Arqueólogo y autor de 'Materia viviente, vida pensante' Eudald Carbonell: "A finales del s. XXI habrá probablemente nueva diversidad humana, pero esta vez, artificial"
madrid
Actualizado:El arqueólogo Eudald Carbonell integra en su último libro Materia viviente, vida pensante,
del que también es coautor Jordi Agustí, profesor de investigación
ICREA, un binomio sobre el que pensar: qué es la materia viviente y cómo
ha funcionado a lo largo del tiempo y, por otro lado, la evolución de los homínidos hasta la actualidad.
Carbonell, que desde 1991 es uno de los tres codirectores de los yacimientos de Atapuerca, divide este libro en dos partes para tratar de explicar el cómo y el porqué de nuestra existencia.
¿En qué momento de la evolución tomamos conciencia los seres humanos como especie?
Conciencia crítica
de especie la estamos tomando ahora. Siempre digo que emergió en el
momento en el que se posibilitó la destrucción del planeta. Es decir, a
partir de la crisis de los misiles, después del proyecto Manhattan,
de la II Guerra Mundial y de toda la progresión de esta fuerza
destructora nos dimos cuenta de que se podía devastar el planeta.
Primero, obviamente los físicos, y curiosamente Einstein y Oppenheimer,
los impulsores de la bomba atómica. Esta posibilidad potencial de
destrucción movilizó los primeros atisbos de la conciencia crítica de la
especie. A partir de ahí, se ha ido incrementando por las luchas contra
la guerra o el pacifismo.
¿Y las primeras formas de conciencia?
Tienen que estar en un cerebro que tenga un cierto desarrollo neurológico, cuando empiezan a crecer de verdad,
hace un millón de años. Entre un millón y medio millón de años
existirían las primeras pruebas que atestiguan la conciencia
comunitaria. Esta conciencia también significa, por supuesto, el
desarrollo de cierta conciencia individual, que después se va
trasladando a diferentes aspectos de la vida y de la historia, como
mucho más tarde en el s. XIX cuando emerge una conciencia de las clases
sociales. La conciencia es una abstracción que está de alguna forma
siempre en la construcción humana. Puede que tenga un millón de años.
¿En qué fase evolutiva estamos actualmente?
"Conciencia crítica de especie la
estamos tomando ahora. Siempre digo que emergió en el momento en el que
se posibilitó la destrucción del planeta"Estamos en el final del ciclo evolutivo. La socialización y la revolución científico tecnológica nos lleva al poshumanismo.
Con lo cual lo humano irá perdiendo categoría. Para ilustrarlo, los
valores dejarán de tener importancia porque es más importante la
conciencia que el valor. Esto lo explico en la segunda parte del libro.
Hay un cambio de fase como consecuencia de una crisis estructural
sistémica y evolutiva. Pasamos de la humanización a otro estadio. Es un
salto, una disfunción. Vamos hacia un cambio donde la base fundamental
es la socialización de nuestra capacidad científica y tecnológica y su
aplicación al entorno y a nosotros mismos.
¿De qué forma la crisis climática puede moldear la evolución humana?
Esta tiene que ser una evolución ecosocial.
Es decir, que haya una evolución que integre la ecología y la vida, con
el pensamiento y la conciencia. Una integración evolutiva que rompa las
fronteras entre la ecología y la inteligencia y la conciencia.
Habla de otros retos del futuro y del concepto de ecología planetaria y de la transhumanización, ¿qué quiere decir?
La
transhumanización está ligada a mejorar la especie. Es decir, nuestras
capacidades tecnológicas se están socializando a escala de cuidados,
pero también de estructuración de la especie. En el libro ya se
apunta este hecho, aunque no está desarrollado porque estoy ahora
trabajando en el decálogo de especie. Lo que se producirá a finales del
s. XXI probablemente será la generación de nueva diversidad humana, pero
esta vez artificial.
¿A qué se refiere con nueva diversidad humana?
