La suerte está echada
EL PAÍS
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Machaca y cierra Eshpaña, parece ser el 'mantra espiritual', bueno, en este caso, la devota jaculatoria, que el pp lleva enchufado en vena desde que sus ancestros establecieron AP, basada en el populismo cacique y sus derivados chapapoteros. Los planes de gobierno se trazan en los despachos del cacicato, no sobre las necesidades y demandas ciudadanas, sino sobre las propuestas de los amigos empresarios y banqueros, subastando al mejor postor cada iniciativa y ocurrencia, como por ejemplo, las rotondas a tutiplén o los monumentos al avión desconocido, al lacón con grelos, al gazpacho manchego, a la caldereta o al mojo picón...o tal vez un circuito para carreras de trineos en los Monegros o en los llanos de Montiel. Paradójicamente ellos no lo ven así. Es lo que tiene el problema de las adicciones, que el adicto jamás se ve a sí mismo como tal. Cuántos alcohólicos y drogodependientes, hechos picadillo, con la lengua trapajosa, dando tumbos de pared a pared mientras espantan con las manos hipopótamos estampados en fucsia o caballitos de mar que flotan en el pasillo, repiten obsesivamente que ellos "controlan" y que están de maravilla, que los dejen paz, que lo tienen claro...Por eso necesitan terapias de choque muy contundentes, pero sobre todo, para curarse, se necesita tomar conciencia objetivamente del deterioro a que se ha llegado y de la gravedad que se sufre.
Ese mismo estado de obnubilación se produce en la política "profesional", cuando se llevan tantos años enrarecidos por el aislamiento de la realidad, encerrados en su bunker, de burbuja en burbuja y respirando ese aire pastoso y tóxico de los lugares que nunca se ventilan porque las ventanas están soldadas y sólo funciona el aire acondicionado, regulado automáticamente por un programador, en plan 2001 Odisea en el Espacio, más allá del gusto y necesidad del usuario. Circunstancia que hace estar en mangas de camisa en Enero y con jerseys de cuello vuelto, foulard y chaqueta en Agosto. Eso le pasa a cualquier grupo de poder que se engolfa en sí mismo sin tener en cuenta su verdadera función más allá de los propios planes para medrar y forrarse, como el propio pp ha admitido por activa, pasiva y perifrástica, con palabras y sobre todo con actos reivindicativos de lo suyo, totalmente en las antípodas de las res omnium. Las cosas de todos. Y no quiero decir res publica porque lo sacarían de contexto ipsofacto. Del derecho y del revés.
Dijo Floriano que les faltaba piel. Debe ser eso. Que a falta de piel han desarrollado un callo monumental, un caparazón de tal espesor que ya no hay black& decker que lo taladre. Y ahí se nos han quedao. Alineados y tiesos. Como los guerreros chinos de terracota. Los de Xian, sepultados con su emperador, como debe ser. O como la mujer de Lot fashion cuando lo de Sodoma y Gomorra. Hechos un bloque alrededor de la mesa camilla del adalid y con el braserito debajo, con las faldetas rojigualdas y el escudo del águila imperial junto al aguafuerte del cernícalo de El Pardo, exactamente debajo del florero. No vaya a creerse nadie que Pedro Sánchez sea el nuevo abanderado del momento electoral. Faltaría másh, prdiósh! Shiempre ha habido clashesh y shiempre lash habrá. En eso coinciden con la Venezuela de Podemos y del rojerío, mucho más que con la ciudadanía laica y aconfesional en lo que a dogmas y fijaciones a piñón se refiere, y que se empeña en que todo sea horizontal, se conforma con que se elimine la injusticia, se respeten los derechos y las libertades, y que la ética privada se combine con la moral pública para lograr en todo lo que se pueda el bien común. Y punto.
No basta con enviar a los nuevos comunicadores a tomar cañitas por esos baresh de diosh, hablando entre ellos y sin saber qué hacer con la gente que se encuentran de frente y de costado, a la que evitan con muy buenos modales. Con la experiencia de los escraches, la cosa no se presenta fácil para la mensajería, que más recuerda al cobrador del frac que a otra cosa. Ni en recauchutar otra vez las tertulias con nuevas caras y nuevos timbres de voz, ya sin chaqueta ni corbata, o a calzón quitado, diciendo lo mismo que sus tatarabuelos decían en el Parlamento cuando Martínez de la Rosa, Prim ,Cánovas-Sgasta, Romanones o José María Pemán, Martín Artajo, Utrera Molina o Roberto Alcázar y Pedrín... Que no, que la cosa ya no cuela. Pero no lo ven. Ni lo verán. Verlo significaría la desaparición del propio engendro y el rescate con puesta en marcha de una conciencia que sería un estorbo más que otra cosa. Y eso nunca. Entre renovarse o morir, siempre es mejor optar por Numancia. Acabar, sí, pero, entrando en la historia por la puerta grande. Como siempre han hecho los héroes. Mejor chamuscados en la mesa camilla por el braserito del caudillo de turno, que renunciando al sobre-cogimiento de toda la vida. Finiquitar, aunque sea en diferido, pero con las pelas puestas. Que eso siempre es un caché.
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