Valle-Inclán con una sobredosis de opiáceos en el Senado
La comparecencia de Susana Díaz en una comisión del Senado para
hablar de corrupción sólo sirve para un duelo de barro con el senador
del PP Luis Aznar
Aznar dice cosas como "repito cordialísimamente" o Díaz afirma que está "encantada" de estar allí en el Senado, y luego se sacan los ojos
Aznar dice cosas como "repito cordialísimamente" o Díaz afirma que está "encantada" de estar allí en el Senado, y luego se sacan los ojos
Hay madera en la Sala Enrique Casas
del Senado, que lleva el nombre de un senador socialista asesinado por
ETA. Todo material combustible de primera calidad. El lugar perfecto
para que el Partido Popular recibiera con sus antorchas a Susana Díaz en
la comisión de investigación de financiación de los partidos. La
presidenta de Andalucía tiene más mili que los legionarios con los que
Díaz compartió imagen en una mítica foto de Semana Santa, así que iba a haber fuego para todos.
Esta comisión se creó en el Senado con los votos del PP, que tiene
mayoría absoluta en la Cámara, para hacer de hermano diabólico de la
comisión idéntica que existe en el Congreso. Es cierto que el PP pagó el
máximo precio político con el éxito de la moción de censura contra el
Gobierno de Rajoy tras la sentencia de la Gürtel, pero la política tiene
una inercia implacable. La corrupción de los años de Aznar y Rajoy fue
tan profunda que los demás partidos no soltarán la presa con facilidad.
Lo mismo piensa el Partido Popular sobre la época de la
corrupción de los ERE y cursos de formación fraudulentos en Andalucía.
Ellos tampoco van a soltar el bocado porque ese pozo de corrupción que
unos cuantos excavaron en esa comunidad autónoma –ante la negligencia
manifiesta de los gobiernos de Chávez y Griñán– da para estar media vida
tirando del hilo.
Antes de entrar en la sala donde
se realizó la comparecencia, Susana Díaz dijo que todo esto era "un
teatro" en plena precampaña de las elecciones andaluzas. Los dos
protagonistas de la comedia son ella y el senador del PP Luis Aznar. El
duelo sólo es shakesperiano si creemos que Shakespeare escribía sus
obras a trago por verso. Pensemos en un Valle-Inclán con una sobredosis
de opiáceos.
Todo consiste en intentar sacar de
quicio al contrario, unas veces con imputaciones personales, otras
haciéndose el digno. Es increíble la cantidad de veces que los políticos
invocan la palabra 'respeto', minutos después de sacar la motosierra a
pasear. Y luego se escandalizan al ver unas gotas de sangre. Luis
Aznar dice cosas como "repito cordialísimamente" o Susana Díaz afirma
que está "encantada" de estar allí en el Senado. Luego se sacan los
ojos.
La sesión no ha tenido más entidad que una sucesión de momentos. No da para más.
Momento 'qué es una comisión de investigación en España'
Aznar afirma que en el sumario de los ERE figura la declaración de
alguien que dijo que Susana Díaz hizo una llamada a la Junta –cuando aún
no estaba en el Gobierno– y que inmediatamente después "empezaron a
revisar y romper papeles".
¿Cuándo? ¿Quién? ¿Qué
dijo ella en la llamada? ¿Quién destruyó documentos? Aznar no se molesta
en contarlo, aunque algo sabrá si saca el tema en la comisión. Díaz le
exige que diga quién hizo esa imputación. Aznar se niega. Díaz se enfada
y dice que es necesario que él responda. Varios senadores del PP
responden: "No, no tiene por qué".
Claro, estaban en
lo cierto. La comisión no está para revelar información o para
descubrirla. Su función es que se suelten frases ocurrentes, se lancen
insinuaciones injuriosas o se ridiculice al rival. Queremos ese tipo de
juego político del bajonazo en el bazo y queremos que las comisiones de
investigación sirvan para investigar, y todo a la vez no puede ser.
Momento patrocinado por la RAE
"Usted puede mentir. Lo que no puede hacer es faltar a la verdad", dice
Susana Díaz. Vaya, vaya, ¿no viene a ser lo mismo y si no lo es, lo
primero es más grave que lo segundo?
