Hace tiempo -especialmente desde que estalló la pandemia- que para despreocuparme por un futuro que no se sabe si llegará y no postocuparme de un pasado que ya no existe, trato de ocuparme lo más posible del presente que en definitiva es la única realidad tangible de que disponemos, para aprender y sanar las heridas de ayer y para fortalecernos y vacunarnos psicoemocionalmente frente a los riesgos posibles de un mañana totalmente insondable pero al mismo tiempo presente-dependiente, porque tiene un 100% de posibilidades de ser la consecuencia directa de lo que estamos haciendo hoy, para bien o para mal, eso ya es cosa nuestra tanto cualitativa como cuantitativamente.
No soporto el peso muerto de los dogmatismos, desde siempre he necesitado palpar y trabajar con la razón, el análisis, el contacto directo con la realidad más humana posible y la intuición que tantas veces anticipa y confirma su trabajo con resultados que unifican y asientan las piezas del puzle de la verdad, llamemos verdad a la carencia de engaño y ficción ilusoria, no solo a la certeza obsesiva de la voluntad cuando se convence de algo y se empeña en buscarle amarras de todo tipo para tener a qué agarrarse, sin más, o sea, sin pruebas tangibles y reconocibles materialmente que confirmen o desmientan la certeza. Con esto me refiero a que no soy previamente adepta a las certezas per se, por que sí, porque me lo han contado quienes lo han oído por ahí, no. Necesito que me convenza la realidad objetiva. No puedo evitarlo ni queriendo, soy como el apóstol Tomás, que sólo creyó en la resurrección cuando pudo meter los dedos en las llagas del resucitado.
Durante esta pandemia, precisamente, estoy echando de menos esa corriente entre los gestores sociales y políticos y, lo más chocante y deplorable: entre los científicos. Investigadores bioquímicos, farmacéuticos, médicos, matemático/estadísticos y todo tipo de responsables en el ámbito de la salud y la atención primaria y especialista.
Me sorprende el afán de ruptura y pelea constante entre dos bandos en plan gallera: el oficial acéptalotodo y el polémico todomosquea y nadamecreo. Me sorprende también la frivolidad repetitiva y absurda en el gallinero de las tertulias radio-televisivas y la falta de espacio para que lejos del miedo y despotrique unidos a las quejas y a una retahíla constante de cifras y porcentajes sin nombre, sin rostro y sin rastro, verdaderos científicos experimentados, libres de ataduras y de intereses, con experiencia real materializada y un curriculum comprobable nos aclaren las razones de ambos puntos de vista, porque seguro que en ambos bandos hay materia considerable y cierta, que seguramente no solo se oponen en sus afirmaciones y negaciones sino que además ayudan a comprender mejor el origen y el proceso de la pandemia, sus posibles orígenes como a implementar juntos las mejores medidas de protección, la primera, el conocimiento, el saber cada persona a qué se está enfrentando y por qué. Y cómo puede conseguir una cierta inmunidad, porque en este mundo nada es absoluto. No hay vacunas milagrosas. También las vacunas además de ser eficaces para unos pueden ser letales para otros. Y siempre en cierta manera "contagiosas" para los no vacunados. De hecho, acaba de paralizarse la marcha con las vacunas de Oxford cuando se ha comprobado que una de las personas sanas vacunadas se ha puesto enferma. Es que eso ocurre muchísimas veces. Una de mis hijas se pilló la tosferina al recibir una dosis "de recuerdo" de la vacuna. O sea, que no se mitifiquen las vacunas, que pueden tener resultados tanto benéficos como adversos. Esto lo saben los científicos y los médicos, luego, ¿por qué nunca lo dicen y explican en las entrevistas y tertulias en las que siempre están los mismos tertulianos y periodistas "enteraos" diciendo las mismas cantinelas?
Tal y como está montado el teatro diario no hay lugar para que los científicos que disienten del dogma con razones más que contundentes, documentadas y comprobables no se conozcan ni se puedan explicar y así cualquier información que pueda contradecir a "los sabios" de pacotilla, nunca llega a pesar de ser cierta, al conocimiento de la ciudadanía , que en realidad es la más interesada en conocer la verdad, porque de ella, de su trabajo y de su salud e impuestos, dependen los servicios del estado y su funcionamiento.
