martes, 29 de julio de 2014

Maxima inmoralia

                                        




Se suceden los descubrimientos de la mugritud ibérica en mogollón. En un acelerado y sospechoso pliplás, no hay día en que un chorizo de ilustre pedigrí politicante y mangui honorífico no salga del armario a collejas por arte y parte de alguna investigación judicial, de una denuncia o de un escándalo. No está lloviendo piedras como en aquella impactante peli inglesa; está lloviendo 'mierda, mi general', como diría el lacayo uniformado del Patriarca otoñal de García Márquez si estuviese deambulando por estos pagos, escasísimos para tantos y extra-luxe para tan pocos. 
Ya Camps se encargó en su día de arrastrar por los más bajos fondos la condición de Honorab.ble. Pujol la ha apuntillado directamente. Es más, la llevaba apuntillando desde hace la tira de años, la disfrutaba incluso ya jubilado en un palacio, por cierto, idéntico al que habita el President valenciá del truño autonómico-cacique. Creo que València y Catalunya, las dos Generalitats de que disponemos en el mapa peninsular, han batido su propio record en lo que respecta a la inutilidad simbólica y hasta en el sarcástico recochineo de los atributos presidenciales. Después de que los catalanes convergentes y unificados se empeñen en marcar diferencias con el resto de España y de 'Madrit', en especial, con cuyo pp comparten cama y crowfunding charcutero vocacional y que los valencianos se emperren a muerte en no ser jamás similares en nada a los catalanes, va a resultar que ese trajín es un empeño vano para ambos, son vasos intercomunicantes. Hasta ahora, están resultando dos gotas de agua, muy turbia desde luego, en el tema básico de la honorabilidad aplicada a ambos máximos representantes del tinglado gubernativo. Un asquito que no hay por donde agarrar sin acabar vomitando.

La cosa ya riza el rizo de lo surrealista. El pp catalán propone una moción parlamentaria para condenar a Pujol y hacerle lo que acaba de hacer él mismo: dimitir de todo lo dimitible, hasta casi de la partida de nacimiento de  venerable maestro Yoda para derivar precipitadamente en mutante  golum mordoriano aferrado al anillo de los maletines, un legado farragoso en expansión familiar creciente y rebosante de billetería de alto standing. Pero, claro, ese pp de moralina cuáquera y nada permisiva con los patinazos ajenos, que condena al sibilino J.P yodiforme o golumforme, es el mismito con una manga de diámetro kilométrico, que no dijo ni mú cuando Camps estuvo en idéntica tesitura forrística como honorab.ble  'padrino' de la Gürtel y amparador de mafias bigotudas a la sombra de Don Vito Correa a tutiplén, sino que ese mismo Camps, una vez absuelto, en virtud de  la omertá,  ha terminado de asesor sanitario con un sueldo de 6000 euretes mensuales en el tarraconense hospital de Santa Tecla. Es el mismo pp que defiende "su" corrupción y machaca a los jueces decentes. Es el mismo pp que ampara a Blesa y a Rato librándoles de asumir la reponsabilidad de las preferentes ruinosas y de Bankia in artículo mortis, el que pilla a Ana Mato con el Jaguar en la masa y que despacha al amigo y cómplice Luis con un sms de Rajoy dándole carrete y ánimo para asumir el trance, como si fuese Iker Casillas parando goles a Terminator, mientras trata de camuflar los sobres del enjuague en una peregrina y "decentísima" contabilidad B, 'legalmente' declarada, nada menos que en Hacienda, como maravillosa tapadera blanqueante y  es el mismo pp que hace peccata minuta de sus latrocinios y una montaña delictiva inescalable de los supuestos latrocinios ajenos, que en simulado y diferido ha trasmutado en "la herencia recibida", como bula permisiva para todo tipo de tropelía. El pp es el mago de coz. Gobierna a coces, contra la Justicia, contra la economía, contra la sociedad, contra derechos y libertades, y contra los ciudadanos que no están  a la altura de su maravilloso código amoral.
En menos de tres años ha conseguido el más espectacular y vertiginoso estado de ruina general que han visto las tierras de España desde la posguerra franquista y la era de la Banca March, el Auxilio Social y Bienvenido Mr Marshall.

