Triste figura la del pp. Enrocado sobre sí mismo.Temeroso de todo y cada vez más hundido en la nada. Despistado y perdido como los liliputienses ante las dimensiones colosales de un Gulliver en crisis mutante que bamba de Herodes a Pilatos sin dejarse amarrar ni acabar de empeñarse. De doña Lagarde a don Draghi, del susurro del lagarto al rebufo del dragón, para no perder el chic de los paraísos bíblicos y del árbol del bien y del mal. Apuntalando la fachada en ruinas de una democracia-chapuza tan insostenible como el estado consumidor y protector del consumismo para élites de casino machadiano, pero en mucho más hortera y mafioso. Y con la encomienda desintegradora de derechos para "pobres".
Ahora el pp empieza a recoger la cosecha del disparate que se inició el 20N de 2011. El pp va hacia el abismo mientras corre huyendo del oleaje de un tsunami que ya le está salpicando el envés de su figura. Debe elegir entre dejarse ahogar por la fuerza de un océano enloquecido que le persigue implacable -la prima de riesgo, el chantaje del bundesbank y la entrega del Viriato de la economía malherida, al imperio del IV Reich- o dejarse caer en el precipicio de su propia disolución como proyecto sin proyectos, como programa sin programar desde nunca jamás. El pp no tiene más remedio que afrontar su incapacidad gestora, su invalidez permanente subvencionada y sin recortes (todavía). El mundo se le cae encima. Pero su preocupación principal no son las soluciones, sino el miedo. El terror milenarista de su propio apocalipsis, que solamente él, el pp, ha hecho posible sin ayuda de nadie. Buscó desestabilizar todo para llegar al poder por fuerza desesperada de una mayoría enferma por contagio depredador y demoledor. Procuró arruinar las arcas públicas para comprar apoyo empresarial y evasor. Se corrompió hasta las cachas sin el más mínimo escrúpulo manipulando leyes, magistrados, falangistas, etarras y víctimas de etarras. Revolviendo cielos e infiernos. Disociando como siempre la relación inseparable entre causa y efecto. Sin pensar ni por un momento que, como dice le refrán, no se puede ir sembrando vientos furibundos sin recoger tempestades mucho peores y destructivas que los vientos sembrados para provocarlas. ¿Cómo creer que toda la morralla estratégica para alcanzar el poder absoluto no iba a terminar por consumir a sus propios gestores? ¿Cómo se puede recortar la vida de la sanidad, la educación y la atención básica a las necesidades humanas para seguir gastando sin ton ni son millones de euros en las vidas laborales del ministerio de Trabajo, en IPad para empleados de los ayuntamientos como el de Valencia y aumentar el presupuesto de Defensa en una millonada astronómica; quizás sea porque, en este caso, el ministro del ramo es un gran empresario que produce armamento? ¿Qué mejor gestor de ese ministerio que un fabricante y expendedor de muerte armada, no?
Tarde, muy tarde, tardísimo, para el recurso del tijeretazo a los diputados autonómicos, por parte de Cospedal y sus emergencias histérico-propagandísticas. ¿A quiénes piensa eliminar en esa ruleta rusa de su parlamento? ¿Con qué criterios dejará fuera a los diputados? ¿Excluirá a los de izquierdas? ¿Quizás a los bajitos y rechonchos, a los ateos, a los cejijuntos, a los gays, a los divorciados o las proabortistas con celulitis? ¿Cómo explicar a los votantes, en una democracia, que se quedan sin representación porque sí, por el porcojonismo acojonado de esta señoría, Barbie La pifia? ¿Cómo abolir la constitucionalidad por el derecho de pernada con sabor a queso de Villarobledo y a gachas de Tomelloso?
Después de recuperar el resuello y la percepción de la realidad, y seguramente después de haber recibido una colección de collejas demoledoras por parte de su propio partido aterrorizado, los doloridos cospedales de la Presidenta disfuncionaria, van aterrizando a otro ritmo en el aeropuerto evanescente de Ciudad Real, quizás en la base de Los Llanos o en las pistas toledanas de Ocaña para vuelo sin motor, o en las de El Toboso, sin motor, sin alas, sin fuselaje, sin torre de control y sin Dulcinea, que ha emigrado a Leverkusen harta de oír insensateces y despropósitos presidenciales. Y temiendo que doña Cohpe le recorte a Don Quijote los servicios de Sancho y de su rucio y que sólo le pague dietas si consigue apañarse un ERE con la Trifaldi y la Infanta de Micomicón. De todos modos como no tenemos muy segura la garantía de que la señora Presidenta haya leído a Cervantes, continuemos por la vía político-festiva del recorte a go-gó, apuntando que las últimas noticias del "golpe" hablan de algo mucho más equilibrado, justo y necesario: que las señorías de La Mancha cobren por horas, como las chicas de la limpieza. Que vienes al parlamento a votar, pues cobras por la jornada de trabajo. Que no vienes, pues tú te lo pierdes. El pp está que se sale. Sólo le queda inventar la ley de la guindilla para untar las lenguas parlamentarias que blasfemen contra los ciudadanos y aplicársela a Fabra jr. con efecto retroactivo. Sí, señores presidentes múltiples, así se educa un parlamento con sentido común y como Dios manda. Faltaría más!
Ni nuestro querido Forges podría haberse inventado un chiste con tanto realismo y tan poca metáfora como esa viñeta cospedaliana. Crudo y pimpante como la más dura y abofeteadora realidad. A caballo entre cuadro de El Bosco y chiste de Chumy Chúmez, que en paz descanse, RIP, como los derechos y la democracia. Amén!
Los artistas verdaderos son poseídos a veces por el don de la profecía. ¿Quién le iba a decir a J.L. Perales que con el tiempo su canción "Demonios en Madrid", graciosa, irónica y con retranca, podría convertirse perfectamente en el himno del pp?
Los artistas verdaderos son poseídos a veces por el don de la profecía. ¿Quién le iba a decir a J.L. Perales que con el tiempo su canción "Demonios en Madrid", graciosa, irónica y con retranca, podría convertirse perfectamente en el himno del pp?
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