Explosivo Gamonal
EL PAÍS
El pp con su estilo depredador está recogiendo la cosecha que viene sembrando desde que la mayoría 'relativamente' absoluta decidió colocarlo en el poder gestor (mayoría que no habría sido posible jamás si la abstención no hubiese sido una de las más altas registradas desde que comenzó la democracia a funcionar; abstención socio-política y cerril, que es el verdadero sostén de los fascismos, con la que los ciudadanos sólo se castigan a sí mismos con el voto 'libre', sí, pero tóxico)
A base de durísmos sufrimientos, de cínicas y delictivas injusticias, atrocidades impensables y malos tratos contínuos, la ciudadanía acaba perdiendo la paciencia. Es cierto que la revuelta burgalesa ha conseguido doblegar al cacique 'Lacalle Esmía', que fue el mismo mantra de Fraga durante su etapa de ministro de asuntos interiores -en el pp todo está como pachucho y previamente sobeteado, en color sepia, con arrugas, lleno de pelusas y oliendo a rancio mezclado con alcanfor...todo es una especie de eco de algo perdido, en plan I you remember, old baby; qué curioso, ¿no?-. Y en esos suspiros de Eshpaña se nos pierden detrás de Obama, del que esperan parabienes, pero encuentran una crítica: no se pueden pedir laureles con ese vergonzante índice de desempleo, Mister Rajoy. Claro que para enterarse de esa crítica los españoles deben aprender inglés y leer periódicos transoceánicos o andar cazando comentarios subterráneos de periódicos on line que ejercen como pueden la piratería al revés: en plan wikiconciencia.
Pero también es cierto que para un gobierno que va de 'democrático', por muy cafre que sea en el fondo y en las formas, resulta bochornoso e indecente provocar situaciones tales en las que sólo la resistencia violenta y destroyer de los sufridores machacados sea capaz de tirar abajo la injusticia, el abuso y el enjuague de los representantes trepas y pirañas. Para los ciudadanos es muy injusto y terrible que en el siglo XXI haya de ser esa resistencia violenta el único método para parar a los dinosaurios que, escapados de Jurasic Park y disfrazados de políticos alimentados de shobraje, se han apoderado de las instituciones y de los mercados-bancos, sin que casi nadie haya advertido el juego sucio. O tal vez porque se han contagiados por la inercial dinosauritis del parné a saco, con el método preferido de los tiranosauros rex resumido en este mantra: tú corrompe, que algo queda. Entre decencia y dinero, menos es más. Y más es menos.
Y si para salvaguardarse añaden la obsesión de montar pirulas a saco, inventando paranoias y meteiendo cizaña mediática a tutiplén, la telefonía móvil e internet se encargan rápidamente de desarticular el avatar terrorista ad hoc , de desmantelar el juego de tronos y águilas imperiales y de que la ciudadanía se ponga en contacto entre sí y muestre la realidad tal como es, pida y recoja firmas,asista a los plenos ejerciendo su derecho de reclamar públicamente y hasta colocándolo en YouTube y vaya al fin del mundo, si es preciso, para reivindicar lo justo y necesario.
Cuando el hombre despierta, de las ametralladoras hace arados, de los carros blindados hace tractores, de las bombas hace pan y de la enseñanza en barracones escuelas públicas ejemplares que vacían las concertadas, de la indignación hace asambleas constructivas creadoras de otra sociedad mucho más habitable, sencilla y libre, más humana y gratificante, y de los problemas hace soluciones creativas e inimaginables para los mercaderes de "lo previsible" y de las encuestas inventadas y la urnas de la mentira. Así es la evolución. Hace ochenta años, los ciudadanos de Gamonal habrían montado una masacre y se habrían ganado el garrote vil a continuación. Pero hoy, han crecido, han despertado y disponen de medios tecnológicos para contar al mundo lo que están sufriendo y esa misma inteligencia les hace comprender que es mucho más eficaz y agradable votar mejor y no absternerse y olvidar para siempre a quiénes nunca deberían haber llegado a gobernar, no porque no haya libertad para que lo intenten, sino porque la misma libertad de un voto responsable y sin chantajes no se lo va a permitir después de lo experimentado y soportado ignominiosamente.
Los tiempos cambian. Y los Gobiernos y partidos deben aprender de sus representados las lecciones de realidad que el poder no sabe impartir. La humildad hace triunfar la inteligencia, la sobredosis de infatuación tramposa, ávida de poder y dinero, ciega y acaba siempre por arruinar cualquier proyecto por bueno que parezca. Además de elegir programa de gobierno hay que saber elegir y conocer el historial gestor de las personas que nos lo "venden". Unas siglas no significan un aval a todo riesgo. Un trust de mediocres gobernando es más peligroso que un trust de locos. Y para terminar, aquí va un ejercicio de 'lóg-ética' para que vayamos practicando sobre la marcha:
Premisa primera: al loco se le inhabilita, porque la locura no puede ocultarse por mucho tiempo.
Premisa segunda: el mediocre, -que pasa por "normal" y "discreto"-, suele colocarse por oposición en el puesto de los que deben decidir la inhabilitación de los locos.
Conclusión: lo malo del mediocre es que el único baremo con el que mide y distingue la locura de la cordura es el tanto-cuanto de su propio beneficio, sin que le importe nada más.
Así que , ojo al parche, queridos/as míos/as.
Premisa primera: al loco se le inhabilita, porque la locura no puede ocultarse por mucho tiempo.
Premisa segunda: el mediocre, -que pasa por "normal" y "discreto"-, suele colocarse por oposición en el puesto de los que deben decidir la inhabilitación de los locos.
Conclusión: lo malo del mediocre es que el único baremo con el que mide y distingue la locura de la cordura es el tanto-cuanto de su propio beneficio, sin que le importe nada más.
Así que , ojo al parche, queridos/as míos/as.
No hay comentarios:
Publicar un comentario