Tal vez, si no despertamos ahora, se haga tarde para evitar una nueva dictadura; esta vez enmascarada de "legalidad constitucional", igual que ocurrió en los años 20 y 30 del pasado siglo en Italia primero y en Alemania después.
Está claro que el golpismo militar ya no es rentable ni está a altura de los resultados que se han programado, y sobre todo participando nuestro propio Estado, -cada vez más despojado de Derecho-, en la red internacional de delincuencia político-financiera global ya convertida en institución mercantil.
Todo está calculado. Un golpe militar aislaría irremediablemente al país, retrotraería las inversiones en turismo y explotaciones varias por parte del capital internacional, la gran banca escaparía a toda máquina del desastre casi seguro para ella, claro; esa gran banca de la que nuestro país y todo el Sur europeo ya es patrimonio explotable y sumiso. Felpudo obligado y pisoteado constantemente. No, no habrá golpe bananero nunca más. Y es una suerte, a medias...Porque esta vez el golpe es financiero, camuflado de crisis y de reajustes "necesarios". "Imprescindibles" para que les salgan las cuentas a los nuevos traficantes de esclavos en el siglo XXI. Y ese golpe lo está perpetrando día a día y ley a ley, el partido popular con el soporte poco disimulado del partido ex-socialista, que se ha convertido en la versión del pp edulcorada y mucho más "diplomática", presentando la cara "polibueno" del biparty.
"Ppolimalo", hace casi cuatro años, a base de trampas, utilizó el desconcierto y el dolor de la ciudadanía para mentir como un cosaco y ganar una mayoría absoluta a base de minar el terreno a la anterior escenificación de "polibueno" hasta hundirlo en la miseria.
"Polibueno" se acomodó lo mejor que pudo a la nueva situación rotatoria, ya están ambos acostumbrados a los turnos mutuos y solo es cosa de esperar a que se desgaste uno para ser sustituido por el otro, como ruedas de recambio en el mismo coche de siempre, el mismo modelo que hubiese podido manejar otro dúo biparty de postín, como el de Cánovas y Sagasta y que fingirá hacer maravillas, aunque, en el fondo, sea un juego inútil, porque todo consiste en un quitaypón, en el que constantemente se dedican más tiempo a deshacer lo anterior que a poner en marcha el Estado, que dormita en una especie de "centro de día" al que, por puro eufemismo llamamos Congreso o Senado. Con el agravante de que al no existir un Poder Judicial independiente, el dúo de "polis", bueno y malo alternativamente, se despacha a gusto manipulando jueces y fiscales adeptos y proclives al mejunje. Unas veces por acción y otras por silencio cómplice. De la Jefatura del Estado como posible árbitro, ya es mejor olvidarse, dada su condición de acomodo al turrón que recibe por herencia asumida, y punto pelota. Que al parecer es la mejor de las soluciones para el sostenimiento del biparty policial, mucho más que político.
¿Qué cómo se me ocurren estas especulaciones tan peligrosas como irreverentes poniendo en solfa las más altas instituciones? Pues, muy fácil, porque basta con ver el escándalo que produce en ambos "polis" la intervención directa de la ciudadanía en plan institución estatal, o sea, en plan partido político. Cuando la buena gente de base toma conciencia del golpismo internacional de las finanzas en el gobierno de su país, sale a la calle un 15M, monta el cambio de conciencia y despierta su sentido de responsabilidad colectiva , los dos polis se alarman por igual, el bueno y el malo, hasta el punto de ponerse a caldo achacándose entre ambos la sucia jugarreta del invento. "Has sido tú, insensato", "Eso lo dices para disimular, fariseo", "¿Fariseo yo? Y tú más", " De eso nada, tú muchísimo más, ¿no te jode?" "No, no me jode, que se jodan ellos, los mindundis que nos votan", "En eso coincidimos a tutiplén, colega".
Y mientras, aparentemente, y por mero apego al Juego de Tronos, se tiraban a la yugular mutua, -que parece ser la misma-, la ciudadanía seguía a lo suyo sin perder tiempo ni comba auto organizándose: plataformas constituyentes, mareas ciudadanas sectoriales de todos lo colores, iniciativas legislativas populares, municipalismo a tope, participación en observatorios municipales, redes solidarias desde abogados y asesores a médicos y maestros, red antideshaucios, economistas que saben de qué va el timo de la escuela austriaca y de la norteamericana, siempre enredando cogidas de la mano...Y, claro, como se empeñaron en que ese movimiento era puro populismo del de siempre paseado por Venezuela y demás satélites revolucionarios, lo despreciaron absolutamente e incluso lo intentaron reprimir.
