Uno
es un delincuente condenado por sobornos y por abuso sexual, con varios
juicios pendientes, entre ellos por alentar un golpe de Estado. El otro
le adelanta por la derecha: tiene una orden de detención por crímenes
de guerra emitida por la Corte Penal Internacional. Lo de amigos no lo digo yo, lo ha dicho Trump,
que ofrece desde su primer mes de mandato todo su apoyo a Benjamin
Netanyahu para expulsar a los palestinos de Gaza, empezando por asfixiar a la UNRWA, la agencia de refugiados palestinos de la ONU.
Ya sé que me prometí no estar cada mañana reaccionando a lo que cada día haga Trump. Pero, como dice este análisis
de los tiempos que vivimos, donde el viejo debate político ya no sirve,
Trump tiene el megáfono más grande del mundo y la capacidad de dominar
nuestra atención. También, por desgracia, de cambiar nuestras vidas. ¿Puede la UE ayudarnos a que ese caos no nos condicione? Aquí algunas ideas y aquí unos datos sobre los bienes más comprometidos.
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