Medicina capitalista: La industria farmacéutica y el sistema sanitario (I)
Investigación Alicia Vega. Se obtuvo información diferentes páginas web asi como de los siguientes textos: “La Mafia Médica” de la Dra. Ghislaine Lanctot, conferencia-presentación del libro “Efecto Secundario: Muerte” del Dr. John Virapen y “Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas” de Sor Teresa Forcades i Vila. Un país se sostiene en la salud de sus habitantes.Su economía, y su bienestar todo depende de este factor. Es por ello que la salud general debería ser un tema prioritario, y toda persona tener acceso libre y gratuito a un sistema público y diversificado de salud, igual para todos, y a los tratamientos más adecuados a su enfermedad en caso de tenerla.
Esto incluye, siendo inteligentes, la necesidad de potenciar la medicina preventiva para evitar dolor, problemas laborales y gastos sociales.
No sólo sería este un planteamiento correcto, según todos los cánones, para el bienestar social, sino que mostraría un nivel de conciencia colectiva digna de elogio. Sin embargo, se ha elegido por los gobiernos el camino contrario desde hace mucho tiempo debido a las presiones de las multinacionales farmacéuticas y de los vendedores de otras multinacionales: las de tecnología médica.
Así que existen en el mercado de los países ricos una enorme variedad de productos relacionados con ambas ramas de la producción supuestamente destinadas a la salud pública que engrosan los bolsillos privados de más de un espabilado.
Mientras tanto, en los países pobres mueren cientos de miles de personas por carecer de medicinas, médicos o medios para pagar los costosos remedios que se elaboran en los países ricos, donde las enfermedades tienden a aumentar y los hospitales tienen cada vez más problemas para atender la demanda de enfermos que tras meses y meses en lista de espera para ser atendidos por un especialista, sólo tienen derecho a unos pocos minutos de atención,lo que demuestra la poca responsabilidad y la mucha desvergüenza de los políticos responsables.
A esto hay que sumar la pésima calidad de resultados de esta medicina alopática. Se busca eliminar el síntoma o aplicar la cirugía, la radioterapia y otras técnicas agresivas cuando dejan de ser eficaces los remedios externos que nunca curan la causa, porque su modo de obrar consiste en ignorarla y abordar los efectos, ya que es en estos donde está el negocio.
La doctora Ghislaine Lanctôt ,a la que tras 27 años de ejercer la medicina el colegio médico le ha retirado la licencia por la publicación de su libro “La mafia médica” (Ed. Vesica Piscis), afirma en una entrevista publicada en DISCOVERY DSALUD:
“Es el dinero quien controla totalmente la medicina. Y lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero.Y cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté enferma…porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación…pero nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable, eso no interesa”.En este mal proceso los tratamientos sintomáticos con medicinas químicas van dejando su secuela de efectos secundarios a los enfermos a los que añaden nuevos desequilibrios y alteraciones orgánicas que agravan la enfermedad primera. Pero todo esto es útil para los vampiros de las industrias médico-farmacéuticas, que se frotan los colmillos con cada nuevo síntoma.
Nos hallamos sumidos globalmente en un proceso anticivilizador,también en el campo médico, contrario a los intereses y necesidades de la mayoría de las poblaciones del mundo y a las ciencias de la vida relacionadas con lo natural, lo biológico y lo espiritual, pues la medicina se ha deshumanizado hasta convertir al enfermo en parte necesaria del engranaje producción industrial-consumo, donde el enfermo es un sujeto pasivo que tiene que estar ahí para consumir lo que debe ser consumido.
¿Comprenden esto en todo su alcance? Esta monstruosidad de planteamiento hace posible cualquier tipo de crímenes de los que los médicos son la correa de transmisión de las grandes corporaciones farmaceuticas. Así es fácil imaginar la posibilidad de que esas mismas corporaciones sean capaces de infectar de virus a poblaciones enteras como ya se hizo con el dengue en algunos países de América, y crear enfermedades para las que previamente ya se ha investigado y se dispone del fármaco que se venderá a precio alto por la alta demanda que puede tener, por ejemplo creando una pandemia.
Hay muchas posibilidades de que el virus de la gripe de todos los años haya sido modificado en laboratorio y puesto en circulación para poder vender los tamiflús de turno. Y obsérvese al respecto, qué casualidad, la vinculaciónde determinados políticos con determinadas multinacionales farmacéuticas que fabrican las vacunas.
Así que algo huele mal en el campo médico-sanitario hasta el punto que hasta la misma OMS ha dejado de ser de fiar hace tiempo por su dependencia económica progresiva de las multinacionales del ramo. Vemos en esta alarma social provocada un doble objeto: enriquecerse unos y meter miedo en el cuerpo a otros, porque el miedo paraliza siempre y especialmente en tiempos de grave crisis económica, que también es casual que coincidan justo ahora ¿no creen?
En un mundo civilizado, y por tanto, distinto, una medicina social, libre, diversificada y gratuita abordaría el tema de la enfermedad con una pluralidad de tratamientos naturales, tendría carácter preventivo, holístico, integrador y espiritual, pues es sabido –hasta por médicos convencionales-que todos los males nacen de la “mala digestión” corporal de pensamientos, sentimientos, palabras y actos negativos contrarios a la propia naturaleza que no se corrigen a tiempo en el alma y acaban por afectar al cuerpo físico.
Odio, rencor, celos, envidia, desprecio, heridas emocionales que no se curan, agresividad, stress, miedo, ambición, y fanatismo, he aquí el nombre de algunos “virus” espirituales cargados de energía negativa que alteran el sistema nervioso y finalmente el funcionamiento todo del organismo. Unidos a la alimentación incorrecta con carnes y drogas como el abuso del alcohol, el tabaco y otras van socavando de a poco la salud del mismo modo que el mar golpea los acantilados, hasta erosionarla igual que el mar erosiona la roca.
