Cuando el juego sucio se convierte en herramienta política, se disfraza de democracia, y llegar a presidente se convierte en salvaguarda e impunidad para las trampas, negocios y marranadas de prebostes millonarios y entra en el mercado especulador la corrupción exaltada como inteligencia política, es porque el sistema se ha podrido y tiene que abandonar los altares de lo intocable, y si no lo hace, se autodestruye mientras se aferra a sus seguridades que ya lo delatan más que lo protegen. Es evidente que los implicados nunca lo harán, reconocer sus errores y delitos les dejaría en la ruina. Ese reconocimiento sólo puede hacerlo la ciudadanía que no comparte semejante programa de aberraciones. Es cierto que en España tenemos un problema igual que el de USA. Pero además tenemos, como en USA, una pandemia terrible, sobre todo porque no se sabe de donde viene ni qué la está haciendo mutable e inmune a todo remedio y posible prevención. Se diría que el Covid-19 es la réplica biopática de una pandemia político/económica, climática y tecno/social, que lleva años en marcha sin que ningún organismo internacional se haya dado cuenta del percal.
Mañana o dentro de unos días se sabrá quién ha ganado las elecciones en USA, vale. Pero en España hay otro tipo de prioridades y urgencias, ni la Casa Blanca ni el Pentágono omnipresentes en el globo terráqueo van a venir a salvar las vidas ni a traer respiradores ni vacunas, en todo caso harán el negocio del siglo vendiéndolas. Porque su concepto de la democracia y de la igualdad ni siquiera les permite tener un estado con Seguridad Social ni pensiones, ni un IMV que pueda atender a los millones de familias en precario y sin techo, a las que los bancos les han embargado hasta la respiración. Todo un admirable ejemplo de política democrática digna de imitar...con un concepto de lo más egoísta, cerril e insolidario, pero según algunos fans, muy admirable. Allí son muy libres trincando y proclamando una igualdad de derechos super extraña: solo son iguales los blancos ricos y cristianos. Los demás solo son accidentes residuales, cáscaras y huesos del menú de la abundancia, nada que destacar salvo que molestan cuando se juntan en la calle, incordian y molestan diciendo que todos somos iguales, y de eso nada: los padres de la patria que fundaron y constituyeron lo dejaron muy claro, los blancos son los amos y los negros los esclavos, aunque se empeñen en ir a la escuela, en estudiar, en progresar, nunca lo conseguirán, siempre serán negros o tostadillos, a no ser que se metan en lejía en plan Michael Jakson, que eso es muy digno de encomio. Obama lo dejó super claro: o te vuelves blanco de ideas, emociones y legislaciones o no podrás hacer nada en ese maravilloso paraíso de leyenda cinematográfica. El edén del tiro limpio, que para eso está la libertad, ea!
No creo, de verdad, y lo digo con la crónica histórica de los USA en la mano, que ese vertedero yanky globalizado en el que el juego sucio bate el récord, merezca más atención que la pandemia, en cuyo origen está, seguro, la especulación irresponsable con la salud humana como negocio y el monopoly político mundial como frívolo juego de mesa, en el que lo que menos importa es la vida de los seres humanos que no son los socios del tinglado. Si no fuese así ¿habría en el mundo el hambre, las guerras, las fronteras mortales y la sociopatológía entronizada hasta en los medios de comunicación, responsables de poner en el candelero lo que más interesa a quienes mejor les paga? ¿Qué cadena de tv ha sido capaz de estar doce horas seguidas ocupándose en directo de la pandemia, como Ferreras lo ha hecho con las elecciones de USA? ¿No es esa actitud una cesión de la responsabilidad mediática al tinglado totalitario del pastón y el morbo que hace posible el pastón?
Estar tan pendientes del infierno y sus demonios lo único que hace es impedir que se descubra su antídoto: el cielo de la salud colectiva de la que depende la vida. A Belzebú literariamente se le ha llamado el señor de las moscas, no porque las moscas sean perversas ni hagan daño, sino porque les encanta nutrirse de basura y residuos pegajosos, seguirlas y estar pendientes de ellas, nos distrae y permite que le regalemos a la nada nuestro tiempo, el único capital cuyo empleo puede rescatarnos de la manipulación programada y teledirigida por ese Belzebú en el averno de la idiotez, que va comprando almas y anulando conciencias a precio de saldo. Y más aún, pagándole un plus por la oportunidad tan chuli de tenernos tan bien informadas. Tan al día en lo fundamental como los destarifos, insultos y vejaciones, destrozos y corrupción de la falsa política, un lodazal ya universalizado en el que la confusión mosquil consigue que, gracias al empacho de la dispersión de la inteligencia que "todos sean iguales" cuando eso ni es posible ni es verdad. No podemos comparar a Trump o a Biden con Sanders, ni a Macron con Varoufakis, ni a Ayuso con Teresa Rodríguez, ni a Xavi Domènech o Pablo Bustinduy o a Julio Anguita y Alberto Garzón con Abascal o Maroto, a Mónica Oltra con Cospedal, Aguirre o Susana Díaz ni a Joan Ribó con Almeida. Aunque las moscas de Belzebú molesten e intenten pringar a todos por igual, la reacción no es la misma en todos. Menos mal.
¿Qué beneficio social e individual sacaremos de este show Hollywood-fashion en el que se repite, por enésima y cansina vez, la gesta de Eliot Ness frente a Al Capone mientras el mundo se va por el desagüe de una contaminación medioambiental y tecno-ilógica que ya se ha apoderado del clima y del Planeta?
Hále, pensa, pensa, Salvatore...dice Umberto Eco desde El Nombre de la Rosa mientras fray Guillermo de Baskerville va descubriendo el ppastel del ppoder más retorcido y estúppido, además de tenebroso. Quizás volver a revisar el nominalismo medieval de vez en cuando podría aclarar el panorama del descerebre contemporáneo mucho mejor que twitter, faceboock e instagam... no sé, digo yo.
Demasiada jerigonza saltimbanqui para tan poca sustancia, ¿no?
Por lo que se va viendo y padeciendo l@s herman@s Wachowsky se quedaron cortísim@s con la profecía de Matrix.
Quede claro que como simples seres humanos los yankis tienen todo mi respeto y cariño fraternal, pero visto lo visto me pregunto :¿son humanos de verdad o les falta algún hervor? Bueno, da lo mismo, si también quiero y respeto a los animales domésticos como a los salvajes no voy a marginarles a ellos... venga, sí, los quiero igual; solo me gustaría si no es mucho pedir que las panteras, los leones, los búfalos, los caimanes, los tiburones, los hipopótamos, las serpientes de cascabel o los osos polares no lleguen a presidentes del país con más recursos y menos luces del Planeta Tierra. Me parece que en democracia es muy legítimo expresar los justos deseos y aspiraciones. Ellos que son los inventores de la democracia moderna, seguro que me comprenden la mar de bien. Ains!
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