El resultado es que España se ha convertido en la Cueva de Alí Babá por obra y desgracia de un régimen tapacosturas indecente que durante 32 años de juampalomismo, se ha ido ocupando de que casi todos los interesados y favorecidos por la lotería de la política se hayan acostumbrado a llevárselo crudo con toda naturalidad  por decretos ley y por la Constitución, será por eso que se resisten como leones a cambiarla si no es para para llevarse el botín con más contundencia y propiedad. Gracias a la modificación por lo bajinis de la Carta Magna, ahora se lo pueden seguir llevan crudo bendecidos por sus cargos vitalicios y por la misma UE, en sustanciosos salarios máximos interparlamentales. Dietas. Coches oficiales. Seguratas. ADSLs a domicilio, Iphons, Ipads, tablets, coachings y lo que haga falta. Mientras una cada vez más mayoría rebaña contenedores, bancos de alimentos, bolsas de Cruz Roja o de Caritas o lo que les dé algún supermercado que no sea ni El Corte Inglés ni Mercadona, -pperos de pro y de contra, según hacia que lado se mire- porque queda feísimo que haya pobres buscones merodeando por las aceras de alrededor. Mientras se vacía la hucha de las pensiones, los enfermos mueren de muerte natural por los pasillos de urgencias y los niños con hambre no tienen comedor porque es de muy mala educación  señalar la pobreza causada y verla de frente en toda su crudeza. Es un schock para cualquier alma sensible y adicta al Vaticano.

En España, más que la miseria provocada por estos pésimos gestores de lo público, -unos por derrochar a saco y sin cabeza, por ejemplo, en asesores para ir a peor o en subvencionar amiguetes y otros por robar a saco y sin pudor alguno-, lo que de verdad nos tiene hundidos es esta maxima inmoralia , de un todovale, si a mí me conviene y tengo poder, que parafraseando al contrario a Adorno, nos está dejando al límite de lo soportable. Más pobres y miserables que las ratas camusianas. Es terrible la miseria material, pero es mil veces peor la miseria moral, porque de ella se deriva la injusticia, el abuso, la mentira, la pobreza y la ruina de la sociedad que no es capaz de detectarla a tiempo. Y sobre todo, a base de hipocresía meapilas: la costumbre de asumir como normal la aberración. Maxima inmoralia.

Ahora, en vista de que la espantá electoral con que la ciudadanía, incluído un alto porcentaje de la banda ppera en trance de urna, les está castigando con indignación ninguneante, han decidido meter a fondo el turbo pre-electoralista y con un ramalazo de urgencia el Juez Ruz se apresura repentinamente a meter mano en  la noria de la trama Gürtel desde el año 95 nada menos, milagrosamente en una aparición iluminativa, Santa Rita, abogada de los imposibles, le ha debido soplar al joven magistrado que impute a todos los que no pudo imputar el Juez Garzón defenestrado por presunto rojeras malintencionado y así la justicia mallorquina enchirona a Matas, y cae Fabra además con todo el equipo aeronaútico de su aeropuerto privado de uso y de aviones; eso, sí, de devolver los botines, ni flowers. Y para rematar, después de 32 años de contubernio, ante la obsesión independentista de la consulta, se trinca a Pujol, en un quiebro a la vejezvieruelas fashion, y todos tan decentes como si nada hubiera pasado, Alicia Camacho desde su emboxtada plataforma supralabial reivindica con rotundidad la decencia del pp frente a la indecencia de esa CIU respondona y catalanista, y exige dimisiones que con motivos más que sobrados, no exige a su ppartido en Madrid ni en Valencia, ni en Murcia ni en C. La Mancha; porque al pp no le gana nadie a decente cuando pintan bastos y espadas en las urnas. Y además seguramente Santa Rita Rita, se estirará con el milagro completo y hará que después del paripé judicial y lavacaras del enjuague que permanece intacto e incólume, los presuntos delitos de las presuntas corrupciones, seguramente, para cuando quiera salir la sentencia, habrán caducado cual yogures de mango con tropezones, extracto de zancadilla y ausencia de Cañete para que no se alargue la fecha de caducidad del producto. Y todos tan contentos. Que aquí no ha pasado nada.  Pero eso no evitará que hamletianamente siga apestando a podrido en Dinamarca, en Génova y en la Calle Quart, donde las gaviotas agonizan medio muertas por el pestazo, a pesar de estar junto al pulmón oxigenador del Botànic. Ains!



