jueves, 24 de julio de 2014

Adiós forzoso, mis queridos genios

Hoy es un día triste. Para mayor gloria del negocio pastoso tan en auge en Sobrelandia, debo dejar de enlazar cada mañana a los maestros del humor, Forges, Peridis y El Roto, so pena de que me denuncien, lo mismo que deberé dejar de enlazar columnas o artículos interesantes, como la de J.J. Millás, o Soledad Gallego o cualquier otra. Gracias a las mañas de El País y demás colegas de la prensa nacional impresa en papel y miembros mafiosos de AEDE, que viene a ser la SGAE de los periódicos, nos veremos privados de ese ventanal luminoso del ingenio y el humor como pedagogía del pensamiento y las emociones. No es comprensible que se prohíba algo así, si no se paga un precio, si  no se saca provecho económico alguno de los enlaces en una publicación gratuita y libre como es un blog, e incluso se le hace publicidad al mismo periódico. Publicaciones que surgen como creatividad solidaria para compartir sin ánimo de lucro, no como otros que se lucran de todo lo que se les cruza por medio. Pero ése es un idioma que el forring office no comprende porque no puede. No da para más. Una pena. Aunque nadie podrá prohibir que una vez vistas las viñetas haga de ellas un pequeño bosquejo. Y será lo único que mire de ese diario 'demócrata' venido a muchísimo menos de día en día. Al que dejo de comprar desde hoy mismo como objeción de conciencia. A este paso por intentar ganar un poco, van a perder mucho más. Ya nos alimentamos de la prensa on line y cooperamos con ella comprando sus cuadernos y publicaciones...o pagando una suscripción por informarnos sin enjuagues de por medio. Las redes arderán en pocas horas y las ventas de diarios bajarán al underground en castigo por la miseria ejercida como "derecho" y quizás ya no salgan de él. Del underground, of course. Qué se le va a hacer, en el kit de las cabronadas de la avaricia, va incluida la rotura del saco de la prosperidad como penitencia lógica y boomerang de la avidez rácana, que siempre acabará en las cloacas de Mordor. Paradójicamente y aunque no lo parezca, no nos hace más prósperos lo que se rapiñea y se amontona en plan Harpagon molieresco, sino lo que compartimos limpiamente por gracia solidaria, por que sí, porque es el único modo de que el mundo mejore y devuelva con creces los dones que recibe. Así acabaron Keynes y Roosvelt con la crisis del 29. Y haciendo lo contrario el pp está acabando con esa España que tanto quiere cuya bandera, himno y demás zarandajas venera como a diosh mishmo.
A las almas grandes nunca les va mal, pase  lo que pase, y a las almas raquíticas, encanijadas y miserables no hace falta que les vaya mal para que estén de pena  y hechas una caca. Quien siembra vientos recoge tempestades. Ea!

                             
                                     

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