Vaya
por delante que soy de Letras Puras o de Puras Letras y que en este
momento no tengo ningún título en economía ni poseo datos numéricos ni
porcentuales suficientes para rebatir ni garantizar una información
detallada acerca de la RBU (Renta Básica Universal), sí puedo asegurar
que los argumentos de Yanis Varoufakis me parecen muy acertados; con
verdadero interés he leído algunos de sus libros y debo decir a su favor
que la honesta claridad, datos, rigor científico y aportes vivenciales,
prácticos, desde los que el autor construye su argumentación en los
temas que hasta ahora le he leído, me han proporcionado confianza
suficiente como para comprender que no habla de oídas cuando afirma,
algo que yo misma, con millones de europeos y españoles, en concreto,
vengo constatando: el hecho triste y a la vez penosamente lógico del fin
de ese Estado de Bienestar que tanto da que hablar y sufrir a tantas
víctimas de su desaparición traumática e injusta a manos de la torpeza,
del egoísmo y de la crueldad de unos pocos esbirros del dinero y del
poder político a su servicio. Una desaparición que, como un black-out ha
dejado a oscuras a la justicia social, a la dignidad y a los DDHH.
Puedo comprobarlo a pie de calle y a pie de colas de refugiados no solo
procedentes del extranjero, sino también de la precariedad española, que
siguen perdiendo no solo nivel adquisitivo, sino también el trabajo, el
salario, la casa y la comida. Que la prensa silencie estas noticias de
cada día o las convierta en rutina informativa, en nada cambia el drama y
el horror de un parte cada vez más numerosa de nuestra familia social.
De nuestros hermanos y hermanas de todas las edades y de la misma
condición: abandonados a la suerte de su precariedad. Caritas, las ONGs o
los bancos de alimentos y la asistencia social municipal, impotentes
ante el desastre, lo saben muy bien y lo confirman constantemente.
Querido
y admirado Profesor Navarro, tengo el disgusto de confirmar con
verdadero conocimiento de causa, que por desgracia, Varoufakis no se
equivoca ni en una coma, en su lamento fúnebre por el caído en combate
Estado de Bienestar europeo. Del norteamericano no puedo hablar con
detalle porque no lo conozco en persona, aunque viendo, leyendo y
escuchando lo que nos llega de aquel paraíso de la coherencia y de la
solidaridad colectiva, de su cultura social tan comprometida con el
mensaje de Donald Trump o de Reagan, Bush o de Clint Eastwood, Charlton
Heston, Jonny Deep o Michael Moore, no creo que allí tengan suficiente
conciencia del presente global como para considerar la muerte de lo que
para ellos es una maravillosa lucha diaria como gatos panza arriba, por
acumular bienes para el futuro endeudándose hasta los topes en el
presente, entrampados hasta las cejas para poder tener un techo, pagarse
un fondo de pensiones y a base de créditos, los estudios de un hijo o
dos, como mucho. Eso sí, con lo que les sobra, es cierto que se pueden
comprar un coche de segunda mano y hacer que ruede, porque la gasolina
les sale tirada de precio, no como aquí, que para eso son los amos del
petróleo propio y ajeno, solo hay que ver Irak, Siria o Libia para
tenerlo presente. Menos mal que todo lo cubre el seguro fabuloso de su
particular concepto de la libertad y la democracia. Y ya con ese menú
les sobra para saciarse de felicidad y coros godspel. O baladitas countries.
Bromas
aparte, no creo que el Estado de Bienestar recientemente fallecido en
Europa, sea precisamente la especialidad del otro lado del Atlántico, es
más, estoy convencida de que hasta que no han conseguido borrarlo del
mapa económico de la globalización, -al Estado de Bienestar, of course-
los USA no han parado de intrigar, enredar y de confundir churras con
merinas, a base de FMI, BM, Reserva Federal y rating demoledor a tutiplén per omnis terrae,
por supuesto, junto al serial terrorífico de Bin Laden y AlQaeda y ahora
con la nueva especialidad del Isis-Daesh. En realidad es preciso
reconocer la ingente labor de zapa y lavado de cerebros a golpe de money-money
de los EEUU para conseguir estar eternamente subidos en la chepa del
resto del Planeta sin bajarse ni por equivocación. Hasta el punto de
convertir las finanzas mundiales en el Minotauro Global que tan
claramente nos describe y explica Varoufakis en uno de sus libros
titulado precisamente así. Un monstruo financiero autodepredador, cuya
guarida encaja perfectamente con el laberinto de Wall Street, en la
versión manhattaní de la vieja Creta.
