Hay que parar o por lo menos frenar el carro de la avalancha cuando, aparentemente, el viento se vuelve loco, amenaza con desportillar las velas del barco social y arruinar el proyecto de la convivencia, que es la base de todo bienestar posible.
La palabra griega üper-bolé significa literalmente : 'más allá del lanzamiento', o sea, exageración, pasarse de la raya a base de bien y tengo la certeza de que es lo que nos está pasando ahora mismo. Nos están poniendo mediáticamente el parche antes que el grano. Es como un condicionamiento del gafe que aun no se ha manifestado, pero al que tantas negras expectativas le están haciendo la cama a una velocidad y con un empeño indudablemente exponenciales, justo de lo que acusan a Susana Díaz de haber hecho en la campaña electoral que la ha precipitado por el Monte Taigeto de la pérdida del gobierno andaluz. Ella se basó en el miedo a la derecha y con ello ha centrado el interés y la energía en asustar y colocar a la derecha en el podium de la atención social, en vez de proponer y construir como si la derecha estuviese fuera del gobierno, que era la realidad y explicar qué va hacer en todos los sectores sociales que necesitan mucho más que ayuditas caritativas de los gobiernos: leyes justas que se cumplan en cuanto a los impuestos, la distribución, la igualdad, las iniciativas laborales la vivienda, la supresión de los desahucios, la reconversión de los CIEs en verdaderos centros de acogida y no en cárceles como lo son ahora mismo. Qué hacer de cara al cambio climático, al reciclaje, a los malos tratos, al turismo depredador que destruye más de lo que aporta, y todo ello con el impulso que crea trabajo y cooperación, apertura, autoestima y autorespeto. No habría que censurar a Catalunya, más bien habría que aprender de ella, de como sabe sacar pan de las piedras y dar la vuelta a las adversidades de sus propios independentistas desnortados, como ser república municipal en cada pueblo. Eso le vendría de maravilla a Andalucía si se empeñase en visitar y aprender de Marinaleda, y el Psoe debería incentivar esa forma ejemplar de gestión, es ahí donde e,pieza la verdadera autonomía. En las células del cuerpo que se van sanando, si ellas no sanan, de nada vale intoxicar al conjunto orgánico con potingues globales. Y ahora, los medios se han infectado del mismo mal: nos están friendo constantemente con la misma cantinela. Como si fuésemos incapaces de enterarnos de qué significa que el Psoe, después de 36 años, no pueda gobernar Andalucía sin el permiso de la derechona. O sea, de que no va a poder gobernar. Y sin embargo todavía no se ha planteado nada, y puede que hasta tengan que repetirse las elecciones. Pero la especulación burbujera que tanto mola en España no deja títere con cabeza ni tiene tiempo para pensar en algo que no sea el apocalipsis. Y de momento no hay apocalipsis, sino un gobierno minoritario, sí, pero que puede hacer mucho aún si la ciudadanía y los partidos normales, toman conciencia de la realidad. La moción de censura se pudo hacer porque en realidad en el Parlameto hay más diputados normales y políticamente sanos,que diputados descerebrados. Por eso se pudo tirar al pp.
Luego, si fue posible la moción de censura cuando nadie lo había creído posible, si en realidad VOX solo ha sacado escaños en Andalucía, aun la barbarie no es mayoría en el Congreso y lo sensato es retrasar al máximo las elecciones no precipitarlas siguiendo el discurso suicida de la derecha, que solo quiere ganar aunque le barco se hunda, porque ellos ya tienen el salvavidas en Panamá y en Suiza, siguiendo el ejemplo de la Casa Real.
Se puede unir todo el resto del hemiciclo y por un tiempo, dejar a un lado los intereses parciales para salvar el barco. Si ninguno quiere abandonar su camarote para ayudar en la cubierta y en la sala de máquinas, el ventarrón acabará por estrellar el barco contra acantilados e icebergs .
Catalunya, en este plan, no va a conseguir ni sacar de la cárcel a los presos políticos ni tampoco la independencia, sino alargar sine die una situación dantesca para el mismo territorio catalán que acabará destrozado desde dentro por la división y el sufrimiento social, porque no se puede independizar menos de media Cataluyna y dejar a la otra media por ahí tirada como si no existiera y no fuese también Catalunya, aunque sea muy legítimo querer salir de un estado horrible. Como haríamos si pudiésemos la mayoría de españoles.
