Pedro Sánchez
EL PAÍS
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Es un momento muy decisivo y difícil para encabezar una opción tan amplia como lo es el Psoe. Ojalá Pedro Sánchez y su agrupación política consigan estar a la altura de las circunstancias del cambio profundo que estamos diseñando entre todas y todos. Cambios que deberán afectar al propio partido, a su estructura más vertical que horizontal, al desmontaje de privilegios y "méritos" en diferido y muchas veces en simulado, también. Descabezar estructuras dinosáuricas e inamovibles, sin caer en la tentación de sustuirlas por más de lo mismo pero en versión twit, es un desafío que nada tiene de fácil. Elegir entre renovarse o morir, no se puede apañar en medias tintas, intentando contentar a todos. En estos momentos ya no es posible. Y hacerlo posible sería el suicidio político y la diáspora de las bases. Lo del banderazo no ha sido precisamente un acierto para empezar, pero como rectificar es de sabios, Pedro Sánchez puede aún recoger velas y bandera...un socialista, aunque sea español, si es cierto que tiene el corazón republicano debería medir sus efusiones complacientes con el estatus monárquico, sobre todo porque ya debería saber que ese estatus nos fue impuesto y no elegido por la ciudadanía en el momento en que debió elegir.
Ximo Puig sí ha elegido ya de qué lado estar, ha sentado un precedente y ha dicho : " si estar al lado de los ciudadanos y defender a los más necesitados es ser radical, pues soy radical".
Perder el miedo y sobre todo, tener una conciencia despierta y bien formada en ética personal y cívica, superar la importancia de la estética formal dotándola de un fondo comprometido con la moral práctica y no sólo teórica, en lo político y lo social, como en lo económico, dejar muy claras las líneas rojas intraspasables y la escucha constante a la horizontalidad, deben ser los requisitos más importantes de cualquier ciudadano, pero muy especialmente, de aquellos ciudadanos que aspiran a ser portavoces de quienes les han votado o les va a votar.
Este momento histórico requiere, además de una lúcida sensatez, una gran audacia. ¿Podrá demostrar Pedro Sánchez que Sí se puede? Eso dependerá de él y del entorno que le apoya.
Ya veremos. Ojalá lo que veamos sea bueno para todos, sin intereses de partido ni banderas de por medio. Ojalá!
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