El imperio online de la censura

Así se titula hoy La Voz de Iñaki que El País digital y la web de la SER han suprimido

 Gallardón y el proyecto en favor de la hipocresía

   IÑAKI GABILONDO

Comentario de Iñaki Gabilondo en 'Hoy por Hoy'. Jueves, 9 de enero

Gabilondo reflexiona sobre la reforma de la ley del aborto.

**********************Pues no. El comentario sonoro es el de ayer sobre "las malas compañías . Qué le vamos a hacer. La hackeridad que vive de eso, es lo que tiene, cuando se pone, se pone.Y profesionales lo son. Ya lo creo.

Una vez más, y como viene siendo ya ritual, se pone en marcha la mordaza a un periodista que no se casa con nadie y que funciona desde la legitimidad de la conciencia que no se vende ni se puede comprar como se compran opiniones e intereses de bajísimo o nulo contenido ético. Iñaki Gabilondo suele ser ninguneado de vez en cuando por la rama informática de la antigua PRISA, de soltera, y ahora Mediaset-Berlusconia después del fastuoso enlace patrimonial. Eran pocos en corruptilandia y parió la abuela mediática transalpina que unida al catolicismo más sectario están haciendo el agosto en pleno enero. Será que Dios los cría y ellos se emparejan bajo el yugo del pastón. Ayer Iñaki dijo lo suyo sobre los criterios éticos de la monarquía y nadie se lo censuró, pero hoy, Oh, Sancho, con la iglesia hemos topado. O sea, con el aborto y su gallardo-n paladín armado con la coraza de las malformaciones congénitas y la vocación maternal de toda mujer quiera o no quiera. Ellos son 'asín', no pueden evitarlo y por más que el papa se ponga la careta veneciana, el pelo de la dehesa sigue en su sitio bien tieso y pinchón, para recordar que todos los gatos son pardos cuando es de noche y sólo alumbran las velas de los altares y se inciensan poderes al por mayor a saco.

 Por el título del reportaje sonoro, se puede colegir más o menos el tema tratado hoy por el maestro y excelente profesional Don Iñaki Gabilondo, tan respetado como querido por la más lúcida mayoría absoluta de españoles.

La hipocresía religiosa y social es el vicio farisaico más vapuleado y aireado por Jesús de Nazaret en los evangelios. Es el pecado que no se perdona, el pecado contra el Espíritu Santo. La cerrazón al entendimiento en favor de la soberbia dogmática que separa, discrimina y margina a todos los que no son como ella o sea, la hipocresía es sectaria y fanática. Acívica y amoral, aunque mantenga formas suaves y reverentes. No es que Dios no quiera perdonar a los hipócritas, es que simplemente los hipócritas no dejan que Dios los perdone, no son receptivos ni admiten jamás sus errores, porque para ellos son aciertos, no están en condiciones de aceptar ese perdón porque colocan  su soberbia y su falta de misericordia con todo lo que combaten y marginan, como una virtud dignísima y llena de beatífico glamour. El sustantivo griego üpócrisis que da lugar al verbo üpokrinomai de donde procede el término 'hipócrita' lo define muy bien. La preposición-prefijo üypó significa "por debajo" y kryno "representar" "separar" "interpretar" o sea, que juntos los dos significados suman: hipocresía. Fingimiento. Teatralidad. Mentira materializada. Gato por liebre. Y eso es exactamente lo que hacen quienes legislan según las normas que les gustan y les  convienen, mientras tratan de imponerlas a los demás con argumentos que para los demás son perjudiciales y nefastos, pero que para ellos son magníficos porque les aportan ganancias y apoyos sociales que les refuerzan en el poder; aplican  bajo el nombre de 'legalidad' criterios ilícitos e ilégitimos moralmente porque atropellan los derechos y libertades de las personas indefensas que se encuentran inermes ante el abuso de tal poder. Además se añade al agravante de que el hipócrita jamás escucha, sólo oye e interpreta a su aire y a su provecho lo que oye, con lo que evidentemente jamás tiene elementos objetivos de juicio, todo en él es subjetivo y egocéntrico, ignora la empatía y sólo por diplomacia, cuando quiere conseguir algo, finge que entiende, pero sus hechos enseguida le denuncian.

