LA INCREÍBLE DIMISIÓN DE LA CÓLERA DE DIOS

Si hoy fuese diciembre hubiera creído que esto es una inocentada. Ehpe se nos despide, no a la francesa, sino a  la chamberilera. La spanish Thacher, con su aroma a verbena de San Isidro y olor a bocadillo de calamares en la calle de La Cruz pegado a mantilla y a la peineta goyesca, se nos va. Se ve que la propuesta de la Cohpe de que los políticos no cobren sueldos por sus funciones públicas, no le ha hecho ni pizca de gracia, ahora que Las Vegas le iban a proporcionar demasiadas horas extras en plan gratis. 

Por fin Aguirre o la cólera de Dios, amaina, se lo repiensa, mira hacia el pasado de lucha contra Zapatero, contra Tomás Gómez y Trini, contra Rubalcaba, contra las manifestaciones anti mafia política. Mira hacia el presente y se encuentra una ristra amenazante de huelgas al por mayor en espera de calendario y scaping rajoyano, mira hacia la calle y se da de morros con un tupper ware en el aire contaminado, y miles de niños que la miran sin verla, como a los fantasmas; mira hacia Cibeles y sólo ve a la última descendiente del Dos de Mayo: Botella, la ultratataranieta de José Bonaparte, arengando con muy malos modos y muy poco estilo a una manifestación de barrenderos municipales que no quieren convertirse en barrenderos voluntarios; mira hacia Moncloa y no encuentra nada ni a nadie; mira por el balcón del palacio autonómico y ve la plaza. La Puerta del Sol. Deslumbrada por el golpe de vista, desvía la mirada hacia el futuro y se topa con el 15-M, 15-J, 19-J, el 15-O, el 15-A, el 15-E, el 15-F y 15-S y ya no puede más. Lo deja. Rien ne va plus, dice pensando en el casino de sus desvelos.

Esta Ehpaña no es lo que parecía. Su partido, tampoco. Ella esperaba levantar un nuevo arco de triunfo, de la mano del sólito Cacatrava haciendo un hueco glorioso a su historia en la calle de Génova, esperaba llenar el Paseo del Prado y La Castellana de alfombras rojas y miriñaques crujientes, de minifaldas y tops a la altura de Nuevos Ministerios, esperaba hacer de la antigualla del Museo el mejor aparthotel de la capital, para desbancar al Ritz y vender la pinacoteca por lotes a los  millonetis americanos del Norte, que total para que la visiten gratis cada tarde todos los parados, deficientes, jubilados, lisiados sin dependencia, amas de casa aburridas y turistas pobres, pues que no vale la pena tanto esfuerzo y tanto gasto, rediez! y si lo pagan bien, se privatiza del todo y ya está. Para qué tanto remilgo si lo que manda, manda. El parné. El único dios verdadero. Y si no que se lo digan a ella. Su devota absoluta.

Pero las cosas no han sido así. De lideresa nada de nada. Más bien de enredadesa y metepastesa bastante impresentable. Como suele ser el sino del bloque mujeril de su partido. Del lado yinn ppero. Que sólo se distingue del lado yang en que se tiñe el pelo con más visibilidad ostentosa, más descaro y en alternar faldas con pantalones y taconazos con zapatos planos. Por lo demás, en lo que se refiere al desplome neuronal el nivel y la igualdad es idéntica. En eso son muy legales y muy demócratas. No se distingue un sexo de otro. No dan para más. Todos han llegado al zénit de sus posibilidades y recursos cumpliendo las leyes...de Murphy. No hay nada más que darse una vuelta por el país para comprobarlo. Las maldiciones con que les alude el personal son infinitas. El recuerdo de  ancestros que la peña les dedica clama ya en el guiness del cabreo y la desolación y más que memoria histórica es una enciclopedia del improperio y el epíteto creativo e irreverente sin tomo final.
Además su salud se ha resentido. Y eso sí que es serio. Y por ese lado le enviamos solidaridad y buenos augurios. Pero por lo demás,  puede estar más que segura de que nadie que valga la pena va a lamentar su ausencia en los saraos autonómicos ni en la inauguraciones, ni en los discursos ni en las salidas de tono ni en los insultos a micrófono traidor y abierto, cuando debería estar cerrado. 

Sí, aún es cierto que nos queda una incógnita sin resolver: Cómo es posible, que igual que al General Franco, haya tenido que ser una enfermedad lo que aparte a Esperanza Aguirre de la política y no la conciencia y la sensatez de los ciudadanos madrileños. Y ese jeroglífico sin respuesta no nos permite disfrutar de la noticia con la plena alegría que la ocasión merece. Porque nos tememos que a inútil dimitida, inútil repuesto. Aunque, quizás sea uno de los primeros regalos determinantes que este 2012 misterioso y enigmático nos empieza a entregar. Uno por uno. Sin prisa y sin  pausa. Como en el Cluedo ¿quién será el siguiente en caerse del guindo? Vaya usted a saber, Doña Ehpe.