Principios y compromiso de la homeopatía
Juan Carlos Giménez. Médico.
Compromiso.
Él sabía que faltaba poco. Cuando el médico se lo confirmó cogiendo su mano, el paciente miró a los ojos del facultativo y le dijo: “Gracias por la atención que me ha dado todos estos años en los que me acompañó como profesional y como persona. Solo me queda pedirle que rece por mí”.
El médico sabía que era una petición seria. No solo por el modo de expresarla, sino por el conocimiento personal del paciente: serio, cordial, religioso, liberal y discreto. Por ello reflexionó un día entero cómo cumplir su petición. ¿Cómo haría él, agnóstico, especialista con amplia experiencia en ensayos clínicos y líder de un grupo de investigación traslacional, para abandonar el rigor científico y rezar sin convencimiento por su paciente con el que tanta confianza y buena relación tuvo?
Evidencia científica y creencias, ese es el dilema. Al leer un texto de Medicina y filosofía halló la clave: “La relación médico – paciente se fundamenta en una creencia, no en una evidencia; la creencia de que el profesional hará por el enfermo en todo momento lo adecuado para el mejor beneficio, contando con su opinión, con el menor perjuicio y de modo justo”.
Esa tarde, el facultativo entró en la capilla del hospital a orar.
Evidencia científica y creencias, ese es el dilema. Y mi pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué debemos vivir esas dos dimensiones de la realidad humana de una manera antagónica?
No soy teólogo ni filósofo pero tengo mis creencias. Tampoco soy investigador científico pero he comprobado algunas evidencias.
Durante muchos siglos fue la religión la que dominó la vida de los seres humanos en prácticamente todos sus aspectos y todavía hoy en día sigue haciéndolo en algunos, quizás demasiados, lugares del mundo y realidades sociales. Y digo las religiones que nada o poco suelen tener que ver con la espiritualidad, al menos en sus estructuras más institucionales. Siempre y en todo habrá excepciones pero yo a la historia me remito.
Pero ocurre que para liberarse de un yugo no suele ser buena idea ponerse otro y siento que es algo así lo que lleva ocurriendo desde hace ya mucho tiempo, también demasiado, alrededor de determinadas corrientes cientifistas que, por cierto, se han hecho especialmente fuertes en determinados ámbitos de la vida como es, desgraciadamente, la medicina. Y hablo de cientifismo frente a ciencia como hablo de religión frente a espiritualidad; permitidme la licencia, es solo para explicarme.
Hay personas que tenemos la profunda convicción de que el ser humano está conectado a una realidad trascendente y universal que va más allá de lo que aún la mayoría de nosotros somos capaces de comprender y de conocer. Tenemos la profunda convicción de ser una realidad multidimensional e interconectada con la totalidad de este universo en todas sus formas de manifestarse, incluso con aquellas que solo intuimos.
Algunos llegamos a pensar que el sentido de nuestra vida es la de no cesar en un camino eterno e infinito hacia una forma de existir en la que el amor y la armonía sean las frecuencias que lo gobiernen todo. Creo que el sentido de la vida está en ir disolviendo todo lo que nos aleja de la capacidad de amar a todos y a todo y que esa capacidad de amar es la que, en la medida que la vayamos interiorizando, nos hará ir vibrando en esa frecuencia que nos conecte con la paz y la armonía.
Creyendo en todo esto, por qué uno no puede de la misma manera confiar en la ciencia como una manera más de comprender la realidad en la que estamos inmersos. Cómo hemos llegado a pensar que una persona no puede estar instalada en la creencia y en la evidencia al mismo tiempo. Por qué se le supone al científico el agnosticismo como un valor. Por qué nos empeñamos en separarlo todo.
No es necesario enfrentar las cosas para que tengan un valor. No es necesario que la creencia venza a la ciencia ni lo contrario. No tiene que ser una o la otra porque el ser humano lo es todo. Yo al menos así me percibo, de esa manera me vivo.
Yo creo que la ciencia y la espiritualidad tienen una buena equivalencia en la mente y el corazón. Cuando la ciencia evoluciona sin acompañarse en la misma medida de “corazón” es muy razonable que nos lleve a escenarios como el que estamos viviendo ahora mismo; nunca habíamos conocido tal desarrollo tecnocientífico y nunca antes habíamos estado tampoco tan cerca del colapso planetario. La inteligencia sin corazón se vuelve fría. Es normal. El calor del corazón es lo que hace que la mente siga conectada y comprenda que la vida, este planeta y todo el universo es una realidad global e interconectada. ¿Cómo vas a hacer daño a una parte sin que te acabe afectando a ti mismo?
