La ministra de Familia alemana renuncia a su doctorado por una acusación de plagio
Franziska Giffey asegura que mantendrá la cartera y aspira a continuar su carrera política en el partido socialdemócrata
La ministra de Familia, Mayores, Mujer y Juventud, Franziska Giffey, ha renunciado este viernes a su título de doctorado, sobre el que desde hace meses pesan sospechas de un posible plagio. La política socialdemócrata ha anunciado la decisión después de que la Universidad Libre de Berlín decidiera reabrir la investigación sobre su trabajo académico de 2010, según publicó el Berliner Morgenpost. Giffey asegura que mantendrá la cartera que ostenta desde 2018 en el Ejecutivo alemán y aspira a continuar su carrera política en el partido socialdemócrata.
Giffey indicó en una carta dirigida a la Universidad y reproducida por la prensa alemana que renuncia al título “con el objetivo de evitar mayores daños" a su familia, su trabajo político y su partido. “No quiero seguir permitiendo que mi doctorado y el procedimiento que se ha reabierto se conviertan en el objetivo de disputas políticas”, añadió la política en alusión a un proceso que estaba en principio zanjado y que un defecto formal obliga ahora a reabrir.
Giffey es una destacada política del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) en la ciudad-Estado de Berlín, además de ser ministra en el Gobierno federal, en el que el SPD es el socio minoritario en el Gobierno de coalición junto con la Unión de Centro Democrático (CDU), el centro derecha, de la canciller, Angela Merkel. A partir de ahora, la ministra ya no utilizará el título de doctora antes de su nombre, en un país que venera las titulaciones académicas.
A finales de octubre, la Universidad berlinesa había concluido que el doctorado seguía vigente. Habían detectado ciertas deficiencias, pero estimaron que se trataba de “un trabajo científico independiente”, despejando las sospechas de plagio. Tras recibir un nuevo dictamen de un abogado experto, la Universidad decidió reabrir el caso y examinar de nuevo la tesis doctoral debido a un defecto formal y de competencia a la hora de emitir las críticas por pequeñas deficiencias.
La televisión pública ARD, citando datos de la plataforma Vroniplag, asegura que se detectaron plagios en el 37,1% de las 205 páginas de la tesis. En algunos casos se trataba de citas no identificadas como tales y en otras se refiere a fuentes elegidas de forma “aparentemente arbitraria” o cuyas afirmaciones no pudieron ser sustentadas suficientemente. El trabajo académico versa sobre las políticas de la Comisión Europea para promover la participación de la sociedad civil.
Pese a su popularidad, Giffey, de 42 años, había renunciado en el pasado a aspirar a cargos de liderazgo en el partido, debido al asunto del doctorado. Ahora, sin embargo, asegura que no renunciará a presentarse a finales de noviembre para liderar la agrupación regional del SPD. Y anunció su intención de participar de lleno en la campaña electoral de los socialdemócratas el año que viene, cuando está previsto se celebren elecciones generales en Alemania.
Consecuencias políticas
A pesar de que Giffey dijo el año pasado en alguna ocasión que si se le revocaba el doctorado dejaría su puesto, ahora ha optado por actuar preventivamente y tratar de evitar que la nueva investigación lastre su carrera política. Está por ver qué consecuencias políticas acarreará la decisión adoptada por la ministra este viernes.
Esta no es la primera vez que un político alemán se ve implicado en un potencial plagio de su trabajo académico. El ministro de Defensa alemán, Karl Theodor zu Guttenberg, 39 años, dimitió de su cargo en 2011 tras ser acusado de plagiar su tesis doctoral. Lo mismo le sucedió a Annette Schavan, ministra de Educación e investigación conservadora en 2013, que se retiró, inmersa en una controversia sobre su título.
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