No hay mal, pues, que no provenga del pensamiento incontrolado por uno mismo, y esto es lo primero a sanar. Para ello es preciso disponer de información correcta que facilite una buena salud física, mental y emocional y prevenga enfermedades…
Trabajar de dentro hacia fuera, de la causa hacia el síntoma para que el remedio que sea más efectivo para el cuerpo, es el método correcto; pero es justo lo contrario que practica la medicina alopática oficial que trabaja sólo síntomas y no causas profundas. Por tanto, las ruedas de enfermos nunca cesan de dar vueltas alrededor de los hospitales, que es justo lo que se quiere conseguir.
La doctora Lanctôt afirma en la citada entrevista: “El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de enfermedad. Se practica una medicina de la enfermedad y no de la salud. Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones… Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia y al que se estimula para que consuma fármacos de todo tipo”.
El capitalismo es un sistema de producción de muy variados objetos que no pueden dejar de salir al mercado Y NECESITAN ser vendidos. Al Sistema le da igual que el objeto se llame penicilina o bomba de racimo. Pero para que estas cosas sean negocio hay que conducir a la gente a la situación precisa para su demanda. Si tiene salud, se le enferma. Si tiene paz se le inventa una guerra. El caso es dar salida a los productos. Así funciona el capitalismo.
Por ello es congruente con la práctica médica la supresión del síntoma,un“chivato”,un simple indicador externo de que algo va mal y en vez de buscar la causa profunda que lo hace aparecer, pero que no es negocio, los médicos se dedican a anular casi siempre el síntoma, que sí produce beneficios previamente calculados los efectos secundarios previsibles que habrá que tratar después.
Creen algunos médicos de buena fe, en su ignorancia profesional de diseño por las universidades, que desaparecido el síntoma desaparece la enfermedad, con lo cual no hacen másque privar al organismo de su capacidad de expresar su malestar e iniciar su propio proceso para sanar,- al que habría que ayudar y eso sería todo,- y por eso es tan difícil ir hacia las causas y controlar el proceso.
Por tanto, cada vez hay más enfermos y enfermedades y es ya de la mayor urgencia una atención a la salud emocional así como la puesta en marcha de una política de medicina preventiva generalizada. Pero esto iría contra el sistema capitalista, que necesita enfermos para consumir productos del mismo modo que necesita guerras para eliminar stocks de armamento.
La medicina preventiva sería una filosofía de los gobiernos para ahorrar recursos y favorecer la salud pública. Parece lógico, universalmente útil y saludable pero ¿dónde se hallan estas cualidades en el capitalismo?
Si algo se tiene claro en los laboratorios farmacéuticos es que su objetivo no es filantrópico ni holístico. En cuanto a lo primero, sólo tenemos que ver cómo dejan fuera del alcance de los bolsillos de los pobres del mundo con su política de patentes y precios la adquisición de medicinas que podrían salvar la vida o hacerla llevadera a millones de personas, como sucede en continentes enteros como África..
Y en cuanto a lo segundo, tanto les da que el enfermo sane del riñón, por ejemplo, aunque se destroce el estómago con tal de que su producto se venda. Y no entro en el tema de las indecentes investigaciones y sangrientos experimentos con animales a los que someten a torturas increíbles con la excusa de investigar para mejorar nuestra calidad de vida a la que confunden con la calidad de sus cuentas corrientes.
Y esto va para largo. Está muy lejos de suceder que las medicinas alternativas se incluyan en la seguridad social, que se ha convertido en rehén de las industrias relacionadas con la salud: de toda clase de tecnologías y toda clase de preparados químicos por los todopoderosos laboratorios, cuya influencia sobre gobiernos y personal facultativo es enorme a la hora de recomendar productos, fijar precios siempre exagerados y desarrollar preparados, muchos de los cuales no han sido ni siquiera suficientemente experimentados, y a menudo enferman más que sanan. No es fácil tomar un preparado farmacéutico cuando se ha leído el prospecto, y eso que barre para casa minimizando lo negativo.
Aunque los médicos que trabajan dentro del Sistema emplean a veces el término de “enfermedad psicosomática”, luego actúan como organicistas puros y duros y se desentienden de las causas. Así que no se corrigen ahí donde germinan y, acaban siempre por aflorar al cuerpo.
http://dempeus.nireblog.com/post/2009/09/09/medicina-capitalista-contra-la-salud-publica
Dra. Ghislaine Lanctot: “La Mafia Médica”
La mafia médica es el título del libro que le costó a la doctora Ghislaine Lanctot, canadiense, su expulsión del colegio de médicos y la retirada de su licencia para ejercer medicina. Se trata probablemente de la denuncia publicada más completa, integral, explícita y clara del papel que juega a nivel mundial el complejo formado por el Sistema Sanitario y las industria farmacéutica.
El libro expone, por una parte, la érronea concepción de la salud y la enfermedad que tiene la sociedad occidental moderna, fomentada por esta mafia médica que ha monopolizado la salud pública creando el más lucrativo de los negocios.
Además de tratar sobre la verdadera naturaleza de las enfermedades, explica cómo las grandes empresas farmacéuticas controlan no sólo la investigación sino también la docencia médica, y cómo se ha creado un Sistema Sanitario basado en la enfermedad en lugar de en la salud, que cronifica enfermedades y mantiene a los ciudadanos ignorantes y dependientes de él.
El libro es pura artillería pesada contra todos los miedos y mentiras que destrozan nuestra salud y nuestra capacidad de autorregulación natural, volviéndonos manipulables y completamente dependientes del sistema.
(Entrevistas REVISTA HUMANIZAR- DISCOVERY SALUD- Enero 2007)
“El individuo es soberano respecto de sus decisiones entorno a la propia salud, pero a veces no lo sabe; por eso es necesario recodárselo y enseñarle a usar su propio poder, y así tener una mejor salud y vida”, afirma la doctora Ghislaine Lanctôt, autora del best seller “La mafia médica”, un polémico trabajo que denuncia la forma en que organismos internacionales, gobiernos, laboratorios y entidades financieras manipulan los sistemas de salud.
La autora de La mafia médica acabó sus estudios de Medicina en 1967, una época en la que -como ella misma confiesa- estaba convencida de que la Medicina era extraordinaria y de que antes del final del siglo XX se tendría lo necesario para curar cualquier enfermedad. Sólo que esa primera ilusión fue apagándose hasta extinguirse.