En un Estado como éste donde la desvergüenza se ha apoderado de todo, sólo se empezará a salir de la maldita crisis cuando todos los honorables de esta mafia repulsiva no sólo sean imputados y despojados de sus cargos y juzgados por sus prevaricaciones y robos, sino condenados, más que a la cárcel, que es una falacia, un chollo y una universidad lumpen, puesto que allí además de tenerles que pagar la estancia, a costa de los impuestos de todas sus víctimas, les tratan a cuerpo de rey y siguen haciendo de las suyas y teniendo el botín a su disposición para cuando salgan, es mejor que sean condenados a devolver hasta la última peseta y el último euro que hayan chorizado al patrimonio público e indemnizar a los ciudadanos por los daños materiales, psíquicos, suicidios y muertes por inasistencia de recorte alevoso. Y que como es posible que el dinero contante no lo tengan a mano sino camuflado por esos mundos de dios, se les embarguen los bienes, las casas, las fincas, los coches, los muebles, antigüedades, joyas, etc y se vendan a subasta, que se investigue desde cuando sus familias y testaferros tienen cuentas astronómicas a su nombre y de donde sacan los ingresos. Que se investiguen las fechas y números premiados en los sorteos a los que se agarran para justificar la entrada de dineros más negros que el azabache. Y sobre todo que se eduque desde la escuela, el instituto y la universidad, que en la Facultad de Derecho por encima de la Ley se ponga la Ética como materia prima y código fundamental, que se eduque con contenidos éticos prácticos a los niños, adolescentes y jóvenes y se creen escuelas de valores éticos para adultos de todas las edades, y que la asistencia a las mismas desgrave en Hacienda y cuente como mérito importante en el curriculum vitae de los ciudadanos, de modo que los que lleven más tiempo de asistencia y aplicación práctica tengan más puntos para encontrar trabajo y sacar oposiciones. En cuanto a las penas sería mucho mejor y más pedagógico que encerrarles, ponerles a trabajar con el salario mínimo y en los trabajos más humildes hasta que cumpliesen los años de condena. Así verían la magnitud del daño que han hecho. Y la redención por el trabajo haría que disminuyese la tentación de meter la mano donde no toca. En los bienes ajenos privados por los recortes de sueldos y derechos y  por medio de la prevaricación, el cohecho y el robo en el sector público.

Y que para remate no se ofendan, encima, por el discreto apelativo de "casta", porque sólo es un educado eufemismo de lo que en realidad se llama mafia legalizada, cuya definición es ésta: "asociación falsamente política que se forma con el propósito de enriquecerse delinquiendo por medio del poder económico y político, con el perjuicio de terceros y apropiándose de los bienes ajenos, públicos, por medio de la prevaricación, del cohecho y del clientelismo y privados, haciendo de testaferros y cómplices  de los holdings internacionales que ejercen la usura, al estafa, el engaño, el desahucio condenado por la Ley y la dictadura económica sobre los ciudadanos de los países cuyos gobernantes obedecen tal código de obscenidades". Quizás con esta definición acaben por agradecer, que sólo se les llame "casta".

No hay comentarios: