sábado, 12 de julio de 2014

Gaza






Prefiero no nombrarte
por pudor
porque me da vergüenza
lo confieso
nombrarte tantas veces
para seguir igual
y ver como te matan
cada día
desde hace tantos años
mientras eres pantalla
de noticia
aquí desde mi asco
y mi estupor inútil
masticando cinismo
esa insistencia
es como de película tremenda
un thriler
de trileros obtusos
sin remedio posible
que te esquilman
y te arrancan el alma
sin mirarte a los ojos
con su ley del Talión
esculpida en el hueco
donde jamás saltó
ni una chispa fugaz
de la conciencia viva
tan sólo un apagón de la piedad
black-out  demoledor
y sin entrañas


Nombrarte y no hacer nada...
no poder hacer nada
para recuperarte
soportando la vida en ese infierno
y abandonarte luego a tu destino
de noticia y costumbre
recurrente
aquí, desde mi asco,
desde esta disidencia en tanta soledad
para acogerte, curarte las heridas,
escucharte y llorar con tu llanto
esa interrogación fatal
del abandono

Y no voy a nombrarte
aunque me duele inmenso
tu dolor y la obscena tragedia
de tu constante luto riguroso
que tan sólo me queda
como triste homenaje
a la inutilidad
el tributo ruín de la vergüenza
que da este no entender
por "saber" tanto
y por poder tan poco


Cuando el horror ondea
y hace del mundo un campo de exterminio
de poco sirve  el nombre
que sólo se pronuncia
para reivindicar puntadas al olvido
y soterrar la pena en la impotencia

Te dejo aquí un abrazo de silencios
como lluvia cansina
con toques de aguanieve
persistente y anómala,
que de repente arrecia
en medio de otro invierno
envuelto en el disfraz
de un Julio intempestivo
que una vez más,
según la meteorología
de la muerte y sus bombas,
ha vuelto a equivocarse de estación








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