-¿Por qué esa decepción?
Porque empecé a ver muchas cosas que me hicieron reflexionar. Por ejemplo, que no todas las personas respondían a los maravillosos tratamientos de la medicina oficial. Además, en aquella época entré en contacto con varios ’terapeutas suaves’ -es decir, practicantes de terapias no agresivas- que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus consultas y dejarme ver lo que hacían. Y llegué pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.
-Y supongo que empezó a preguntarse por qué en la Facultad nadie le había hablado de esas terapias alternativas no agresivas
Así es. Luego mi mente fue más allá y empecé a cuestionarme cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar y por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes. Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos internacionales -en algunos como ponente- y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el ’comité científico’ organizador del congreso. ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Sí, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto.
-Y eso fue clarificador para usted
Y tanto. Darme cuenta del control y de la manipulación a la que están sometidos los médicos -y los futuros médicos, es decir, los estudiantes- me hizo entender claramente que la Medicina es, ante todo, un negocio. La Medicina está hoy controlada por los seguros -públicos o privados, da igual- porque en cuanto alguien tiene un seguro pierde el control sobre el tipo de medicina al que accede. Ya no puede elegir. Es más, los seguros determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar. Y es que si miramos detrás de las compañías de seguros o de la seguridad social … encontramos lo mismo.
-El poder económico
Exacto, es el dinero quien controla totalmente la Medicina. Y lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero. ¿Y cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté enferma … porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación … pero nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable, no interesa. La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos; si es posible, toda la vida.
UN SISTEMA DE ENFERMEDAD
-Infiero que ésa es la razón de que en su libro se refiera al sistema sanitario como ’sistema de enfermedad’
Efectivamente. El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de enfermedad. Se practica una medicina de la enfermedad y no de la salud. Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa del problema. Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al que se estimula para que consuma fármacos de todo tipo.
-Se supone que el sistema sanitario está al servicio de las personas
Está al servicio de quien le saca provecho: la industria farmacéutica. De manera oficial -puramente ilusoria- el sistema está al servicio del paciente pero, oficiosamente, en la realidad, el sistema está a las órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene el sistema de enfermedad en su propio beneficio. Se trata, en suma, de una auténtica mafia médica, de un sistema que crea enfermedades y mata por dinero y por poder.
-¿Y qué papel juega el médico en esa mafia?
El médico es -muchas veces de forma inconsciente, es verdad- la correa de transmisión de la gran industria. Durante los 5 a 10 años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades.
Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que debe evitar a toda costa y de que la enseñanza recibida es la única válida. Foto: Dra.Ghislaine Lanctot
Además se les enseña que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un ’dios’ de la salud. De ahí que incluso exista caza de brujas entre los propios profesionales de la medicina. La medicina oficial, la ’científica’, no puede permitir que existan otras formas de curar que no sean serviles al sistema.
-El sistema, en efecto, pretende hacer creer que la única medicina válida es la llamada ’medicina científica’, la que usted aprendió y de la que ha renegado.
La medicina científica está enormemente limitada porque se basa en la física materialista de Newton: tal efecto obedece a tal causa. Y, por ende, tal síntoma precede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento. Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud del físico. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo le cuelga la etiqueta de ’enfermedad psicosomática’ al paciente y le envía a casa tras recetarle pastillas para los nervios.
-Es decir, que a su juicio, la medicina convencional sólo se ocupa de hacr desaparecer los síntomas.
Salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, sí. Da la impresión de curar pero no cura. Simplemente elimina la manifestación del problema en el cuerpo físico pero éste, tarde o temprano, resurge.
-A su juicio, pues, dan mejor resultado las llamadas medicinas suaves o no agresivas
Son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística y le ayudan a sanar … pero tampoco curan. Mire, cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una buena ayuda pero son sólo eso: complementos. Porque el verdadero médico es uno mismo. Y cuando uno es consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar terapeutas. El enfermo es el único que puede curarse. Nadie puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina que cura. La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes. En nuestras manos está, pues, romper esa esclavitud.
–Y, en su opinión, ¿por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten? ¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, costosísimo por otra parte?
A ese respecto tengo tres hipótesis. La primera es que quizás no saben que todo esto está pasando … pero es difícil de aceptar porque la información está a su alcance desde hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema y la conspiración existente. La segunda hipótesis es que no pueden acabar con ello … pero también resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el suficiente poder.
-Y la tercera, supongo, es que no quieren acabar con el sistema
Pues lo cierto es que, eliminadas las otras dos hipótesis, ésa parece la más plausible. Y si un Gobierno se niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de la mafia.
¿Quiénes integran, a su juicio, la ’mafia médica’?
A diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto, la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, las Agencias del Medicamento, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) -el Ministerio de Sanidad de la ONU- y, por supuesto, el gobierno mundial en la sombra del dinero.
– ¿Qué es “La mafia médica y cómo se estructura”?
– La Organización Mundial de la Salud (OMS), es el Ministerio del “Gobierno Mundial” representado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pues bien, la OMS es la que establece las políticas de salud y todos los países miembros ejecutan estas políticas. Todo esto es parte de un programa que se llama el Nuevo Orden Mundial anunciado por el entonces presidente de Estados Unidos George Bush (padre del actual presidente George W. Bush) en 1990, pero ya estaba en preparación desde años y años.
Es el poder absoluto a nivel mundial, y existe porque está establecido con todos los organismos que funcionan como ministerios, la OTAN, UNICEF, UNESCO, FAO. Todas estas estructuras son los ministerios del “Gobierno Mundial”estableciendo las políticas en diferentes ámbitos para todos los países del planeta.
– ¿Cómo actúa esta estructura, qué ejemplos puede dar?
– Un ejemplo actual y obvio es la gripe aviar. La epidemia no existe. Las cifras exactas son de 152 casos de personas que murieron en un plazo de nueve años a nivel mundial, pero la OMS y el “Gobierno Mundial” decidieron que habría una epidemia. Los gobiernos se preparan e invierten una fortuna en millones de dólares en prepararse ante una epidemia que no existe.
