lunes, 1 de febrero de 2021

¡Importante aviso para navegantes enmascarillados!

 

Un experto advierte del aumento de disfonías y afonías debido al uso de la mascarilla

Lanza Madrid
 Lanzadigital

El doctor Julio Maset, médico de Cinfa, advierte de que, durante los últimos meses, están apareciendo patologías como disfonía (ronquera, cambios de timbre de voz, pérdida parcial de la voz) o afonía temporal (pérdida total de la voz) debido a la tendencia de hablar más alto cuando se usa la mascarilla.

«Con la mascarilla puesta, el volumen de nuestra voz se amortigua levemente, ya que ha de atravesar la tela. A este factor se une la distancia de seguridad y, a menudo, el ruido de ambiente y el hecho de que los demás no puedan ver nuestra boca mientras hablamos», precisa el doctor. «La suma de estos obstáculos altera nuestra propia percepción de la voz, ya que tenemos la sensación de que se nos oye menos, lo que nos lleva a alzarla y a gritarpara compensar», detalla, y aclara que «así es como aparecen la inflamación de garganta y la disfonía y afonía».

Asimismo, aclara que también es habitual la aparición de picor de garganta, tos, necesidad de carraspear e, incluso, dolor de garganta.

Paralelamente, un colectivo especialmente afectado por estas dificultades de comunicación son los mayores y, en general, las personas con discapacidad auditiva o hipoacusia, ya que, como se ha comentado, las mascarillas impiden la lectura de los labios y de la expresión facial, además de atenuar el volumen de la voz, lo que puede incrementar sus problemas de comprensión y aumentar la sensación de aislamiento.

También los profesionales cuya herramienta de trabajo es la voz, como por ejemplo, los profesores, están sufriendo especialmente los efectos de la mascarilla. Según apunta el doctor Maset, «con frecuencia, los docentes intentan mantener proyectada la voz durante periodos de tiempo muy largos, en su afán de ser escuchados y comprendidos por el alumnado. Si esta proyección no se lleva a cabo con las técnicas adecuadas, supone un gran esfuerzo para las cuerdas vocales, que se ve incrementado cuando se lleva la mascarilla», argumenta.

Con todo, existen diferentes técnicas y recomendaciones que pueden ayudar a prevenir los problemas en la voz, tanto al personal docente como a la población en general. «Sobre todo, al hablar con la mascarilla puesta, debemos enfocarnos en vocalizar y respirar adecuadamente, no en hablar más alto», aconseja. «Y también puede ayudar gesticular con mayor énfasis para compensar la falta de acceso a las expresiones faciales», prosigue, y añade que, en general, resulta «crucial» mantener las cuerdas vocales hidratadas y evitar hábitos como el tabaquismo.

Otra recomendación de este doctor es hacer uso de las pausas y los silencios. «En el caso de que trabajar con la voz o ser propenso a sufrir afonía o disfonía, hay que hacer pausas para descansar y beber agua», especifica. Además, el doctor aconseja utilizar micrófono para no forzar la voz. En este sentido, durante la realización de una actividad física o si se tiene sensación de sequedad en la garganta o ronquera, el experto recomienda tratar de mantenerse en silencio.

Asimismo, el Maset advierte de que no es bueno carraspear con demasiada frecuencia. «Esta acción implica un sobreesfuerzo que inflama las cuerdas vocales; si necesitas hacerlo, suelta el aire por la boca al tiempo que pronuncias una «h»», explica. Además, anima a evitar también, dentro de lo posible, toser o sonarse la nariz con demasiada fuerza.

Así, para cuidar la voz también es necesario mantener una correcta postura corporal. «La espalda ha de estar vertical y cabeza, cuello y columna, bien alineados, así se obtendrá mayor resonancia, el sonido se proyectará mejor y no se tendrá la necesidad de hablar más alto, al tiempo que se evita tensión muscular en la columna», expresa.

El doctor también incide en la importancia de no fumar y cuidar la alimentación, ya que el tabaquismo altera de manera permanente el tono y otras características de la voz. En cuanto a la dieta, esta debe ser variada y excluir los alimentos demasiado fríos o calientes y picantes. «Si tienes la garganta irritada, es recomendable tomar caramelos de regaliz, miel o cítricos en vez de los de menta pero sin abusar de ellos», añade.

Así, también aconseja evitar los ambientes secos y poco húmedos. «Para ello, hay que ser moderado en el uso del aire acondicionado y la calefacción», detalla, y añade que, en caso de ser necesario, recomienda recurrir a un humidificador para aumentar la humedad del aire. «Asegúrate también de que la temperatura es adecuada para evitar que se resequen las mucosas, así como de que el recinto está bien ventilado, con el fin de que no se acumulen polvo, humos, gases o sustancias irritantes», reitera. Por último, en caso de no notar mejoría, aconseja ir al médico para descartar una infección o una alteración de las cuerdas vocales.

 

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