La plataforma TESEO, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, acaba de incorporar la opción de descarga en formato PDF de la Tesis de Sánchez que puedes leer en este enlace
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Y ante todo, el derecho a la igualdad, que también hay otros masteres cum laude dignos de publicarse, por ahora missing que no se deberían marginar ni ocultar al público como si no existieran. Hay que publicarlos ya. Aunque, visto lo no visto, tendría que ser en forma de novela de aventuras aúlicas tal que "La tesis de Nancy" de Ramón J. Sender. Que para eso estamos en una democracia donde todos somos iguales en derechos ¿o no?
¡Libertad de publicación de TFMs para Pablo y Cristina, ya! (si los encuentran, claro..que en la URJC, ya se sabe cómo está the court)
Y como colofón, Ignacio Escolar pone puntos de claridad sobre las íes en el río revuelto de la confusión, rebosante de pescadores indecentes.
La tesis de Pedro Sánchez y los plagios de ABC
Con los datos que hoy tenemos, la acusación de plagio contra el presidente del Gobierno no se sostiene
La artillería desplegada sobre la tesis de Sánchez contrasta con el silencio sobre un plagio bastante más real: el de Pablo Casado
La artillería desplegada sobre la tesis de Sánchez contrasta con el silencio sobre un plagio bastante más real: el de Pablo Casado
¿Plagió el presidente
del Gobierno su tesis doctoral? Este rumor, aún hoy sin demostrar, ha
circulado durante años entre los periodistas de Madrid. Eran sus propios
rivales internos en el PSOE quienes filtraban esta maledicencia sobre
su secretario general, que se nutría en gran medida de la opacidad del
propio Pedro Sánchez.
Hoy es evidente que su decisión de restringir el acceso a su tesis fue
un error. Pasa siempre. La opacidad provoca desconfianza, aunque también
es cierto que la desconfianza en la Universidad española es algo que en
este último año ha crecido, como consecuencia del escándalo de los
máster de la URJC.
La opacidad en la tesis doctoral de Sánchez, que hasta
ahora solo se podía consultar en la biblioteca de la universidad, está a
punto de terminar. Pronto comprobaremos exhaustivamente si en ese
trabajo académico hay algo relevante que ocultar. En cuanto eldiario.es
acceda al documento completo en formato digital, por supuesto, lo vamos a
investigar. Pero si todas las irregularidades que aparecen en ese
trabajo es lo que ha encontrado el ABC, dudo que haya mucho que rascar.
El titular ‘Pedro Sánchez plagió su tesis doctoral’ no se sujeta de pie con los datos que tenemos hoy.
En un trabajo de 342 páginas, ABC solo ha encontrado seis supuestas
irregularidades en unas pocas líneas. Y ninguna de ellas se puede
considerar un plagio, por mucho que se quiera exagerar.
Todos los autores supuestamente plagiados aparecen citados en la tesis,
que cuenta en su bibliografía con más de 150 referencias. En el peor de
los casos, estaríamos hablando de una cita mal etiquetada, no de un
plagio. Y solo en uno de todos los ejemplos, que tampoco es una copia
literal y donde la cita aparece en la bibliografía, en vez de a pie de
página.
El colmo del absurdo se alcanza cuando se
acusa al presidente del Gobierno de “autoplagio” por usar parte de un
artículo suyo publicado previamente junto con otro autor –¿se puede uno
robar una idea a sí mismo?–.
O este otro ejemplo,
particularmente ridículo: cuando Sánchez enumera en su tesis quién forma
parte del Consejo de Política Exterior. Dice ABC que está copiado del
BOE. Pues claro. Es parte del texto del Real Decreto 1389/2007,
que está citado también. Son datos objetivos que difícilmente se pueden
redactar sin repetir casi exactamente lo que viene en ese decreto.
En ese Consejo de Política Exterior participa el presidente del
Gobierno, el vicepresidente, varios ministros, el alto comisionado para
la marca españa…. Y Sánchez poca cosa podía hacer para que ese párrafo
no fuese el que es, más allá de inventarse una composición distinta y
decir que el consejo está compuesto por su vecina y el director de ABC.
El único dato conocido hasta ahora que sí merece una explicación es que
Sánchez haya publicado un artículo con otro autor que después participó
en el tribunal de esa misma tesis. Suena feo, pero tampoco es algo
excepcional en la Universidad.
La artillería desplegada sobre la tesis de Sánchez contrasta con el silencio sobre un plagio bastante más real: el de Pablo Casado
en un libro sobre la marca España, donde el líder del PP fusiló cuatro
folios de nueve que tiene su artículo en total –una noticia que solo se
puede leer en eldiario.es–. También el doble rasero de exigir al
presidente del Gobierno que facilite el acceso a su tesis, mientras
Pablo Casado se niega a enseñar sus trabajos de ese máster que la
investigación judicial ya ha demostrado que tiene serios indicios de
ilegalidad.
Si Casado no estuviera aforado, estaría imputado ya.
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