Los
familiares de Franco encabezan la comitiva familiar que porta el
féretro con los restos mortales del dictador tras su exhumación en
octubre de 2019. EFE
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha emitido ya su informe
sobre el proyecto de ley de memoria democrática que tiene previsto
aprobar el Gobierno. Sí, el Poder Judicial, que lleva dos años y medio
en funciones con la escasa dignidad que supone cobrar un sueldo que ya
no te corresponde (y si solo fuera eso...), ha decidido ponerse
exquisito y decirnos al común de los mortales que quizás el tema de la libertad de expresión no cuadra bien con eliminar fundaciones pro-dictadores como la Fundación Francisco Franco, pese
a que las instituciones europeas pidieron hace tiempo acabar con
cualquier vestigio de defensa de regímenes fascistas o aliados.
Después de encarcelar a titiriteros por los carteles de sus
marionetas, a cantantes de rap desconocidos hasta que los jueces les
dieron fama, de secuestrar libros bien contrastados sobre el
narcotráfico gallego, publicaciones pornográficas (en viñetas satíricas)
de los reyes... el CGPJ se alza como la más demócrata de las
instituciones y nos dice que ni apología del franquismo ni nada, que la
Fundación Francisco Franco y sus voceros (patrocinadores, publicistas y
mecenas) pueden hacer lo que les dé la gana mientras no humillen a las
víctimas del franquismo.
¿Qué más humillación se le ocurre al CGPJ que la de no haber tomado
una medida, jamás, que haga justicia y restaure la memoria de los
fusilados, torturadas, exiliados,... del franquismo? Restos humanos en
cunetas de toda España sin que al Estado le importe un euro, legislación
franquista que viene a legitimar comportamientos ídem, una Transición
que hizo borrón y cuenta nueva, sobre todo, con las víctimas de una
dictadura salvaje (los demócratas), una Historia sin conocer gracias a una ley de secretos oficiales de 1968... Pero no hay humillación, dicen con la superioridad moral del poderoso.
En las últimas horas, al tiempo que se conocía el informe del guardián de las esencias de la libertad de expresión, ahora CGPJ, la agencia EFE publicaba que Alemania ponía veto a la cuenta de Twitter de la Fundación Francisco Franco,
horrorizado el país germano en su lucha contra los brotes de
ultraderecha y filonazis que asedian sus instituciones y las europeas,
con que una organización que exalta una dictadura afín a la de Adolf Hitler goce de tan buena salud en España.
Aquí llaman "libertad de expresión" a exaltar a Franco y mantenerle
un chiringuito de recuerdo, porque creen que no hay humillación a las
víctimas y sus familiares, víctimas de segunda y tercera generación, en
definitiva. Víctimas que solo llevan 46 años esperando justicia,
lo que las revictimiza por cada Gobierno que pasa. Las víctimas de
crímenes del Estado siguen sin ser atendidas por las instituciones de lo
que se llama una "democracia plena" y cuanto más tarden en asistirlas,
con la complicidad de unas leyes que no siempre son justas, más
humilladas estarán. Diga lo que diga ese Poder Judicial que quiere
darnos lecciones de democracia desde sus sillones espurios. A estas
alturas.
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Comentario del blogg
Otro
récord del chanchullo juriscorrupto esppañolón, que anda suelto como un
perro rabioso poniendo bozales a los que no están contagiados por su
rabia y pretenden convivir cooperando y no imponiendo sus "normas" ni
agrediendo la dignidad ciudadana.
Imaginemos lo que pasaría en Alemania o
en cualquier democracia normal si algún colectivo en pro de presuntos
derechos y libertades dictatoriales heredadas del nazismo intentase
crear y defender desde el Poder Judicial una "fundación Adolf Hitler o
Benito Mussolini". Si la la ultraderecha española considera normal en
una democracia colar fundaciones a nombre de un genocida ¿por qué
condena a los políticos catalanes a la cárcel, si ellos no han torturado
ni matado a nadie, ni han montado una guerra de tres años que dejó
España en la miseria más absoluta durante décadas y hecha un desastre en
manos de los gerifaltes de siempre, ni han dejado el país aislado y en
la miseria durante muchos años con unas secuelas terroríficas de largo
alcance que aun padecemos (el Sahara Occidental es una de ellas), y cuya
evidencia es un caciquismo irredento, inmoral y sus ocurrencias, es un verdadero y constante desastre.
Esto sería impensable en cualquier país medianamente lúcido. Pero en Esppaña, es "lo normal". Esto debe terminar, hay que tomar conciencia. El timo de las eléctricas, el saqueo de los fondos públicos, el chanchullo como solución de los problemas, los ERTEs embolsados por los dueños de los negocios y los trabajadores bajo mínimos o despedidos. La total opacidad del estado. La Constitución a favor de privilegios si el que delinque es el rey repuesto por un dictador. La lista interminable de barbaridades alucinantes en la legislación, en el mundo laboral, en la educación, en la organización de la sanidad o de la vivienda o de la regulación y los precios del consumo energético volcado en potenciar el autoconsumo y no su erradicación mediante la penalización de unos impuestos absolutamente sin sentido, ni el sol ni el viento cobran a nadie por calentar y soplar, un pisoteo constante de los derechos y deberes del estado y de la ciudadanía, que solo se descubre cuando se está una temporada fuera del ppudridero ppatrio y se disfruta de una verdadera normalidad política, social, económica y cultural, entonces descubrimos que lo nuestro está siendo la "normalización" constante y forzada de un estado de excepción social ya convertido en sistema.
