lunes, 2 de marzo de 2020

La voz de Iñaki | 02/03/20 | Señor González, señor Aznar, ¿qué habría qu...

    


¿Que qué habría que hacer? Lo primero, seguir, como ya se está haciendo, la difícil y nada cómoda escalada de acercarse para dialogar, sin desplantes, malos modos, posturas cerriles, egos 'patrióticos' entre bipolares y paranoicos, en plan mascletá y esas cosas. De momento, mirarse a la cara y sentarse juntos, ya es un paso en positivo, teniendo en cuenta los gravísimos desgarrones que el pp ha causado en la carne catalana y en la conciencia política del nacionalismo "constitucionalista" y nada constituyente hasta la fecha, porque para constituir con fundamento tiene que haber un acuerdo de la totalidad civil y no solo de una de las partes con complejo de señora feudal. 
Lo cierto es que el estado, en manos del pp ha perdido por completo la credibilidad y el respeto de la mayoría catalana y de las demás autonomías territoriales, excepto en las que ha llegado a gobernar gracias su fotocopia más heavy y más verde (de inmadura, no de ecologista, es obvio), o sea, de vox. El pp se ve forzado a imponerse como fuerza mayor y para ello le es imprescindible elevar al máximo su nivel de cafredad ultra y mucho más rabiosa por perder los votos de su negocio más rentable, que por el bien común de todos los españoles/as, que es evidente, le importan un bledo. Por eso mismo a los ppepperos moderados y más lúcidos se les ningunea y  se les dimite sin más opciones. O sea, Iñaki, que pedir a Aznar un cambio de postura en estos momentos de debacle ppartidil es pedir la Luna. Lo que el pp vende desde siempre como programa electoral es el retortijón patriotero, no la terapia que lo puede curar e impedir. No le salen las cuentas voteras. Porque además, resulta que el postureo de Aznar es el "alma ppater" del pp. 
Lo de González va por otro lado. El Psoe, afortunadamente, no es él. E incluso, más de un 8o% de socialistas, dejan muy claro, que  no se identifican para nada con el viejo avatar de la bodeguiya. Lo consideran una rémora, un peso muerto, un resto arqueológico infectado por el mal de las tumbas faraónicas, un auténtico marrón, que, por miramientos incomprensibles, sigue ahí, como un pedrusco de gran tonelaje en medio del camino más difícil, impidiendo el paso hacia un presente más asequible y un futuro que no sea quimérico, sino una posibilidad con márgenes aceptables y menos ilusorio que posible, que no sea la charlatanería y el refunfuñe felipista de corte neoliberal  para "salvar" de la rojez a un  Psoe que no se merece semejante panorama, ¿o tal vez sí? 

Ahora veamos qué impedimentos y ataduras estatales  e institucionales son los que  permiten que estemos en este plan.

1) Un control inexistente del Estado y de la ciudadanía, como institución, sobre la moralidad de los gobiernos. Personajes como González y Aznar están a la misma altura de deshonestidad y falta de escrúpulos y han gobernado entre los dos, nada menos que tres legislaturas y media González y dos Aznar. Catorce años el uno y ocho el otro. Veintidós añazos entre ambos prendas. Durante los que no hubo ningún interés por educar a la sociedad en los niveles más sanos y justos de la democracia. Todo fueron apaños del momento, a salto de mata, sin una propuesta amplia y transparente, participativa y constituyente de verdad. Los resultados están a la vista. De aquellas polvaredas opacas y putrefactas, han han derivado estos lodazales caóticos, meapilas y amorales, que ahogan y asfixian el mismo estado que les hizo posibles y corruptibles hasta las trancas. A los dos por igual. Ambos han dejado derecha e izquierda para el arrastre. 