Como apoyo logístico y estratégico cuentan con la devoción incondicional de la brigada mediática: una prensa de corte liberal y que depende del capital para funcionar. Se juegan bazas importantes y la misma prensa aparentemente "libre" se ajusta como un guante al código biparty fashion y todo se amaña divinamente, como lo más natural, hasta constituir la mejor y más clara referencia que se pueda imaginar de la fabricación del consentimiento o la componenda, que viene a ser lo mismo. Unos pocos profesionales de la prensa, que se pueden contar con los dedos de una mano, y hasta puede que sobren dedos, sobreviven a duras penas si no se deciden a renunciar a su conciencia ética, pidiendo ayuda ciudadana en suscripciones para poder publicar e investigar con libertad; las tertulias de la tele son bochornosas y muchas entrevistas vis a vis, también lo son, porque los periodistas entrevistadores parecen estar conducidos desde un pinganillo en la oreja, a veces hasta visible, que les ordene cortar bruscamente a un entrevistado que no se limita a decir lo pactado con la empresa contratante...
Y en esas, mira por donde, a unos tipos de la Complutense con ganas de jugar al Risk, con experiencia mediática en plan freelance, dedicados a atornillar la realidad con una tuerca contundente, va y les da por copiar el impulso y la originalidad de la ciudadanía y por presentar un encuadre semi-político que trata de recoger esa fuerza, que ellos creen también de poca monta, en el fondo son el "polimediopensionista", despistado en lo fundamental pero con muchos recursos mediáticos y que como pregonero oficial del cambio, sin tener que pagar el peaje neoliberal por ejercer la comunicación libre, a la ciudadanía le viene al pelo. Así se retoma la asamblea ya orientada a un objetivo claro y organiza las estrategias, pero se da cuenta a tiempo de que no es oro todo lo que reluce, que los círculos no son redondos sino cuadrados y que tiene que andar con pies de plomo a pesar de la urgencia del momento, para no caer en el aparatismo de siempre, que acabaría como siempre y que nada de lo desechado por ineficaz a largo plazo, daría resultado en este tiempo de regeneración y supervivencia; la ciudadanía siente, nota, ve, que el equipo pregonero lleva intenciones hegemónicas y tiene un cierto tufo caudillista que le pone los pelos como escarpias y decide que bien está la confluencia en red, pero que la integridad es un valor que no admite trampas. Y no se vende ni se cambia en plan cromo de la Bola del Drak.
Pero tampoco se desecha la idea de que la manía de dirigir y mangonear se vaya diluyendo en los resultados reales de una coordinación pedagógica de fuerzas y espíritu renovador que todos comparten por encima de los tics de las viejas izquierdas desvencijadas por el mal uso del patrimonio ideológico, tanto por ser, por un lado, más leninistas que Lenin como por ser, de otra parte, un pastiche impresentable y enganchado al mundo de un poder cada vez más black side. Y lo que llamaban "masas" pasa a ser "gente" y lo que llaman "gente" se convierte paso a paso en una fraternidad 'fuenteovejuna' plural, donde si tocan a una tocan a todas, sin que haya preferencias de ningún tipo ni pedigrises adjuntos a los cargos, que ya han perdido el glamour y son encargos...y por encima de las siglas y apartijos del pasado, aparece el impulso del apoyo mutuo y la empatía, y donde se decía "lucha" y "enemigo" se empieza a decir respectivamente empeño común y diversos compañeros de camino, con los que hay que ponerse de acuerdo sin herir pero sin ceder ni un palmo en lo que pertenece al terreno de la conciencia. Se cede en el ego, en la importancia personalista, en las fijaciones e ideas empecinadas, pero jamás en la ética, en la dignidad ni en la justicia que en el fondo, si es justicia de verdad, siempre es Amor.
Y mientras, aparentemente, y por mero apego al Juego de Tronos, se tiraban a la yugular mutua, -que parece ser la misma-, la ciudadanía seguía a lo suyo sin perder tiempo ni comba auto organizándose: plataformas constituyentes, mareas ciudadanas sectoriales de todos lo colores, iniciativas legislativas populares, municipalismo a tope, participación en observatorios municipales, redes solidarias desde abogados y asesores a médicos y maestros, red antideshaucios, economistas que saben de qué va el timo de la escuela austriaca y de la norteamericana, siempre enredando cogidas de la mano...Y, claro, como se empeñaron en que ese movimiento era puro populismo del de siempre paseado por Venezuela y demás satélites revolucionarios, lo despreciaron absolutamente e incluso lo intentaron reprimir.