¿A quién le podría gustar algo así? Pero hay que pensar qué herramientas tenemos en nuestras manos colectivas para salir del peligro común y regenerar la convivencia. Trocearnos y hacernos el hara kiri no es una solución para nadie. Ceder al miedo y al chantaje de unas fuerzas maléficas y borderlines que aun no han conseguido el poder estatal y que cuando lo han tenido lo han usado para destruir el bien común, la educación, la Seguridad Social, los derechos, las pensiones, el trabajo, el medio ambiente, y la conciencia colectiva no es el camino. El camino pasa por la escucha, por la cooperación y ahora es uno de los momentos menos malos que hemos vivido desde 2012.
Ahora no hay odio en los políticos que gobiernan, sino mayor capacidad para entenderse. Al menos escuchan y piensan en algo más que en coger sobres y colocar a sus esbirros en la Justicia, en la policía y la banca. Si se pillan irregularidades los ministros dimiten. No se están sacando desde el estado las empresas de Catalunya. No es lo mismo. No. Y los catalanes que son muy inteligentes no deberían dejar pasar este tiempo sin aprovecharlo. Porque si siguen presionando lo único que conseguirán será lo que todos temen, que se tenga que ir a las urnas con lo mejor de España humillado y derrotado por las mentes reptilianas y palelolíticas, que ya hemos visto lo que pueden llegar a perpetrar.
Ahora no hay odio en los políticos que gobiernan, sino mayor capacidad para entenderse. Al menos escuchan y piensan en algo más que en coger sobres y colocar a sus esbirros en la Justicia, en la policía y la banca. Si se pillan irregularidades los ministros dimiten. No se están sacando desde el estado las empresas de Catalunya. No es lo mismo. No. Y los catalanes que son muy inteligentes no deberían dejar pasar este tiempo sin aprovecharlo. Porque si siguen presionando lo único que conseguirán será lo que todos temen, que se tenga que ir a las urnas con lo mejor de España humillado y derrotado por las mentes reptilianas y palelolíticas, que ya hemos visto lo que pueden llegar a perpetrar.
Seguramente un acuerdo que facilitase los presupuestos tendría la fuerza de convicción suficiente para revisar la situación de los presos políticos, los jueces también cambian de opinión si ven actitudes mejores que las que suelen afrontar a golpe de toga y desvarío y que sus víctimas les superan en ética, en inteligencia y en solidaridad.
¿Qué tipo de república se podría conseguir en Catalunya a palos, en medio del caos, partidos por ele eje, en un tiempo en que todo está conectado y todo es interdependiente? Es como el Brexit, un paso atrás de la incapacidad para acoger lo diferente y aprender a no mirar a nadie por encima ni por debajo del hombro, un atraco a la solvencia geopolítica y al sentido común de los pueblos. La evolución social nos universaliza pero el animal primitivo que bulle en los instintos y emociones de las masas más primarias nos limita y nos encierra en la celda del ego y del orgullo infantil, nos aisla, como le pasa a la derecha salvaje, por eso nunca ha conseguido su objetivo si no es a zarpazos y desgarrones: apoderarse del mundo desde la torre de marfil del capitalismo genocida. Por eso la democracia civilizada acaba por ganar por agotamiento del lodazal, sobre todos los conflictos. Cuando gana la radicalidad más violenta y cruel los vencedores cavan sus tumbas creyendo ser los amos. Los mismos que los encumbran los acabarán derrocando cuando vean el verdadero rostro de sus "salvadores" porque ninguna razón es absoluta ni tan convincente y sana que no tenga contraindicaciones, no nada es inamovible. Todo fluye se quiera o no. Y lo que se niega, se agota, se paraliza y se auto destruye mientras tiene la ilusión de que todo es suyo. Sólo hay que mirar la Historia para comprobarlo. ¿Hitler, Mussolini, Stalin, Pinochet, Somoza, Videla, Franco y su momia ambulante ya convertida en pitorreo universal? Ningún tirano tiene en la Historia un lugar decente, en cambio la historia de los humildes y de los limpios de corazón, como Buda, Jesús, Gandhi, Luther King, Mandela, Pau Casals, Antonio Machado, Federico Gª Lorca o Miguel Henández, Karl Marx, Salvador Allende, Olof Palme, Ignacio Ellacuría y sus compañeros, Rosa Luxemburgo o Petra Kelly, los que dieron su vida por amor a la humanidad y no hicieron mal a nadie, esos siempre estarán en el corazón y en la memoria de los seres humanos como ejemplos y vitaminas para la vida. Nunca los violentos, nunca los ladrones ni los corruptos, ni los mentirosos, nunca los matarifes en directo o en diferido.
