sábado, 18 de agosto de 2012

CONCIENCIA FRENTE A MANIPULACIÓN


Interior impulsa la salida del preso enfermo si no va a actos proetarras

Prisiones concede la semilibertad al etarra con cáncer terminal. Ahora la Audiencia Nacional debe concluir el expediente
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Garzón: “Iosu Uribetxeberria iba a dejar morir a Ortega Lara”

JOSÉ YOLDI Madrid 152
El abogado recuerda los momentos previos a la liberación del funcionario de prisiones junto al etarra que lo tenía encerrado
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El Pais on line nos ofrece hoy esta paradoja para reflexionar acerca de la manipulación de las noticias que intentan favorecer un estado de opinión determinado. Un caso cristalino para observar in situ la fabricación del consentimiento mediático y de opinión a la que alude Chomsky cuando trata del modo en que el poder maneja el inconsciente colectivo y la opinión pública a través de la información manipulada lingüísticamente. En este caso con el terrorismo de por medio y el buenismo del gobierno colocado frente a la declaración, en apariencia, dura y rígida, del Juez Garzón y sacada de contexto, ya que se trata del magistrado castigado por intentar sacar a la luz la corrupción al más alto nivel, que además se está enfrentando en estos días nada menos que al trust manipulador USA que trata de desactivar a Assange. Matar dos o tres pájaros del mismo tiro no es ninguna bagatela. Y el poder hace sus pinitos en connivencia o bien con la distracción del periodismo, siempre tan apresurado por dar la primicia, o bien con una consensuada entente para manipular en stereo la opinión pública, inclinando la balanza hacia el lavado de cara de un Gobierno que está por los suelos en todos los sentidos y muy especialmente en lo que se refiere a intención de voto y rebote social más que justificado. Un Gobierno que se ha lucido fomentando y amparando prevaricaciones y bravuconadas, incoherencias y chanchullos de todo tipo. 
Lo primero que el lector de El País (persona de mediana edad, tirando a culta y a comprometida, con sentimientos humanitarios y con tendencia a respetar los derechos humanos y a ser más indulgente que severa, anti pena de muerte, más tirando a socialdemócrata que a neoliberal o a izquierda radical) "siente"  ante el impacto de la noticia, es un sentimiento molesto y extraño. ¿El Juez Garzón, un hombre justo y humanitario, ante un enfermo terminal condenado a cadena perpetua, que ha sido terrorista, al que se le permite salir de la cárcel para morir en su casa, saca a relucir el comportamiento de este preso, cuando mantenía secuestrado a Ortega Lara y que no le dijo a la policía donde encontrarlo con intención "de dejarlo morir"? Cuando lees el artículo te explican que han llamado por teléfono a Garzón y el juez a confirmado lo que dijo la sentencia en su día, en la que fue condenado el preso. No ha dicho que haya que tomarse la revancha, en ningún momento. Ni que le esté bien empleado y que no merezca piedad como el reo no la tuvo del rehén torturado. Le han preguntado lo que dictó en su sentencia y el juez lo ha confirmado. Sin embargo, quien no lea el artículo con cuidado y alertado por la rareza de la noticia, se quedará con la idea subliminal de que el Gobierno es mucho más civilizado y humanitario que Garzón y que, en consecuencia, las personas y causas que este juez defienda como abogado, (Assange en este momento) no están a una altura adecuada o no tienen catadura seria. O sea, que apartarle de la judicatura ha sido adecuado, porque un juez que no se da cuenta de que "summun ius summa iniuria est" -que la justicia cuando se lleva al extremo se convierte en una injusticia enorme- ha sido un acierto del Poder Judicial y no una aberración jurídica, como ha sido la condena del magistrado a no poder ejercer como juez nunca más por intentar procesar a gobernantes corruptos y tirar del hilo Gürtel que esconde mucho más de lo que parece. 
Se ha pretendido confundir, enmarañar y escupir sobre la verdad para adaptarla a la niebla constitucional, legislativa, ejecutiva y judicial que nos envuelve desde que la falange ppopular sentó en el banquillo al magistrado Garzón, desde que el Tribunal Supremo cayó en manos de la crème de la crème y las leyes y sentencias empezaron a interpretarse en clave de partido, ideas fijas y afinidades. Con un Dívar como mascarón de proa. 
Se ha pretendido impulsar una imagen compasiva del Ministerio del Interior, un maquillaje escénico, que, al parecer, es muy "piadoso" con los etarras moribundos, pero implacable con niños de escuela, chicos de instituto, viandantes apaleados al pasar por una acera, policías que piensan democracia y lo dicen en voz alta, libertad de expresión, persecución de manifestantes durante semanas, por la calle y en transportes públicos, persiguiendo a los vendedores top manta, a los músicos callejeros como si fuesen delincuentes, mientras Camps, Fabra, Barberá, Blasco y toda la inmudicia corrupta se pasean como si nada por donde quieren. Al menos lo "top" hace un servicio de trueque y los músicos nos alegran el triste panorama encementado y cada vez más sucio y lleno de empastres viales por más falta de responsabilidad y cabezas organizadoras que de presupuesto. Y al mismo tiempo tienen manga anchísima con delegadas del Gobierno inútiles y peligrosas como Sánchez de León o el jefe de sabuesos que consideraba "el enemigo" a los estudiantes de Bachiller o la alcaldesa de Valencia que ordena colocar una mascletá potentísima en el punto oficial donde sabe que el ayuntamiento ha autorizado el fin de una manifestación multitudinaria y muy molesta para el poder, o sea, para ella y su intereses. Si eso lo hubiese hecho un vasco, un "rojo", un miembro del 15M, un jubilado, un enfermo sin asistencia  o un inmigrante, no sabemos a estas alturas donde estarían. 
Aunque la mona se vista de seda, mona es y mona se queda, dice el refrán castizo para definir casos como éste. Por mucho que se intente lavar una imagen cuya sustancia es porquería, y perfumar una alcantarilla por la que corren continuamente aguas putrefactas, no sólo no se consigue la higiene pretendida, es que aumenta el nivel de suciedad y el hedor a podrido, con la mezcla de sustancias tóxicas. 
Si se pretende conseguir la fabricación del consentimiento por lo menos que lo hagan con pericia, que elijan informadores más hábiles y sutiles, porque con lo que hay, no sólo indignan, es que además dan más pena que gloria. Parecen niños tontos, de esos que para comerse el chocolate prohibido se esconden detrás de las cortinas o debajo de una mesa, y dejan los pies y la envoltura del manjar a la vista de todos. Como Rajoy se va dejando a jirones el "sentido común" que tanto le gustaba vender en la campaña electoral, para gobernar "como dios manda". Lo que no nos ha aclarado nunca es a qué dios se refiere. Si al de la catolicidad romaniode en conserva de papamóvil o al dios que triunfa en los juegos de mesa del Cottolengo. Está por ver. Aunque en realidad le preferiríamos un poco más apóstata y más insumiso, porque a este paso, España se está convirtiendo en un ritual de sacrificios humanos a cargo de los esbirros de Wall Street pasados por el Bundestag y con bendición y des-indulgencia plenaria urbi et orbe. Ay, Señor, llevátelos pronto, con permiso de José Mota.

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