Como apoyo logístico y estratégico cuentan con la devoción incondicional de la brigada mediática: una prensa de corte liberal y que depende del capital para funcionar. Se juegan bazas importantes y la misma prensa aparentemente "libre" se ajusta como un guante al código biparty fashion y todo se amaña divinamente, como lo más natural, hasta constituir la mejor y más clara referencia que se pueda imaginar de la fabricación del consentimiento o la componenda, que viene a ser lo mismo. Unos pocos profesionales de la prensa, que se pueden contar con los dedos de una mano, y hasta puede que sobren dedos, sobreviven a duras penas si no se deciden a renunciar a su conciencia ética, pidiendo ayuda ciudadana en suscripciones para poder publicar e investigar con libertad; las tertulias de la tele son bochornosas y muchas entrevistas vis a vis, también lo son, porque los periodistas entrevistadores parecen estar conducidos desde un pinganillo en la oreja, a veces hasta visible, que les ordene cortar bruscamente a un entrevistado que no se limita a decir lo pactado con la empresa contratante...
Y en esas, mira por donde, a unos tipos de la Complutense con ganas de jugar al Risk, con experiencia mediática en plan freelance, dedicados a atornillar la realidad con una tuerca contundente, va y les da por copiar el impulso y la originalidad de la ciudadanía y por presentar un encuadre semi-político que trata de recoger esa fuerza, que ellos creen también de poca monta, en el fondo son el "polimediopensionista", despistado en lo fundamental pero con muchos recursos mediáticos y que como pregonero oficial del cambio, sin tener que pagar el peaje neoliberal por ejercer la comunicación libre, a la ciudadanía le viene al pelo. Así se retoma la asamblea ya orientada a un objetivo claro y organiza las estrategias, pero se da cuenta a tiempo de que no es oro todo lo que reluce, que los círculos no son redondos sino cuadrados y que tiene que andar con pies de plomo a pesar de la urgencia del momento, para no caer en el aparatismo de siempre, que acabaría como siempre y que nada de lo desechado por ineficaz a largo plazo, daría resultado en este tiempo de regeneración y supervivencia; la ciudadanía siente, nota, ve, que el equipo pregonero lleva intenciones hegemónicas y tiene un cierto tufo caudillista que le pone los pelos como escarpias y decide que bien está la confluencia en red, pero que la integridad es un valor que no admite trampas. Y no se vende ni se cambia en plan cromo de la Bola del Drak.
Pero tampoco se desecha la idea de que la manía de dirigir y mangonear se vaya diluyendo en los resultados reales de una coordinación pedagógica de fuerzas y espíritu renovador que todos comparten por encima de los tics de las viejas izquierdas desvencijadas por el mal uso del patrimonio ideológico, tanto por ser, por un lado, más leninistas que Lenin como por ser, de otra parte, un pastiche impresentable y enganchado al mundo de un poder cada vez más black side. Y lo que llamaban "masas" pasa a ser "gente" y lo que llaman "gente" se convierte paso a paso en una fraternidad 'fuenteovejuna' plural, donde si tocan a una tocan a todas, sin que haya preferencias de ningún tipo ni pedigrises adjuntos a los cargos, que ya han perdido el glamour y son encargos...y por encima de las siglas y apartijos del pasado, aparece el impulso del apoyo mutuo y la empatía, y donde se decía "lucha" y "enemigo" se empieza a decir respectivamente empeño común y diversos compañeros de camino, con los que hay que ponerse de acuerdo sin herir pero sin ceder ni un palmo en lo que pertenece al terreno de la conciencia. Se cede en el ego, en la importancia personalista, en las fijaciones e ideas empecinadas, pero jamás en la ética, en la dignidad ni en la justicia que en el fondo, si es justicia de verdad, siempre es Amor.
La categoría de esta nueva "clase" ciudadana es inclasificable para el sistema de siempre. Por eso desde el biparty y las finanzas en alarma constante, se trama el golpe. Por puro miedo al abismo social de lo desconocido, de lo que hay que ir construyendo entre todos porque no está hecho; los que tienen más responsabilidad, porque se dan más cuenta, son lo que sirven en vez de los que mandan, porque donde todos cooperan y piensan, no hacen falta jefes, porque los lideres son aquellos que desde su humildad eficaz, consiguen que todos y cada uno saquen de sí lo mejor que tienen. Sí, claro que hay diferencias, para eso está el diálogo: para obtener lo mejor de cada diferencia y ponerlo en común.
