lunes, 14 de junio de 2021

Iñaki Gabilondo invita a Díaz Ayuso a "darle un repasito" a la Constitución

  


¿Cómo es posible que la presidenta de una Comunidad Autónoma, como lo es Madrid, no se haya leído la Constitución antes de dar sermones sobre las atribuciones de la Jefatura del Estado en una democracia y salir a la calle haciendo piña con los neonazis, que llevan la vox cantante? Solo en un régimen totalitario trasnochado que ni siquiera ha pasado por la Ilustración, con una monarquía absoluta como la de Luis XIV, tendría sentido hacer semejante propuesta. 

¿Qué se puede hacer en una democracia cuando la mayoría vota verdaderos disparates para cargarse la democracia misma? ¿Qué falla en ese caso? ¿Cómo es posible que el propio pueblo le dé el poder a alguien como Ayuso y la deje suelta, nadando en su incultura democrática manifiesta - en la que confunde la libertad con hacer lo que le da la gana, como afirma sin pensar lo que dice-, proponiendo disparates y haciendo el ridículo sin parar? O los madrileños están para el arrastre o están en la parra. 

Nunca creí que llegaría a ver en este estado mugriento y acomodado a lo más degradante aquel  Madrid en el que viví y en cuya Universidad Complutense estudié y asistí a la sustitución del sindicato franquista de estudiantes, el SEU por el SDEUM, -Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Madrid- padeciendo en común acosos, ataques diarios de los grises, encarcelamientos y hasta asesinatos, solo por disentir ideológicamente de un régimen paleolítico, injusto a base de amenazas constantes, con pena de muerte icluida,  y tratando de adquirir y compartir valores democráticos, sobre todo entre estudiantes y obreros, sí, aquel Madrid cívico y solidario por entonces, quién iba a pensar que  podría degradarse de este modo hasta llegar a lo que ha llegado tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. A liquidar las mejoras medioambientales para envenenar otra vez la ciudad, romper por completo la capacidad del consenso, destrozar la convivencia enfrentando y excluyendo en vez de convocar y unir a la ciudadanía, y mediante una burda y repugnante demagogia, conseguir que el propio pueblo capaz de un 15M modélico y dialogante, democrático y sano, se convierta en un lodazal corrupto y tóxico, lo mismo en el medio ambiente que en la extinción de la ética imprescindible para la misma conciencia colectiva e individual. ¿Qué se ha hecho tan mal, especialmente en Madrid para acabar así, en manos de un partido que no puede existir si no se corrompe? Si esto es el resultado de la Transición, habrá que revisar qué se entendió por Transición. Quizá solo se tomó como un lavado de cara y un cambio de maquillaje y de disfraz, tras la muerte del dictador,  para tener acceso al MCE de entonces, la actual UE, y por las presiones de los USA para eliminar de Europa los posos del nazismo histórico. Pero está claro que ha faltado formación práctica y pedagogía ética y social, por eso se han conservado los viejos y "entrañables" modelos de siempre, que en esencia jamás pueden ser democráticos ni justos, ni igualitarios, ni solidaros, sino autoritarios, egópatas y dicapaces políticos, enredados aun en formas decimonónicas sin fondo verdadero que haga posible una civilización cultivada desde la conciencia y no desde el clientelismo soez, especulador, cortijero, caciquil, zafio, deshonesto y ppreppotente, lleno de miedos, odios y rencores, turbiedad y fanatismo costumbrista, en plan religioso. Algo así como el cura canario que justifica la violencia vicaria de un padre asesino de sus hijas para castigar a la madre, al mismo tiempo que convierte su parroquia en un cabaret trans de lo más devoto y  respetuoso para la meditación y el despertar espiritual a base de jarana y desmadre.  Una Transición muy mucho pparticular, anclada sine die en Atappuerca. Es lo que hay.

Captura de una entrevista al párroco de Gran Canaria Fernando Báez Santana, en una imagen de archivo.
(Público)

Esperemos que esto se agote, y que en paralelo haya un despertar colectivo urgente , que las alarmas sociales no permitan esa siesta constante que cada vez es más una pesadilla que un sueño con descanso reparador. Estar en el siglo XXI no es solo manejar el móvil, los algoritmos, la Thermomix, el Rumba, los videojuegos   y el ordenador hasta en la cola del super o en el retrete, consiste especialmente en  evolucionar para bien, como especie que, lejos de estar al tecnoloro por inercia y abducida. sin ser consciente de ello, debe aprender a reconocerse por dentro -gnozi seautón, decían y aun dicen los maestros- y reconocer, como Sócrates que cuanto más creemos saber, más fácil es aturullarse, confundirse y menos se comprende la esencia de las cosas y de los casos; la comprensión además de cerebro y de ciencia necesita Conciencia, que de momento está missing, especialmente en esta tierra híspida, hispana, de Hispania. Etimológicamente, en latín,  significa áspera, tiesa, pinchona, desagradable y poblada por liebres, ortigas y cardos borriqueros. Tipo  "Mi pueblo blanco" como la describe Serrat. Tal vez  si cambiamos de nombre igual nos libramos del maleficio. Es posible que después de 2500 años de llamarnos espina-ñoles y espina-ñolas, según el imperio que nos esclavizó pretendiendo civilizarnos, nos hemos acabado convenciendo desde el inconsciente colectivo de que esto no tiene arreglo. Por eso, a lo mejor, si le quitamos lo de reino y lo de Esa/ppaña y lo dejamos en República Federal Celtibérica, quién sabe...Ir a  ppeor es impposible. Es lo único bueno que nos queda. Tocar fondo y que no haya más solución que elevarse sobre el lodazal, lavarnos a fondo y desinfectarnos con el jabón de nuevos valores fraternales y lúcidos, porque ya nos damos cuenta de que la mierda añeja hereditaria pesa mucho, hace costra e infecta lo que toca y, entonces, visto lo visto y hart@s de sufrir como imbéciles, llevando unos zapatos tres números más pequeños que nuestro pie social, decirle adiós de una vez y para siempre a una cutrez tan ridícula como letal que nos impide caminar. Ains!

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