Fue en el curso 66-67, cuando en primero de Comunes, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Complutense, -gracias, profesor Roldán-, nos descubrieron su Gramática Generativa como un paso más allá del Estructuralismo de Saussure. Mucho más allá. Fue el esbozo de un nuevo paisaje cognitivo y multidisciplinar.
Y desde entonces ha estado presente en el camino de todas las que le descubrimos como el flexo encendido de una conciencia insomne, con el punto constantemente dispuesto sobre cada "i".
Con sus 88 años, este vital y lúcido Sagitario incansable y sorprendente activista de la lucidez, cada vez más imprescindible en un tiempo tan caótico como apasionante, sigue en la brecha, cada día con más acierto y con más motivos. Es una bendición que agradecemos al universo inteligente.
Quiero agradecer, especialmente, al Profesor D. Antonio Roldán el regalo que nos hizo al descubrirnos al maestro Chomsky en aquellos años grises en una Universidad gris, en una España tan negra, tan encogida y mediocre, allí en clase, en el seminario de Lingüística o en su piso de Vallecas, a donde alguna vez nos convocó para dialogar y debatir lo que en las horas de clase era imposible abarcar; con la lucidez analítica de aquellos textos nuevos y sorprendentes se nos abrieron caminos impensables que aún siguen en pie. He encontrado este documento gráfico actual, ahora que es Profesor emérito de la Universidad de Murcia adonde llegó destinado en 1969, al ganar la la Cátedra en la Universidad de aquella ciudad.
Mil gracias, Don Antonio.
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