jueves, 18 de enero de 2018


Alberto Garzón: "La CUP ha priorizado la línea nacional a la de clase"

"En Vistalegre 2 Podemos cometió el error que IU había cometido antes: las peleas de poder"
"La CUP ha priorizado la línea nacional a la de clase"
"Cuando el eje es el tema nacionalista pierde la izquierda"
"No debería haber miembros del anterior Govern en la cárcel"
"La presencia en los barrios es fundamental para llegar a las clases populares"




Entrevistamos al coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón. Analizaremos con él la actualidad política, el futuro de la confluencia de Unidos Podemos, y su último libro, “ Por qué soy comunista”, una reflexión sobre el futuro de la izquierda.



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Alberto Garzón presenta su libro "Por qué soy comunista" en Carne Cruda Álvaro Vega



Garzón habla sobre la unión de su partido con Podemos y Vistalegre II, los cambios que han introducido en IU, la actuación del ministro Montoro en el Ayuntamiento de Madrid o los presos políticos catalanes. Aquí te dejamos algunas de las claves de la entrevista en titulares:
"Vistalegre 2 fue una matanza hecha pública"
"En Vistalegre 2 Podemos cometió el error que IU había cometido antes: las peleas de poder"
"La CUP ha priorizado la línea nacional a la de clase"
"Nos gustaría que ERC y CUP abandonaran el bloque nacionalista y apostaran por un bloque social, pero no parece que vaya a ocurrir"
"No debería haber miembros del anterior Govern en la cárcel"
"Montoro utilizó su intervención en Madrid para intentar boicotear a Ahora Madrid pensando en las próximas elecciones"
"Cuando el eje es el tema nacionalista pierde la izquierda"
"La unidad de la izquierda es más necesaria que nunca"
"En la izquierda por no compartir el 100% de las posiciones ya nos quedamos en casa, la derecha lo tiene más claro y vota siempre"
"La unidad es más necesaria ahora si cabe, porque la crisis de régimen va camino de solucionarse por el lado de la derecha y las élites"
"Si hiciéramos en cada conflicto social la pedagogía que hace la PAH en los desahucios, llegaríamos más y mejor a nuestra clase"
"No podemos culpar a la clase social de no haber entendido la historia por votar a la derecha. Eso sería elitista"
"Cuanto más nos adhiramos a un programa, menos dependeremos de caras visibles"
"No podemos aceptar que la idea de España quede en manos de la derecha, que quiere una España sin derechos"
"Incluso parte de la derecha como Trump intentan medidas proteccionistas porque han entendido que el neoliberalismo y la globalización son el problema"
"El crecimiento de la extrema derecha no es cosa del azar, está ligado a los perdedores de la globalización"
"El eurocomunismo convirtió al PCE en una maquinaria electoral que sólo pensaba en las siguientes elecciones"
"El ejemplo del PCE en el franquismo es clave. No había electoralismo porque no había elecciones, el esfuerzo se dedicaba para crear tejido social" 
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Las reflexiones de Alberto Garzón siempre son un foco de luz y de salud política. Yo no soy comunista pero comparto la visión de Alberto y de tantas magníficas conciencias que tanto abundan en IU, un movimiento social, más que un partido al uso, quizás por eso no se lleva bien con el poder al estilo habitual de rapiña política, juegos sucios, opacidades sin fin, corrupciones 'normalizadas' y luchas a muerte por el control de todo: ideas, personas, privacidad, relaciones, agendas, etc, etc...ese batiburrillo que, por desgracia, es la escoria política, una especie de residuos tóxicos que nos han hecho aceptar en el establishment, - con la cooperación impagable de los medios de comunicación incardinados en el negocio próspero -mucho más que en el servicio limpio a la sociedad- como cosa normal a ciertas bajuras maquiavélicas consideradas una cuestión de eficacia, de estrategia y de táctica guerrera, en un ámbito que, como la política, debe basarse en todo lo contrario: decencia, transparencia, limpieza de miras, diálogo, debate respetuoso, dignidad, sencillez, cercanía, solidaridad y por encima de todo ÉTICA Y HUMANIDAD. Conjunto de cualidades del que la política habitual está a miles de años luz, literalmente.