La
muerte del EdeB, responde a un cálculo estratégico clarísimo de la hegemonía USA,
mucho más que a una colección de errores, casualidades y mequetrefes
inadecuados; un estado depredador e inmaduro, prepotente y fatuo, que no
quiere ver ni en pintura soluciones económicas y felices que no
procedan de sus cerebros importados de la vieja Europa y pasados por la
fascinación errática de su feria constante de baratijas morales y tan
religiosas como liberales, sin más freno que la pasta y el establishment.
Unos USA cuyo cap i casal es nada menos que el increíble Larry Summers,
como maestro de ceremonias y catafalcos económicos. Pero es cierto, que
los USA sin ayuda de la propia Europa jamás habrían podido cargarse la
fuerza y la dignidad del euro-EdelB; la herramienta ha sido la creación
eficiente y a tutiplén de una clase político-financiera europea que a
base de cultivar una oligocracia crematísitica parásita y colonizadora,
ha ido dando forma, ganancias y privilegios a un sector de políticos
mercaderes y vicerversa. Esos políticos han ido a su vez creando el
clima adecuado durante años para eliminar la soberanía de los estados
miembros de una UE cada vez menos Unida y menos Europa, pero más
agresiva entre sí, más despiadada y menos ética. Más desalmada. O sea,
cada vez más colonia USA en Bruselas, no por nacionalidad sino por
inclinación e ideas teledirigidas en plan TTIP sin que se notase en casi
nada, pero cambiándolo todo. Vendiendo el alma al diablo a cambio del
poder para unos pocos y del sometimiento y las pérdidas sociales de
muchísimos, hasta ir yankyzándonos por goteo y recortes "necesarios"
para que USA conserve su hegemonía y demuestre al mundo lo caro que sale
mantener la justicia social. Un lujo imposible del alcanzar si no se es
millonario antes de los 35. El modelo piraña fashion ha
triunfado rotundamente. Y no solo en USA, sino en plan mundial. Sólo hay que echar un vistazo y comprobarlo. De
la Europa de decente y su EdelB,no queda más que un melancólico
recuerdo.
Reino
Unido que los conoce estupendamente porque los parió y se le parecen
bastante, no quiso entrar en el euro y mantuvo su soberanía financiera
como Estado porque sabía lo que se estaba cociendo. Por eso al ver la
debacle se ha montado el Brexit a toda pastilla antes de que se caiga el
tinglado y le pille debajo como a casi todos, menos Noruega, que va por
libre desde siempre y nunca se ha terminado de fiar del proyecto de una
Europa Federal, imposible de poner en pie con los USA de por medio y en
la competencia. El vehículo adecuado para el transporte del material
ideológico fue, y está siendo, el invento de la socialdemocracia; una
caricatura y un quiero y no puedo de la izquierda 'moderada', que es
como decir, descafeinada con sacarina y leche desnatada. Una burla.
Evidentemente
una Europa gobernada durante años por ese sistema de transición -hay
que ver el juego que da ese concepto, ¿verdad?, lo mismo vale para un
roto franquista que para un descosido del Tío Sam- desde el bloque del
Este en caída libre y el bloque del Oeste en trepa constante, hasta
conseguir el birlibirloque felipegonzalisto del gato taoísta: 'gato
blanco, gato negro, da igual si me da lo que quiero y me interesa.' Así,
pasito a paso, y con la perspectiva de la historia vivida y sus
avatares, con olvido absoluto de los cien años de honradez socialista
remotísima, con las concesiones, capitulaciones y renuncias a la
conciencia, con la pérdida de la soberanía nacional y popular, a cargo
precisamente de un Zapatero que le arrancó las medias suelas y las tapas
del artículo 135 a la Consti, se entienden el puzle y sus perversiones,
la mar de bien. Y es muy reconfortante que un joven intelectual y
científico despierto, como Varoufakis, lo haya comprendido, transcrito y
explicado con una fidelidad que los propios habitantes de aquellos
tiempos y latitudes, al parecer, no consguieron ver con tanta
clarividencia, tal vez porque estaban, y están aún, demasiado implicados y
entretenidos entre el ramaje y no consiguen ver el bosque en su
totalidad desde la cima de la lucidez y la independencia necesaria.
