Ángel Gabilondo: "La mayor dureza de oposición es la coherencia y yo gané las elecciones siendo como soy"
Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949) es de esa clase de dirigentes que destacan en un contexto de tensión política como el que se vive actualmente. No porque se desenvuelva bien en el barro, sino porque evita bajar a él. Prefiere ser firme pero sin perder las formas. Porque, dice, “la mayor dureza de oposición es la coherencia”. Confiesa que nunca se ha planteado cambiar su registro. Él es así y es lo que buscó el PSOE para las autonómicas de 2019. A pesar de ser la formación más respaldada, los números no dieron. Y el PP conservó el Ejecutivo. Un Gobierno que Gabilondo se muestra convencido de que hay que cambiar cuando llegue el momento y se tengan los apoyos necesarios. No descarta, por tanto, una moción de censura. Pero dice que ahora la prioridad absoluta es hacer frente a la grave situación de pandemia.
El líder del PSOE en la Asamblea de Madrid recibe a infoLibre en su despacho de la quinta planta del edificio que alberga a los diferentes grupos parlamentarios. Lo hace con la ventana abierta, para mantener la habitación bien ventilada. Mascarilla en boca y gel hidroalcohólico de inicio, responde durante una hora a las preguntas planteadas por este diario. Habla de la situación sanitaria en la Comunidad de Madrid, de la necesidad de cambio en el Ejecutivo, de la posibilidad de que se plantee una moción de censura, de su futuro o de la nueva ley educativa.
Hace un mes, usted alertaba en la Asamblea de Madrid de “problemas con los datos” referentes a la evolución de la crisis sanitaria en la Comunidad de Madrid. Daba la impresión, y así trasladaban también otros partidos de la oposición, de que no se terminaban de creer las cifras que facilitaba la Consejería de Sanidad. ¿Cree, hoy en día, que son fiables?
Lo primero que quiero es que sean verdad, porque a veces parece que lo que se está indicando es que la oposición quiere que vaya todo mal. Es verdad que hay algunas dudas, pero no dudas planteadas por nosotros. Los expertos que estudian las situaciones epidemiológicas están un poco sorprendidos de algunos datos. Algunos dicen que la gente está más precavida o que todo está más preparado. Pero también hay debate sobre el tipo de test que se hacen en Madrid. En proporción con los antígenos, se hacen muchos menos PCR. Los antígenos son muy específicos cuando hay indicios o síntomas.
Luego está la otra referencia, que esa sí es objetiva. Parece que la hospitalización no aumenta y que las UCI tampoco están, en este momento, en una situación de colapso, según se nos cuenta. Yo me alegro de que eso sea así. Pero también hay que esperar un poco a los efectos de todo esto. Es muy difícil hacer resúmenes en medio del proceso, se deben hacer al final.
Por aquel entonces, usted no era muy partidario de recurrir a los cierres por zonas básicas de salud al considerar que no protegían “adecuadamente”. Sin embargo, los datos muestran un descenso progresivo de la incidencia acumulada desde que se alcanzó el pico máximo de contagios de esta segunda ola. ¿Considera ahora, viéndolo con perspectiva, que la estrategia del Ejecutivo regional ha podido funcionar?
Honestamente, no puedo atribuir que lo sucedido sea por eso. Repito, una y otra vez, que ojalá sea porque se ha acertado. Sin embargo, siempre he pensado que un cierre perimetral permitía también una gestión mejor de la situación, porque los propios ciudadanos desconocían a veces en qué zona se encontraban y porque facilitaba el trabajo a quienes tenían que hacer cumplir las indicaciones dadas.
Pero también quiero decir una cosa desde el principio: yo no soy un experto sanitario. Quiero dejar esto un poco sentado porque a mí me sorprende las ideas tan claras que tiene aquí todo el mundo sobre estos asuntos. Yo creo que lo que tenemos que hacer es escuchar verdaderamente a quienes tienen profesionalidad y oficio al respecto.
¿Considera, de nuevo con los datos en la mano, que la población ha conseguido evitar un confinamiento total en esta segunda ola o cree que, con la llegada del frío, lo peor está todavía por llegar?
Tenemos que estar muy precavidos. Nadie desea el confinamiento total, aunque algunos creen que es inexorable, pero no lo sé. Yo creo que tenemos que trabajar para que no suceda, con el daño en todos los sentidos que eso puede significar. Pero tampoco podemos decir que eso está ya desterrado. Debemos tener respeto a la situación, saber que vienen unas fechas donde supuestamente va a haber más reuniones familiares, donde va a haber más movimiento comercial, de activación un poco de la vida social y pública, y esto también es un espacio muy complejo para gestionar.
La semana pasada, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, señaló que si el descenso de casos seguía durante semanas se valoraría que “las familias se junten en Navidad”. ¿Considera arriesgado levantar el pie del freno durante esas fechas o es partidario de dar un respiro a los madrileños en las fiestas?
Hay que distinguir dos cosas: cuando hablamos de lo que nos gustaría que pasara y cuando hablamos de lo que puede pasar. Lo que nos gustaría que pasara es que podamos todos celebrar, festejar familiarmente, con amigos, vivir la vida en ebullición… Ahora, otra cosa es que tengamos en este momento garantías de que eso pueda suceder. Además, queda tiempo. Aquí hemos visto que en ocho o diez días las cosas cambian mucho. Todavía no hemos entrado en el mes de diciembre.
Está bien que tengamos políticas de prevención, de precaución, de preparación para lo que pueden ser esas fechas, pero anticipar lo que debe hacerse, o abrir expectativas, me parece inquietante. Yo, por ahora, sería cauto respecto a dar por supuesto que eso pueda ocurrir. Repito, hay buenas expectativas, hay esperanza, pero tenemos que tomar medidas. Y no solo restrictivas. Las preventivas son muy importantes. Y estas deben ser de raíz. Fortificar la atención primaria, los rastreadores, las políticas de Salud Pública. Y contratar más personal.
¿Y cree que la Comunidad de Madrid está preparada, tiene esa estructura de prevención, a día de hoy para hacer frente a futuros repuntes?
Yo creo que no. Y si no se toman estas medidas, tenemos el riesgo de que esto se convierta en olas que van y que vienen. Hay que generar confianza y seguridad en la población. Y esto está en la proximidad, en la cercanía, en la medicina personalizada que se da en los centros de atención primaria. Es ahí donde tenemos que ser muy fuertes.
En la atención hospitalaria también se están pidiendo refuerzos. Yo he dicho alguna vez, y lo mantengo, que mientras no se refuerce el personal sanitario va a ser muy difícil abordar esta situación. Es verdad que pueden pensar que tomando otro tipo de medidas restrictivas o de instalaciones el asunto puede mejorar. Yo no digo que no. Pero afrontarse seriamente, y en una duración temporal seria, pasa por otro tipo de medidas.
Usted el martes, en una entrevista en Telemadrid, hablaba de los espacios vacíos en los hospitales. ¿Qué puede hacer el PSOE para asegurar que esos espacios vacíos empiecen a dotarse de material y personal?
Somos partido con mayoría en la oposición y tenemos que articular siempre mayorías y voluntades para poder hacer una oposición constructiva para transformar la situación. Lo que sí es verdad es que nosotros podemos hacer la presión que se puede hacer desde la oposición, la presión constructiva, propiciando, por ejemplo, que en los presupuestos haya partidas específicas para eso.
Pero la solución no está solamente en instalaciones de ladrillos, sino que hay que dar contenido, con personal cualificado, fijo, estable, que constituya una plantilla y tenga una estructura de trabajo, una planificación, unos objetivos, unas directrices. Esto es lo que a veces echamos en falta en esas nuevas aperturas que se anuncian. Nunca estaré en contra de que todo mejore, al contrario. Pero para que mejore hacen falta personas y no solo moverlas.
Desde el Ejecutivo madrileño se ha dicho, más de una vez, que es muy difícil encontrar personal sanitario en estos momentos
Yo tengo mis dudas sobre eso. A veces, es cierto que no es fácil encontrar personal por las condiciones que se les ofrece para poder hacer su labor. Algunos han tenido que salir de España para hacerlo, o ir a otras regiones en las que han encontrado mayor duración en la contratación o mejores condiciones. Es evidente que las dificultades para encontrar personal están relacionadas con las condiciones de trabajo que se ofrecen. Hay bastantes personas preparadas. De hecho, se valora muy positivamente en otros países la preparación que se recibe en España. Por eso, tenemos que valorar muy bien qué condiciones laborales ofrecemos a aquellos que queremos contratar.
Usted hablaba, anteriormente, de generar ese “clima de seguridad y confianza”. ¿Cree que ahora mismo los ciudadanos tienen esa confianza en las instituciones?
Quieren tenerla, pero también es cierto que nosotros, a veces, les hacemos dudar de que nuestra prioridad sean ellos. Tienen un poco la percepción de que estamos a otra cosa. Da la impresión de que estamos en la confrontación. Y claro, esto produce un desaliento y una desconfianza de muchos ciudadanos que, de alguna u otra manera, te lo dicen: 'por favor, ¿pueden ponerse de acuerdo y dejarse ya de otras cosas, y resolver nuestros problemas y afrontarlos seriamente?'.
Esto es lo que yo también pido. Pero claro, cuando uno pide acuerdos parece que está claudicando, y no es así. Siempre hay tiempo y momentos para mostrar claramente las diferencias y para vivir claramente el conflicto. Pero ante un caso como este, con una pandemia, todos tenemos que colaborar para resolver los problemas. Escuchemos a los ciudadanos. ¿Qué piensan? Pues, a veces, que la política está distraída en otras cosas, en sus luchas de poder. Y, entonces, se produce una desafección. Sin embargo, hace mucha falta la confianza de todos para poder abordar esta situación.
Papel como líder de la oposición
Usted es un rara avis dentro de la escena política actual. Es un diputado tranquilo, que evita bajar al barro y prefiere hablar de consensos, de diálogo. Sin embargo, lidera el grupo más votado y encabeza la oposición. ¿Cree que mantener ese perfil desdibuja su imagen como líder de la oposición?
Yo gané las elecciones siendo así, no estoy disfrazado. Ese tono de política de acuerdos es un tono que quiere la población, que sabe que es un buen camino y que tiene sostenibilidad y duración. La palabra oposición no significa siempre, ni exactamente, la necesidad de descalificar o de confrontar. La palabra oposición significa, sobre todo, ser una alternativa, proponer alternativas. Y eso pasa también por conflictos. Pero en medio de un conflicto se puede ser una persona que tiene el coraje de ser moderado, y esto es lo que yo propugno. Repito, sobre todo porque no sé hacer otra cosa. Y, además, porque creo que haciendo eso estamos dando cuenta de lo que la sociedad pide de nosotros. Si luego se considera que es mejor que se sea de otra manera, supongo que habrá personas en el mundo que podrán hacer eso muy bien. Pero yo soy un poco así. Hago este esfuerzo para decir las cosas con claridad, con firmeza, pero desde luego nadie me ha pedido que sea descuidado. Y no lo voy a ser.
Pero, al final, ¿entiende que a los ciudadanos les pueda llegar una mayor imagen de oposición de Más Madrid o Podemos?
A algunos ciudadanos les puede parecer bien y a otros no. Hay millones de ciudadanos que tienen distintas lecturas de las cosas. Alguna vez he dicho, y lo mantengo, que hay muchas formas de hacer las cosas bien y, por lo tanto, no descalifico lo que hacen los otros. Sobre esos grupos que ha citado, lo que tenemos que hacer es trabajar juntos, siendo cada uno como es, haciendo cada uno sus propias estrategias y teniendo sus propios estilos. Yo nunca he pedido a otros grupos que sean de otra manera o que hablen de otro modo. Ellos son como son y así tenemos que sumar.
El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso no tiene ningún problema en chocar de frente con el Gobierno central. De hecho, es probablemente uno de los más beligerantes desde quizá Esperanza Aguirre. ¿Ha barajado en algún momento cambiar su registro y apostar por una mayor dureza, por enseñar más el colmillo? ¿Se lo han pedido alguna vez desde el partido?
No, a mí no. Otra cosa es que piensen que eso hace también falta. Alguna persona dijo de mí que igual no soy un hombre con colmillo, pero soy un hombre con muelas del juicio, cosa que me pareció también un piropo. Además, cuidado con la idea de que yo no tengo colmillo porque algunos se pueden equivocar con eso. Lo único que digo es que yo no he pensado cambiar esto.
A mí me parece un error que la Comunidad de Madrid pretenda chocar con el Gobierno central. Esto igual sirve para fortalecer personajes, posiciones o ser más conocido, pero este no es el objetivo para mí de la política. Yo creo que lo que hay que hacer es expresar las diferencias, pero colaborar, participar y coordinarse para poder sacar lo mejor de todos nosotros. No he pensado jamás que sea más eficiente tener una política, formalmente, más dura. Creo que se es más eficaz en la transformación de la sociedad con una posición coherente, firme y clara que creyendo que con unas frases más o menos agresivas se transforma la realidad. Yo creo que la mayor dureza de oposición es la coherencia.
