jueves, 1 de agosto de 2019

Muchas gracias por la gracia, Atxe. El país de Mingote, de la Codorniz y las Marquesas de Serafín, sigue viento en popa a toda pela...El tiempo parece que pasa pero no, es un espejismo. El tiempo se repite como un mantra de pesadilla. Y cuando menos te lo esperas, zás, aparece la momia de Tutankamón sentada ante la lucecita de El Pardo y Torquemada montando barbacoas por las redes; cada vez estoy más convencida de que el tiempo sólo es ese ministerio estrafalario de la tele y la excusa para que Suiza hiciese el agosto con los relojes. Si no fuese un timo, el tiempo pasaría de verdad. Pero no. No pasa, ni empujándolo. Es un bucle. Una burbuja mecánica que no atina a cambiar y romper su propia inercia y en plan autista se repite, repite, repite...La prueba son las marquesas de Serafín, resucitadas, y aspirando sin complejos a presidir eventos parlamentarios, como antes presidían mesas petitorias o cenas benéficas, o llamando pijos a quienes ponen en solfa su patrimonio familiar: la dichosa patria, el mejor y más seguro negocio de la historia, sobre todo para la Jet-set hereditaria. Ains!

Aristocracia, por Atxe

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