Las disculpas siempre son una siembra inteligente de paz y de entendimiento. Seguro que en Irán esta película de Tolentino será muy bien valorada por la sociedad, como lo está siendo en Europa y América. Solo falta que quienes están en el poder se encuentren a la altura del pueblo y del mensaje del film. Algo no demasiado fácil en algunos puntos conflictivos del planeta. El flujo de refugiados iraníes, cultos y super preparados, que he ido teniendo como alumnos de castellano en el centro de acogida del barrio donde vivo, me hace pensar que la cosa no será nada fácil, precisamente el éxodo de los refugiados es por ese motivo: por la opresión dictatorial sobre la cultura, la apertura y las libertades para enseñar, trabajar, ver películas, hablar en público de cualquier tema no "aprobado" por el poder, o leer determinados libros no autorizados por la censura estatal. Un ambiente muy parecido a la España de la dictadura, que me tocó soportar en pleno franquismo, tanto en el instituto de Puertollano como en la universidad en los años sesenta en Madrid y primeros setenta en Sevilla. La única diferencia es que aquí lo capitaneaba el catolicismo feroz y en Irán lo hace el Islam. La peli , "Un blues para Teherán" es una obra de arte, un canto poético cuya banda sonora está compuesta por Tere Núñez, una de mis hijas compositora, concertista, profesora de música y cantante. Gracias, Javier Tolentino, por esa dirección y esa conciencia. Una obra de arte, que además aporta luz y verdad, es lo que es a pesar de cualquier obstáculo. En València se proyecta ahora mismo en los cines ABCPark

Otras miradas

Un blues por amor que quizás se proyecte en Irán

Javier Tolentino

Director de 'Un blues para Teherán'

15/07/2021 

 

Público

Quiero pedir disculpas al señor consejero de cultura de la embajada de la República Islámica de Irán, Señor Mohammad Mahdi Ahmadi, al poner una confesión que Usted no había pronunciado. En una entrevista realizada por una de las mejores cronistas del país, Begoña Piña, se puso en boca del consejero iraní las siguientes palabras: "Una mujer decente nunca se pondría delante de las cámaras de un equipo occidental". Lamento el error, quise decir que para algunos iraníes cercanos al gobierno actual iraní "una mujer iraní nunca se pondría delante de las cámaras, sin cubrir su cabeza, al menos con un pañuelo". Mi error y mi torpeza fue doble, primero por transferir al señor consejero unas palabras que no pronunció y porque al interpretar las costumbres y tradiciones iraníes se me olvidó incluir dos palabras que aunque implícitas son importantes: iraní y pañuelo.

Así que desde estas líneas mis excusas y mis disculpas.

Thank you for watching

Pero ya que no me cuesta reconocer mis grandes errores quisiera añadir que el Señor Mohammed Mahdi Ahmadi en público, en la Filmoteca Española y en el pase técnico de ‘Un blues para Teherán’ sí dijo que para que se cumpliera el sueño de todo el equipo de la película de ser proyectada en Irán, debería hacer unos ligeros cortes, una pequeña mutilación de una película que ha transmitido el profundo respeto, amor y admiración por la música, el cine y la poesía persa por los numerosos festivales nacionales e internacionales que están programándola. Algo que los iraníes no pueden ver a pesar de que esta película rodada íntegramente en Irán e inscrita en los festivales de cine de Irán, no ha conseguido ni siquiera respuesta alguna por los programadores de los festivales del país que admiro y quiero.

Yo no creo sinceramente que esa advertencia del señor consejero haya condicionado a los programadores, como no les condicionó a los festivales de Dinamarca, Panamá, Francia, Rusia, Italia y España. Así que las esperanzas y los sueños del equipo que he tenido el honor de dirigir, de verla algún día proyectada en Irán, permanecen intactos y me quedo con la promesa del señor consejero después de decirle que no podría mutilar el blues, "intentaré, Señor Tolentino, hacer un seguimiento para que esta película, ‘Un blues para Teherán’, pueda algún día verse en Irán", y yo le creo.