¿Y tampoco se lo han trasladado o planteado desde el partido?
Se habla de cómo es mi perfil, se habla de que quizá otros en el grupo puedan desarrollar otros perfiles… Pero también se sabe que cuando yo fui requerido para venir aquí hace unos años fue porque era de esta manera y porque hacía este tipo de cosas. No me llamaron para hacer otra cosa o para que fuera de otra manera, sino porque entendieron que eso era lo mejor para poder generar confianza en la sociedad. A nuestro modo hemos avanzado. Queremos avanzar más, porque queremos cambiar el Gobierno, las formas de gobernar y las políticas de Madrid.
La posibilidad de una moción de censura
Acaba de comentar la intención de querer “cambiar el Gobierno de la Comunidad de Madrid”. ¿Va a presentar el PSOE una moción de censura?
Nunca se ha descartado. Nosotros no podemos descartar eso porque, desde luego, cuando yo me he presentado aquí ha sido porque creo que Madrid necesita otro Gobierno. Después de pasar aquí el tiempo que he pasado, estoy convencido de que necesita otro Gobierno, y otro modo de gobernar, y otra política. Y nosotros emplearemos todos los medios democráticos que sean necesarios para lograr eso. Eso no excluye nunca, por tanto, una moción de censura.
Lo que sí creemos es que si el objetivo es cambiar de Gobierno, lo que es importante es que la moción de censura tenga éxito. Cuando eso corresponda, ahora nuestra absoluta prioridad es abordar la pandemia. Obviamente no podemos generar una frustración en la sociedad abriendo expectativas no logrando el cambio de Gobierno. Ya sé que todas las mociones tienen también un aspecto pedagógico y da la oportunidad de expresar una oposición, de señalar un candidato para que se conozca, qué ideas tiene, qué defiende... Pero bueno, yo todo eso creo que, en general, la sociedad madrileña lo conoce. No se puede hacer sólo una moción, si se hace, de exhibición de ideas, sino que debe ir dirigida a lograr un cambio. Y para eso, lamentablemente, no nos dan los apoyos a día de hoy.
Por lo que le he entendido, ¿de momento el PSOE no está por la labor en medio de una situación de pandemia como la que vivimos?
Estamos hablando hoy. Y el horizonte de hoy son personas en las UCI, personas que mueren todos los días, una situación social y económica muy difícil, con una perspectiva muy difícil, con muchas personas que no saben muy bien qué va a ser de ellas. Esto es lo que nos preocupa de verdad. Si yo supiera que si con el mero hecho de poner una moción al día siguiente eso ya estaba resuelto, pues se ponía, pero eso no va así. A día de hoy, estamos en esta otra cosa. Pero también le digo que, a día de hoy, no se descarta.
Si tuviesen atados los apoyos para que saliese adelante esa moción, ¿la presentarían?
Siempre y cuando hubiera un programa compartido de reforma, de transformación y de justicia social. Nuestra obligación, desde luego, es llegar por vías democráticas al poder para poder hacer más y mejor. Es la obligación de uno que está trabajando en la política. No hemos de ponerle florecitas a esa frase, es así. Volviendo a la pregunta, regresamos a las oraciones condicionales. Si supiera que vamos a tener… Con todas esas condiciones, pues claro. Pero no simplemente para desalojar a alguien del poder, sino para que venga alguien dispuesto a hacer una opción de progreso y de transformación en la sociedad madrileña, que creo que sería muy importante y decisivo para España.
En el PP madrileño, algunos sectores temen que 2021 sea el año de la batalla por el Gobierno de Madrid. Y, en este sentido, no descartan que Aguado pueda presentar una moción de censura. Si lo hiciese, ¿usted la apoyaría?
Nuestra propuesta, para la que yo trabajo, es para que sea presidente un hombre o una mujer por el PSOE. Si hay otra posibilidad, supongo que habrá que hablar y ver qué es lo que se pretende hacer... Pero desde luego, nosotros no estamos trabajando en la hipótesis de que sea presidente de la Comunidad de Madrid alguien distinto.
De todos modos, si se rompiera el Gobierno y Ciudadanos diese ese paso, lo que habría que hacer es escuchar qué propuesta tiene para lograr una mayoría y con quién piensa gobernar. Porque no es solo con el PSOE con quien tendría que hablar. También con Más Madrid y Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie. Pero, de nuevo, repito que nuestra opción es un presidente o presidenta socialista.