También se preparan las mentes de las personas y cuando van a decidir que ya está la epidemia, la gente estará lista y en su cabeza dirá ¡es verdad! Es un ejemplo evidente de política y estrategia a nivel mundial en el ámbito de la salud. Pero es así en cualquier ámbito: en la agricultura con la FAO, en la OMS con la salud…
–Tenemos entendido que para usted la Organización Mundial de la Salud es ’la mafia de las mafias
Así es. Esa organización está completamente controlada por el dinero. La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la ’política de enfermedad’ en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. No hay escapatoria. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma Ata, nadie puede escapar de su control.
-¿En qué consiste esa declaración?
Se trata de una declaración que da a la OMS los medios para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo ’ministerio de salud’ es la OMS. Desde entonces ’derecho a la salud’ significa ’derecho a la medicación’. Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.
-Una labor que no se cuestiona
Claro, porque, ¿quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud? Sin embargo, hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU: el poder económico.
-¿Cree que ni siquiera las organizaciones humanitarias escapan a ese control?
Por supuesto que no. Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU, es decir, del dinero de las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras creen que sirven altruistamente a la gente pero en realidad sirven al dinero.
–Una mafia sumamente poderosa
Omnipotente, diría yo. Ha eliminado toda competencia. Hoy día a los investigadores se les ’orienta’. Los disidentes son encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los terapeutas ’alternativos’ se les tilda de locos, se les retira la licencia o se les encarcela también. Los productos alternativos rentables han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio. Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte.
De hecho, la obsesión por vivir más o, simplemente, por sobrevivir ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se ’fabrican’ multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc. Eso sin contar con que se irradian los alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada, el aire envenenado…
Es más, los niños reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre, la Viagra; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin. Y todo esto, ¿para qué? Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben pero la gente sigue enfermando y muriendo igual.
– Desde el ámbito de la legalidad internacional, ¿Cómo actúa esta mafia?, ¿es posible poner un límite con las leyes?
– La mafia a la que nos referimos es oficial, no es una estructura escondida al margen de la legalidad. Involucra directamente al poder legislativo. Y lo que ellos (Imagina que si las personas dejaran de ir al médico… se derrumbarían los sistemas integrantes de esta estructura) llaman ilegal es la competencia. Por ejemplo los medicamentos genéricos, las medicinas suaves, la rama herbolaria, se elimina con formas claras de impedir el uso de productos porque son competidores y molestan a la mafia oficial, que se llama gobierno. Ellos llaman a los demás mafia, cuando en verdad son ellos la verdadera mafia.
– ¿Por qué es un tema del que se debate poco a nivel público?
– Algunos médicos lo han denunciado desde hace mucho tiempo, y cada vez más gente lo ha hecho, pero a costa de grandes castigos. Algunos murieron y todas las personas que dicen cómo funciona, pierden sus privilegios: El derecho de práctica, su laboratorio si lo tienen, sus centros de estudios, su reputación, su dinero, están eliminados tanto a nivel financiero, como social, y hasta físicamente también.
– ¿Qué papel juegan las organizaciones no gubernamentales y las universidades ante una mafia de este tipo?
– Están involucradas. Las organizaciones no gubernamentales aplican las directivas de la OMS. Para el publico parecen ser organizaciones más marginales, siempre de carácter humanitario, o que quieren ir en contra y protestan, pero cuando se indaga se ve que en muchas de ellas las personas que las encabezan son personas que están nombradas por el gobierno. En cuanto a las universidades, están controladas por la banca y los gobiernos. No sólo el estudiante de medicina, sino otros estudios que son financiados por la industria en muchas de las universidades, y esa industria decide qué se investiga y qué se encuentra.
– Ante la actitud pasiva que parecen tener los pacientes, ¿qué pueden hacer para librarse de este tipo de estructuras?
– No es un problema que se ataque, no se trata de abordar así. El verdadero poder lo tienen los individuos, los enfermos. Imagina que los enfermos dejan de ir al médico. Se derrumbaría el sistema total, sólo porque el poder está en las manos de la persona, en el individuo, pero él no lo sabe, no tiene conciencia de eso. En realidad el individuo es soberano, él es la autoridad suprema, pero no lo sabe, y él ha entregado el poder a dos instituciones, la primera es el médico, y éste entregó el poder al colegio de médicos, y éste depende del gobierno, y el gobierno depende del dinero, pero dinero con D mayúscula, y a su vez a la OMS y el sistema de la banca mundial. Entonces su poder se entregó a los médicos y su dinero a los seguros, y los seguros pertenecen a los gobiernos, y el gobierno depende del dinero, y llegamos a lo mismo.
El enfermo ya no decide a qué hospital irá, ni qué intervención o tratamiento se le dará, ni su precio, porque ha entregado su poder a los seguros y todo se maneja fuera de su persona. El seguro paga y entonces decide cómo hacer las cosas.
El médico decide qué tratamiento se aplicará y el enfermo ya no tiene más poder de decisión; se lo ha otorgado al médico. El médico obedece al colegio de médicos, y siempre va todo al mismo núcleo que lo controla todo. Es lo mismo en todos los sistemas. La pena es que el paciente no tiene conciencia.
Otro ejemplo sería, cuando el individuo deja de pagar los impuestos, son las personas las que tienen el poder y no el gobierno. ¿Por qué el individuo no lo sabe?, pues porque ha olvidado quién es, y solo hace falta recordárselo y enseñarle cómo usar su propio poder.
-Sin embargo, a pesar de todo, usted mantiene que la mafia médica es una necesidad evolutiva de la humanidad. ¿Qué quiere decir con esa afirmación?
Verá, piense en un pez cómodamente instalado en su pecera. Mientras tiene agua y comida todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. Bueno, pues yo entiendo que la mafia médica nos puede empujar a dar ese salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferirá morir a saltar.
-Pero para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado
Sí. Y yo creo que se está elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. Además, el médico alemán Ryke Geerd Hamer ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las medicinas no agresivas ganan popularidad.
La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente de su propia divinidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará. Tan sencillo como eso.
-¿Y en qué punto cree que estamos?
