IGNACIO RAMONET
Cuatro cosas que el Papa Francisco
dice a los pobres
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Leo en Público este artículo de I. Ramonet. Y he flipado en colores, al comprobar que una persona tan analítica y tan lúcida en sus opiniones no se dé cuenta de lo que hay tras ese discurso del papa dirigido nada menos que a los pobres de Latinoamérica. No por lo que dice, que evidentemente es un discurso de lo más ad hoc y propio de un jerarca religioso de un credo en el que la opción por los pobres es un clásico, sino por lo que calla y perpetra al mismo tiempo, en ese documento, tan ejemplar, eso sí, muy teórico y enrarecido, porque la iglesia católica que doctrinalmente debería estar a la altura del Evangelio es una multinacional de la devoción y está forrada, con un patrimonio incalculable y escandaloso en bienes materiales como edificios enteros de pisos vacíos o en alquiler,-de los que se desahucia si los inquilinos se quedan en el paro como ya ha sucedido en varias ocasiones y hemos visto en la prensa- bajos, almacenes, locales, casas señoriales, palacios, conventos, templos, monasterios con sus tierras de cultivo alrededor, monumentos hasta dedicados al culto, que cobran la entrada y con puestos de venta de enseres devocionales, como en la catedral de Valencia, sin ir más lejos. Por no hablar del mismo Vaticano, la basílica por excelencia de una iglesia tan pobre que se tuvo que costear con el óbolo de los pobres de toda Europa, y durante siglos, a base de bulas para sacar del purgatorio a sus familiares muertos y las donaciones millonarias y comodonas de los ricos, que en vez de esforzarse en vida y ser generosos mejorando las condiciones de los más castigados socialmente, vivían a todo tren, llenos de crímenes e injusticias y al final, cuando ya se morían a todo lujo, le dejaban a la iglesia lo que no habían tenido tiempo de gastar en sí mismos, y no para los pobres, que en vida les importaron un rábano, sino para hacer la trampa mercantil del gato por liebre, al comprar nada menos que la salvación de sus...digamos que, almas, por decir algo.
La iglesia desde siempre ha sido conocedora, consentidora y beneficiaria de tal aberración y lo sigue siendo, ahí tenemos las inmatriculaciones de todo lo habido y por haber, hasta de la Mezquita de Córdoba, que la construyeron los musulmanes, pero eso a ella, plin, con la pasta que da el turismo...O el maravilloso ático de Rouco a base de la tela concordatil y quién sabe si no habrán cooperado también las limosnas "para el culto".
El papa vive a cuerpo de rey y de jefe de estado, traicionando por todas partes el espíritu de Jesús el Ungido y Pobre que nunca tuvo donde reclinar la cabeza, que dejó clarísimo, con su propio ejemplo, la imposibilidad de servir a dos señores sin traicionar a uno de los dos: si eres pobre de apegos y fanfarrias y comprendes a los pobres y ves la necesidad de que el amor haga justicia, no puedes vivir como los ricos y viceversa; la conciencia no te lo permite, el equilibrio de la justicia y la igualdad se rompe con la acumulación de los bienes comunes en los bolsillos de unos pocos. Viajar a todo lujo, alojarse en palacios ya sea "el palacio apostólico" o en cualquier otro recinto por el estilo, (qué cara se les quedaría a los apóstoles si vieran en lo que ha derivado ese término ¿verdad? y no digamos a Jesús de Nazaret). Y en ese status atreverse, osar y empeñarse en hacer recomendaciones a los pobres...a los bienaventurados, a los que heredarán la Tierra, a los limpios de corazón, a los misericordiosos, a los que serán llamados hijos de Dios, a los que serán consolados por otra justicia y otro amor que el Vaticano no conoce porque hay que construirla desde un espíritu que el Vaticano no comparte ni valora y del que se burla descaramente con su negación en la práctica de lo que predica en la teoría(en realidad quienes menos tienen comparten más y mejor lo poco que poseen y dan unas lecciones de solidaridad que tal vez al papa y a su entorno no les vendría mal asimilar); solo quien no conoce ni tiene cerca a los pobres comete el atrevimiento de darles consejos para que sean "pobres buenos". Al contrario, quien conoce a Jesús en su corazón más que en los sermones,en las imágenes y exhibiciones litúrgicas, les pide a los pobres consejo y se va a vivir con ellos, y si fuese un papa, liquidaría el fortunón eclesiástico, remediaría tantísima miseria estructural creando mejoras en vez de centros de control mental como son tantas 'misiones' y centros de propaganda católica a los que les importa más bautizar y hacer prosélitos que salvar a sus hermanos de la muerte, de la enfermedad y del hambre, como por ejemplo, sectas a lo Opus o Verbum Dei, Comunión y Liberación o Legionarios de Cristo, etc...sin importar nada qué religión practican, como hace el amor divino, que es para todos igual -también para los que, según la iglesia, son "pecadores", "descarriados", "descreídos" o "rojos"-, y así, quizás, quien lo hiciese se empezaría a merecer de verdad el nombre de Francesco.