Si miramos con atención y sin prejuicios teóricos se observa la realidad que tenemos delante y no vemos en ella ninguna alternativa que pueda garantizar el retorno al reparador pasado 'New Deal'. En la época de Roosvelt y de Keynes, años 30 del pasado siglo, tras el crack del 29, la visión del futuro posible era mucho más ingenua y limitada que la de hoy, eso daba lugar a imaginar alegremente un mundo lleno de recursos infinitos a disposición del progreso en concordia sin riesgo alguno para la supervivencia; justo, ésa es la visión irresponsable que nos ha traído hasta aquí, hasta el callejón sin salida de un capitalismo optimista y bonachón, de manga anchísima, con recursos casi mágicos para arreglarlo todo, al que le basta la buena voluntad de los estados-nación para controlar todo desde un organismo mundial donde los más poderosos miembros partan el bacalao sin tener en cuenta más democracia que la que impone la bolsa y la banca, y meter dinero público cuando haga falta regular los excesos privados, sin capacidad ni inteligencia, o pidiendo créditos públicos a una Reserva Federal -¡privada!- para prever los resultados de una industrialización cada vez más contaminante, precisamente porque ese tipo de progreso material desnortado, loco y sólo dependiente de una supuesta regularización automática de los mercados considerados como una fuerza de la naturaleza o como la dinámica de las estaciones, ha dejado al descubierto algo demoledor: los pueblos sin soberanía que solo se asocian al olor del dinero y la violencia económica, y se someten a su tiranía como eje legislador sobre cualquier consideración ética personal ni moral colectiva, solo traen desgracias a la humanidad, porque la deshumanizan. Un error del new deal fue considerar la economía de USA como el bálsamo de Fierabrás mundial o la purga de Benito, a nivel global, y se estableció así un imperio financiero con complejo de Supermán, en el que los intereses que priman son los de la metrópoli financiera y patrón modelo de consumo, sobre el resto de población, cuyo único sentido de existir consiste en ser la carne de cañón productiva (parafraseando a Varoufakis) del Minotauro muerto ya en su laberinto sin salida y en avanzado estado de putrefacción, cuyo hedor (el ejemplo del life's american way ) está matando la vida en el Planeta a un ritmo que acelera en proporción geométrica.
En los últimos setenta años el mundo ha cambiado tanto y de un modo tan veloz y estrepitoso, que las soluciones económicas de los años 30 del pasado siglo se nos han quedado en el Paleolítico de las aspiraciones. Ese sistema depredador pensado desde la frialdad de los intereses financieros y con la banca como factotum absoluto, en el que cualquier medio vale si es para enriquecerse cuanto antes, al precio que sea, no ofrece la menor garantía de que pueda cambiar por fuera si no es capaz de ver el resultado de sí mismo. No dispone de más herramientas cognitivas que el colapso, la consecuencia directa e irreversible de su error mantenido a toda costa por encima de cualquier aviso de la ciencia seria, económica, social, física, química y biológica y antropológica. No solo no atienden a razones impepinables y cada vez más evidentes, es que de común acuerdo, esos estados-títere ya sin soberanía ni conciencia responsable entre un mundus maior y un mundus minor, están reduciendo los contenidos de la Educación, del Pensamiento Crítico y de la Ciencia con más horizontes que el consumo, para que solo se formen robots incapaces de pensar sin un programa previo diseñado por sus creadores -baste escuchar a la cada vez mayor cantidad de economistas de tal laya, opinadores en los medios-. Un proceso que está corroyendo las democracias de Occidente y pudriendo las mentes antes de desarrollarse, como sucede con los pulgones que ya se instalan en el germen de las hojas para deformarlas y destruirlas, encapsulados desde dentro. Ese mismo papel lo está jugando actualmente la llamada "socialdemocracia", verdadero caballo de Troya del capitalismo más feroz y suicida. Para que este panorama haya llegado al extremo actual ha sido preciso que el mundo de los mercados del dinero seduzca a los gobernantes y políticos de los Estados-Nación y que estos mismos en nombre fraudulento de sus pueblos hayan ido vendiendo las soberanías lentamente, paso a paso, a cambio de beneficios económicos y privilegios para sus egos insaciables y convencidos de ser poderosos, "sensatos" y adecuados para el momento histórico.