Pues no sabría cuantificarlo pero pienso que probablemente en menos de 5 años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un especialista de la salud. Dejar a un lado la llamada ’medicina científica’ y la seguridad que propone para ir a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder el respeto y la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir sí a nuestra autoridad interior.
-¿Y qué es lo que nos impide romper con la autoridad exterior?
El miedo. Tenemos miedo a no acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede enfermar y matar. Nos morimos de miedo. Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, es decir, concebida para comportarnos como dioses. ¿Y desde cuándo los dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera diferente a la de un dios nos ponemos enfermos. Esa es la realidad.
– ¿Qué papel le corresponde a los medios de comunicación ante esta situación?
– Los medios me han preguntado cosas y están abiertos. Los periodistas estaban muy entusiasmados con este libro ante la posibilidad de conocer esta versión distinta, pero tres meses después se acabó y silencio total, porque recibieron la orden de dejarlo, de dejar de entrevistarme y darme la palabra. Porque el dinero controla la medicina pero también a los medios de comunicación.
-¿Y qué cree que pueden hacer los medios de comunicación para contribuir a la elevación de la conciencia en esta materia?
Informar sin intentar convencer. Decir lo que sabéis y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información. Porque intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Y si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: ’Eso es imposible’. En cambio, si tienen abierto el corazón, escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.”
Fuentes:
http://www.personocratia.com
http://www.formarse.com.ar
Alicia Vega/Bahía de Noticias
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Hay que seguir los consejos de este médico. Arrepentido de toda una vida al servicio del negocio médico y tóxico, se explaya y deja clarísimo en qué consiste la enfermedad como holding forrístico. No recomienda medicinas para curarse en vano y llenar bolsillo de laboratorios y empresas traficantes del dolor y la muerte, sino un despertar masivo de los consumidores teledirigidos de farma-tóxicos. Por cierto, un detallejo baladí: ¿sabéis que en su origen griego, la palabra "farmakós" es ambivalente y significa "remedio" y "veneno"? Pues, eso...a elegir el significado correcto, y ojo al potingue y a nuestra responsabilidad a la hora de elegir cómo gestionar y hacernos cargo de nuestra salud para no terminar siendo carne de hospital y de "farmakós" a tutiplén
Dr. Virapen “La industria farmacéutica no hace nada excepto aniquilar la población del mundo. ¿Por qué?
Investigación por Alicia Vega.
Medicina capitalista: La industria farmacéutica y el sistema sanitario (II). Dr. John Virapen y su libro: “Efecto Secundario: Muerte”. “YO soborné al gobierno Sueco para que aprobaran medicamentos, como por ejemplo el PROZAC”.
El Dr. John Virapen, quien trabajó por 35 años de su vida en la industria farmacéutica, ya pasó hace tiempo la edad de jubilación, así como también ha superado dos ataques al corazón, llevando ahora un marcapasos.
¿Qué puede motivar a un hombre como él, además felizmente casado y padre de un niño de cuatro años, a realizar una intensa y difícil labor de concienciación social, acerca de la mundialmente poderosa y criminal Industria Farmacéutica?
Si la razón fuese meramente vender libros, no ha escogido precisamente el tema más cómodo o fácil (o popular) para escribirlos. Podrán ya imaginarse las presiones, insultos, calumnias, difamaciones y amenazas a las que se enfrenta este señor de aspecto afable y porte sereno.
Es el de las grandes compañías farmacéuticas un emporio lucrativo global regido por los meros objetivos de la mayor rentabilidad y del máximo beneficio, y que acumula en los tribunales enormes cargos contra la Humanidad, especulando y lucrándose con la enfermedad y el dolor de las personas, enfermando a millones con sus auténticos fármacos (“venenos”) y enviando a la tumba a cientos de miles de personas cada año, en virtud de todo el Sistema de Aniquilación Humana que capitanea la OMS.
Sí, la misma OMS que está de actualidad al ser denunciada e investigada por lanzar (junto a la industria y a los gobiernos y mas media títeres) la psicosis colectiva de la falsa pandemia de Gripe A, con la que las grandes compañías farmacéuticas fabricantes de vacunas llenaron sus arcas, a base de vender millones de dosis que nunca pasaron las pruebas de seguridad y eficacia exigidas.
Con estas premisas, cuestiones como la ética médica o el rigor científico, así como el respeto a la Vida y el humanitarismo, quedan -sino en un tercer o cuarto plano-, completamente descartadas. Y los juicios, sentencias, escándalos, negligencias, y sobre todo los millones de víctimas (ya fallecidas o ya quebrantadas en su salud) son una cruda e inapelable prueba de ello.
Sin embargo, muchos se niegan a verlo todavía, sobre todo dentro de la profesión médica. Demasiado desagradable, demasiado incómodo, demasiado oscuro… la mayoría sólo desea cobrar su sueldo todos los meses y que los dejen en paz. Hasta que quizá una víctima en el seno de su propia familia les fuerce a abrir los ojos -de una vez- a la realidad.
Ahora el Dr. Virapen ha hecho un poco (o un mucho) más difícil que la profesión médica -y los estados y las sociedades enteras- miren hacia otro lado.Porque nos está hablando fuerte y claro a todos, a la cara, tomando su propia responsabilidad por los actos en los que él mismo se vio involucrado o cometió, pagando en servicio para limpiar sus manos y su conciencia, para que cuando su hijo le mire a los ojos, pueda sostener la mirada sin sentir vergüenza y horror, al recordar los miles y miles de niños a los que él contribuyó -con sus actos y su trabajo en su antigua empresa- a enfermar y matar.
Sin embargo y como decimos, tras lo que fue una catarsis durísima -que casi lo mata- este hombre se ha elevado sobre su miseria y ha comenzado a reconstruir su integridad en el servicio, a la Humanidad y a los niños del futuro, a los cuales -en sus propias palabras- “ahora he dedicado mi vida, o lo que quede de ella”.
Tomemos todos nota de su ejemplo, y asumamos también la plena responsabilidad por nuestros actos, allí donde desempeñemos nuestra profesión; y sirva este testimonio especialmente para quienes juraron servir lo mejor posible a sus semejantes en el oficio médico; a todos aquellos que juraron solemnemente -sobre el texto de Hipócrates- “PRIMUM NON NOCERE” (SOBRE TODO, NO HARÉ DAÑO).