Cada día que pasa la realidad me deja más claro que convivir con ese bache mortífero, y al parecer inevitable si se quiere "ganar", es la causa del poco glamour de la izquierda actualmente, no sólo en España, sino en el mundo entero. Es la causa por la que ha fracasado la socialdemocracia y el comunismo ha desaparecido del podium de los poderes internacionales. Sólo hay que mirar a Rusia, China o Corea del Norte para comprobarlo.
Si el comunismo hubiese funcionado más allá de los aparatos del poder, del dogmatismo y del miedo, el capitalismo nunca habría podido triunfar, y de un modo escandaloso, en países educados y formados con conciencia -para ello es imprescindible la libertad y el ejemplo diario de un modelo social limpio y sano que fluya sin necesidad de forzar las voluntades, de convencer sin tener que vencer a nadie-; eso habría dejado unas bases sólidas e indestructibles en el tejido social. No ha sido así. Y no es por casualidad, sino por carencia básica de valores humanos prácticos. Un ejemplo aún queda vivo en la Alemania del Este donde quedan abundantes restos "arqueológicos" del socialismo más auténtico, en la ciudadanía, a pesar de los rebotes patológicos de una derecha xenófoba e inoculada desde el Oeste más egocéntrico y rapaz. 

Uno de mis yernos es berlinés del Este.  Sus padres y abuelos, como millones de alemanes del Este,  fueron socialistas y muy críticos con la Unión Soviética, aunque de eso se habla poco en los medios. Pero con valores intocables en cuanto a la igualdad, a la solidaridad, a la libertad de conciencia, a la no violencia (ayudaban a escapar al Oeste a los que decidían salir del área de control soviético), pero ellos elegían quedarse por un deber  de profunda humanidad. Relatan: "si todos nos íbamos ¿quién quedaría para ayudar a cambiar las cosas malhechas?" Así los abuelos y padres de mi yerno "comunistas filorusos" por decreto, permanecieron como miles de socialistas decentes, al pie del cañón del compromiso ético y humanitario. Aún siguen viviendo en Berlín Este, junto a muchos otros con la misma trayectoria vital, conservando valores admirables e imprescindibles, educando a hijos, nietos y ciudadanía circundante con el ejemplo admirable de unas conciencias de base barrial y cívica, cultural, en convivencia, coeducación en la escucha y en la conciencia colectiva, plural y diversa.
O sea, que donde hubo excelencia humana siempre queda algo bueno que dar y recibir para las generaciones siguientes. Lo que es susceptible de desaparecer como el polvo cuando se limpia o como las hojas muertas que el viento se lleva sin dejar rastro, es porque no echó raíces en su tiempo de vigencia, no hubo base real vinculada por el ser, en su cuádruple manifestación: física, emocional, mental y espiritual. Ojo, espiritual no significa necesariamente algo religioso, sino ontológico. Esencial, de esencia, de sustancia profunda. No un dogma ni unas liturgias rituales, sino una experiencia que transforma al individuo y la sociedad a través de quienes  hacen la comunidad, no simplemente el comunismo.
La comunidad es intemporal, es esencia, el comunismo es temporal, táctico, herramienta que caduca. Como el modernismo, el catolicismo, el cristianismo, el budismo, el surrealismo, el romanticismo o el clasicismo, e incluso el capitalismo: un estilo, una moda, una forma, que con el desgaste pierde el fondo y olvida el sentido fundante de la esencia que le da vida y ese sentido que por su temporalidad y desgaste va perdiendo con el discurrir de años y avatares. No así sucede con la comunidad social humana, con la asamblea, con el pentecostés original, que es una realidad perdurable, en distintas modalidades, pero siempre presente. Ni el tiempo ni el espacio pueden con ella. La comunidad , -koinonía decían los griegos hace dos mil quinientos años-, es una expresión inseparable de la vida, todos los 'ismos' son manifestaciones con fecha de caducidad, sí, incluso los más "sagrados". Y cuando esa realidad inevitable no se tiene en cuenta, se encriptan los miedos a desaparecer si se fluye y se cambia. Y viene al ferrarse a "verdades" intocables que dan una seguridad fanática y vacía de vida, acartonada y triste. Muerta.

Todo se enrarece con el uso normal, es la obra natural y erosionadora del tiempo, pero la comunidad  sigue viva y en autotransformación, no desaparece con cada 'ismo' entrópico que se cae, aunque sí enferma y sufre en el proceso que se seguirá repitiendo  ad infinitum hasta que se comprenda mayoritariamente el sentido, las causas y los efectos de cada situación de encumbramiento y  declive en las ideas e intenciones que dirigen  la praxis de cada sistema de conducta social, personal y universal en su repercusión cuántica pero aun sin conciencia desarrollada por los individuos ni, obviamente, por las comunidades que aun no son capaces de reconocerse como lo que son, más allá de sus fragmentaciones siempre miradas con la lupa de absolutizar indignarse, tener prisa o pereza participativa, y sobre todo temerse lo peor tanto si se hace algo como si no se hace nada, que son las lentes que defoman la percepción y nos convierten en la versión social y política del asno de Buridán.

Son las crisis generalizadas, que rompen la inercia y ponen en peligro derechos, libertades, dignidad y hasta la vida física de los inidviduos, debido a la torpeza y mala disposición de los gobernantes conchabados con el poder financiero y de casta, lo que sin duda despierta el sentido comunitario más profundo.
Al principio fueron las revoluciones violentas el único recurso comunitario para defenderse de los abusos, pero con el tiempo, y al no haberse despertado aun la conciencia inteligente colectiva, esas revoluciones acabaron degenerando también, por dos causas evidentes:

1) El abandono del trabajo comunitario por el cambio por parte de la comunidad que ya se cree a salvo en manos de una oligarquía todopoderosa, gracias a que la comunidad se lo  permite por medio de los votos sin retorno en caso de equivocarse de opción.

2) El empoderamiento de esas oligarquías que se creen omnipotentes porque la comunidad -generalmente engañada como una china de las de antes- las ha convertido en sus representantes por medio de las urnas a las que se da un poder acomodaticio irrevresible aunque todo se vaya al carajo , -los elegidos seguirán en sus trece erre que erre, gracias a las leyes que ellos mismos se inventan y ejecutan-, y con el deber de confíar totalmente en sus "gobiernos democráticos", que las tratan como a deficientes políticas e ignorantes, desvalidas e incapaces de auto-organizarse sin un poder 'superior' que las mangonee una vez hecho el paripé de unas elecciones 'democráticas' de cuatrienio en cuatrienio, a partir de las cuales la comunidad funcionará como los antiguos "procuradores en cortes" del franquismo: aceptando sin rechistar lo que decidan sus teóricamente mandados que en realidad son sus caciques y directores de escena, de guión y de gobierno. Así la democracia idealizada no deja de ser un puro remedo de  El show de Truman. O de Forrest Gump.

Las meras formas e iconos temporales son cadenas, grilletes y celdas de castigo para las comunidades humanas si no comprendemos con Heráclito de Éfeso, con Buda, Lao Tsé, Karl Marx, Jesús el carpintero de Nazaret o con Mercedes Sosa y su canción, que todo cambia constantemente, que la vida es el canal por donde fluye energía y que aunque el canal sea siempre el mismo -la comunidad humana-, el agua del amor y la luz inteligente que son la base, siempre es nueva a cada minuto que pasa. No en vano los primeros seguidores de la revolución de Jesús se bautizaban. Se sumergían enteros en el agua como símbolo transformador de su esencia. Y no por un golpe emocional sino tras un periodo de años de maduración y cambio personal, no impuesto, sino vivo y nacido como un árbol de la vida y era la comunidad la que aceptaba y acogía, la que daba el aprobado al aspirante, no por sus sermones brillantes sino por su actos de amor y de inteligencia comunitaria. Si la comunidad no aprobaba los actos materiales no servían de nada las devociones de la apariencia.