Pero lo mismo le ocurre al corazón; cuando camina al margen de la luz de la inteligencia puede llevarnos al desastre. Yo oigo mucho eso de “haz siempre caso a tu corazón” en distintas versiones de esa misma idea y lo que yo creo es que la mente y el corazón son las dos herramientas que tenemos para relacionarnos con la vida y resolver todas las situaciones. Por eso es fundamental tener una mente luminosa y un corazón cálido y, además, saber cuándo y en qué medida debe cada uno de ellos ocupar su lugar.
Si un amigo llega a ti destrozado tras tomar una decisión sobre la que tú ya le habías advertido por activa y por pasiva, quizás ese sea el momento de que el corazón tome el mando y lo recojas con todo tu calor, tu ternura y tu amistad y ya le llegará el momento a la mente, racional y analítica, de volver a valorar todo lo que pasó para sacar de ello una enseñanza. Pero cuando alguien venga a ti a pedirte un consejo totalmente cegado por la pasión quizás ese sea el momento en el que debamos dejar que la luz de nuestro intelecto dimensione la realidad y evite, si se deja, que el ímpetu de sus emociones le lleve al desastre.
La mente no es mejor que la emoción. La evidencia no es mejor que la creencia. La ciencia no es mejor que la espiritualidad. Todo es parte de la vida y creo que deben ocupar su lugar en cada momento.
El concepto de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), sobre el que quiere sostenerse toda práctica médica actualmente, creo que, en algún sentido y de alguna manera, logró conectar con este equilibrio entre lo estrictamente objetivable y las percepciones más subjetivas que podíamos tener los médicos y los pacientes en relación a los tratamientos médicos.
Hay que recordar que el concepto de MBE se sustenta en tres pilares:
- Los estudios científicos.
- La experiencia personal de los médicos.
- Las predilecciones de los pacientes en relación a las opciones de tratamiento que puedan tener.
Estamos entrando en el desvarío, permitidme la expresión, de pensar y actuar como si la medicina fuera una ciencia y no lo es. La medicina debe apoyarse en la ciencia todo lo que pueda, como cualquier actividad humana, pero la ciencia (sobre todo en forma de ensayo clínico) no puede constreñir y asfixiar la práctica médica porque, para empezar y como bien apunta David Sackett, nos quedaríamos sin la medicina tal y como la practicamos actualmente.
Si queremos que la ciencia nutra y enriquezca la práctica médica debe ocupar su lugar sin inundarlo todo y sin acabar con los otros dos pilares básicos e irrenunciables de la medicina y de cualquier saber humano, la experiencia y la vivencia, incluso cuando no lleguemos aún a explicarlos.
Y cuando decía que la medicina debiera apoyarse en la ciencia como toda actividad humana, me refería realmente a toda. Por ejemplo, si la ciencia es una de las vías del conocimiento y la comprensión de la realidad humana y la espiritualidad es parte de esa realidad cómo la ciencia no va a estar implicada en el desarrollo y en la comprensión de ese aspecto tan fundamental del ser humano como es su dimensión espiritual. Tendemos a separar y a compartimentar el conocimiento creyendo que así será más fácil comprender la realidad cuando lo único que hace es distorsionarla.
En este contexto de la MBE la homeopatía goza de una muy buena salud y de una gran fortaleza en cada uno de sus tres pilares:
Estudios científicos y Homeopatía
Existen evidencias y publicaciones científicas que avalan la utilidad del medicamento homeopático. Hay investigación fundamental, estudios clínicos y observacionales:- Que demuestran las bases científicas de la homeopatía.
- Que demuestran que los medicamentos homeopáticos tienen unos efectos específicos, más allá del efecto placebo.
- Que demuestran el interés terapéutico y para la salud pública de los medicamentos homeopáticos[1].
Respecto a los estudios de laboratorio, hay registrados más de 2.400 experimentos en la base de datos HomBRex[6]. Estos estudios de laboratorio también confirman los efectos biológicos específicos de los principios activos homeopáticos, como muestran las revisiones realizadas incluso con altas diluciones y al reproducir los estudios en otros laboratorios.
En el siguiente listado[7] están disponibles para consulta los estudios más importantes, clasificados por el tipo de “control” utilizado (no siempre es placebo) y el tipo de revista en la que se ha publicado (con o sin filtro de revisión por especialistas). En total, 217 ensayos clínicos controlados con placebo (137 Revisados por Pares, 80 no RP)[8]. Se han detallado también los 51 estudios que ponen a prueba la homeopatía individualizada y que, por tanto, respetan mejor la práctica de los especialistas en homeopatía[9].
En 2014 la revista SystematicReviews publicó un análisis de los 32 estudios de este tipo[10] que habían sido publicados hasta la fecha (Mathie RT. Randomised placebo-controlled trials of individualised homeopathic treatment: systematic review and meta-analysis. Syst Rev. 2014 Dec 6;3:142).