Un ejemplo clarísimo de hipocresía institucionalizada es el comportamiento de este gobierno "católico romano". Va a misa, reza, apoya a la iglesia por encima de los derechos de los ciudadanos olvidando lo que dijo Jesús: No se ha hecho el hombre para la norma, sino la norma para el hombre. No respeta ni escucha las necesidades mayoritarias de la población, sino que crea un molde a su criterio e intenta encajar en él a los ciudadanos mutilando derechos y libertades que se ha ganado a pulso con esfuerzo, estudio y evolución. Al ser sus criterios muy estrechos y miserables, el ciudadano de hoy no cabe en ellos y eso desespera a ese poder ínfimo en valores humanos y prolijo en preceptos y normas rupestres que la conciencia del hombre del tercer milenio tiene ya superados. Se ve perfectamente en el gallinero que montan en las tertulias. Jamás escuchan. Sólo el grito repetitivo como argumento y la descalificación irrespetuosa e hipertrofida como farsa dialógica. Rigidez que sólo aplican contra lo "distinto", pero que para ellos se vuelve permisividad. Por ejemplo, criticar las malas costumbres y penalizarlas mientras ellos mismo conducen bebidos y atropellan peatones y se absuelven en los juzgados. O culpan de delincuentes a los que denuncian delitos que ellos cometen. Por ejemplo, el caso Bárcenas es una oda impecable a la hipocresía. Como lo es la defensa absurda de la Infanta que intenta impedir que se aclare su situación por un falso e hipócrita "respeto" a las normas que se han sacado de la manga y convertido e leyes sin valor porque las deslegitima su falta de ética aplicable al bien común.

Dicen respetar la vida de los neonatos con malformaciones congénitas, pero cuando esos nonatos nacen les abandonan, por medio de sus "leyes" económicas, sin recursos para que se mueran por sí mismos, no porque fueron abortados cuando sólo eran un grupo de células sin consciencia ni cuerpo ni vida propia.  Para ellos vale más un grano con posibilidad de humanizarse al nacer, que la persona nacida y completa.  Tampoco se entiende que amando y respetando tanto la vida, nos metiesen en la guerra de Irak a matar irakies a saco por la chaladura y mentiras interesadas de Bush y Blair con la añadidura paranoica y megalómana de Aznar y su pp incondicional absoluto. 

Tampoco el PSOE ejecutivo, contra el PSOE de base, se queda corto en hipocresía cuando se empeña en meter con calzador en una democracia socialista el bodrio de una monarquía puesta por un dictador y no elegida, sino simplemente aceptada como un purgante por la presión transitoria de un momento difícil que pasó hace treinta y cinco años y de la que ahora se sienten "deudores" siendo cómplices y haciendo pagar a los ciudadanos la falsa deuda personal que creen tener con el monarca y que sólo es complicidad y amiguismo interesado por ambas partes. O pasando por alto el dichoso concordato con el Vaticano, que ha sido capaz de hacer el milagro de ser sostenido en España por un Estado laico y aconfesional. Igualitario(¡!) y que no paga el IBI porque Dios y el César coinciden en la persona de su papa. Por eso tienen bula y hasta el obispado de Ciudad Real se puede permitir desahuciar y tirar a la calle a una familia paupérrima porque no puede pagar el alquiler de una casa que no paga IBI ni ha sido comprada por la iglesia, sino que se la han dejado como herencia y regalito para comprar una parcela del más allá, que por supuesto controla la inmobiliaria vaticana.

Pero hay que ir más allá  en el más acá. Al origen de ese mar contagioso de basura amoral disfrazada de credo religioso: el catolicismo está en la base de tal desvío, que Molière retrató en su Tratufo con pelos y señales. Que Martín Lutero  o Giordano Bruno o los cátaros  e incluso Francisco de Asís denunciaron  con sus argumentos y sus vidas, sobre todo. Un antro de ambiciones, de rituales sacrílegos y componendas nauseabundas, capaces de pactar con lo que sea para permanecer en el trono de la inmundicia camufladas - üpocritoi- hipócritas-, al "servicio de Dios" como sus representantes más idóneos, "elegidos" y únicos. Todos los demás se equivocan, hasta el mismo Dios que a veces  se pasa de poco exigente, demasiado misericordioso y poco serio, permitiendo que una mujer que aborta o se divorcia no caiga fulminada por su pecado horrendo, pero que sin embargo, a base de misas, rosarios y novenas, puede llegar a ablandarse y bendecir guerras muy florecientes, fábricas y tráfico de armas, bancos para robar a los pobres y dejarlos en la calle, casinos para arruinar robando y deformando a los desgraciados ludópatas o la Tabacalera como negocio estupendo para laboratorios farmacéuticos, que a su vez son otra bendición sanísima y sacrosanta. La misma casta que vendió a Jesús y no paró hasta crucificarlo "por el bien del pueblo".

Seguramente el no-video de Iñaki de hoy iba por esos derroteros, pero con mucha más concisión y maestría de las que estas indignadas líneas manifiestan.  Este humilde post es una denuncia de la censura católico-ppera y al mismo tiempo un grito de humanidad en un mundo desubicado, manipulado y distraído, donde sólo importa lo que cuentan los medios para conseguir sus fines. Y esa es la madre de todas las corrupciones. La mentesucción al servicio de la trola como negocio. El tenderete Mordor de la hipocresía.