Si miramos con atención y sin prejuicios teóricos se observa la realidad que tenemos delante y no vemos en ella ninguna alternativa que pueda garantizar el retorno al reparador pasado 'New Deal'. En la época de Roosvelt y de Keynes, años 30 del pasado siglo, tras el crack del 29, la visión del futuro posible era mucho más ingenua y limitada que la de hoy, eso daba lugar a imaginar alegremente un mundo lleno de recursos infinitos a disposición del progreso en concordia sin riesgo alguno para la supervivencia; justo, ésa es la visión irresponsable que nos ha traído hasta aquí, hasta el callejón sin salida de un capitalismo optimista y bonachón, de manga anchísima, con recursos casi mágicos para arreglarlo todo, al que le basta la buena voluntad de los estados-nación para controlar todo desde un organismo mundial donde los más poderosos miembros partan el bacalao sin tener en cuenta más democracia que la que impone la bolsa y la banca, y meter dinero público cuando haga falta regular los excesos privados, sin capacidad ni inteligencia, o pidiendo créditos públicos a una Reserva Federal -¡privada!- para prever los resultados de una industrialización cada vez más contaminante, precisamente porque ese tipo de progreso material desnortado, loco y sólo dependiente de una supuesta regularización automática de los mercados considerados como una fuerza de la naturaleza o como la dinámica de las estaciones, ha dejado al descubierto algo demoledor: los pueblos sin soberanía que solo se asocian al olor del dinero y la violencia económica, y se someten a su tiranía como eje legislador sobre cualquier consideración ética personal ni moral colectiva, solo traen desgracias a la humanidad, porque la deshumanizan. Un error del new deal fue considerar la economía de USA como el bálsamo de Fierabrás mundial o la purga de Benito, a nivel global, y se estableció así un imperio financiero con complejo de Supermán, en el que los intereses que priman son los de la metrópoli financiera y patrón modelo de consumo, sobre el resto de población, cuyo único sentido de existir consiste en ser la carne de cañón productiva (parafraseando a Varoufakis) del Minotauro muerto ya en su laberinto sin salida y en avanzado estado de putrefacción, cuyo hedor (el ejemplo del life's american way ) está matando la vida en el Planeta a un ritmo que acelera en proporción geométrica.
En los últimos setenta años el mundo ha cambiado tanto y de un modo tan veloz y estrepitoso, que las soluciones económicas de los años 30 del pasado siglo se nos han quedado en el Paleolítico de las aspiraciones. Ese sistema depredador pensado desde la frialdad de los intereses financieros y con la banca como factotum absoluto, en el que cualquier medio vale si es para enriquecerse cuanto antes, al precio que sea, no ofrece la menor garantía de que pueda cambiar por fuera si no es capaz de ver el resultado de sí mismo. No dispone de más herramientas cognitivas que el colapso, la consecuencia directa e irreversible de su error mantenido a toda costa por encima de cualquier aviso de la ciencia seria, económica, social, física, química y biológica y antropológica. No solo no atienden a razones impepinables y cada vez más evidentes, es que de común acuerdo, esos estados-títere ya sin soberanía ni conciencia responsable entre un mundus maior y un mundus minor, están reduciendo los contenidos de la Educación, del Pensamiento Crítico y de la Ciencia con más horizontes que el consumo, para que solo se formen robots incapaces de pensar sin un programa previo diseñado por sus creadores -baste escuchar a la cada vez mayor cantidad de economistas de tal laya, opinadores en los medios-. Un proceso que está corroyendo las democracias de Occidente y pudriendo las mentes antes de desarrollarse, como sucede con los pulgones que ya se instalan en el germen de las hojas para deformarlas y destruirlas, encapsulados desde dentro. Ese mismo papel lo está jugando actualmente la llamada "socialdemocracia", verdadero caballo de Troya del capitalismo más feroz y suicida. Para que este panorama haya llegado al extremo actual ha sido preciso que el mundo de los mercados del dinero seduzca a los gobernantes y políticos de los Estados-Nación y que estos mismos en nombre fraudulento de sus pueblos hayan ido vendiendo las soberanías lentamente, paso a paso, a cambio de beneficios económicos y privilegios para sus egos insaciables y convencidos de ser poderosos, "sensatos" y adecuados para el momento histórico.
Otro
punto ligado por completo al de la soberanía perdida por los estados
europeos reunidos en rebaño rapiñero-mercantil bajo el signo vencedor de
todo dilema, al menos hasta ahora: $, es el tema de la RBU. Que
aunque no lo parezca a simple vista, ambos planos de la política
económica y social, son el haz y el envés de la misma hoja infectada por
el pulgón de la avaricia y la miseria moral en plan fifty/fifty.
La
RBU es un reto y una necesidad a la que hay que poner el remedio de la
justicia, de la igualdad, de la libertad y de la fraternidad. De la
ética. EEUU puede hacer lo que prefiera en ese tema, que debe estar
crudísimo allí si se ha tardado tantos años en admitir la necesidad de una atención necesaria, de una seguridad social básica. Para todos, $$$$$$$$$$$$$, aparte.