Las corazas ideológicas sin praxis social comunitaria no duran eternamente, porque el espíritu humano es universal, es un alma cósmica, que como dice Jesús "es como el viento que sopla donde quiere y como quiere"; creadora de nuevas realidades, de nuevos cauces y soluciones, a las que no hay que temer ni querer controlar mediante poder y presión, mediante totems ni fórmulas sacras y mucho menos castigos ni excomuniones; se trata sencillamente de asumir y gestionar desde la integración y no desde la hostilidad del combate (un ejemplo de lo más evidente está siendo el asunto entre Catalunya y el reino del pp, que presenta todos los ingredientes al respecto). La lucha pone, es cierto, exalta y anima al principio, pero acaba rompiendo, destruyendo lo malo y lo bueno en el mismo bombardeo, desgastando ánimos y ánimas, recursos y oportunidades para todas y todos. En realidad es un simple círculo vicioso, un laberinto mortal de necesidad para cualquier solución inteligente, que como una noria gira y recoloca los opuestos arriba y abajo por pura rutina mecánica de estrategias caducables y huecas de por sí,  es la única herramienta eficaz de las egopatías tanto colectivas como personales. Una inutilidad destructiva siempre a medio y largo plazo, aunque a corta distancia dé aparentes buenos resultados, que no duran ni dos telediarios. A la vista está. 

Estoy convencida de que tanto Alberto Garzón y esa crème de la crème política y humana que es IU , como Pablo Iglesias y la peña de Podemos, las ecologistas, los feministas,  Compromís, Mareas, Comunes, Iniciativa de esquerres como la del Coscubiela, o la gente de la PAH y las ILPs, o las CUPs o Esquerra Republicana, Bildu, los andalucistas, o los gallegos, cántabros, asturianos o extremeños, etc...como los ex pesoístas decentes, estilo Pérez Tapias, tienen cualidades fantásticas que desarrollar para entender, analizar y sintetizar en la praxis esa realidad comunitaria que lejos de dividir, pelear y regatear en plan mercadillo, une, rehace, construye y se reinventa sin complejos ni humos hegemonistas desde la pluralidad solidaria. Dejando el poder a un lado como un verdadero estorbo, para ponerse al servicio portavocista de esa comunidad que nunca falla en la historia porque sin ella, la historia no existiría y sus encargos políticos, menos aún. Seguramente por eso la suelen calificar de pueblo soberano o soberanía popular. Y así queda el testimonio desde los griegos o desde la Carta Magna de Juan sin Tierra, el hermano pequeño del cruzado y absolutista Ricardo Corazón de León.

La comunidad humana es más antigua e imperecedera que cualquier otro invento sucedáneo. En ella está la clave y las soluciones. Basta con deshacerse de los tópicos y las monsergas, para aprender a escucharla y ajustarse a la realidad más que a las entelequias y rifirrafes pseudopolíticos e incluso cada vez más antipolíticos, puesto que esa comunidad se manifiesta en la polis. Ergo, la política es el servicio a la comunidad, no una feria con subasta electoral y tangada desde el sistema D'Hontd, de partidos, ideologías y chanchullos interesados aunque aseguren que ese batiburrillo de complicaciones, obedece a la mejor voluntad. No se lo creen ni ellos. ¿Verdad, Pedro Sánchez, Iceta, Díaz, Llamazares, o los izquierdistas black is black,  o la peña rancia infiltrada en Podemos como el Jordi Peris y sus esbirros tipo Rafa Monterde & corrupty boys camuflados de lagarterana transversal pp fashion, más pperos a cara descubierta naranjitos y azules en general?
La basura no es cuestión de ideologías ni de banderas sino de conciencia ausente y miserias rampantes. Estoy segura de que tanto IU como Podemos y el resto de izquierda comprometida con una misión imprescindible, lo saben perfectamente y harán todo lo posible porque la comunidad tome las riendas sociales y políticas de las que es la última y más alta responsable. Por eso se llama Soberanía Popular. Eso que a la Europa de los mercaderes le molesta tanto, sin comorender que son ellos quienes la están dejando bajo mínimos. Ignoran que si se salen con la suya al mismo tiempo habrán arruinado también y dejado en la nada su propio capital, al que han convertido en su dios y en su única religión. Menudo autoengaño contagioso.

Ains!

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