¿Qué autoridad moral o religiosa para comer el tarro a los pobres, puede tener quien no conoce de cerca la pobreza, sólo de visita y de limosna que es el lavacaras y el maquillaje de la injusticia y la desigualdad? Y, claro, se acaba por entender por qué en la dictadura argentina la iglesia católica no pidió cuentas de las crueldades a los ricos, a los asesinos y torturadores de los pobres y por qué no les leyó la cartilla y no se negó a colaborar con aquella atrocidad, protegiendo a las víctimas y denunciando públicamente a los verdugos. Al parecer se olvidó que en griego mártir significa "testigo".
Desgraciadamente, no sorprende en buena lógica que un papa haga estas cosas, es parte de la función teatral en una estructura de poder donde la hipocresía es imprescindible para perdurar, y no es lo mismo predicar que dar trigo y mucho menos enseñar a trabajar para conseguir el trigo entre todos, más que nada porque primero habría que conocer el trabajo de agricultor y de eso los pobres saben mucho más que los papas. Lo que sí sorprende es que los gestos vacíos de contenido del protocolo pontificio tengan ese eco tan potente en periodistas y analistas avezados y críticos con el sistema neoliberal y que no detecten la base religiosa imperial, totalitaria, machista, clasista,piramidal y antidemocrática que el capitalismo ha heredado de ese estamento de poder terrible unido desde el siglo IV a todos los imperios de la Tierra como el más controlador y poderoso de ellos, porque se ejerce desde la fascinación de lo fingido y aprovechando lo cierto y bueno que heredaron del origen, dándole la vuelta al mensaje en la práctica y haciendo parroquia para vivir de ella y no de un oficio como todo el mundo, en plan aristocracia ('príncipes de la iglesia' llaman a los cardenales, dando por sentado que el papa es el rey), que para eso se forman durante años en los seminarios y estudian filosofía hasta darle la vuelta teológica con marrullerías infumables, (que Tomás de Aquino, el mayor teórico del invento, pidió que se destruyesen poco antes de morir, cuando se le cayó la venda de los ojos y descubrió otra verdad mucho más honda y convincente en su corazón) especulando y seduciendo por la palabra y el control mental y emocional a los que tienen miedo e inseguridad, a los ignorantes y a muchos pobres que son esclavos de la injusticia a la que se acostumbran con "resignación cristiana", -que se debería llamar "católica"- y que se ha olvidado de lo que dice el Evangelio: "bienaventurados los que padecen persecución por defender la justicia, y los que tienen hambre y sed de justicia", eso no les atañe; y cuando alguien se da por aludido se le excomulga o se le mata con la silenciosa aprobación de la iglesia, como en Argentina o en el Salvador o en Perú o en tantos lugares. Se han quedado con la astucia de las serpientes y han profanado la inocencia de las palomas. Y encima van diciendo lo que hay que hacer, nada menos que a los pobres, que son los que de verdad nos ayudan a ser conscientes de todo lo que debemos cambiar y mejorar en nuestras vidas para que la pobreza material desaparezca gracias a la sencillez, a la transparencia, a la compasión mutua, a la bondad creativa y al gozo de una vida sin consumismo sin necesidades artificiales e inventadas, tóxicas y deshumanizantes.
Sin embargo ante los ricos ni pío acerca de la austeridad y el derroche sin conciencia, todo son generalidades y condenas publicitarias en plan encíclica, pero de ejemplo en vivo, nanay. Claro, es natural,¿qué puede decir a sus colegas de poder un gerifalte religioso que tiene la vida resuelta en todos los sentidos? Gestos teatrales como el lavatorio de pies el Jueves Santo en los oficios religiosos, dar limosnitas o repartir pizza, -haciendo ganar una pasta al negocio pizzero, un dinero que se podría emplear en otras necesidades más urgentes- o ir a ver refugiados de lejos y ayudar solo a doce, que no se puede más porque se gasta mucho en viajes para ver la pobreza un poco más de cerca y que lo cuenten los periódicos que es lo más importante.
Lavar los pies a los necesitados en plan exhibición es un paripé y un insulto, si uno sigue viviendo a lo grande y preside una institución multimillonaria, sacando a los estados el dinero que deberían emplear en erradicar la pobreza de sus conciudadanos creando empleo o con salarios de renta básica o pagando la pobreza energética para que no mueran de frío y encima, sin pagar ni un mísero IBI. Depredando impuestos necesarios para hacer justicia y un reparto equitativo del PIB.
Si hasta el director de Le Monde Diplomatic en español escribe estas cosas, si Pablo Iglesias llegó a afirmar que el Vaticano y Podemos reman en la misma dirección, y el pp, corrupto hasta las trancas es un ejemplo de devoción y fidelidad católica y si el papa se entromete hasta mandar al nuncio a presionar al rey para que se aligeren los trámites y los presupuestos del año que viene y el rey y el pp le obedecen cual ovejas al pastor, y nadie se plantea nada más en un supuesto Estado laico y aconfesional, este país está mucho peor de lo que parece.
Por si alguien despierta del sopor y decide cambiar algo, aquí queda esta referencia de Europa Laica y laicismo.org
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