Hay muchos testimonios científicos por parte de investigadores universitarios, catedráticos y doctores en bioquímica, en física y matemáticas, de universidades españolas e internacionales que han hecho pruebas prácticas durante meses para comprobar en qué zonas y en qué circunstancias se producen más contagios del Covid-19 y todos coinciden en un dato innegable -tienen las pruebas directas- del que nadie quiere hablar en serio y con datos científicos en la mano: los casos se disparan exponencialmente en lugares donde está implantada la tecnología de los 4 y 5Gs . Según afirma el Doctor Maestú Unturbe, Director del Departamento de Tecnología Fotónica y Bioingeniería del Centro de Tecnología Biomédica en la Escuela Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Madrid, tras años de investigación y últimamente con trabajos in situ por la pandemia: "con la 5G se está experimentando con la población","No se ha tomado medida alguna de
control y seguimiento sobre las posibles consecuencias para la salud, de
la tecnología 5G. Hay una opacidad total. Lo grave e insólito es que
esto no acaece sólo en España, está pasando en todo el mundo" y según el profesor y biólogo Bertomeu Payeras i Cifre -profesor de Matemáticas, Física y Química, creador del Departamento de Microbiología Marina en el Laboratorio Océanográfico de Palma de Mallorca,en un eleborado informe datado el pasado 14 de abril: "los resultados obtenidos demuestran con toda rotundidad una clara y estrecha relación entre el índice de casos de coronavirus y la ubicación de antenas 5G".
Según estas investigaciones se ha demostrado que en lugares como el Vaticano, con una alta implantación de tecnología 4G y de muy poca extensión de superficie, sólo 800mts, se detecta una incidencia altísima de contagios, con un índice de 14'54, mientras en el resto de la ciudad de Roma, en ese momento sólo era de 1'82. Y lo mismo pasa en San Marino, otro microestado en medio de Italia, con alta implantación de 5G donde ya se habían dado abundantes casos de Covid-19, antes de la pandemia, sobre comprobaciones de ese tipo afirma en su informe Bertomeu Payeras que "posiblemente el covid-19 pueda ser un cuadro diverso desde un virus lisogénico, un virus modificado, a un episoma inducido o un episoma modificado que se hubiese introducido entre la población y que se haya visto activado fuertemente por la tecnología 5G, que afecta sobre todo a las personas mayores fuertemente medicadas y con déficit de inmunidad, y que otra posibilidad es que la causa haya sido las radiaciones electromagnéticas por sí mismas, bien produciendo alarma y estrés celular con la consecuente de episomas o virus, o bien interactuando negativamente sobre las moléculas de oxígeno y hierro, así como el aluminio y el mercurio de las vacunas y de ahí se deriven los efectos patológicos descritos, entre ellos, la tormenta de citoquinas"
Varios estudios han comprobado que en África, por ejemplo, con poquísima implantación de 5G los casos son mínimos, excepto en Sudáfrica con un nivel mucho más alto de tecnología, donde el 5G está muy extendido y la pandemia también. Tiene muy poco sentido que los contagios y la mortalidad sean mucho más numerosos en los países europeos con mejor sistema sanitario y con implantes 5G a la misma altura de eficacia que sus "tecno-adelantos" y que en el África más pobre y menos "modelna" apenas haya contagios. Eso quiere decir que no es la pobreza ni la falta de lavados de manos, desinfectantes y mascarillas, porque el origen no es solo un virus, sino una contaminación y agravamiento radiante del 5G, que África no tiene dinero para comprar. Suiza prácticamente no tiene contagios porque ha cortado la implantación del 5G en cuanto descubrió la madre del cordero epidémico.
Ahora deberíamos preguntarnos por qué toda esta información se oculta en los medios y por qué estos científicos y muchos más que conocen bastante mejor el tema no están nunca invitados a las tertulias de la tv, ni en la 1, ni en la 2, ni el canal 24 horas. Se entiende que por intereses varios no sean invitados a las cadenas privadas, pero que no lo sean en las cadenas públicas es un fallo garrafal de la democracia a favor de la plutocracia y sus opacidades giratorias e inexplicables en un estado que se las da de tener una transición maravillosa y un estado que es fantástico porque ha hecho posible las bodas gays, que son un gran logro y son tan justas como derechos humanos, pero con ellas solamente no se para una pandemia ni se informa de verdad a la ciudadanía de lo que está pasando en una situación tan traumática cuando el estado o bien en la inopia o bien por complicidad es un pobre rehén de las mafias farmacéuticas y de la alta tecnología en experimentación con ignorancia total de las consecuencias de lo que se inventa y se experimenta a lo loco y al margen de los mismos DDHH y libertades inviolables de la ciudadanía, como si la ciencia solo fuese un irresponsable concurso de videojuegos a precios millonarios, cuya factura la pagan los pueblos de toda nacionalidad, cultura o etnia, o sea la mayor parte de la especie humana, que no está forrada y es la burra de carga universal.