Momento que roza el estereotipo regional
Aznar se refiere al "gracejo" de la presidenta de Andalucía. Como en
una partida de ajedrez donde alguien ha dejado una pieza importante al
descubierto, Díaz se lanza a hurgar en la posible herida y pregunta si
se refiere a su acento. Qué peligro, el honor de Andalucía puede estar
en juego.
Por gracejo, la RAE entiende: "Gracia, chiste y donaire festivo en hablar y escribir". No sale nada de acentos.
Se masca otro momento Tejerina con el riesgo de que otro dirigente del
PP patine sobre los tópicos de Andalucía. Aznar, senador por León, frena
antes de precipitarse al vacío y dice que en absoluto, no tiene nada
que ver con el acento, sino "con la gracia".
En 'Uno
de los nuestros' ese era el instante en que Joe Pesci cambiaba el giro
de la conversación y decía eso de "ah, ¿te parezco gracioso? y la
cosa se complicaba. No es para tanto para Díaz, que se limita a decir
que "me considero sosa". Suspenso en gracejo para Susana Díaz.
Momento PSOE, mucho PSOE, 100% PSOE
Aznar se mete en el asunto de las sedes del PSOE en Andalucía que
parece ser un pequeño misterio: "Las sedes del PSOE han sido el gran
agujero de las finanzas del partido. Nadie sabe exactamente cuántas
son". Díaz tampoco aporta una cifra, ni siquiera aproximada, salvo decir
que supone que en todos los municipios.
¿Cómo no va
a estar en todos? "En Andalucía se suele decir que el PSOE vertebra
Andalucía al igual que la Guardia Civil", dice. Un partido político y un
cuerpo policial. Con qué poco se conforman en Andalucía. Seguro que esa
comunidad autónoma es lo que es por muchas otras razones.
Momento acusación grave pero no pasa nada
Díaz se refiere a un abogado del PP personado en la instrucción de los
ERE que tuvo que abandonar un puesto en Canal Sur. No está muy claro qué
tiene que ver con el tema, pero ahí lo ha soltado. Aznar le responde
que ha mentido. Díaz salta y responde que, como antes le han recordado
que está obligada a decir la verdad, le está acusando de un "ilícito
penal".
Aznar dice que no pasa nada, que no es para
tanto: "Ha dicho lo que ha querido y yo también". En eso consisten estas
cosas. Cada uno suelta lo que le apetece, sea cierto o falso, y a
seguir con el espectáculo.
Ambos dedican sus mayores
esfuerzos a provocar al otro. "Le noto agrio, irritable y nervioso",
dice Díaz. "Tiene usted la facilidad de hablar, hablar y hablar", dice
Aznar. Todo el tiempo así. Todo el rato.
De vez en cuando Aznar dice la palabra 'cocaína'. Otras veces, Díaz usa las palabras 'disco duro'.
Momento directo contra la familia
"No quiero entrar en casos particulares", explica Aznar, después de
hacer las primeras insinuaciones sobre familiares de Díaz. "Tres
familiares de su entorno contratados por la empresa de los cursos de
formación (implicada en el escándalo). ¿No le parece demasiada
coincidencia?".
Para Díaz, eso es una muestra de
"desesperación". Esos familiares, incluido un hermano, trabajaban en esa
empresa antes de que ella entrara en el Gobierno andaluz. No antes de
que ella fuera alguien importante en la política sevillana. "No son los
que comen con Villarejo, y los confetis nos los pagamos nosotros", sigue
Díaz.
Aznar pierde escrúpulos porque desde luego
que está ahí para meterse en casos "particulares": "Siendo miembro de su
familia, resulta muy fácil conseguir un trabajo". Díaz cuenta que su
cuñada está ahora en el paro.
Momento con todo respeto
Susana Díaz: "Pero no me levante la voz".
Luis Aznar: "Le levanto la voz en todo lo que estimo pertinente. Con todo respeto".
Momento esto no acaba nunca
"Tengo un vuelo a las cuatro y veinticinco, pero me temo que voy a
tener que coger el de las ocho", cuenta un senador a un compañero en un
descanso cuando han pasado ya cuatro años de comparecencia.
No merece la pena perder un vuelo por un espectáculo tan trillado. 'Transformers 5' tiene giros de guión más inesperados.
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