Hasta estéticamente resultaba feísimo que el gendarme mundial, que
derrocha en armas, ejércitos, viajes espaciales, casinos y sectas
religiosas un verdadero pastón, fuese incapaz de tener una asistencia
humanitaria y gratuita para sus enfermos no ricos ni millonarios de los
que se pueden pagar la Clínica Mayo o la Monte Sinaí. Si
esa emergencia no les parecía liberal ni democrática, imaginemos a qué
les sonará lo de una renta básica garantizada...un dislate excéntrico de
la derrochona social Europa, siempre dando lecciones de cultura,
derechos y tontunas, con lo fácil que es la lógica del tener por encima del ser
y del apabullar arrasando por encima de tanto miramiento, y dejarse de
esos rifirrafes filosóficos, que luego andan con remilgos a la hora de
los gastos de la artillería y los misiles, de los drones para eliminar
las armas de destrucción masiva en los países con petróleo y Corán, que
hay que ver como se ponen cuando baja o sube el barril de crudo, que ya
les vale. Y entonces tienen que ser sus heroicos aviones made in
USA, sus portaviones y sus tecnologías punta, a base de recortes en
tonterías como la sanidad, la universidad o las pensiones, los que
saquen a los europeos de cada entuerto o de cada amenaza de refugiados
impertinentes y pidones. Menos mal que -God save the President!, aunque sea Donald, en versión bisoñé o en versión pato, que tanto monta-, hay una gran potencia con cabeza y moneda ad hoc, para
estar al loro de los peligros y si no los hubiera, pues a crearlos, qué
puñetas, que son necesarios para que la especie regule su cantidad de
producción a base de una guerra mundial constante como la lluvia, pero
sin demasiado estruendo en lo importante: en la pela, la patria, el
poder, las creencias, el shopping y el glamour. Ah, y el deporte,
que es muy sano. ¿Cómo pararse en un bobada como la RBU, cuándo están
en juego, por ejemplo, unas olimpiadas o un campeonato de basse-ball
o de la NBA? Una renta básica es un criadero de vagos y maleantes,
solo hay que ver lo poco que abunda en EEUU esa clase de gentuza y cómo
proliferan en Alemania o en Francia...donde reciben ayuda y sueldo las
madres lactantes y ¡hasta los inmigrantes en cuanto se apuntan en el
censo de necesitados¡ y eso que están en crisis...Un despilfarro y una
vergüenza insostenible, como que ahora nos venga el Varoufa este con
sermones marxistas a tales alturas de la Historia, cuando EEUU ya ha
conseguido domesticar el socialismo y hasta Rusia se ha hecho de los
nuestros con un Putin que vale un imperio. Y de China ya ni te cuento.
Nada menos que un Imperio Capitalista-Comunista. Ahí es ná. A ver quién
mejora la hibridología y los milagros del pastón, mejor que ese ojo
omnipresente lo mismo en los billetacos de dólar que en las reuniones
del club Bilderberg.
Ahora,
y ya más en serio: el tema de la RBU es imprescindible que se centre en
un debate intenso y muy reflexivo. Urgente y consensuado. No se puede
ir dejando seres humanos arruinados y olvidados, atropellados por la
injusticia de este sistema cruel, tirados al borde de la vida y luego
presumir de libres, demócratas, creyentes y practicantes de virtudes
patrióticas y religiosas: clasistas, xenófobas, excluyentes e
inmisericordes. La caridad de la limosna era una virtud en la Edad Media
y al principio de la Edad Moderna, y un deber para los que se
consideraban cristianos de verdad, pero al final de este ciclo
histórico del primitivismo y del abuso, tiene que ser ya cosa de
justicia social, de leyes cívicas, de fraternidad aprendida en casa, en
la escuela, en el barrio, en el municipio, un cambio de sensibilidad
mediante la coeducación y no solo depender de la buena voluntad de unas
cuantas almas generosas o asustadas por la amenaza del infierno.
No
es fácil conseguir que todos sean decentes, justos, que nadie abuse de
las ventajas sociales, pero hay que arriesgarse y cambiar hábitos
degradantes amparados en el egoísmo que nos envilece con una libertad
tan falsa como perversa, que pretende estar por encima y no a la par del
bien común, sin el que la libertad es tiranía de los más fuertes y
humillación y castigo para los más débiles y frágiles. Y la democracia
una farsa grotesca donde el poder solo lo manejan los que ganan
humillando a los demás por medio de cualquier método aunque sea
rastrero, miserable y repugnante. No es ese modelo el que Europa
necesita, ya debemos terminar con esta Edad de Plomo imitador de lo que
no somos, y que nos machaca a todos por igual, también a los
norteamericanos que no son millonarios ni quieren serlo al precio de su
conciencia. Que también los hay, admiran a la vieja madre Europa y
vienen y no quieren regresar a su país porque, como algunos me han
confesado, allí no hay soul nada más que en el Sur, cuando los
negros cantan recordando el alma de los esclavos que aún siguen
existiendo disfrazados de seres libres. Y blancos, aunque con el alma
más oscura que el betún.