Estos dos ejemplos concretos de ensayos clínicos con resultados favorables permiten entender mejor la clase de estudios y resultados que estamos manejando. Ambos son ensayos clínicos controlados que comparan la homeopatía con placebo, con asignación a cada grupo aleatorizada (al azar) y en doble ciego (ni el paciente, ni el médico saben qué toma cada paciente):
- Estudio realizado en una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital público de Austria [11] utilizando homeopatía protocolizada (Kalium bichromicum 30CH) para reducir las secreciones bronquiales de 50 pacientes bronquíticos crónicos a los que se había puesto un tubo de respiración. El artículo se publicó nada menos que en la revista Chest (Factor de Impacto en 5 años 6,823 que la convierte en la 6ª de todas las revistas de patología respiratoria y 5ª de todas las de cuidados intensivos).
- Estudio de la utilización de homeopatía individualizada [12] para tratar la depresión en 133 mujeres perimenopáusicas y fue publicado en PLoSOne (Factor de Impacto 4,41 que la sitúa en el primer cuartil de todas las revistas, es decir dentro de las mejores).
Preferencias de los pacientes y experiencia de los profesionales
La aceptación social de la homeopatía en España puede comprobarse en las siguientes cifras:- Cerca de 10.000 médicos usan la homeopatía en su práctica clínica [13]. Todos los médicos que yo conozco y he conocido que se han formado y que utilizan la homeopatía con sus pacientes de forma habitual, todos, la reconocen como una opción de tratamiento de gran utilidad. Es mi experiencia.
- Más de 20.000 farmacias españolas, prácticamente la totalidad, recomiendan estos medicamentos.
- El 32% de los españoles ha tomado medicamentos homeopáticos o se los ha dado a sus hijos en alguna ocasión, y el 11% lo hace por recomendación del médico de atención primaria o el especialista [14]
- Los españoles le dan un notable a esta terapéutica y siete de cada diez personas que la han utilizado muestran un alto grado de satisfacción con los resultados obtenidos.[15]
La homeopatía es una terapéutica conectada con la realidad científica, biopsicosocial y espiritual de la naturaleza humana. No desprecia nada porque entiende que todo forma parte de nosotros. Observa al ser humano y lo entiende desde su globalidad y desde ahí aborda el cuidado de su salud. Y yo, personalmente, es la única manera en la que puedo entender la vida, CONECTADA. Esta es mi creencia, mi evidencia y, sobre todo, mi compromiso.
#HomeopatíaSuma
[1]https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=EPI3+duru[2]1. PubMed-NCBI: Búsqueda por “homeopath*”: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/
[3]The databases of the Carstens Foundation: https://www.carstens-stiftung.de/databases/#/
[4] El Dib RP, Atallah AN, Andriolo RB. Mapping the Cochrane evidence for decisión making in health care. J Eval Clin Pract. 2007 Aug;13(4):689-92
[5] Consulta online (11/02/2109): https://facultyofhomeopathy.org/research/
[6]The databasesoftheCarstens Foundation: HomBRex : https://www.carstens-stiftung.de/databases/#/
[7] Consulta online: https://www.hri-research.org/wp-content/uploads/2016/10/Robert-Mathie-LIST-OF-A-CATEGORY-REFS-TO-END-2014.pdf
[8]Mathie RT, Hacke D, Clausen J, Nicolai T, Riley DS, Fisher P. Randomised controlled trials of homeopathy in humans: characterising the research journal literature for systematic review. Homeopathy 2013; 102: 3–24.
[9]Randomised controlled trials of homeopathy: examining the evidence (HRI): https://www.hri-research.org/hri-research/learning-more-from-existing-evidence/systematic-review-programme/
[10] Consulta online: https://systematicreviewsjournal.biomedcentral.com/track/pdf/10.1186/2046-4053-3-142?site=systematicreviewsjournal.biomedcentral.com
[11] Consulta online: http://journal.chestnet.org/article/S0012-3692(15)31106-5/pdf
[12] Consulta online: http://journals.plos.org/plosone/article/file?id=10.1371/journal.pone.0118440&type=printable
[13] Sacristán Rubio A, Torres Jiménez JI. Homeopatía, una realidad social y asistencial. Aten Primaria 2015
[14] Percepciones sobre salud y homeopatía en la población española. Informe técnico para Boiron SIH. Madrid: Nielsen España; Febrero 2016.Estudio realizado por la consultora Nielsen y Boiron, 2016. http://www.boiron.es/estudio-percepciones-y-aspiraciones-sobre-salud [15] [15] VIII Encuesta de percepción social de la ciencia. Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. 2016. http://www.idi.mineco.gob.es/stfls/MICINN/Cultura/FICHEROS/2017/Dossier_PSC_2017.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario