domingo, 28 de junio de 2015

La decencia da explicaciones, no se oculta ni trapichea. El pproblema es que ppiensa el ladrón que todos son de su condición

"Ada Colau ha contratado a su marido"

Lo de las difamaciones constantes es muy cansino, pero cuando afectan a seres queridos que no tienen ninguna culpa, se convierte en intolerable.
Lo aclaro de una vez por todas: Adrià Alemany fue cofundador de la PAH en 2009, y también de Barcelona En Comú hace un año. Desde el primer día se ha dejado la piel para impulsar el proyecto, de forma desinteresada y sin esperar reconocimiento alguno. Es alguien brillante, que aporta muchísimo, y que ha sacado tiempo de debajo las piedras para ayudar a que ganáramos las elecciones.
Fruto de la victoria electoral, Barcelona En Comú ha visto aumentar mucho sus responsabilidades y tareas. Por ello, la coordinadora de la organización (no yo) ha decidido ofrecerle (a él y a otras personas) un trabajo remunerado, NO EN EL AYUNTAMIENTO. Las tareas que viene desempeñando Adrià requieren dedicación exclusiva, por ello Bcomú le ha propuesto pasar a trabajar de forma remunerada.
Por convicción, Adrià decidió dar el paso a pesar de que pasará a COBRAR MENOS de lo que cobraba en la empresa privada, puesto que es un economista con alta cualificación y experiencia. Y por supuesto, se someterá al código ético de Bcomú, como el resto de compañeros.
Resumiendo: Adrià, uno de los fundadores de Bcomú, trabajará en la organización, no en el ayuntamiento, cobrando menos de lo que cobra en su trabajo actual, y lo hará por convicción y méritos propios, no porque sea mi marido.
Como se puede ver, no hay nada ilegal ni inmoral en esto. Lo que sería, y es injusto, es que una persona sea vetada o difamada por el mero hecho de ser mi compañero y padre de mi hijo. Los que llevan décadas saqueando el país a manos llenas, ahora se atreven a intentar lincharnos por reducir los sueldos de los cargos electos y renunciar a privilegios, cosa que les pone en evidencia.
El titular “Ada Colau contrata a su pareja” es rotundamente falso, como es falsa la información malintencionada de que su sueldo provendrá del Ayuntamiento.
Mi única decisión con respecto a Adrià Alemany la tomé hace siete años cuando decidimos compartir una vida juntos como pareja.
Sería terriblemente injusto que esa decisión, que pertenece al ámbito de nuestra vida privada, fuera para él un lastre en el reconocimiento y el desempeño de una labor política que habla por sí sola.

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