¿Por qué nadie en los medios pregunta cómo está la pandemia en Suiza y por qué allí no hay contagios ni muertos ni noticia alguna al respecto, ni cómo está la cosa en África y por qué allí hay tan poca incidencia de casos? ¿Por qué no se invita a los científicos e investigadores disidentes con la caótica trayectoria que está llevando España, a explicar lo que saben y van descubriendo y los medios de información públicos, en vez de cumplir ese cometido fundamental solo se fijan en las tracas locatis y en-redadas de Miguel Bosé o en cualquier paranoico que haya perdido los estribos por el miedo y la presión medioambiental, en la que seguro el 5G también está de por medio? ¿Por qué las noticias de RTVE no investigan qué grado de implantación 5G tenemos en España, y en qué lugares proliferan las implantaciones y qué número de contagios y muertos se producen en sus zonas de irradiación? Es posible que se llevasen grandes sorpresas y que quitando 5Gs del medio, ya no harían falta montones de mascarillas, desinfectantes ni pruebas inútiles del PCR en cuya adquisición hasta se adquirió material falseado y se gastó una millonada en el timo por ir dando palos de ciego, fijos en una obcecación sin más fundamento científico que el negocio de los vivales a costa de la enfermedad y de la ingenuidad de los indocumentados. Los verdaderos científicos nunca se conforman con los veredictos absolutos, saben de primera mano, que como dijo Einstein, todo es relativo y la soberbia del ignorante, muy mala consejera.
Cuando se descubra el pastel ya veremos qué hacer con miles de millones de guantes de plástico, de botes de desinfectantes y mascarillas tirándose a la yugular del cambio climático y formando un nuevo continente por esos polos descongelados, mientras el 5G acaba con la especie por su cuenta y a su bola. Y sin que nadie lo pare, porque sus propios inventores se habrán muerto en cualquier pandemia de cualquier cosa sin imaginar que su asesino ha sido su mejor invento electromagnético creando el peor de los agujeros negros.
O sea, que menos desinformación subvencionada por las "élites" tan transparentes y eficaces como los adoquines y el alquitrán, y más conciencia sustancial, más ética informativa y menos mentecatos como timoneles y asesores del barco estatal, que cada vez se parece más al Titanic. En fin, todo tiene un fin y esperemos que no tarde mucho en finiquitar el cuento del destrozo descerebrado en un mundo descoyuntado por la misma ineptitud de sus gobernantes. Mientras tanto que la luz y la sensatez sean las más fieles compañeras de camino para quienes quieran seguir caminando en vez de apalancarse delante de la pantalla donde el Gran Hermano estará afincado y controlando a la humanidad mientras le hagamos caso y le obedezcamos como si fuese el único dios creíble y obedecible de un rebaño manipulado y en la parra, siempre tan fiel y devoto a seguridades de mercadillo donde la moneda de cambio es el miedo a lo que se ignora y nadie se atreve a preguntar ni a explicar. Y al parecer, por los siglos de los siglos. Esta vez no digo amén, prefiero decir, ¡Anem! A ver si los responsables del dislate se ponen las pilas de una vez, xd!
Termino con estas declaraciones del Profesor Payeras:
"Desde hace meses impera una férrea censura en la sociedad.A mí me han retirado ya doce vídeos...entre varias docenas de miles que han sufrido la misma suerte. Yo hice una investigación con el único objetivo de encontrar respuestas a lo que pasaba y nunca pensé que iba a encontrarme con lo que al final hallé.Y creo que los resultados exigen que se haga cuanto antes una investigación rigurosa independiente. Es urgente e imprescindible.Obviamente, por algunas instituciones o universidad que no dependa de subvenciones o tenga intereses comerciales. No entiendo, sinceramente, la actitud de nuestros científicos, de nuestros médicos, de nuestras autoridades sanitarias y de los grandes medios de comunicación de masas.Sus actitudes me parecen negligentes y en algunos casos prevaricadoras" "Abogo por una moratoria de la 5G, como en el caso se Suiza que es determinante:decretaron la moratoria el 4 de abril y a primeros de julio era el país con menos incidencia de casos. En cambio en los 20 países europeos que la rodean han aumentado de media un 630%. Es necesaria una moratoria indefinida de todo dispositivo que emita por encima de 1.800MHz hasta que científicos independientes puedan demostrar su seguridad e inocuidad.In vivo, no in vitro o con animales.