¿Usted se ve con Ignacio Aguado como vicepresidente?
Estas cosas de verme... No he tenido yo nunca tendencia a verme como presidente ni a dejarme de ver. Yo no hago esas fantasías. No excluyo nunca a nadie, pero desde luego lo que puedo decir es que nuestra opción es de proyecto socialista.
En este momento, Ciudadanos, más bien, lo que ha hecho ha sido apoyar al PP con el respaldo de Vox. De hecho, en los momentos decisivos, como por ejemplo la Ley del Suelo, ellos votan juntos con toda naturalidad. Ahora vienen los Presupuestos y vamos a ver de verdad cuál es su posición en esto y hasta dónde llegan esas poses y fisuras públicas. Veremos si se expresan en la elaboración de las cuentas. Porque a ver si después de tanto decir que hay dos mundos, dos almas en el Gobierno, a la hora de la verdad las dos almas enseguida se organizan con el apoyo de Vox, que está marcando el paso indicando que si se hacen unos Presupuestos tendrá que ser con las condiciones que ellos mismos propongan para apoyarlos.
El futuro
Otra batalla importante en los próximos meses en la región va a ser la presupuestaria. El Ejecutivo ya ha dicho que está empezando a cocinar las cuentas. Y en el pasado Pleno, la presidenta aseguró que estaría encantada de pactarlas con todos los grupos. Ciudadanos, por su parte, parece partidario de orillar a Vox y acordar unas cuentas con el PSOE. ¿Ve esto posible?
Yo le pregunté a la presidenta en un Pleno sobre cómo concebía la organización de los Presupuestos, las prioridades y las estrategias. Por un lado, anda Vox diciendo que todo depende un poco de ellos y que ellos van a marcar el paso de lo que ha de hacerse. Por otro lado, tenemos a Ciudadanos que dice que les gustaría con el PP y con el PSOE. Por otro, tenemos al propio PP diciendo que a ellos les gustaría con Ciudadanos y con Vox. A mí lo que realmente me importa es saber qué es lo que piensa la presidenta.
Entonces, yo le propuse [a Díaz Ayuso] una cosa: que tomara como base el dictamen de la Comisión de Recuperación e Impulso Económico y Social de la Comunidad de Madrid, que ahí tiene a todos los grupos de acuerdo menos a Vox, que se salió de eso. Y si trabaja sobre esa hipótesis, es fácil que le salgan unos Presupuestos que tengan cierto clima general de la situación.
Antes de hacer las cuentas, yo creo que una presidenta de una comunidad debería reunirse con todos los portavoces, escucharnos sobre cuáles son nuestras prioridades, qué urgencias creemos que hay en Madrid, en qué cosas creemos que hay que invertir. Hemos hablado antes de más personal sanitario. O de los más de mil profesores que han sido contratados solo hasta diciembre. Que los pongan en los Presupuestos, que los contraten. Sería fácil escuchar a los grupos para ver cuáles son sus prioridades. En un tiempo de emergencia, en esta situación de urgencia, que no nos reúnan siquiera para que digamos cuáles son las prioridades, aunque luego ellos elaboren el anteproyecto que deseen, que luego se ha de votar en la Asamblea... Yo creo que se equivocan.
A priori, a esta legislatura le quedan todavía algo más de dos años. ¿Se ve con fuerzas para continuar hasta el final?
Fuerzas no me faltan, porque las sostengo en las convicciones y en la fuerza que me viene de los demás. Desde luego, mi compromiso, mientras tenga media salud, es luchar y trabajar por los asuntos sociales, políticos y públicos, por una sociedad mejor. Donde me corresponda. Ahora estoy aquí y aquí estoy del todo. Y estaré del todo mientras alguien piense que yo puedo hacerlo bien.
¿Le atraería una opción como la de Defensor del Pueblo?
Lo que puedo decir es que estoy en esto, absolutamente en esto. Pero si en algún momento se piensa que es mejor que se abra paso o se haga un plan de perspectiva para unas próximas elecciones, o se piense otra cosa por parte de quienes tienen responsabilidad en el partido, yo lo escucharé. Si en algún momento determinado yo ya no estoy aquí porque piensan que yo no debo estar, pues hay distintas opciones. Mientras sean opciones por un compromiso social, político y público, yo, desde luego, prefiero eso antes que retirarme a vivir mi propia vida, porque no sé hacer otra cosa y porque no quiero hacer otra cosa. En eso, si no estoy aquí, claro que puedo hacer cosas de ese tipo. Esa que ha citado usted, por supuesto me parece una cosa importantísima, muy honorable y, desde luego, muy atractiva para una persona que quiere lo anterior.