En tales tesituras, es natural que "polibueno-polimalo", e incluso "polimedioensionista" se asusten al principio, porque no conocen otra cosa más allá del "quítate tú, que has perdido, para que me ponga yo que soy el crack del momento". Para ellos es muy duro y la ciudadanía lo comprende pero esa compresión no le quita para nada la valentía y la lúcida determinación de quienes han comprendido que una vez nacido el pollito no puede volver a ser huevo. Ni un recién nacido puede volver a vegetar en el útero materno. Y entonces, de la semilla sembrada por la misma atrocidad del sufrimiento, comienzan a surgir candidaturas unidas municipales y autonómicas, con alcaldes que no quieren jurar por ningún dios capaz de caer tan bajo como para meterse en un partido político, apalancarse en una bandera o bajo palio en una catedral, o pillar un acta de concejal o de alcalde, porque su conciencia es lo más sagrado que conocen los despiertos y los más sanos.
En tales tesituras, es natural que "polibueno-polimalo", e incluso "polimedioensionista" se asusten al principio, porque no conocen otra cosa más allá del "quítate tú, que has perdido, para que me ponga yo que soy el crack del momento". Para ellos es muy duro y la ciudadanía lo comprende pero esa compresión no le quita para nada la valentía y la lúcida determinación de quienes han comprendido que una vez nacido el pollito no puede volver a ser huevo. Ni un recién nacido puede volver a vegetar en el útero materno. Y entonces, de la semilla sembrada por la misma atrocidad del sufrimiento, comienzan a surgir candidaturas unidas municipales y autonómicas, con alcaldes que no quieren jurar por ningún dios capaz de caer tan bajo como para meterse en un partido político, apalancarse en una bandera o bajo palio en una catedral, o pillar un acta de concejal o de alcalde, porque su conciencia es lo más sagrado que conocen los despiertos y los más sanos.
Así empieza el diseño y la construcción de otro mapa social donde para escándalo, tanto de los católicos de derechas como de los ateos de izquierdas, acaban por reaparecer en la práctica, nada menos que las arqueológicas bienaventuranzas: bienaventurados los pobres que necesitan el pan y los pobres que lo comparten y bienaventurados, sobre todo, los pobres de ego tan tonto como malvado, porque de ellos será la inteligencia, bienaventurados los que lloran, los que tienen hambre y sed de justicia, los pacíficos, los compasivos y solidarios, los justos, los limpios de corazón, los que sufren persecución, censuras y malos tratos a causa de la justicia y perpetrados por el abuso de la injusticia...Mira por donde, ¿quién iba a decir que aquello de la parousía que decían los evangelios en griego, iba de esto? Que aquel loco resucitado en las alucinaciones colectivas de sus seguidores, se haría presente a lo largo de siglos y siglos de amor sencillo y nada ruidoso, incluso reprimido, quemado en hogueras y machacado por la incomprensión, en una multitud del siglo XXI a la que lo que menos le importa es la religión. Vaya tela con el carpintero antisistema. Sí que hilaba fino, sí. Tanto, que hasta lo dio por hecho y así le fue en aquellos tiempos atroces, pero que por entonces eran los mejores posibles, por ser los únicos, como ahora. Cinta de Moebius fashion.
Con este panorama, mucho nos tememos que el golpe jurídico-mediático del biparty, acabe siendo un golpe de bumerang. De ida y vuelta. Cambian leyes para que la libertad se muera de asco en la cárcel de la burla de Estado y así, en modo "manoslibres", se pueda destrozar impunemente a los esclavos que les mantienen el tren de vida. Pobres ilusos, no saben a lo que se están enfrentando ni la que el destino les tiene preparada en el plan que llevan. Los tiempos marcan ciclos y el de ellos y sus trampas está en las últimas. Ignoran que además de un misterio científico hecho de hipótesis matemáticas, el Universo es pura intención ética. Kant ya se lo temía y hasta lo formuló como un principio fundamental. Y es que en ese nivel, siempre se recibe lo que se genera hasta que vida tras vida, parece que nunca hay prisa en la economía del cosmos, acabamos cayendo en la cuenta de en qué consiste lo que llamamos existir. No cuenta el cuando, el donde ni el modo en que sucede, por eso, como no se sabe el día ni la hora de la "recompensa", ni en qué plano va a manifestarse, hay que estar siempre como si fuese el único día o la única hora de que disponemos. Atentos. Relajados. Optimistas. Receptivos. Flexibles. De ese modo se recuperan las dimensiones de cada situación. Paradójicamente, esa disposición es la clave de la felicidad, en la que los problemas no hace falta que se resuelvan, se disuelven por sí mismos. Para descubrirlo no hay que escapar a ningún paraíso ni meterse en ninguna secta. Todo está en cada una y en cada uno de nosotros y nosotras. Pero hay que descubrirlo "dentro". Con modestia e inocencia. Donde ningún golpe de Estado tiene poder sobre nosotros y desde el único nolugar en el que nacen la libertad, la dignidad, la igualdad y la fraternidad. El bien común que es la única patria posible de la humanidad.
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