2) Si no existe un baremo ético en la política, una regulación institucional de la base moral, es imposible que un estado sobreviva a sus propias enfermedades idiopáticas (idios, en griego significa, "de uno mismo", por ejemplo, idiota, aunque ahora sea sinónimo de tonto, significa "egoísta", que solo se centra en lo suyo y no ve más, algo que en medios y largos plazos inevitables, sí es también ser tontos, porque en la realidad "lo de los demás" es inseparable de y necesario absolutamente para hacer posible el plano vivible de lo individual) 

3) Al no existir ese código deontológico en las instituciones y solo reducirse la exigencia del equilibrio entre ética y conductas al plano simplificador de lo jurídico, los resultados son siempre y exponencialmente, más y más precarios en el binomio inseparable de la responsabilidad gestora político-social. No existe conciencia alguna institucionalizada, sólo hay normas escritas, pero haciendo slalom entre  ellas se va a la bola de cada cual, sin organización de motivaciones ni responsabilidad colectiva, ni dar cuantas a nadie y menos al pueblo, de modo que para gobernar no hay límites decentes si las cosas no presentan dificultades y el poder ya da derecho de pernada porque sí, porque yo lo valgo, lo presido o lo reino. En ese plan se ha creado una casta adherida a la gobernanza española y muy española. Sin más contenido que el mandar. "Porque me da la gana" dijo Rajoy aclarando su ocurrencia de poner Catalunya patas arriba.

4) Una consecuencia de ese proceso demencial, pero asumido como normal, es la barbaridad de que nada menos que el Consejo de Estado esté al alcance de individuos terribles, con historial espeluznante como González y Aznar, y solo por el hecho de haber sido presidentes del Gobierno. Cuando se repasa el curriculum y los destrozos que ambos han causado al estado  e incluso a la estabilidad de la propia democracia, contar con ambos elementos a la hora de dar consejos, resulta demoledor para el funcionamiento del propio estado, es como hacer un monumento a la corrupción, a las guerras en que nos metieron con la desaprobación del pueblo, al camelo de la "reconversión industrial", a la connivencia con el terrorismo de estado que fue el GAL y el resultado del ataque terrorista de Atocha como consecuencia de la participación de Aznar en la Guerra de Irak. Son histórica y políticamente impresentables. Y ningún estado en su sano juicio los tendría al sopa boba, cobrando una pasta de por vida sin dar hachazo y con un curriculum que merecería un largo y tendido proceso jurídico, o como mínimo, social y moral por los daños causados y la ausencia total de conciencia con que asumen ser la repera opinadora y "consejera". Los maestros y doctores en política, los sastres que diseñan constantemente el traje invisible del emperador. Los 'encantadores' flautistas de Hamelin.

5) Si es evidente que el estado no tiene la menor noción de ética, a la que incluso considera un inconveniente político, que ya es el colmo...dejando a los partidos partir todos los bacalaos hasta en el Poder Judicial, deberá ser la ciudadanía la que, formando comisiones de estudio y reflexión moderadora, exija a las instituciones una revisión urgente de un código deontológico del estado y como no lo hay, la creación del mismo, haciendo posible que las comisiones ciudadanas en forma de ILPs participen en su redacción, para eso está internet. Los islandeses después del destrozo de la crisis de 2008, hicieron algo parecido con su constitución y cambiaron el rumbo del desastre en acuerdo, organización y prosperidad. 
Esperar de esa clase parásita y de su trayectoria un consejo inteligente, sugerencias lúcidas, o una actitud valiosa que no sea pillar puertas giratorias o montarse su fundación particular, o barrer para sus intereses, si lo llevan haciendo desde siempre, es o bien de una ingenuidad total o de una complicidad que supera cualquier adjetivo descalificativo. Está claro que nuestra ibérica condición nos limita bastante (ya lo decía la sorna de Unamuno "¡qué inventen ellos!"), pero tragar estas bazofias es demasiado hasta para lo nuestro, xd!