Por pura salud social, física y democrática, por mera justicia y Derechos Humanos hay que exigir a los gestores políticos que según la Constitución nos representan (¡?) que den a los científicos que aportan un conocimiento y unas evidencias reales comprobadas sobre los efectos fatales del 5G, la misma voz, libertad de expresión y la misma credibilidad que dan a los amigos y promotores del sistem in failure, cuyo interés primordial, según el curso imparable de la propia pandemia, solo demuestra estar centrado en el control político de las masas y en los beneficios comerciales de los posibles remedios y vacunas, sin estudiar ni asumir la relación indiscutible entre causas y efectos, entre ética y avaricia controladora desde el poder, entre ciencia consciente y mecánica arbitraria usada como herramienta "preventiva" de control. Igual que hicieron los nazis en Alemania, haciendo de los seres humanos más pobres, débiles, enfermos y discapacitados verdaderos cobayas de laboratorio. Es un riesgo que como especie humana, nos está llevando al borde de un precipicio desalmado y autómata que puede ser una catástrofe global sin remedio.
Cuando se descubra el pastel ya veremos qué hacer con miles de millones de guantes de plástico, de botes de desinfectantes y mascarillas tirándose a la yugular del cambio climático y formando un nuevo continente por esos polos descongelados, mientras el 5G acaba con la especie por su cuenta y a su bola. Y sin que nadie lo pare, porque sus propios inventores se habrán muerto en cualquier pandemia de cualquier cosa sin imaginar que su asesino ha sido su mejor invento electromagnético creando el peor de los agujeros negros.
O sea, que menos desinformación subvencionada por las "élites" tan transparentes y eficaces como los adoquines y el alquitrán, y más conciencia sustancial, más ética informativa y menos mentecatos como timoneles y asesores del barco estatal, que cada vez se parece más al Titanic. En fin, todo tiene un fin y esperemos que no tarde mucho en finiquitar el cuento del destrozo descerebrado en un mundo descoyuntado por la misma ineptitud de sus gobernantes. Mientras tanto que la luz y la sensatez sean las más fieles compañeras de camino para quienes quieran seguir caminando en vez de apalancarse delante de la pantalla donde el Gran Hermano estará afincado y controlando a la humanidad mientras le hagamos caso y le obedezcamos como si fuese el único dios creíble y obedecible de un rebaño manipulado y en la parra, siempre tan fiel y devoto a seguridades de mercadillo donde la moneda de cambio es el miedo a lo que se ignora y nadie se atreve a preguntar ni a explicar. Y al parecer, por los siglos de los siglos. Esta vez no digo amén, prefiero decir, ¡Anem! A ver si los responsables del dislate se ponen las pilas de una vez, xd!
Termino con estas declaraciones del Profesor Payeras:
"Desde hace meses impera una férrea censura en la sociedad.A mí me han retirado ya doce vídeos...entre varias docenas de miles que han sufrido la misma suerte. Yo hice una investigación con el único objetivo de encontrar respuestas a lo que pasaba y nunca pensé que iba a encontrarme con lo que al final hallé.Y creo que los resultados exigen que se haga cuanto antes una investigación rigurosa independiente. Es urgente e imprescindible.Obviamente, por algunas instituciones o universidad que no dependa de subvenciones o tenga intereses comerciales. No entiendo, sinceramente, la actitud de nuestros científicos, de nuestros médicos, de nuestras autoridades sanitarias y de los grandes medios de comunicación de masas.Sus actitudes me parecen negligentes y en algunos casos prevaricadoras" "Abogo por una moratoria de la 5G, como en el caso se Suiza que es determinante:decretaron la moratoria el 4 de abril y a primeros de julio era el país con menos incidencia de casos. En cambio en los 20 países europeos que la rodean han aumentado de media un 630%. Es necesaria una moratoria indefinida de todo dispositivo que emita por encima de 1.800MHz hasta que científicos independientes puedan demostrar su seguridad e inocuidad.In vivo, no in vitro o con animales.
Por pura salud social, física y democrática, por mera justicia y Derechos Humanos hay que exigir a los gestores políticos que según la Constitución nos representan (¡?) que den a los científicos que aportan un conocimiento y unas evidencias reales comprobadas sobre los efectos fatales del 5G, la misma voz, libertad de expresión y la misma credibilidad que dan a los amigos y promotores del sistem in failure, cuyo interés primordial, según el curso imparable de la propia pandemia, solo demuestra estar centrado en el control político de las masas y en los beneficios comerciales de los posibles remedios y vacunas, sin estudiar ni asumir la relación indiscutible entre causas y efectos, entre ética y avaricia controladora desde el poder, entre ciencia consciente y mecánica arbitraria usada como herramienta "preventiva" de control. Igual que hicieron los nazis en Alemania, haciendo de los seres humanos más pobres, débiles, enfermos y discapacitados verdaderos cobayas de laboratorio. Es un riesgo que como especie humana, nos está llevando al borde de un precipicio desalmado y autómata que puede ser una catástrofe global sin remedio.
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