Que el arcaico andamiaje político y económico, más que insuficiente hoy pero muy eficaz a finales del XVIII, durante el XIX y el XX, esté moribundo y derrumbándose por sí mismo no es ninguna desgracia, querido Profesor Navarro, es simple desgaste vital, el resultado dinámico de la vida misma. Todo nace, crece, alcanza una línea estable durante un tiempo y finalmente decae y muere o se transforma y renace de sus cenizas renovado como el Fénix o como la oruga se metamorfosea en mariposa para comenzar un nuevo ciclo, tras un largo proceso evolutivo, primero de atracón insaciable de hojas de morera, o sea, de información e impactos psicofísicos a mogollón y luego entrando en un periodo de recogimiento y ayuno donde se trabaja desde dentro y se hace un capullo, que después será hilo y tejido de seda, para finalmente forjarse la alas y volar hacia la vida nueva que se generará repartiendo genes inteligentes por todas partes a base de repartir luz y conocimiento. Conciencia y evidencia.
La tragedia verdadera sería creer que el ser humano pueda resignarse a fenecer en bloque porque no sea capaz de entender los procesos del universo en su propia dimensión terrenal y resignase a repetir recetas existenciales de un pasado que ya nada tiene que ver con su presente.
Los procesos naturales son inercias de las especies. Para los humanos la cosa cambia. Tenemos un factor nuevo que todo lo puede cambiar para bien o para mal: la conciencia. La idea. La voluntad. El alma.
Si el error number one de nuestro tiempo ha sido y sigue siendo repetir, como insectos pensantes, desde la Ilustración y la Revolución Industrial, el mismo paradigma social, político y económico enganchados a los mismos perros con distintos collares o poniendo los mismos collares a perros muy distintos, la cosa no tendría más solución que un lento suicidio de la humanidad.
El mito de Noé es una referencia que explica algunas cosas fundamentales.
a) Se parte de una situación angustiosa de deterioro colectivo de una comunidad humana. Hay conciencia en algunos que detectan anomalías sistémicas que la mayoría ni las nota.
b) Casi todos los afectados viven de espaldas al drama que no distinguen de la normalidad e incluso celebran con alegría sus fiestas rutinarias.Son felices en su inconsciencia y creen a pies juntillas que el mañana será tan estupendo como hoy y como ayer.
c) A los que detectan las anomalías del sistema y ven venir un tiempo difícil se les ocurre ir creando una forma de protección y refugio, viendo que los temporales se suceden cada día con más velocidad e intensidad,empiezan a presentir la proximidad de grandes inundaciones y entonces comienzan a construir algo que les ponga a salvo de la inundación masiva y así inventan un barco gigante, capaz de flotar y de alojar no solo a los miembros de las familias sino también a los animales de su granja para poder subsistir y si hay suerte, arrivar a otra tierra donde seguir viviendo liberados de su presente actual.
d) La situación actual que vivimos es muy parecida. Y ante ella somos libres de elegir si queremos seguir la fiesta de la inconsciencia, repitiendo esas inercias que durante siglos nos han dado resultados, es verdad que muy deficientes, pero nos hemos acostumbrado a ello y nos parece que no vamos tan mal... o remangarnos, y ponernos a construir el nuevo hábitat que ya estamos necesitando, donde deberemos inventar recursos nuevos y aceptar riesgos imprescindibles para dar paso a una vida mejor y más justa. Más rica en nuevos ingredientes.
e) La propuesta de Varoufakis no es que sea distinta porque viene de Grecia, un país que no es España ni Francia, Italia, ni mucho menos Alemania. Pero la inundación que nos amenaza es la misma. Y pensar que hay náufragos de primera, de segunda y de tercera, es un gravísimo error. La inundación es para todos. Como pasó en el Titánic. Todos naufragaron por igual, aunque unos pudieron sobrevivir por los pelos y otros no. Eso sí, la orquesta no dejó de trocar hasta que se hundió la nave con los últimos bailarines danzando el vals de la olas. Debía ser la orquesta de la Socialdemocracia. Seguro.