Todo este mejunje amontonado de indecencias que superan la misma capacidad de enumerarlas, es lo que no nos deja espacio ni tiempo ni capacidad disponible para reflexionar sin rabia ni odio ni rencores ni violencia, sino desde la necesidad urgentísima en crecimiento exponencial de un cambio desde la realidad y la cooperación y no desde la "ilusión" o la fuerza y el ppoder, mediante ataques estatales y sus respuestas agresivas, en plan orcos de ida y vuelta, que de nada sirven ni nada solucionan, si así fuese no estaríamos como estamos después de cuarenta y tres años de aparente democracia, que no consiste ni mucho menos en "hacer lo que nos da la gana -el mantra favorito de Ayuso- porque para eso somos libres", sino en crear entre todos un país habitable y sano, de donde no haya que emigrar por necesidad y caos constante, donde antes que hacer lo que nos da la gana, nos preocupa e interesa hacer -sin que, preferiblemente, nos lo tengan que imponer-, posibilitando que todo funcione lo mejor posible y que "lo que nos dé la gana" sea el bien común.
La libertad del caos no solo no tiene sentido es que es fatal y esa catástrofe se produce precisamente cuando el ego va por delante, el Nosotros no existe si no es de 'la familia' -en el concepto mafioso del término-, es decir, de la misma devoción o del mismo ppartido- mientras la responsabilidad cívica y ética no está ni se la espera, porque ni se sabe que existe ni en qué consiste, y en ese plan se constituyen gobiernos, instituciones y ¡estados democaóticos!
Un Poder Judicial a disposición del mejor postor y mejor enchufador coleguita. Menudo panorama.
Debemos reclamar el derecho a elegir
mediante las urnas a los miembros del Poder Judicial, no solo del
legislativo, ya está bien de camelos, de atropellos "legales" e
ilegítimos, necesitamos estar a la altura organizativa y gestora del
momento histórico y de los cambios imprescindibles que nos urgen a nivel
Constitucional y jurídico que necesitamos exponencialmente, ya está
bien de barrabasadas y feudalismos incomprensibles en el tercer milenio
de esta Era de marras.
La tecnología y la ciencia, el pensamiento y la
sociedad, la lógica y la sensatez, ya no permiten gobernar ni
organizarse con semejantes residuos tóxicos almacenados en las cloacas
estatales y estructurales ni saben hacer nada sin crear verdaderas fosas sépticas
interminables y socialmente letales, unas disfunciones que son verdaderas
taras políticas y pedagógicas.
La libertad de todxs solo es posible con
el respeto a la igualdad de los derechos verdaderos basados en la ética, en la
justicia, en la conciencia y en el bien común, del que no forma parte el culto a los
dictadores genocidas ni la tolerancia legal con sus herederos y
secuaces empeñados en reproducir sine die la miseria de sus antepasados
ideológicos, maltratadores sociales desde el mismo estado de desecho
que los controla y les estafa constantemente.
Si ese estado no sabe
frenar su impulso destroyer ni tener claro algo tan básico y
fundamental como el entendimiento, la cooperación para lograr el bien común y solo sabe pelearse por mandar y vencer en las urnas, aunque sea a base trampas e ilegalidades e indecencias como el comercio tránsfuga, ¿es un estado realmente democrático o es el timo de la estampita en
la Cueva de Alí Babá?
Pensadlo despacito pero no os durmáis mientras tanto, porque hay que estar cada día más despiertxs y activxs, querida familia infinita. Aprendiendo a decir sí a la visión de largo alcance que sabe actuar en presente de indicativo para el bien de todxs, empezando por los más maltratadxs, perjudicadxs y necesitadxs, y a decir no a los intereses más egoístas, opacos y manipuladores. Superando el miedo y la emocionalidad cegata con que nos manipulan y nos intoxican si no sabemos detectar sus juegos orwellianos disfrazados de algoritmo y de tecnología punta que solo es obsolescencia programada para la misma vida humana que les mantiene encendida la caldera de un progreso sin más futuro que la autodestrucción en las garras de la insostenibilidad planetaria.
Solo de ese modo, haciendo contagio energético y creando juntxs una sutil, personalizada y contundente "masa crítica" con la energía mental, psíquica y espiritual que llevamos dentro, veremos como todo cambia sin que tengamos que atacar nada ni a nadie. Lo inservible y negativo se deshace por sí mismo, no necesita "ayudas" para desparecer cuando ya no ha lugar en la vida de nadie y más bien repugna que atrae. Porque lo que construye con una mano lo hace polvo con la otra. El bien común es ambidiestro, cooperativo y completo, siempre desde la ética, la comprensión y el amor fraterno, nunca manco/destroyer. Ni se alimenta de la fruta del árbol del bien y del mal. Sencillamente comprende y ama a su prójimo como así mismo y cuanto peor está ese prójimo, en vez de machacarlo "por malo", más se implica en su tarea fraterna y pedagógica efectiva y práctica, para ayudarle a salir del bucle.
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