociedad quienes lo puedan hacer mejor y tengan más y mejores ideas, proyectos y capacidades que tú. Sólo un gobernante o representante digno de responsabilizarse de algo es capaz de dimitir cuando no es posible para él mejorar lo que ha encontrado, sino empeorarlo. Recuerda que a un gobernante no le pagamos para que pase el tiempo en la poltrona criticando a los que le precedieron, sino para solucionar lo que otros no consiguieron.
h) Los gobiernos beberían firmar un contrato con los ciudadanos, igual que en una empresa. Y cuando no cumplen con la tarea encomendada, se les debe rescindir el contrato y enviarlos a su casa. No se puede exigir que los trabajadores se vayan a la calle por malos gestores y malos porfesionales y los políticos se queden y agoten legislaturas cuando no dan la talla.
i) pp, cambia o vete. Tal y como estás eres un peso muerto y un lastre para los españoles.
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