Transcripción de la conferencia-presentación del libro “Efecto Secundario: Muerte”
El Dr. John Virapen trabajó por 35 años de su vida en la industria farmacéutica y ahora fuera del negocio sucio se decidió a hablar, a contarnos la verdad que se esconde tras esa verdadera mafia.
Virapen entre otras cosas, cuenta como tuvo que sobornar al gobierno Sueco para obtener la aprobación del uso de PROZAC en Suecia, como la industria farmacéutica está mas interesada en hacernos contraer enfermedades para poder vender sus medicinas.
…Saquen sus propias conclusiones.
“La industria farmacéutica no hace nada excepto aniquilar la población del mundo y reducir la población de este mundo. Por qué hacen esto?? Porque quieren dinero… dinero… y más dinero.
A ellos no les importa la vida de ustedes, a ellos sólo les preocupa sus billeteras. Ahora lo que sea que yo les diga aquí. No es algo que yo soñé o escuché en otra parte, es algo que yo he hecho. Yo he sido tan criminal como ellos. Foto: Dr. Virapen
Mis manos están tan sucias como las de esa gente. Ahora todos ustedes sentados aquí respondanme una pregunta. Cuando van al médico, el los mira, un estetoscopio, les hace exámenes de laboratorios, de máquinas. A propósito, esas pruebas son para hacer dinero.
Luego les dice que están enfermos, les da una receta y ustedes van a la farmacia por un determinado medicamento. Tome esto 3 veces al día.
¿Qué hacen ustedes? Díganme. Van a la farmacia. Compran el medicamento y lo toman, como buenos ciudadanos. Pero cuando van a una empresa de automóviles a comprar un auto hacen miles de preguntas y si no obtienen lo que desean no compran el auto.
Así que ¿por qué no le preguntan al médico qué es lo que les está dando? La razón por la cuál les estoy diciendo esto es porque sólo ustedes tienen el poder de detenerlos con lo que están haciendo en la industria farmacéutica. Ustedes no son gente enferma, ustedes son CONSUMIDORES. La industria farmacéutica hace dinero porque ellos les dicen a todo el mundo que están enfermos.
Ahora, ustedes me pueden preguntar por qué ustedes han estado haciendo esto? Hay varias razones y no voy a dar ninguna excusa. La industria farmacéutica me dio un buen trabajo, empecé como vendedor y escalé posiciones hasta que me convertí en el director de una empresa en Suecia. La empresa afiliada a la más grande y más malvada empresa farmacéutica del mundo ELY LILLY and Company. Puedo decir esto porque fui parte de esa maldad. Me ofrecieron el oro en bandeja.
Se de gente que murió por que se les recetó medicamentos que no fueron probados y YO soborné al gobierno Sueco para que aprobaran esos medicamentos, como por ejemplo el PROZAC. Suecia tiene la fama de ser el país más limpio y de política transparente, y la empresa me dijo que mi carrera dependía de que el gobierno sueco aprobara el PROZAC.
La industria farmacéutica es la más poderosa del mundo, duerme en la misma cama que los gobiernos. Usan la corrupción para obtener lo que desean. La corrupción implica dinero. Tienen mucho dinero, y así es como hacen su dinero. Pero también asesinan más gente que las guerras que tenemos en el mundo, pero a largo plazo. Hay cosas que deben cambiar.
No están interesados en curar enfermedades, están interesados en causarlas. Están interesados en tratamientos sintomáticos. Quieren pacientes que sean diabéticos, cardíacos, con enfermedad de parkinson, artritis reumatoidea, artrosis, porque viven largo tiempo y las drogas que deben tomar las toman por el resto de sus vidas.
Díganme cuándo una industria farmacéutica anunció que sacó algo que cura una enfermedad?? No curan nada, sólo enferman.
Esta semana la empresa Ely Lilly and Company fue multada con una cifra millonaria por tener durante años en el mercado una droga para esquizofrénicos ZYPREXA, de la cual escondió hábilmente parte de sus efectos secundarios.
Los pacientes morían de problemas cardíacos o renales, pero ahora se descubrió que la gran causante de DIABETES. Y quién es la mayor productora de drogas para diabetes del mundo? Ely Lilly and Co.
Esta fue la mayor estafa en la historia en la medicina en U.S.A. Todas estas estafas millonarias, causadas por las farmacéuticas, nunca salen a la luz. Porque la prensa trabaja para estas empresas igual que el gobierno. La empresa farmacéutica usa los medios de comunicación para implantar el trabajo sucio en ustedes.
A ustedes nunca se les hace saber la verdad hasta que es demasiado tarde. Tienen que elevar su conciencia a un nivel más alto. No den por sentado lo que sus doctores les dicen, porque los médicos en estos días no piensan en los pacientes. Piensan en cuánto se les pagará. Y así es como la industria farmacéutica reina, permanece en el poder.
Ellos pagan en las universidades los cursos de entrenamientos de los estudiantes, para que toda la información sea la que se obtiene de la industria farmacéutica. Cuando trabajé en estas empresas y fui vendedor me enseñaron que jamás se debe hablar de efectos secundarios sino de características, ventajas y beneficios.
Porque esconden los efectos secundarios y lo se porque yo dirigí las pruebas del PROZAC en Estocolmo. Se escondió que el efecto secundario era el suicidio, porque provoca una inhibición de la serotonina. Esto se escondió en Washington porque muchos de los funcionarios del gobierno, incluyendo el mismo presidente Bush tenían intereses en Ely Lilly, la más grande farmacéutica del mundo.
Todos contribuyentes políticos del partido republicano. Todas estas empresas tienen ejecutivos de 100.000 dólares caminando por las calles de Washington alabando el trabajo de Elly Lilly e invitando políticos a sus casas. Eso señores, es corrupción. Es la forma de corrupción llamada LOBBY. Y es aprobada por el gobierno.
