jueves, 5 de marzo de 2020

Gracias, Ignacio Escolar. Información y claridad deben ser sinónimos para la prensa sana que informa sin deformar ni manipular

1. La fiscalía suiza investiga los movimientos de una cuenta millonaria, presuntamente del rey emérito español. El dinero estaba en el banco suizo Mirabaud con sede en el paraíso fiscal de Las Bahamas, a nombre de una supuesta fundación; la típica estructura 'offshore' cuyo único y verdadero dueño, según la fiscalía Suiza, era Juan Carlos de Borbón.
2. Hasta esa cuenta llegó en el año 2008 una transferencia de cien millones de dólares, cortesía del rey de Arabia Saudí –siempre según la investigación de la fiscalía suiza–. Cien millones de dólares de 'donación' cuyo motivo aún está por explicar.
3. En 2012, Juan Carlos I se rompió la cadera en Botsuana, en un safari de lujo a la caza de elefantes, donde viajaba acompañado por su amante, Corinna Larsen. Fue un escándalo internacional. Tan ruidoso que incluso la banca suiza –tan conocida por sus altos estándares éticos– le invitó a salir de allí.
4. Al vaciar esa cuenta offshore, Juan Carlos de Borbón transfirió 65 millones de euros a Corinna Larsen. Y otro millón más a otra antigua amante que también residía en Ginebra, según ha publicado la prensa suiza citando fuentes de esta investigación penal.
5. La fiscalía suiza, hace unos meses, llamó a Corinna Larsen a declarar. El interrogatorio fue el 19 de diciembre de 2019. Y allí Corinna explicó que esos 65 millones de euros fueron "un regalo no solicitado del rey emérito", una "forma de donación para ella y su hijo" con los que se había encariñado por lo mucho que ella le cuidó durante unos años en los que estaba mal de salud.
6. Según desvela hoy eldiario.es, la Fiscalía Anticorrupción ha enviado una comisión rogatoria a Suiza para pedir los detalles de esta cuenta millonaria del rey emérito. Porque a Juan Carlos de Borbón no se le puede juzgar por nada de lo que hizo cuando era jefe del Estado español. Pero sí por lo que ha hecho como rey emérito; tras la abdicación, perdió su inviolabilidad.
7. Juan Carlos de Borbón es aforado, así que de abrirse una investigación sería el Tribunal Supremo quien le tendría que juzgar. Si se confirman estos indicios, ¿podría haber una causa penal? Va a ser curioso de ver. El blanqueo de capitales, o el delito de fraude fiscal, se comete con cada movimiento del dinero –como bien sabe hoy Eduardo Zaplana, que está siendo juzgado por el dinero de presuntas mordidas de hace más de dos décadas, pero que no han prescrito por esta razón–.
8. La fiscalía suiza sospecha que todos estos movimientos pueden estar relacionados con las obras del Ave a la Meca, un contrato de 6.300 millones de euros que se llevaron varias empresas españolas de Arabia Saudí. Aunque las fechas no acaban de cuadrar: aquella obra se adjudicó en 2009, un año después de la transferencia bancaria a la cuenta del rey español. Y no es muy habitual que quien adjudica el contrato –en este caso, Arabia Saudí– sea quien pague la comisión. Suele ser justo al revés.
9. Juan Carlos de Borbón cobra de todos los españoles un sueldo público de 194.232 euros brutos al año como rey emérito –gastos, viajes y casas aparte–. No es un mal salario. Pero es apenas una propina, comparada con las cifras de esta investigación penal.
10. Para los que se pierden con las grandes cantidades: 65 millones de euros equivalen a más de tres siglos del sueldo oficial del rey. Y para sumar cien millones, a Juan Carlos I le haría falta más de medio milenio de salario real.
11. ¿Para quién trabaja realmente Juan Carlos de Borbón? ¿Para los españoles, que le pagamos 194.232 euritos al año, o para la dictadura saudí, que presuntamente le soltó cien millones de dólares no se sabe a cambio de qué?
12. ¿A cuánto asciende la fortuna total del rey si se puede permitir regalar 65 millones de dólares a Corinna Larsen, supuestamente por lo bien que le cuidó?
13. Las cifras son escandalosas, vergonzosas, indignas de un país europeo. Que un jefe de Estado acumule una fortuna así es algo que en teoría solo pasa en la Libia de Gadaffi o en el Egipto de Mubarak. No debería ocurrir en un país democrático que es la cuarta economía de la UE.
14. El jefe del Estado de un país democrático no debería recibir cien millones de dólares de una dictadura petrolera. El jefe del Estado de un país democrático no debería esconder millones en paraísos fiscales. El jefe del Estado de un país democrático no puede utilizar el cargo para enriquecerse. Si se confirman estos hechos, no hace falta un código ético muy estricto para entender la gravedad de esta investigación de la fiscalía suiza, que España no debería ignorar.
15. ¿Por qué una noticia así no es el tema de apertura de todos los medios de comunicación? ¿Qué más hace falta para que, de una vez por todas, se investigue la presunta corrupción de Juan Carlos de Borbón?

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