lunes, 10 de septiembre de 2018

Este es el alegato a favor de la Medicina Tradicional que acabo de publicar en el foro Change.org


Las terapias de la Medicina Tradicional son un derecho inalienable de la ciudadanía y una humanización del sistema asistencial, que nos posibilita ser dueños de nuestros cuerpos y de nuestra responsabilidad a la hora de elegir cómo queremos ser tratados en caso de enfermedad o de prevención accediendo a una cultura pedagógica sanitaria, a la que no podemos aspirar con el actual sistema de granja agropecuaria, como en España es ahora la medicina impuesta por el estado y regulada por una ministra como Montón, enemiga acérrima y confesa de la homeopatía, fitoterapia y técnicas como la quiropraxia, la reflexoterapia o cualquier especialidad que no sea, cortar, rajar y coser, radiar e intoxicar, hasta el extremo de desoir las propuestas de la OMS y liquidar los estudios de Medicina Natural y Homepatía en las universidades. 
Es un hecho patológico social en sí, que no podemos permitir, ya que es atroz pagar con nuestros impuestos un recorte semejante a nuestros derechos y libertades de decidir cómo deseamos y necesitamos ser atendidos y curados. Hay que salir a la calle y hacer pública esta vulneración de nuestros Derechos fundamentales, que un estado democrático jamás debería permitir a ningún sector del poder, como lo es el trust de los laboratorios multinacionales productores de un gran negocio a costa de la cronificación de las enfermedades, con la ayuda impagable de medicinas demostramente tóxicas, con resultados tantas veces letales para los pacientes, pero magníficos para las empresas y que con una implementación en la Seguridad Social de la Medicina Tradicional, como se hace ya en el resto de Europa, se evitan y se evitarían masivamente con toda seguridad. 
Muchos ciudadanos y ciudadanas que hemos padecido esa medicina en plan más veterinario que médico, indefensos y en sus garras durante años, al ser tratados y reeducados sanitariamente con la Medicina Tradicional,hoy reconocemos agradecidos, que hemos mejorado hasta curarnos por completo y de verdad, y por ello damos fe, sabemos de lo que hablamos y por ello reivindicamos esas especialidades como una humanización, un gran paso adelante y un logro impagable de la ciencias médicas. 
Basta ya de abusos, de timos oficiales que nadie destapa en las instituciones y de resignación ante estos atropellos impensables en el siglo XXI. No nos pararán.

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