Estas empresas con poder, no quieren salvar a nadie. Todo se trata de manipular. Ellos tienen el poder en sus manos…”
Concluye diciendo:
Links:http://www.paradigmasdesalud.com/2010/06/ex-jefe-de-la-industria-farmaceutica-lo.html
http://liberacionahora.wordpress.com/2010/06/25/testimonio-contundente-el-dr-john-virapen-ex-directivo-de-la-industria-farmaceutica-pone-a-la-mafia-medica-contra-las-cuerdas/
Medicina capitalista: La industria farmacéutica y el sistema sanitario (II). Dr. John Virapen y su libro: “Efecto Secundario: Muerte”. “YO soborné al gobierno Sueco para que aprobaran medicamentos, como por ejemplo el PROZAC”.
El Dr. John Virapen, quien trabajó por 35 años de su vida en la industria farmacéutica, ya pasó hace tiempo la edad de jubilación, así como también ha superado dos ataques al corazón, llevando ahora un marcapasos.
¿Qué puede motivar a un hombre como él, además felizmente casado y padre de un niño de cuatro años, a realizar una intensa y difícil labor de concienciación social, acerca de la mundialmente poderosa y criminal Industria Farmacéutica?
Si la razón fuese meramente vender libros, no ha escogido precisamente el tema más cómodo o fácil (o popular) para escribirlos. Podrán ya imaginarse las presiones, insultos, calumnias, difamaciones y amenazas a las que se enfrenta este señor de aspecto afable y porte sereno.
“… Tenemos que liberarnos del poder de esta gente. Protestas masivas, protestas públicas. Protestas públicas derribaron el muro de Berlín. Se puede limpiar la industria farmacéutica, hay que poner control. Poner algo de transparencia en el negocio. Y cuando los políticos dejen de llenar sus bolsillos y empiecen a hacer algo, cosa difícil, y los periodistas dejen de escribir artículos pensando en que la gente compre, y empiecen a escribir la verdad, se logrará. La verdad es la única arma…” Dr. John VirapenY seguramente es esto último, la realización de la serenidad y la paz a través del servicio a la sociedad -en una dura pero necesaria labor-, lo que da a John Virapen la energía y la determinación necesarias para seguir adelante, contándole al mundo acerca de la podredumbre y criminalidad de una industria como la farmacéutica, de la cual él fue parte activa y responsable. Una industria genocida que tristemente hace realidad el dicho de que “es peor el remedio que la enfermedad”.
Es el de las grandes compañías farmacéuticas un emporio lucrativo global regido por los meros objetivos de la mayor rentabilidad y del máximo beneficio, y que acumula en los tribunales enormes cargos contra la Humanidad, especulando y lucrándose con la enfermedad y el dolor de las personas, enfermando a millones con sus auténticos fármacos (“venenos”) y enviando a la tumba a cientos de miles de personas cada año, en virtud de todo el Sistema de Aniquilación Humana que capitanea la OMS.
Sí, la misma OMS que está de actualidad al ser denunciada e investigada por lanzar (junto a la industria y a los gobiernos y mas media títeres) la psicosis colectiva de la falsa pandemia de Gripe A, con la que las grandes compañías farmacéuticas fabricantes de vacunas llenaron sus arcas, a base de vender millones de dosis que nunca pasaron las pruebas de seguridad y eficacia exigidas.
Con estas premisas, cuestiones como la ética médica o el rigor científico, así como el respeto a la Vida y el humanitarismo, quedan -sino en un tercer o cuarto plano-, completamente descartadas. Y los juicios, sentencias, escándalos, negligencias, y sobre todo los millones de víctimas (ya fallecidas o ya quebrantadas en su salud) son una cruda e inapelable prueba de ello.
Sin embargo, muchos se niegan a verlo todavía, sobre todo dentro de la profesión médica. Demasiado desagradable, demasiado incómodo, demasiado oscuro… la mayoría sólo desea cobrar su sueldo todos los meses y que los dejen en paz. Hasta que quizá una víctima en el seno de su propia familia les fuerce a abrir los ojos -de una vez- a la realidad.
Ahora el Dr. Virapen ha hecho un poco (o un mucho) más difícil que la profesión médica -y los estados y las sociedades enteras- miren hacia otro lado.Porque nos está hablando fuerte y claro a todos, a la cara, tomando su propia responsabilidad por los actos en los que él mismo se vio involucrado o cometió, pagando en servicio para limpiar sus manos y su conciencia, para que cuando su hijo le mire a los ojos, pueda sostener la mirada sin sentir vergüenza y horror, al recordar los miles y miles de niños a los que él contribuyó -con sus actos y su trabajo en su antigua empresa- a enfermar y matar.
Sin embargo y como decimos, tras lo que fue una catarsis durísima -que casi lo mata- este hombre se ha elevado sobre su miseria y ha comenzado a reconstruir su integridad en el servicio, a la Humanidad y a los niños del futuro, a los cuales -en sus propias palabras- “ahora he dedicado mi vida, o lo que quede de ella”.
Tomemos todos nota de su ejemplo, y asumamos también la plena responsabilidad por nuestros actos, allí donde desempeñemos nuestra profesión; y sirva este testimonio especialmente para quienes juraron servir lo mejor posible a sus semejantes en el oficio médico; a todos aquellos que juraron solemnemente -sobre el texto de Hipócrates- “PRIMUM NON NOCERE” (SOBRE TODO, NO HARÉ DAÑO).
Transcripción de la conferencia-presentación del libro “Efecto Secundario: Muerte”
El Dr. John Virapen trabajó por 35 años de su vida en la industria farmacéutica y ahora fuera del negocio sucio se decidió a hablar, a contarnos la verdad que se esconde tras esa verdadera mafia.
Virapen entre otras cosas, cuenta como tuvo que sobornar al gobierno Sueco para obtener la aprobación del uso de PROZAC en Suecia, como la industria farmacéutica está mas interesada en hacernos contraer enfermedades para poder vender sus medicinas.
…Saquen sus propias conclusiones.
“La industria farmacéutica no hace nada excepto aniquilar la población del mundo y reducir la población de este mundo. Por qué hacen esto?? Porque quieren dinero… dinero… y más dinero.