¿Y le han planteado esta opción de Defensor del Pueblo?
Estas opciones… A uno le hablan de todo. Pero una cosa es hablar de hipótesis, de qué podrías hacer, de qué va a ser de ti... Lo que puedo decir es que esas cosas en política, cuando se ofrecen, o se proponen, se proponen de verdad y en el momento en que deben proponerse. Y ese momento no es ahora. Es decir, en este momento estamos en otra cosa….
Es decir, ¿no se lo han ofrecido?
Esto no va de ofrecerse. Lo de Defensor del Pueblo depende directamente de las Cortes. No es un cargo de director general, que te va un ministro y te dice si quieres ser director general. En este caso, eso no es así. Eso es un proceso que ha de hacerse con gran respeto a las Cortes y a la propuesta, que de hacerse la tendría que hacer un grupo y, además, sabiendo que tienen los números para que el que se presente pueda hacer algo distinto que fracasar.
Por tanto, todo eso es un conjunto de circunstancias que tanto por respeto a quien está desarrollando la labor ahora mismo, que creo yo que lo hace muy bien, tanto por respeto al proceso parlamentario, al grupo que ha de proponer o a las mayorías que hay que lograr para que eso pueda ser, el día que se haga una propuesta, si es que se hace, se hará con eso más o menos orientado. En ese sentido, y en esas condiciones, a mí nadie me ha hecho una propuesta. Que se ha hablado de eso, pues sí, basta con leer los medios. Pero no estamos en esas, estamos en estas. Si llegan esas, ya cruzaremos ese río.
Como exministro de Educación, ¿qué le parece la propuesta de la nueva ley educativa? Y, sobre todo, ¿qué le parece que se recupere Filosofía en 2º de Bachillerato pero no Ética en 4º de la ESO? ¿Cree que es importante apostar por la Ética como puerta de entrada al pensamiento crítico en un momento como el que nos encontramos?
Me gustaría resaltar, primero, la diferencia entre la técnica legislativa de la ley anterior y esta. La de la llamada Ley Wert, aunque a mí no me gusta llamarla así, era el hacer una legislación que incluía dentro en cierto modo un desarrollo normativo o reglamentario de la ley. Sin embargo, la Lomloe lo que ha hecho un poco es sacar de esta ley todo lo que es más bien desarrollo normativo o legislativo. Y, por tanto, muchas de las cuestiones que son ahora mismo objeto de preocupación o de debate se tendrán que dirimir después en un desarrollo curricular, por ejemplo de las asignaturas. Un momento en el que yo creo que hay que hacer las cosas con muchísimo consenso y acuerdo. Por tanto, lo que quiero decir con respecto a la valoración de la ley es que confío mucho en ese desarrollo normativo y en ese desarrollo reglamentario.
Pero yo no voy a eludir la pregunta. Si a mí me pregunta si yo creo que en la educación debe haber todo un desarrollo, despliegue articulado, curricular de Filosofía, yo le digo que creo que sí. Y si me concreta la pregunta y me dice si creo que debe haber Ética en 4º de la ESO, yo creo que sí, también lo creo.
Ayer hubo una pregunta en el Senado. En esta, la ministra respondió a un diputado de Más Madrid que asumía todo lo que había dicho y que estaban estableciendo un currículo competencial en valores cívicos y éticos. Y ahí, y sobre todo quién dará esas materias, es donde hay un debate. Yo creo que la Ética es una materia profundamente filosófica, necesaria y que no es incompatible, al contrario, ni es exactamente lo mismo, que la Educación para la Ciudadanía. Por eso, yo creo que ha de ser una materia filosófica, dada por profesores de Filosofía, y debe estar dentro de lo que llamamos la modalidad curricular.
Pero esto no es una objeción a lo que está diciendo el ministerio. Esto es poner el balón en su terreno de juego, que es el terreno en el que en el desarrollo curricular se defiendan estas cosas. Es verdad que el ministerio está hablando de valores, de currículo competencial , de materias complementarias, de valores cívicos y éticos. Yo soy partidario de la Ética en 4º de la ESO. De la ética pública, además.
No hay comentarios:
Publicar un comentario