"Habrá humanos que no se dejarán transformar, otros construidos por ingeniería genética y otros modificados por biomegatrónica"Que ocurrirá lo que pasó hace unos 40.000 años, cuando había cuatro o cinco especies o subespecies, los denisovanos, el Homo floresiensis,
etc. Seguramente será como consecuencia de la aplicación de la ciencia y
la tecnología en la sociedad. Habrá humanos que no se dejarán
transformar, que serán ‘naturales’ en el sentido de la naturaleza
biológica inamovible. Habrá otros construidos a través de CRISPR /Cas9,
por ingeniería genética, es decir, serán editados. Otros serán
modificados por biomegatrónica, humanos mixtos biomecánicos. Estoy
seguro de que tenderemos a la generación de diversidad, que es la
cuestión más importante del planeta.
¿Qué va a recoger en ese decálogo del Homo sapiens?
Es un libro que
tengo en mente, para publicar el año que viene, sobre los diez conceptos
sobre los que debe discutir y reflexionar nuestra especie. Entramos en
una época en la que, si todo funciona bien, tenemos que eliminar los
líderes y el individualismo, para que la individualidad colectiva
funcione. Deberemos abortar la globalización, porque está creando
uniformidad y destruyendo la diversidad. Pasar a la planetización, que
es la que va a economizar y generar socialmente el equilibrio entre la
evolución ecológica y social de la especie. Son diez preceptos para
discutir.
Si la organización social del futuro ya no fuera por liderazgo, ¿qué se plantea?
La organización como forma de funcionamiento social, sin jerarquía.
Volviendo nuevamente al presente, ¿qué partes fundamentales de la evolución humana aún no entendemos?
"Tendremos que eliminar los
líderes y el individualismo. Deberemos abortar la globalización, porque
está creando uniformidad y destruyendo la diversidad"Comprendemos
las más próximas y las que han sido basales para generar la conciencia
crítica de la especie y para desarrollar los mecanismos de la conciencia operativa,
es decir, la que trabaja con el conocimiento y pensamiento y los datos
científicos. Pero, obviamente, en el transhumanismo aparecerán leyes del
universo que aún desconocemos. Existen cuestiones fundamentales que
desconocemos como, por ejemplo, nuestro origen.
¿Por qué dice que se ha agudizado la contradicción entre nuestra biología primate y nuestra inteligencia?
Se está agudizando porque los comportamientos etológicos primates tenían mucho sentido, tenían una fuerza motriz en la selección natural.
Ahora, con la selección cultural, lo que tiene una fuerza tremenda es
la inteligencia y la conciencia crítica de la especie. No tanto la parte
biológica.
Dedica un capítulo a la extinción. ¿Estamos abocados a este final como ocurrió en el pérmico?
Diariamente se
extinguen especies, que conocemos y que desconocemos. Vivimos en una
extinción masiva donde el impulso biológico humano, a través de su
adaptación cultural y técnica, está produciendo ese desequilibrio tan
importante. También estamos en un proceso en el que podemos desextinguir,
generar nuevas especies. La biotecnología puede reequilibrar y
contribuir ecológicamente a suplantar o reproducir la estructura. Pero
estamos balbuceando, aún no se han socializado estas capacidades.
¿Se refiere a eso cuando afirma que en el s. XXI nos abriremos a una humanidad más trascendente?
Trascendente
porque se va a trascender a ella misma, en el sentido más de pensamiento
de tipo kantiano, aplicado al humanismo tecnológico.
También habla del sexo social y de cómo nos ha influenciado a las diferentes sociedades...
Porque existe el sexo cuando lo entendemos como la época reproductiva, en el reino animal y vegetal. Pero el sexo social se
mezcla con las conductas, con las estructuras y pensamientos, con los
cimientos de la organización humana. El sexo se diversifica, no solo
para reproducirse, sino que se convierte en artefacto de socialización
de la propia especie.
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