La propuesta de Varoufakis es la de Noé. Hagamos una euro-arca común con todo lo que necesitamos compartir para un largo viaje regenerador, en el que nada está hecho y todo es nuevo, salvo el duro aprendizaje y la experiencia del fracaso compartido; plantemos juntos cara al sistema fallido, no tanto porque esté mal planteado como porque ya no coinciden sus medidas sanadoras con la gravedad de la enfermedad que padece la plantación europea y el nuevo horizonte sanitario que se necesita para respirar y vivir simplemente. Este sistema está intentando curar una septicemia devastadora con aspirinas y optalidones. Con el agravante de que esos fármacos solo los produce y los vende USA y todas las farmacias son suyas. Y además pretende instaurar una norma universal para que sea delito adquirir medicinas alternativas, normas que son el TTIP y el TISA o la OTAN sin ir más lejos. Cuando USA dice "libre comercio", que el cielo nos proteja. Porque en realidad es una frase sin terminar: libre comercio... para mí, pero grilletes comerciales, legales, laborales, estatales, jurídicos, políticos, etc, etc, para el resto de mindundis firmantes. Eso es la inundación, el diluvio global, el naufragio, del que solo nos podremos salvar juntos, creando un nuevo sistema de cooperación, al que también puedan acceder los USA, cuando le hayan visto los límites a su patología depredadora. Cuando ayudados por el espejo y paradigma de una Europa mucho más sana, inteligente y ética, puedan comenzar a pisar el suelo de la realidad humana y distinguirla de las ilusiones de Hollywood.
Nos queda un largo camino y una complicada construcción de un arca federalista europea, que aprenda la importante lección del respeto a la libre soberanía de sus comunidades y que esa soberanía lejos de ser un estorbo para crecer y mejorar en todos los sentidos, sea un estímulo de las mejores cualidades humanas puestas en común con la voluntad de un cambio decisivo, tanto para Europa como para el resto del mundo. Sólo se puede cambiar a mejor si se dispone de conciencia social orientada a una inversión de valores que coloque el dinero en su lugar, como herramienta de trueque y no como motor del mundo y de la vida, y poner por delante valores humanos como la dignidad, la igualdad, la fraternidad y la justicia distributiva según los DDHH, de un diseño del bien común compartido en democracia, respeto, ética y libertad, por todas las comunidades miembros. Sin malos tratos económicos ni sociales. Sin abusos de ninguna troika ni banca opresora ni comisión europea escapista y manipuladora que decide a puerta cerrada y entre cuatro gatos el destino de todo el continente. Si eso no es posible, el eurexit será lo menos malo que pueda pasarnos. Porque ni la socialdemocracia ni la democracia a secas, son ya posibles en un entramado de poderes corruptos, descompuestos por la ambición y la falta de lucidez, a ambos lados del Atlántico.
Que el arcaico andamiaje político y económico, más que insuficiente hoy pero muy eficaz a finales del XVIII, durante el XIX y el XX, esté moribundo y derrumbándose por sí mismo no es ninguna desgracia, querido Profesor Navarro, es simple desgaste vital, el resultado dinámico de la vida misma. Todo nace, crece, alcanza una línea estable durante un tiempo y finalmente decae y muere o se transforma y renace de sus cenizas renovado como el Fénix o como la oruga se metamorfosea en mariposa para comenzar un nuevo ciclo, tras un largo proceso evolutivo, primero de atracón insaciable de hojas de morera, o sea, de información e impactos psicofísicos a mogollón y luego entrando en un periodo de recogimiento y ayuno donde se trabaja desde dentro y se hace un capullo, que después será hilo y tejido de seda, para finalmente forjarse la alas y volar hacia la vida nueva que se generará repartiendo genes inteligentes por todas partes a base de repartir luz y conocimiento. Conciencia y evidencia.
La tragedia verdadera sería creer que el ser humano pueda resignarse a fenecer en bloque porque no sea capaz de entender los procesos del universo en su propia dimensión terrenal y resignase a repetir recetas existenciales de un pasado que ya nada tiene que ver con su presente.
Los procesos naturales son inercias de las especies. Para los humanos la cosa cambia. Tenemos un factor nuevo que todo lo puede cambiar para bien o para mal: la conciencia. La idea. La voluntad. El alma.
Si el error number one de nuestro tiempo ha sido y sigue siendo repetir, como insectos pensantes, desde la Ilustración y la Revolución Industrial, el mismo paradigma social, político y económico enganchados a los mismos perros con distintos collares o poniendo los mismos collares a perros muy distintos, la cosa no tendría más solución que un lento suicidio de la humanidad.
