jueves, 10 de septiembre de 2020

Un gran paso social e imprescindible. Los seres humanos no pueden seguir siendo una mercancía ni su sexualidad ni su cuerpo un negocio para nadie, y sobre todo para las mafias que secuestran y esclavizan mujeres emigrantes y sin recursos para obligarlas a prostiturse bajo la amenaza de muerte para ellas y/o sus familias. El negocio de los instintos intoxica y mata por dentro y por fuera, como la droga y las adicciones. Es vital una pedagogía social sana y avanzada que ayude a despertar lo más sano e inteligente que llevamos dentro, que ayude a evolucionar del instinto a la emoción y de la emoción al sentimiento: la síntesis entre emoción e inteligencia. el desarrollo de la inteligencia emocional mediante una buena y completa educación racional emotiva, en las antípodas del humillante y enfermizo comercio sexual


¿HACIA LA ABOLICIÓN?

El Gobierno perseguirá la explotación sexual para que deje de ser un negocio y salga de la impunidad

  • El presidente del Gobierno ha anunciado su deseo de abolir la prostitución, una idea que comparte la vicepresidenta Calvo
  • Por el momento, en el Ministerio de Igualdad solo trabaja en la Ley de Libertad Sexual introduciendo nuevas tipificaciones de estos delitos para acabar con la impunidad
  • El ministro Garzón también cree que "la sociedad está preparada para avanzar hacia el cierre definitivo" de los locales de alterne

Es una discusión recurrente dentro del feminismo y este 'curso' el Gobierno ha decidido abordarla. La prostitución ha entrado de lleno en el debate político después de que Pedro Sánchez haya anunciado su intención de abolirla. Sin embargo, los planes inmediatos del Ministerio de Igualdad son realizar cambios en la ley de libertad sexual, que se encuentra en fase de anteproyecto, para perseguir a la industria de la explotación sexual y diseñar alternativas para las víctimas. Para ello, el Ejecutivo ahora realizará una nueva tipificación de estos delitos, que "impliquen una mayor eficacia en su persecución".
Este martes en el Senado, el presidente del Gobierno fue más explícito y anunció su deseo de aprobar "una ley que permita la abolición definitiva de la prostitución y la trata de seres humanos", una propuesta que su grupo acogió con aplausos. Aunque Sánchez haya asegurado que el Gobierno camina hacia la abolición, la única ley en la que está trabajando el Ministerio de Igualdad en estos momentos es la de libertad sexual, conocida como la del "solo sí es sí", tal y como afirman fuentes del Ministerio de Igualdad.
Por tanto, comenzarán a cercar a los proxenetas con cambios en la tipificación de estos delitos con dos objetivos: acabar con la "impunidad" de la que gozan hoy los explotadores y que "este tipo de violencia deje de ser un negocio en España", tal y como apuntan fuentes gubernamentales. La tercera pata del coto a la explotación sexual buscará reforzar los derechos sociales, laborales y económicos de las víctimas a través de un “Plan Nacional Integral, social, laboral y económico” que garantizará un "acompañamiento integral e individualizado" de estas mujeres en el proceso.

De la calle al Congreso

El presidente del Gobierno puso la abolición en el centro del debate este lunes en una entrevista en RTVE. Al ser preguntado por esta cuestión, Sánchez contestó con dos claves: se remitió al acuerdo de Gobierno firmado entre su partido y Unidas Podemos, donde figura el refuerzo de la lucha contra la trata, y dejó clara la posición de su formación: el PSOE es claramente abolicionista.
En el punto 7.3 del documento, PSOE y Unidas Podemos se comprometen a "erradicar la trata de mujeres con fines de explotación sexual, favorecer la dignidad de las mujeres, garantizar alternativas y terminar con las redes y las mafias que se lucran con la esclavitud". Es decir, menciona la trata pero no la prostitución. Como instrumento, el documento propone "una Ley integral contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual, basada en los derechos de las víctimas, que incorpore medidas de prevención y persecución de estas redes criminales, además de medidas de protección y de recuperación integral de estas mujeres y niñas".
Ya es conocida la postura abolicionista de la vicepresidenta primera Carmen Calvo, pero otros miembros del Consejo de Ministros también se han pronunciado sobre la cuestión durante las últimas semanas, como el responsable de Consumo, Alberto Garzón. El líder de Izquierda Unida aseguró el pasado 22 de agosto en RNE que "la sociedad está preparada para avanzar hacia el cierre definitivo" de los locales de alterne, que muchas comunidades autónomas han clausurado para evitar contagios en plena pandemia de coronavirus. En su opinión, "la mejor fórmula para abordar este tema es la abolición de la prostitución" y no solo con una legislación, sino también con alternativas para las mujeres.
Es probable que el Gobierno lleve este complejo debate al Congreso. En la entrevista de TVE, Sánchez ya aseguraba que intentará contar con el apoyo de las fuerzas parlamentarias: "Somos 155 escaños y esperemos llegar a un acuerdo transversal para poder llegar al fin de esta lacra social que, desgraciadamente, sufren estas mujeres que forman parte de este tráfico de personas", reflexionaba.

Muchos matices

Mientras el PSOE es abolicionista, en Podemos el debate ha sido más complejo, especialmente por la influencia de los 'comuns', donde hay fuertes corrientes que apuestan por la regulación. Aún así, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha querido fijar siempre su posición personal: "Yo soy abolicionista y el Ministerio de Igualdad luchará contra la trata", decía en el programa Al Rojo Vivo en enero.
En el documento Una transición feminista, que se aprobó en la III Asamblea Ciudadana de Podemos, adjuntan las conclusiones de una "comisión de estudio", donde se habla de un "horizonte abolicionista", pero en el que diferencian la "trata con fines de explotación sexual de la prostitución".  Finalmente, por la cantidad de posturas que confluyen en la formación concluyen que su compromiso "es seguir trabajando sobre la prostitución desde el análisis y la elaboración de políticas públicas que blinden de la mejor manera posible los derechos de todas las mujeres, por encima de la postura concreta que individual y colectivamente podamos tener".
Pero la presión política para averiguar cuáles son exactamente los planes del Gobierno y hasta dónde llegará su compromiso abolicionista también vienen de otros partidos del espectro político. En concreto, el PP quiso saber cuáles son las medidas previstas del Gobierno para abolir la prostitución en una pregunta escrita al Gobierno y registrada en el Congreso de los Diputados el pasado junio.

No hay comentarios: