domingo, 2 de febrero de 2025

Quien sabe si todo lo que nos está pasando sin parar en el Planeta no estará ocasionado por esas secuelas destroyers del Covid-19...Tanta basura junta y tan demoledora nunca la habíamos experimentado en la segunda mitad del siglo XX ni en lo que llevamos aguantando del siglo XXI en privado ni en común, antes de la pandemia. Si fuese así, seguramente la cosa tendrá arreglo medicinal. Más valdría eso, que comprobar realmente que es nuestra especie la peor infección causante de semejante humanicidio vírico y suicida, al ser incapaz de reconocer sus graves errores, para comenzar otra etapa de vida en un nivel mucho más sano y humano que lo que llevamos a cuestas hasta ahora. En fin, esperemos que la cosa todavía tenga arreglo, porfis.Y gracias, como siempre al Dr.Manzano Callejo y a Nueva Tribuna🙏 !!!! .

 

PSICOECOLOGÍA

Covid prolongado y afectación neurocognitiva o “niebla cerebral”

Se debe considerar una evaluación neuropsicológica adicional en el abordaje de un síndrome de COVID prolongado en pacientes con deterioro cognitivo.

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La pandemia del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) provocó más de 750 millones de casos confirmados en todo el mundo. Además de la morbilidad y mortalidad en la fase aguda de la infección, se han descrito considerables problemas de salud postagudos y secuelas. La OMS definió la condición post-enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), como la continuación o el desarrollo de nuevos síntomas después de la infección aguda por SARS-CoV-2, que dura al menos 2 meses y que no se explica por un diagnóstico alternativo. Se han utilizado definiciones ligeramente diferentes y términos alternativos como COVID-19 prolongado, secuelas post-agudas de la infección por SARS-CoV-2 o síndrome post-COVID-19 (SPC), y son en parte relevantes para las estimaciones de prevalencia ampliamente diferentes en los diferentes estudios.

En la «niebla cerebral» los síntomas son diversos y pueden incluir empeoramiento de la memoria a corto y largo plazo, falta de la capacidad para la concentración, alteración del lenguaje receptivo

La disfunción neurológica puede persistir en la fase postaguda y constituir un SPC. Enfermedades asociadas al síndrome de COVID prolongado incluyen síntomas de cognición alterada, como falta de concentración, cambios de comportamiento y confusión; colectivamente denominada «niebla cerebral». Un estudio previo informó que los pacientes presentaron síntomas neurológicos relacionados con la COVID-19. Los 10 síntomas neurológicos más frecuentes en los pacientes fueron «niebla cerebral» (81%), dolor de cabeza (68%), entumecimiento/hormigueo (60%), disgeusia (59%), anosmia (55%), mialgia (55%), mareos (47%), dolor (43%), visión borrosa (30%) y tinnitus (29%).

El mecanismo por el cual se produce la cognición alterada e induce la «niebla cerebral» se debe a una carga viral alta en pacientes con COVID-19 que involucra el SNC, lo que provoca el compromiso de neuronas con metabolismo energético de alto nivel, originando el direccionamiento neuronal mitocondrial selectivo en la infección por el SARS-CoV-2

En la «niebla cerebral» los síntomas son diversos y pueden incluir empeoramiento de la memoria a corto y largo plazo, falta de la capacidad para la concentración, alteración del lenguaje receptivo, dificultad con la función ejecutiva, insomnio, migraña, síntomas neuropáticos, entre otros. De esta manera, se debe considerar una evaluación neuropsicológica adicional en el abordaje de un síndrome de COVID prolongado en pacientes con deterioro cognitivo.

Los 10 síntomas neurológicos más frecuentes en los pacientes fueron «niebla cerebral», dolor de cabeza, entumecimiento/hormigueo, disgeusia, anosmia, mialgia, mareos, dolor, visión borrosa y tinnitus

Dos tercios de las personas con síndrome post-COVID-19 tienen síntomas persistentes y objetivos, como una reducción de la capacidad de ejercicio físico o una reducción del rendimiento de las pruebas cognitivas, durante un año o más, sin cambios importantes en los grupos de síntomas durante el segundo año de su enfermedad, según un nuevo estudio publicado el 23 de enero en la revista de acceso abierto PLOS Medicine de Winfried Kern de la Universidad de Friburgo, Alemania, y sus colegas. 

En este estudio, cuando observaron medidas objetivas de salud y cognición, el equipo encontró que las personas con SPC tenían reducciones significativas en la fuerza de agarre de la mano, el consumo máximo de oxígeno y la eficiencia ventilatoria.

Los pacientes con COVID persistente y malestar post-esfuerzo obtuvieron puntuaciones más bajas que los pacientes de control en las pruebas cognitivas que miden la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento; sin embargo, los investigadores señalan que no tenían datos sobre la cognición antes de la infección aguda por COVID-19.


Datos clave del estudio:

· Síntomas a largo plazo: Dos tercios de los pacientes con SPC informan de síntomas persistentes dos años después de la infección.

· Principales deficiencias: El SPC se asocia con una reducción de la capacidad de ejercicio, la memoria y la atención.

· Necesidades de atención clínica: Las pruebas cognitivas y de ejercicio deben priorizarse para las evaluaciones de SPC.

Por último, compartir esta reflexión de Albert Einstein: “No guardes nunca en la cabeza aquello que te quepa en un bolsillo”.

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