Ahora todo es 27 de septiembre
EL PAÍS
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Escucho a Iñaki y comparo su análisis que da en la diana, y a la vez rebota como en el muro de un frontón, en el nivel cognitivo del Gobierno. Y tengo la sensación de que para pp las consideraciones de la inteligencia son como lluvia que resbala sobre el impermeable de la incomprensión natural, dela sordera voluntaria, propia del cacicato que nos maltrata. Sin embargo me queda la compensación de que a través de las redes sociales estas palabras de Iñaki sí harán mella mayoritaria en la conciencia y en el cambio de la ciudadanía.
Catalunya elegirá, ejerciendo su derecho legítimo, lo mismo que ha elegido unos ayuntamientos a la altura de sus necesidades cívicas y de sus aspiraciones éticas. Y volverá a elegir en Septiembre, con el seny que la caracteriza. Personalmente no temo a Catalunya, temo mucho más al Gobierno español que nos martiriza a todos y al ppartido que lo "insppira". Tiene mucho más peligro un Estado en manos canallas que una Catalunya decente eligiendo lo que considere más justo para su organización y su convivencia. Sé que los buenos catalanes son grandes de alma, como los españoles civilizados lo son. Y sé que no es el "nacionalismo" loco lo que inspira la necesidad de plantear la independencia política, sino la desesperación institucional y el estado de emergencia social que está siendo devastador para todo el Estado. El pp tendrá en su curriculum el mérito de haber dividido y destrozado un país de países, por falta absoluta de sensibilidad, de inteligencia, de sentido político y de moral en todos los niveles. Será el record histórico, la derrota definitiva de un modo de pensar, de actuar y de estar, sin haber sido jamas nada capaz de construir algo que no derive del ladrillo, del cemento y del fraude convertido en legalidad protésica e impunidad indecente. ¿Acaso merece aún más paciencia y comprensión el espectáculo insoportable de ese tribunal que juzgará la Gürtel, compuesto por magistrados beneficiarios y amigos del alma del pp? ¿Acaso vale la pena seguir llamándose "español" si eso significa aceptar de buen grado que con todo lo que está pasando, aún se vote la pp en vez de llevarlo colectivamente a los Tribunales y permitir que tenga la desfachatez de pedir dimisiones por nimiedades con el vertedero propio que arrastra? ¿Es ético y decente soportar y subvencionar con nuestros impuestos y la aceptación de una legalidad marrullera y manipulada y el estado de indefensión entre una basura de tales dimensiones? ¿Qué es más grave, que una autonomía se convierta en estado independiente o que todos, como un rebaño unido, y muy patriótico, eso sí, vayamos al matadero juntitos porque lo ha decidido Don Vito Corleone y su pandilla? España o como queramos llamarlo, tiene que reaccionar y terminar con este panorama desolador y ruinoso. No desde la violencia, sino desde la inteligencia colectiva.
Las reivindicaciones y necesidades son las mismas en los 4 puntos cardinales de la Península y las Islas. La ciudadanía, mayoritariamente, ha dicho basta y lo va a seguir diciendo. Nuestra presión y nuestro esfuerzo deben centrarse en cambiar la estructura pantagruélica y estéril de este modelo de Estado, que ha caducado, no en aplastar iniciativas colectivas de autogobierno, constituyentes en libertad compartida y apoyo mutuo, que son mucho más sanas y responsables e inteligentes que las ansias de unidad en la podredumbre. La independencia, al contrario de lo que pueda parecer, acerca y enriquece los acuerdos, y quita fronteras de incomprensión, porque los participantes se sienten respetados, libres y sanos, con valor y nobleza para asumir los retos comunes. Un estado federal será el próximo reto que Catalunya va a impulsar con su decisión de este año. La seguirán Euskadi y Galiza y luego, los demás colectivos territoriales, que comenzarán a hacerse cargo de su responsabilidad solidaria y dejarán de competir dentro de un Estado hostil y siempre desigual e injusto.
El viejo régimen agoniza penosamente, atado y bien atado por un dictador, se ha hecho un bloque inamovible. Y lo que se inmoviliza se destruye a sí mismo porque la vida es movimiento y cambio que el espíritu impulsa en su constante creación interna; somos ese impulso desde dentro que construye lo que nos rodea. El poder tal y como lo conocimos y padecimos, se ha podrido mientras muere. Su último estertor es el pp, y toda la corrupción que como una plaga de gusanos está devorando lo que queda del pasado, se está devorando a sí mismo. No hay estamento institucional que no esté enfermo terminal. No se salva ni uno. Sólo queda salud en la calle, en la plaza, en el alma recuperada de la ciudadanía, capaz de transmutar la basura putrefacta en el compost del cambio. No busca dioses, ni gurús ni caudillos ni lideres. Ni falta que le hacen. Se está encontrando a sí misma. Es otro tiempo. Tan nuevo, que no recordamos algo tan fuerte en nuestra historia patria; los poderes empiezan a ser servires. "Mirad, que los poderosos de este mundo buscan siempre los primeros puestos; no sea así entre vosotros, porque en el Reino de la Vida, los más fuertes y poderosos son los más humildes, los que saben servir a los más débiles y olvidados, antes que a sus intereses". Sí, esto también es muy antiguo. Antiquísimo. 2015 años atrás ya lo comentaban por ahí. Y ahora se está haciendo realidad a estrenar. Pasito a paso. Sin prisas. Pero sin pausa. Y debemos estar felices por ello en vez de inquietos por lo que pueda pasar. Lo peor ya ha sucedido. Ahora, a pesar de zancadillas y empujones, el viejo lumppen se ha agotado. Lo sabe. Es una escombrera. Un viejo león marino que se ha varado en la playa del presente con vistas al futuro y con el lastre del pasado sin poderlo cambiar porque el miedo animal se lo impide. Y gruñe y amenaza, pero ya lo hace como una momia. Desde aquella fosa común que nunca quiso reconocer, abrir ni limpiar. Nadie les ha matado. Ellos mismos han elegido el suicidio.
Tal vez antes del 27 de Septiembre, quién sabe, haya alguna sorpresa interesante que dé la vuelta a la tortilla del poder. Omnia sunt communia. Es la promesa y afirmación con que algunos ediles del nuevo tiempo han asumido sus nombramientos como encargados y portavoces de la ciudadanía. Es la verdadera revolución de los bienventurados. Y la frase no es suya, ya Tomás de Aquino, en su tratado teológico que llamó Summa, allá por el siglo XIII, explicó que en épocas de dificultades y quebrantos sociales, lo justo es hacer que todo sea de todos Omnia (todas las cosas) sunt(son) communia ( de la colectividad, de todos), por si alguien no conoce el latín a base de tantas reformas deseducativas ad hoc Fharenheit 451 fashion.
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