sábado, 26 de septiembre de 2020

Qué pena no poder ofrecer la lectura del post...Es un trabajo magistral del Doctor José Ignacio Torres, que os va a encantar si entrais directamente en "Hablando de Homeopatía". Los problemas de la publicación destroncada (me obligaron a borrar el texto importado con una una foto bailando a su aire por este blogg sin poderla eliminar de donde no debe estar) algo habitual cuando se trata de 'hablando de homeopatía' no me han permitido publicar ese espléndido trabajo humanista y médico de verdad. ¡Lo siento!, como siento que también me hayan comunicado al escribir dos comentarios en el mismo blogg homeópata que ambos comentarios se han evaporado sin más...Mordor está que muerde y al parecer me quiere homeopáticamente divorciada. Por algo será...Ainsss!

 

¿Cómo puede ayudar la Homeopatía en el divorcio?  


Se puede entrar directamente picando en este título, y si no lo permite el "sistem-matrix", entrando desde google en Hablando de Homeopatía. Vale la alegría mucho más que la pena leer una profunda y creativa exposición de un médico auténtico, como esta dedicada a los problemas de salud que puede producir un divorcio. 
Solo quiero añadir una cosilla al argumentario clínico: el divorcio en muchas más ocasiones de las que parece, puede ser el mejor tratamiento también homeopático, porque lo similar cura lo similar que no es tan opuesto en esencia como parece a simple vista para provocar la mala salud esencial, a veces, de uno de los cónyuges y a veces , de los dos: tan patológico es agredir y provocar dolor como someterse constantemente por miedo o un mal entendido "amor" a la agresión y al mal trato "normalizado" sin hacer nada para parar el proceso. El perdón y la comprensión no debe implicar el consenso y la aceptación del martirio parejil,que no en vano se llama "con/yugal", con un yugo compartido a medias -el yugo está pensado para los animales no para las personas-  ni que no se ponga tierra por medio cuando la convivencia es una desgracia y la soledad no es abandono ni hundimiento sino una luz, un respiro y un verdadero don de la libertad que hay que agradecer al Universo, cambiando de paradigmas esclavizantes e irresponsables. 
También en muchos casos el divorcio constituye una liberación. Al divorcio se llega cuando seguir juntos es una verdadera patología dañina y tóxica. Si la convivencia funciona y el amor ha superado las pruebas adjuntas, entonces nunca tendrá sentido el divorcio, pero para bien o  para mal, no siempre es posible llegar a esa meta sin traumas, heridas y cicatrices perennes, que solo la recuperación de la dignidad, la autoestima y la ética más elemental convertida en arrepentimiento y perdón mutuos pueden curar para siempre ayudando a cambiar una educación de tópicos por una conciencia verdadera, sin espejismos, sin apegos ansiosos al control sobre la vida del otro a ser controlados por el otro como prueba de "amor" y de "interés" por otro o la otra... sin trastornos que si no se curan se hacen crónicos y derivan en traumas con rencor, miedo, histeria, venganzas, enredos y malas artes que al final son un infierno entre víctimas y verdugos. Una enfermedad terrible que además se transmite a los hijos por medio del pésimo ejemplo enrarecido y enfermo.
La homeopatía es, indudablemente, la medicina más humanizada y sutil en casos difíciles de ruptura y divorcio porque trata al ser humano, especialmente, en todas sus facetas: físicas, emocionales, mentales y por ello, conductuales. Hay veces, -demasiadas- en que la vida en común de las parejas humanas está más enferma y requiere más atención médica que la vida por separado.
Más vale un buen divorcio a tiempo que un pésimo destrozo con/yugal. Más amor de verdad y salud compartida = menos cadenas perpetuas en prisión for ever.

No hay comentarios: