Entrevista Vertele Dani Mateo: "¿Por qué se le pide tanta responsabilidad al cómico cuando los políticos son tan irresponsables?"
Hablamos con el cómico, noticia estos días por sonarse la nariz en El Intermedio con la bandera de España. Un polémico sketch por el que han llegado a pedir unas disculpas que Mateo considera "acertadísimas". Tanto como el ejercicio que hizo el programa "por tender puentes hacia la gente que se ha enfadado".
Además, y pese al revuelo generado, el humorista saca algo positivo de este asunto: "Todavía hay una oportunidad para el entendimiento".
Dani Mateo ha comenzado noviembre envuelto en polémica. ¿El motivo? Sonarse la nariz en El Intermedio con la bandera de España.
Un gesto que realizó dentro de un sketch cómico y que vistas las
reacciones provocadas, no se puede decir que haya hecho gracia a todo el
mundo. Más bien lo contrario.
Las críticas hacia el humorista y hacia el propio programa se han acumulado estos días. Tanto, que el formato de laSexta ha tenido que pedir disculpas
a aquellos que se hayan podido sentir ofendidos. Según Mateo, estas
disculpas fueron "acertadísima", al igual que el esfuerzo de sus
compañeros "por tender puentes hacia la gente que se ha enfadado", tal y
como asegura en esta entrevista con Vertele.
Personas a la que dice entender, aunque sin dejar de
reivindicar la comedia irreverente. De hecho, considera que es
"importantísimo" decidir si este tipo de humor tiene o no cabida en
España. Su postura al respecto es clara: "Tengo esperanzas en la
comedia, que es la bandera que yo pongo por encima de todas las
banderas, la de la risa".
¿Cómo estás después de toda esta polémica?
He
tenido mejores reencarnaciones. Ahora mismo lo que más me preocupa es
que no le pase nada a mi familia, a mi pareja y a la gente de mi
entorno. Eso es lo primero. Luego estoy muy contento por las muestras de
apoyo que he recibido, que han sido múltiples y de todos los
lados.También me siento un poco humilde, pero firmemente tengo que decir
que, pese a que este sketch pueda no ser el más acertado del mundo y
haya ofendido a mucha gente, este tipo de humor debe seguir existiendo.
Ya
se han pedido disculpas en el programa por este sketch que se ha
malinterpretado, pero como cómico, creo que es muy interesante que
abramos el debate sobre si este tipo de comedia debe o no debe tener
cabida en nuestro país. Creo que es importantísimo que lo decidamos ya
de una vez. Si decidimos entre todos que no nos gusta la comedia
irreverente, pues la prohibimos y yo me dedico a hacer pan. Pero si
decidimos que este tipo de comedia es buena porque nos permite
relajarnos un poco, dar un paso al lado y darnos cuenta de a qué nos
puede llevar aferrarse a símbolos poniéndolos por encima de personas y
calentarnos hasta el extremo que nos estamos calentando.
Tomarse
cada sketch como una provocación, cada frase como un ataque y cada
gesto como un dardo nos va a llevar a hacernos daño y va a ser imposible
convivir. Los sketches pueden estar mejor o peor, pero yo reivindico
incluso el derecho a equivocarnos.
Lo que yo me estoy
preguntando mucho estos días es si tiene sentido defender este tipo de
comedia. Yo creo que sí, y aunque me "fostien", yo sigo aquí empeñado en
que este tipo de comedia es necesaria. Tengo esperanzas en la comedia,
que es la bandera que yo pongo por encima de todas las banderas, la de
la risa.
¿Estás de acuerdo con las disculpas de El Intermedio y con la retirada del vídeo del sketch?
Es
un sketch en el que yo no me puedo poner la medalla de ser el
responsable. Creo que el programa, laSexta y la gente que realmente está
haciendo El Intermedio y que tiene la decisión final sobre los guiones tenían que dar su explicación. Y la han dado y creo que es muy buena.
Yo
entiendo todo. Entiendo la retirada del vídeo porque se estaban
caldeando mucho los ánimos y se estaba interpretando como una
provocación. Y creo que lo retiraron incluso por mí para, antes de dar
una explicación, evitar que me den una paliza.
Comprendo
esa decisión, las disculpas me parecen acertadísimas porque lo que se
dice es “sentimos en el alma que se haya ofendido la gente que se ha
ofendido porque esa no era la intención del sketch”. La intención del
sketch no era “cojo tu bandera, como si no fuese también la mía, y me
sueno con ella porque no la respeto”. El sketch quería decir que si un
torpe se suena con la bandera, la que le puede caer con lo caldeados que
están los ánimos. ¿Se explicó bien? Quizás no, y por eso se pidieron
disculpas. Porque a lo mejor no estaba lo suficientemente bien hecho
como para que no se sacara esta otra lectura.
Y más
allá de la disculpa, también veo bien cualquier ejercicio por tender
puentes hacia la gente que se ha enfadado. Porque el sketch venía a
decir que no debemos enfadarnos tanto, y por coherencia, debemos
intentar que los enfadados se desenfaden y que entiendan que esto es
comedia y que busca la risa. Y que a través de la risa es mucho más
fácil la comunicación.
Sé que esto suena hasta pesado y
que ya estamos otra vez los cómicos con los límites del humor, pero
para mí es muy importante que un gilipollas como yo tenga derecho a
reírse de las cosas que le hacen gracia y a hacer un tipo de comedia
irreverente en España. Para mí eso habla muy bien de España. Y lo mejor
de España es que tolere a gente como yo. Lo que mejor habla de esa
bandera es que proteja a gente como yo. Esa es la bandera que enarbolo
con orgullo, la que también cubre a gente tan tonta como yo que se mete
en estos jardines. Yo podría haber estudiado para ser registrador de la
propiedad o abogado, pero no, he decidido ser payaso. Y espero que haya
más payasos en España, porque a este paso quién se va a atrever.