El mito de Noé es una referencia que explica algunas cosas fundamentales.
a) Se parte de una situación angustiosa de deterioro colectivo de una comunidad humana. Hay conciencia en algunos que detectan anomalías sistémicas que la mayoría ni las nota.
b) Casi todos los afectados viven de espaldas al drama que no distinguen de la normalidad e incluso celebran con alegría sus fiestas rutinarias.Son felices en su inconsciencia y creen a pies juntillas que el mañana será tan estupendo como hoy y como ayer.
c) A los que detectan las anomalías del sistema y ven venir un tiempo difícil se les ocurre ir creando una forma de protección y refugio, viendo que los temporales se suceden cada día con más velocidad e intensidad,empiezan a presentir la proximidad de grandes inundaciones y entonces comienzan a construir algo que les ponga a salvo de la inundación masiva y así inventan un barco gigante, capaz de flotar y de alojar no solo a los miembros de las familias sino también a los animales de su granja para poder subsistir y si hay suerte, arrivar a otra tierra donde seguir viviendo liberados de su presente actual.
d) La situación actual que vivimos es muy parecida. Y ante ella somos libres de elegir si queremos seguir la fiesta de la inconsciencia, repitiendo esas inercias que durante siglos nos han dado resultados, es verdad que muy deficientes, pero nos hemos acostumbrado a ello y nos parece que no vamos tan mal... o remangarnos, y ponernos a construir el nuevo hábitat que ya estamos necesitando, donde deberemos inventar recursos nuevos y aceptar riesgos imprescindibles para dar paso a una vida mejor y más justa. Más rica en nuevos ingredientes.
e) La propuesta de Varoufakis no es que sea distinta porque viene de Grecia, un país que no es España ni Francia, Italia, ni mucho menos Alemania. Pero la inundación que nos amenaza es la misma. Y pensar que hay náufragos de primera, de segunda y de tercera, es un gravísimo error. La inundación es para todos. Como pasó en el Titánic. Todos naufragaron por igual, aunque unos pudieron sobrevivir por los pelos y otros no. Eso sí, la orquesta no dejó de trocar hasta que se hundió la nave con los últimos bailarines danzando el vals de la olas. Debía ser la orquesta de la Socialdemocracia. Seguro.
La propuesta de Varoufakis es la de Noé. Hagamos una euro-arca común con todo lo que necesitamos compartir para un largo viaje regenerador, en el que nada está hecho y todo es nuevo, salvo el duro aprendizaje y la experiencia del fracaso compartido; plantemos juntos cara al sistema fallido, no tanto porque esté mal planteado como porque ya no coinciden sus medidas sanadoras con la gravedad de la enfermedad que padece la plantación europea y el nuevo horizonte sanitario que se necesita para respirar y vivir simplemente. Este sistema está intentando curar una septicemia devastadora con aspirinas y optalidones. Con el agravante de que esos fármacos solo los produce y los vende USA y todas las farmacias son suyas. Y además pretende instaurar una norma universal para que sea delito adquirir medicinas alternativas, normas que son el TTIP y el TISA o la OTAN sin ir más lejos. Cuando USA dice "libre comercio", que el cielo nos proteja. Porque en realidad es una frase sin terminar: libre comercio... para mí, pero grilletes comerciales, legales, laborales, estatales, jurídicos, políticos, etc, etc, para el resto de mindundis firmantes. Eso es la inundación, el diluvio global, el naufragio, del que solo nos podremos salvar juntos, creando un nuevo sistema de cooperación, al que también puedan acceder los USA, cuando le hayan visto los límites a su patología depredadora. Cuando ayudados por el espejo y paradigma de una Europa mucho más sana, inteligente y ética, puedan comenzar a pisar el suelo de la realidad humana y distinguirla de las ilusiones de Hollywood.
Nos queda un largo camino y una complicada construcción de un arca federalista europea, que aprenda la importante lección del respeto a la libre soberanía de sus comunidades y que esa soberanía lejos de ser un estorbo para crecer y mejorar en todos los sentidos, sea un estímulo de las mejores cualidades humanas puestas en común con la voluntad de un cambio decisivo, tanto para Europa como para el resto del mundo. Sólo se puede cambiar a mejor si se dispone de conciencia social orientada a una inversión de valores que coloque el dinero en su lugar, como herramienta de trueque y no como motor del mundo y de la vida, y poner por delante valores humanos como la dignidad, la igualdad, la fraternidad y la justicia distributiva según los DDHH, de un diseño del bien común compartido en democracia, respeto, ética y libertad, por todas las comunidades miembros. Sin malos tratos económicos ni sociales. Sin abusos de ninguna troika ni banca opresora ni comisión europea escapista y manipuladora que decide a puerta cerrada y entre cuatro gatos el destino de todo el continente. Si eso no es posible, el eurexit será lo menos malo que pueda pasarnos. Porque ni la socialdemocracia ni la democracia a secas, son ya posibles en un entramado de poderes corruptos, descompuestos por la ambición y la falta de lucidez, a ambos lados del Atlántico.
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