Claro que se puede dar la vuelta a esta situación. Basta con aterrizar en la realidad. Todo está por hacer, pero hay que tener en cuenta el poder determinador de la opinión y la emocionalidad que se dicta desde los medios. ¿Cuántas noticias al día se dan en positivo? Hagamos un rastreo y lo sabremos. No es posible que todo sea malo y nada sea bueno. ¿Pero dónde está lo bueno? ¿Quién lo investiga y lo cuenta? Nadie. Pero en realidad, ni todo está perdido ni los fachas mandan aun. Es más les han echado del gobierno por impresentables y corruptos. Y si no queremos que vuelvan, no les hagamos el juego de temerles y propagarlo. No es decente ni inteligente concederles tanta atención mediática si no hay unos intereses específicos o simplemente se es un eco irresponsable y hortera de Salvame. No nos deben interesar más las amenazas posibles que la realidad que tenemos delante.
Hay que pasar de la hipérbole que nos debilita, a la sofrosine que nos refuerza y a la solidez de la realidad en medio de las trampas líquidas y gaseosas, de los fantasmas y sus relatos que solo son especulaciones y miedos hipertróficos. La solidez verdadera, la que nos da la fuerza y la lucidez no la busquemos en la prensa ni en el aluvión de acontecimientos que ahora son un bombazo, mañana solo una bombita, pasado un bom y al otro ni nos acordamos, porque ya nos han aplastado y aturdido con miles de nuevos bombazos constantes, sino en el silencio anímico y en la paz mental, aun en medio del caos, en ese nolugar donde se fraguan los mejores logros de la humanidad. Creando espacios de libertad personal donde puedan crearse al mismo tiempo espacios materiales para la libertad y la materialización de lo mejor que iremos realizando juntos. Porque juntos se puede hacer mucho más que solos y dispersos.
El aluvión constante solo hace que la mente y la sensibilidad se bloqueen y que nuestra conciencia se disuelva en el café de la nada como un azucarillo, con lo cual seremos el perfecto boccata di cardinale para el sistema depredador que nos devorará sin que nos demos cuenta mientras nos ahoga en el ajetreo estúpido de la inanidad. Al final su mejor resultado es un mundo con Alzehimer global, es el verdadero objetivo del poder descerebrado y desalmado que trata de aplastarnos sobre todo con el miedo irracional, no a lo que nos pasa, sino a lo que pudiera pasarnos si no le votamos dentro de quién sabe cuanto tiempo, ni le damos la razón ni le damos el poder sobre nosotros y nuestras mentes.
La razón no se da, se merece y nace de la armonía que convence sin agredir ni querer ganar nada ni a nadie, ni de la imposición sino de la evidencia de la luz que brilla sobre la oscuridad para deshacerla porque ya no pinta nada en nuestro paisaje.
La razón no se da, se merece y nace de la armonía que convence sin agredir ni querer ganar nada ni a nadie, ni de la imposición sino de la evidencia de la luz que brilla sobre la oscuridad para deshacerla porque ya no pinta nada en nuestro paisaje.
Aprendamos a detectar la hipérbole constante, nos sorprenderá descubrir que nunca es tan potente y agobiante como parece y que en la medida en que la reconocemos como lo que no es de verdad, va desapareciendo de nuestro campo mental y emocional, y en ese plan nos ahorraremos muchísimos berrinches, conflictos estúpidos y hasta enfermedades de las gordas. Y sí, sí se puede.
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