Has
dicho que lo que más te preocupa es que no le pase nada a tu familia y
amigos. Entiendo que las aguas aún están lejos de calmarse.
Lo
que pasa en Twitter deja poso en la vida real. Twitter es la llama y la
vida real son las brasas. La llamarada pasará. Hoy ha salido lo de
Otegi o saldrá Willy Toledo y dirá algo, y entonces en Twitter
hablaremos de otra cosa. Pero las brasas quedan y yo tengo que hacer
actuaciones por España.
A lo mejor hay gente que ya ha
desconectado de esta polémica y lo que les ha quedado al final es que
un tío se ha sonado con su bandera sin más porque no le ha llegado el
contexto o no ha visto el sketch. Entonces, interpreta que está
provocando y pueden venir a darme una hostia. Eso pasa y hay que contar
con ello.
Por eso pido a la gente responsabilidad. A
los cómicos no, porque no tenemos que ser responsables porque la comedia
es irresponsable de por sí. Pero a la gente que sí tiene una
responsabilidad, que mida mucho sus palabras y lo que hace. Porque yo,
que respeto mucho a la Guardia Civil, entiendo que si pone un tuit tiene
mucho poder. Si la Guardia Civil dice “esta es nuestra bandera.
Respétala porque no la estás respetando” sin entender que se trata de un
humorista haciendo comedia, la gente que lee ese tuit puede tomar
medidas peligrosas que esperemos que no tomen.
¿Por
qué se le pide tanta responsabilidad al cómico cuando la gente que debe
ser responsable es tan irresponsable? Yo pido responsabilidad a los
responsables políticos, a los responsables de las Fuerzas y Seguridad
del Estado porque esa gente debe ser responsable de lo que dice.
Esto
que dices es aplicable al consejero de Educación de Ceuta, que
planteó dar 1.000 euros de recompensa a quien, literalmente, te partiera
la cara.
Yo eso lo veo muy fuerte. Voy a hablar con un amigo mío que está en el paro para que me dé la hostia él y así ganamos todos.
Has agradecido el apoyo recibido estos días. ¿También te han apoyado otros compañeros cómicos?
Un
montón. Yo quiero agradecer a todo el mundo las muestras de apoyo que
he recibido, que me han parecido hasta excesivas. Esto me ha
reconfortado porque me ha hecho ver que somos muchos los que estamos en
esta trinchera del humor pidiendo que nos dejen jugar con los símbolos
para hacer comedia. Solo pedimos eso.
No tiene sentido
decir que sí se puede hacer comedia irreverente y cada vez que alguien
hace un chiste o toca algo sagrado nos rasguemos las vestiduras. Porque
es en clave de comedia, y en la comedia tiene que valer todo, también
las disculpas hacia aquella gente que no interpreta el sketch en el
sentido que tenía. Entiendo perfectamente a los ofendidos porque pienso
que es una putada que tengan que ver cosas que no les gustan. Y esto es
culpa de las redes sociales.
Hablando
de redes sociales, a raíz de tu sketch ha circulado otro parecido de
Ana Morgade que no ha despertado las mismas reacciones. ¿Crees que en tu
caso te ha perjudicado la situación actual en la que nos encontramos?
Yo
entendí el sketch, como también entiendo a los que lo interpretaron
como una provocación gratuita. Pero también tengo que decir que tengo la
conciencia muy tranquila porque entendí que el sketch denunciaba la
situación que vivimos. Y es una situación peligrosa.
Yo
por qué me voy a tener que pegar con nadie. Yo quiero que no nos
peguemos y por eso me dedico a la risa. Y creo que seguiré dedicándome a
esto. Ha llegado un punto en el que te lo planteas y te preguntas si
merece la pena intentar dar explicaciones y ofrecer tu punto de vista. Y
he llegado a la conclusión de que sí, de que la comedia sigue
mereciendo la pena aunque me partan la cara por el camino.
Uno de los argumentos que utilizan los críticos con el sketch es que no te atreverías a hacerlo con otra bandera. ¿Es así?
Con
la del ISIS no me atrevería porque eso es lo que diferencia nuestra
bandera de la del ISIS, que puedes sonarte en ella sin que te maten. ¿O
queremos ser como esos chalados? Yo haría el sketch mejorado. Creo que
podríamos darle otra vuelta y encontrar la manera de que quedara
clarísimo que la intención era que las personas están por delante de los
símbolos. Y si me vuelven a pasar el sketch mejorado, otra vez que lo
hago.
Más allá del apoyo de los cómicos, ¿sacas algo positivo de toda esta polémica?
Lo
más positivo que he sacado es una conversación con un tío de Oviedo que
estaba enfadadísimo por el sketch. Él me llamó y yo le devolví la
llamada, hablamos y nos entendimos. ¡Nos entendimos! Él me dijo que mi
humor le parecía una mierda y yo le dije que lo entendía y que le
respetaba por ello, pero que entendiera que a mí me gusta ese tipo de
humor. Y él lo entendió. Le pregunté si íbamos a pegarnos y me dijo que
no porque era una locura.
Así que me pude entender con
un tío que estaba en las antípodas de mí, y eso es lo mejor que saco de
todo esto, que todavía hay una oportunidad para el entendimiento. Que
si conseguimos reírnos podemos hablar. Y que necesitamos hablar, porque
como no hablemos nos vamos a hacer daño.
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