Aquí va una sugerencia que no quiero pensar ni escribir en modo condicional, sino en presente de indicativo, directamente. No pensemos en lo que haríamos o se podría hacer condicionalmente, sino en lo que es necesario y urgente que hagamos, así, dicho e invitando en subjuntivo, para empezar a discernir y ver lo más necesario y urgente que necesitamos. Pongamos ya en marcha nuestras conciencias unidas a nuestras mejores ideas e iniciativas. Y compartamos las mejores ideas, los buenos proyectos y los mejores sentimientos.
Empecemos por la ONU, por lo que le falta y lo que le sobra para ser de verdad lo que indica su nombre: Organización de Naciones Unidas. El mismo hecho de usar el término naciones, ya divide y separa la realidad material y social que supuestamente intenta definir el nombre aplicado al invento. Si las naciones del mundo pudieran unirse de verdad, como seres humanos, ya no serían naciones divisoras y divididas, tantas veces enfrentadas de guerra en guerra, sino un conjunto de seres vivos que han superado los conceptos de frontera, separación territorial, diferencias culturales, pobreza y riqueza, diferencias y luchas étnicas, económicas, políticas, comerciales, ideológicas y/o religiosas...Y que por ello sean capaces de entenderse, de preguntarse y de responder en común, para lograr, precisamente, que el Bien Común sea una realidad y no una eterna aspiración ilusoria, irrealizable y perpetua de filósofos, de cristianos, de sufis, de judíos, de mahometanos, de budistas, taoístas, hindúes, machista, feministas, negacionistas o ecologistas, pobres y ricos a la greña de una esclavitud inacabable y disfrazada de "moderna" y consumista letal...
Una verdadera ONU, no puede ni debe llamarse así, sino, por ejemplo, UPPH Unión Pacífica de Pueblos Hermanos. Y no tiene por qué tener una sede fija en ningún país que con la excusa de darle acogida y visibilidad en un lugar fijo, manipule todo el proyecto y su funcionamiento. Como ocurre ahora mismo con los EEUU y la ONU, su mascota de doble cara.
La nueva UPPH, no debe tener un ejército sino una UHE, Unidad Humanitaria de Emergencias, repartida por todos los territorios del Planeta, social y organizativamente habitables, para ayudar inmediatamente en cualquier emergencia o peligro. Mucho mejor invirtiendo en instrumentos y recursos que salven vidas, tierras y naturaleza, que en armas, barcos, carros y aviones de combate o bombas atómicas.
El sistema de comunicación y acción directa puede ser rotatorio y no afincado siempre en el mismo lugar-país, como viene sucediendo hasta ahora, en la sede de los USA, de modo que cada quinquenio, por ejemplo, el equipo organizador , siempre elegido por votación popular, cada cinco años, por ejemplo, en los diversos territorios del Planeta, y de ese modo instalarse cada ciclo quinquenal en un territorio diverso de los anteriores, repartidos en cada continente. De ese modo todos los seres humanos estarían considerados, atendidos y participando personalmente en el funcionamiento constante de una Humanidad igualitaria en derechos y en deberes, haciendo que todos los territorios poblados del Planeta estén vinculados entre sí, no sólo por sacar ventajas económicas y comerciales, sino sobre todo por el fomento de una vida global mucho más humanizada y soportable para quienes, precisamente, vienen siendo los esclavos del capital, de la desigualdad inhumana y sus secuelas más graves: la contaminación medioambiental, el agotamiento de recursos, las emergencias constantes, las luchas entre explotadores y explotados y la falta absoluto de sentido y de valores morales y espirituales prácticos, para la vida de tod@s.
De ese modo el terrible concepto del "poder", que lleva milenios destrozando a la misma humanidad que lo ha inventado y aprovechado para el enriquecimiento de castas, negocios, creencias, élites sin luces ni verdadera inteligencia y, en consecuencia, locos de atar, cada vez más lejos de la ética, de la empatía, de la justicia, de la escucha y a los que se les da ese "poder" en los pueblos para arreglar lo que en teoría los humanos de a pie, nunca podrían solucionar, pero, que en realidad, unidos, bien dispuestos y evolucionando desde dentro empujados por tanta dificultad y tanto disparate "ppoderoso" en el exterior, pueden lograr, y lograrán, el cambio, mediante el salto cuántico, que hasta la ciencia explica mediante el Premio Nobel Ilya Prigogine.
Para que eso suceda, es necesario que los pueblos se unan desde la base, en lo material y en lo energético, en lo vital, lo científico, lo ecológico y en la gestión compartida desde dentro de cada un@ por toda la humanidad, sin imposiciones ni trapicheos de poder y ganar, sino en el gozo y la verdadera riqueza del servicio personal y colectivo al Bien Común, para que la inmensa mayoría saque del interior personal esa energía que Kant llama noúmeno para que haga nacer material y dinámicamente en positivo, el necesario e imprescindible fenómeno.
Que los actuales ejércitos se conviertan en Unidades Humanitarias de Emergencias, repartidos por todo el Planeta. Y que la ONU actual derive en la Casa Común, sin que haya ningún país ni potencia económica, mercantil, ideológica, cultural, racial ni religiosa que se ponga al mando absoluto del resto de la Humanidad. Poder Servir para lo mejor de Todos y de Todas, o sea, del TODO.
Un nuevo mundo, una nueva humanidad, integrada por nuevas criaturas, nuevas almas y nuevas conciencias. Ya no es una utopía, ahora es una imprescindible y urgente necesidad. Una nueva creación, que depende de tod@s nosotr@s.
Hemos llegado a un punto evolutivo que ya no tiene marcha atrás. O nos comprendemos, nos respetamos, nos amamos de verdad, nos integramos asumiendo la pluralidad como un don y no como un enfrentamiento constante, entre envidias, odios o rivalidades absurdas, y hacemos de la paz, del entendimiento y del equilibrio conductual, mental y emocional el fundamento de nuestro modo de vida, o desapareceremos como especie. Porque tal y como está ahora mismo el mundo, el planeta y la des-humanidad, la vida es absolutamente insostenibe. No hay que ser 'sabi@s' ni inteligentísim@s, ni "especiales", para verlo, comprenderlo y comprobarlo a cada instante.
Menos poder y más servir al Bien Común, es la clave esencial. La solución del maremagnum y del finiquito que nos está haciendo puré tanto biológica como personal, social y psicoemocionalmente. Y no olvidemos descubrir en el alma y la conciencia despiertas, el auténtico internet que más y mejor nos comunica y nos conecta de verdad de la buena.
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