A ellos no les importa la vida de ustedes, a ellos sólo les preocupa sus billeteras. Ahora lo que sea que yo les diga aquí. No es algo que yo soñé o escuché en otra parte, es algo que yo he hecho. Yo he sido tan criminal como ellos. Foto: Dr. Virapen
Mis manos están tan sucias como las de esa gente. Ahora todos ustedes sentados aquí respondanme una pregunta. Cuando van al médico, el los mira, un estetoscopio, les hace exámenes de laboratorios, de máquinas. A propósito, esas pruebas son para hacer dinero.
Luego les dice que están enfermos, les da una receta y ustedes van a la farmacia por un determinado medicamento. Tome esto 3 veces al día.
¿Qué hacen ustedes? Díganme. Van a la farmacia. Compran el medicamento y lo toman, como buenos ciudadanos. Pero cuando van a una empresa de automóviles a comprar un auto hacen miles de preguntas y si no obtienen lo que desean no compran el auto.
Así que ¿por qué no le preguntan al médico qué es lo que les está dando? La razón por la cuál les estoy diciendo esto es porque sólo ustedes tienen el poder de detenerlos con lo que están haciendo en la industria farmacéutica. Ustedes no son gente enferma, ustedes son CONSUMIDORES. La industria farmacéutica hace dinero porque ellos les dicen a todo el mundo que están enfermos.
Ahora, ustedes me pueden preguntar por qué ustedes han estado haciendo esto? Hay varias razones y no voy a dar ninguna excusa. La industria farmacéutica me dio un buen trabajo, empecé como vendedor y escalé posiciones hasta que me convertí en el director de una empresa en Suecia. La empresa afiliada a la más grande y más malvada empresa farmacéutica del mundo ELY LILLY and Company. Puedo decir esto porque fui parte de esa maldad. Me ofrecieron el oro en bandeja.
Se de gente que murió por que se les recetó medicamentos que no fueron probados y YO soborné al gobierno Sueco para que aprobaran esos medicamentos, como por ejemplo el PROZAC. Suecia tiene la fama de ser el país más limpio y de política transparente, y la empresa me dijo que mi carrera dependía de que el gobierno sueco aprobara el PROZAC.
La industria farmacéutica es la más poderosa del mundo, duerme en la misma cama que los gobiernos. Usan la corrupción para obtener lo que desean. La corrupción implica dinero. Tienen mucho dinero, y así es como hacen su dinero. Pero también asesinan más gente que las guerras que tenemos en el mundo, pero a largo plazo. Hay cosas que deben cambiar.
No están interesados en curar enfermedades, están interesados en causarlas. Están interesados en tratamientos sintomáticos. Quieren pacientes que sean diabéticos, cardíacos, con enfermedad de parkinson, artritis reumatoidea, artrosis, porque viven largo tiempo y las drogas que deben tomar las toman por el resto de sus vidas.
Díganme cuándo una industria farmacéutica anunció que sacó algo que cura una enfermedad?? No curan nada, sólo enferman.
Esta semana la empresa Ely Lilly and Company fue multada con una cifra millonaria por tener durante años en el mercado una droga para esquizofrénicos ZYPREXA, de la cual escondió hábilmente parte de sus efectos secundarios.
Los pacientes morían de problemas cardíacos o renales, pero ahora se descubrió que la gran causante de DIABETES. Y quién es la mayor productora de drogas para diabetes del mundo? Ely Lilly and Co.
Esta fue la mayor estafa en la historia en la medicina en U.S.A. Todas estas estafas millonarias, causadas por las farmacéuticas, nunca salen a la luz. Porque la prensa trabaja para estas empresas igual que el gobierno. La empresa farmacéutica usa los medios de comunicación para implantar el trabajo sucio en ustedes.
A ustedes nunca se les hace saber la verdad hasta que es demasiado tarde. Tienen que elevar su conciencia a un nivel más alto. No den por sentado lo que sus doctores les dicen, porque los médicos en estos días no piensan en los pacientes. Piensan en cuánto se les pagará. Y así es como la industria farmacéutica reina, permanece en el poder.
Ellos pagan en las universidades los cursos de entrenamientos de los estudiantes, para que toda la información sea la que se obtiene de la industria farmacéutica. Cuando trabajé en estas empresas y fui vendedor me enseñaron que jamás se debe hablar de efectos secundarios sino de características, ventajas y beneficios.
Porque esconden los efectos secundarios y lo se porque yo dirigí las pruebas del PROZAC en Estocolmo. Se escondió que el efecto secundario era el suicidio, porque provoca una inhibición de la serotonina. Esto se escondió en Washington porque muchos de los funcionarios del gobierno, incluyendo el mismo presidente Bush tenían intereses en Ely Lilly, la más grande farmacéutica del mundo.
Todos contribuyentes políticos del partido republicano. Todas estas empresas tienen ejecutivos de 100.000 dólares caminando por las calles de Washington alabando el trabajo de Elly Lilly e invitando políticos a sus casas. Eso señores, es corrupción. Es la forma de corrupción llamada LOBBY. Y es aprobada por el gobierno.
Estas empresas con poder, no quieren salvar a nadie. Todo se trata de manipular. Ellos tienen el poder en sus manos…”
Concluye diciendo:
“… Tenemos que liberarnos del poder de esta gente. Protestas masivas, protestas públicas. Protestas públicas derribaron el muro de Berlín. Se puede limpiar la industria farmacéutica, hay que poner control. Poner algo de transparencia en el negocio. Y cuando los políticos dejen de llenar sus bolsillos y empiecen a hacer algo, cosa difícil, y los periodistas dejen de escribir artículos pensando en que la gente compre, y empiecen a escribir la verdad, se logrará. La verdad es la única arma…”La VERDAD nos libera de las consecuencias de la ignorancia. La ignorancia es igual al miedo… El miedo nos lleva a la muerte.
Links:http://www.paradigmasdesalud.com/2010/06/ex-jefe-de-la-industria-farmaceutica-lo.html
http://liberacionahora.wordpress.com/2010/06/25/testimonio-contundente-el-dr-john-virapen-ex-directivo-de-la-industria-farmaceutica-pone-a-la-mafia-medica-contra-las-cuerdas/
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