En
menos de un mes en la Casa Blanca, Donald Trump ya ha humillado a los
tres gobiernos progresistas de su propio continente que le habían
intentado echar un pulso. Primero cedió Gustavo Petro en Colombia, aceptando vuelos de deportación que había rechazado orgullosamente, y ahora son el México de Claudia Sheinbaum y el Canadá de Justin Trudeau los que asumen las medidas en las fronteras que les pedía EEUU. ¿Cómo les ha convencido en tan poco tiempo? Con el nuevo juguete favorito de Donald Trump para amenazar a gobiernos de todo el mundo: los aranceles. Si no haces lo que te pido, te pongo aranceles del 25%. China es el siguiente en la lista y quizá también la Unión Europea. Es una dinámica peligrosa, según los economistas.
Espera. ¿Qué es un arancel?
No pasa nada por preguntárselo. Para eso estamos. Y de hecho conviene
hacer repaso, ahora que parece que Trump lo usará para todo, en una gran
paradoja o perversión ideológica de los aranceles. Hoy en el podcast, lección sencilla de economía crítica y contexto.
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