6) Es obvia la urgencia de dar pasos, de hacer propuestas concretas y dejarnos de marujear en torno a los depredadores de siempre, que nos están toreando años y años, sin que nunca pase nada que los frene y los mande a casita con jubilación profesional y no presidencial sempiterna y sin alevosía. Es muy triste que no sean capaces de hacer lo que ha hecho Anguita: renunciar a la pensión como diputado y cobrar solo por haber ejercido su profesión. A la que estos vivales nunca regresan, como sí hizo Suárez cuando salió de la política institucional y como de momento no hay noticias de que lo hayan hecho hecho ni Zapatero ni Rajoy. Que deberían, aunque solo sea por dignidad y coherencia.
En el plano social y civil, ya es urgente dejar de comportarse como  ganadería teleadicta, adormecida por las nanas tóxicas, tan brava para unas cosas y tan mansa para todas las demás y una vez abandonada la dehesa y sus manadas, comenzar a ser conscientes de nuestra condición ciudadana, sin dejar que ese título se lo apropien en exclusiva y como invento acaparador los esbirros sin fuste del Ibex35.

7) ¿Un paso imprescindible e inteligente de verdad, para acabar con 'el problema catalán', que es la denuncia sangrante del 'pproblema esppañol' y desinflar para siempre la burbuja del independentismo en la UVI, aunque la euforia momentánea lo traspapele? Que el gobierno conceda la amnistía a los presos políticos para empezar a entenderse. No hay otra. Para el gobierno de coalición sería el espaldarazo de la UE, de la ONU, y de toda la ciudadanía democrática que merece ese nombre y ya está agotada con tanto mameluco gobernante incapaz de dar el corte justo al nudo gordiano. ¿Queremos desinflar y reconvertir en civilizado el primitivismo derechón, rencoroso animal, cacique vegetal y discapaz mineral, que cuando pilla el poder imita y repite lo que rechazaba fieramente en la oposición? Pues seamos y comportémonos como humanos, entonces no habrá barreras para el entendimiento ni para la solución de los problemas más acuciantes y más agudos. Nuestra humanidad empática y solidaria siempre nos abrirá las puertas de la verdadera civilización, que están atascadas todavía en el siglo XV, con los dichosos "reyescatólicos". Porque antes de ellos, hubo una Escuela de Traductores de Toledo multicultural que reconoció como un tesoro religioso y humanista la convivencia del cristianismo con las otras dos religiones españolas, hebrea y musulmana, cuyos creyentes, al subir al trono los reales fanáticos católicos, fueron o bien masacrados o arruinados y expulsados de España si no se hacían católicos por decreto. Como tampoco hubiera sido posible en València, -porque le habrían convertido en brocheta por hereje-,  un Joan Gilabert Jofré, el primer psiquiatra del mundo, que consiguió el reconocimiento como enfermos mentales dignos de compasión, protección, sustento y  atención médica, para los condenados a morir apedreados por "endemoniados", a los más pobres y maltratados, los indefensos inocentes con la razón perdida. Con Isabelita y Fernandito llegó el yugo con las flechas, ya se sabe que el yugo es para los bueyes y las flechas para la caza y la guerra, y para que no hubiese duda alguna al respecto, llegó además la Inquisición y las condenas a muerte solo por pensar o creer cosas distintas a las suyas.
Y ahí estamos todavía, no tiene otra explicación que vox marque el paso de la oca una vez más en nuestra triste y penosa historia o el discurso alucinógeno de Ayuso, la Presidenta de Madrid o de Almeida, el alcalde la misma ciudad, o las cretineces de Cayetana Álvarez de nosequé o de Casado y demás campeones del oxímoron más cutre, por no citar al ganado de vox, de cuyos nombres no quiero ni acordarme.

Sólo hay que despertar y levantarse de  la siesta perenne. Si lo hacemos ahora, habrá mañana. Y se puede. Ya lo hicimos de 2011 a 2015. Se llegó a los ayuntamientos, comunidades y parlamento, con muchas goteras que aun permanecen en el sueño ilusorio de una superada y apolillada hegemonía, saltando de Vallecas a Galapagar, es cierto y del no es no, al bueno, vale, si Iván lo decreta... Pero no será por ahí. La evolución no retrocede cuando da el paso y hace cambiar lo que sea. La conciencia no tiene marcha atrás. Esa levadura sigue viva. Ánimo con el nuevo pan, ahora, también, con la variedad sin gluten de la escucha y del consenso! Para que nadie se quede sin comer y compartir lo que todas necesitamos para vivir con dignidad.



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