martes, 4 de diciembre de 2018

¿Un cuadro de El Bosco? ¿Un episodio de El Quijote? ¿Una reunión del G20? No. Una visión interestelar en pleno zapping y viaje en autobús desde la Ronda Nord al centro de Valencia


Haciendo zapping me lo he encontrado, así de sopetón; explicando una reyerta entre clanes gitanos, una abogada, que se supone debió ir a la escuela, hizo la ESO, el Bachiller y la selectividad para acceder a la carrera de Derecho, explica que los gitanos en Barcelona se han comportado como Los Tarantos ...de García Lorca. Ahí queda eso. Si con ese nivelazo se llega a predicar en los medios, sin pudor alguno, cualquier dato aberrante y no pasa nada, ¿qué se puede esperar de este  corralón con ínfulas? Pues que no se distinga Podemos de Vox ni el capitalismo del socialismo, ni el tocino de la velocidad, ni la noche del día. Lo más preocupante es que el presentador no ha dicho nada para aclarar el gazapo ya que Lorca asesinado en 1936 por los fascistas, aunque escribió el Romancero Gitano no tuvo nada que ver con la película de Los Tarantos, en los años sesenta del siglo pasado, sino con una obra de teatro de Alfredo Mañas llevada más tarde al cine por el director Rovira-Beleta y protagonizada por Carmen Amaya, una de las mejores bailarinas que ha habido en este país con tan buena materia prima y tan chapucera formación.
Tener un título universitario no es un simple justificante para presentar el curriculumn ni un marco incomparable para colgar una orla en la pared; debería ser sobre todo el certificado verificador de que además de especializarse en tornillos y tuercas leguleyas, o en retahílas memorísticas disociadas,por ejemplo, hay capacidad intelectual y madurez cultural suficiente para saber donde y cuando hay que poner el silencio y la prudencia a funcionar. Pero seguramente una cultura a golpe de master no permite esos lujos. Y así nos va en el  ínclito imperio de Mediocrilandia y su república del enchufe. 


Además de esa anécdota vespertina, esta mañana he podido disfrutar de otro enriquecedor episodio: viajando en un autobús urbano durante cuarenta minutos interminables he tenido la ocasión de escuchar un diálogo estremecedor en el asiento de atrás, que ríete de  El Banquete de Platón :

-Oye tía, como me agobia esto de pagar los billetes

-Ya, es que si vas en autobús es lo que tiene

-Bueno, menos mal que puedo pagarlo, porque después de lo que me he gastado en las pinturas y el maquillaje no tengo ni pa pipas. Aunque ya sabes que mis viejos me pagan el móvil, el internet,  la casa, la comida, la luz, el agua  y el curso de estética que estoy estudiando...y luego yo me las arreglo para hacer carrera

-¿Carrera?

-Pues claro, carrera. Me he hecho seguidora de mis profesoras en las redes y en el Instagram. Así cuando estamos en clase me reconocen y me valoran más. A ver si les caigo bien, me enchufan y me coloco en cuanto acabe. Aunque me voy a dedicar más a la profe de Valencia, la otra es de Catalunya y aquí no conoce a nadie, la valenciana tiene más posibilidades de que me pueda enchufar en la terreta. Además le he dicho que soy una friki de las bicis y le ha encantado, aunque a lo mejor si supiera que mis cuatro bicis las he conseguido comprándolas a chiquillos del barrio que roban por ahí bicis de trescientos euros y luego me las venden por veinte o treinta pavos... dice mi madre que si no me da pena pensar que mis bicis vengan del choriceo de los nanos y de personas que se han quedao sin su bici tan cara, que qué pensaría si me pasara a mí...pero yo le digo que  no me como la cabeza con eso ni me da ninguna pena, porque es la única manera de tener cosas caras que yo quiero y no puedo comprar al precio que las venden en las tiendas y que yo quiero tenerlas como todo el mundo, no voy a ser menos...joder

-Tía, sí que tiene que ser  una putada que te quiten una bici tan cara, ¿no?

-Bueno, como a mí nadie me quita ná, no lo sé, ya te digo . Yo sé lo que quiero: tener pelas cuanto antes, arreglarme la casa y pintarla de colores que molen como de rojo, fucsia y naranja, aunque a lo mejor lo pongo todo blanco, porque si se mancha o se desconcha, los colores no se arreglan, siempre salen distintos, pero el blanco sí. Y luego, lo de mi carrera de maquilladora y estilista, para el teatro, los centros de belleza, las fiestukis y los muertos, que también se les maquilla en los tanatorios, para que estén como si estuviesen vivos y no den repelús. Y luego están los zapatos que  me encantan, ¿has visto estos que llevo hoy? Pues se los cambié a la Xisca por un paquete de compresas, que le vino la regla y no tenía nada mano, estaba en mi casa y le dije que si me daba estas plataformas color lila que siempre me han molao tanto, se las cambiaba no solo por una compresa sino  por un paquete entero, que yo tenía dos que había comprao en una oferta en Día  de dos por uno; al principio torció el morro, pero luego se lo pensó y dijo que vale. ¡Y ya ves, que buen negocio!
Y, bueno, las bicis, que las tengo para hacer montañismo, bicicross, paseos de tranquis y para llevar paquetes y eso, hasta he llevao una maleta llena de ropa,¡ jajaja, como los negros manteros jajajaja...! La de montaña tiene hasta el equipo a juego para vestirse, que me lo dio Paco, el noviete del invierno pasao -¿t'acuerdas, no?- , las cuatro las he dejao la mar de guapas, que si las arreglo bien hasta puedo revenderlas por doscientos pavos o más y me gano una pasta al comprarlas tan baratas en la reventa de los chiquillos. A ver, digo yo, lo más importante es lo que cuestan las cosas y lo que tienes que hacer para pillar lo que te mola y eso es la vida. No hay otra cosa. Yo por lo menos lo veo así...¿no?

-Eso, ya cada una...

-Uy, hija, que eso estás...

-Pos como voy a estar, como siempre

Ahí he bajado a la acera, en la parada junto al Teatro Principal. No podía ser en un encuadre más adecuado para terminar el sainete y bajar el telón.
Ha sido como releer en vivo, en directo y a mogollón El Lazarillo de Tormes, el Guzmán de Alfarache, La pícara Justina o el Buscón Don Pablos...o la versión underground-Villarejo  de El Príncipe de Maquiavelo. 

Cuando me he levantado para  bajarme, las he visto. Por el aspecto nadie diría lo que encierran en su interior, hasta que abren la boca, claro. 
Luego, esta tarde, al escuchar a la abogada endilgarle Los Tarantos a Lorca, no sé por qué, se ha acabado de encajar el puzle y he comprendido de repente, como en un golpe de luz reveladora,  los diversos y peculiares  matices de la igualdad. O sea, el sursum corda de la ONCE: los iguales para hoy. Y mañana dios dirá. Ains!  

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