PURCELL Lamento de Dido

(Lamento yo también, que no sea posible escuchar aquí esta música preciosa y conmovedora. No lo permiten  los mismos poderes cibernéticos, generosos y amantes de la cultura,  que manipulan bloggs y correos electrónicos a gusto de las neuras de los inversores. Pero no importa. Se puede escuchar directamente en You tube y vale la pena.¡ Milagro! Ahora funciona tras unas doce horas de interferencias youtuberas.Gracias)

Qué menos que este canto triste y bellísimo compuesto por Henry Purcell para llorar la pérdida del presente y del futuro en un país que solo sobremuere fijo en el pasado, sin más horizonte que repetir la misma historia siglo tras siglo. Si por casualidad avanza dos pasos en cien años, retrocede diez en tres meses. Es el resultado de no querer asumir los errores gravísimos del ayer y por ello seguir igual, sin corregir el rumbo equivocado de una nave fantasma: un estado deplorable y sin remedio mientras no se quiera realizar el cambio pendiente desde los siglos XVI, XVII y XVIII. Eso no lo arregla una constitución tramada a la sombra del miedo y la amenaza, ni una monarquía que nadie ha votado, ni unos partidos engendrados con una genética social y cultural con valores tan deficientes, de la que no se quiere tomar conciencia, sino compensar con prepotencia el déficit que no permite crecer de verdad, por eso no puede crecer tampoco en estabilidad política. No hay ética, solo pragmática desproporcionada y hostil a cualquier innovación que intente cambiar las inercias asumidas como sistema y "tradición"inamovible, aunque para conservar esa atadura "sagrada"haya que traicionar inevitablemente a los seres humanos que conformamos este estado de desecho, privándolos de valores espirituales dinámicos yy vivos que se confunden con cofradías procesionales, partidos políticos, romerías, sanfemines, toros al carrer y clubs de fútbol.
Corto se queda este lamento de Dido, para un duelo tan interminable como insufrible. El drama español hereditario. Patrimonio patológico de la hispanidad. También conocido e identificado por sus siglas: pp.