miércoles, 21 de marzo de 2012

EL ODIO TERMINAL

Todas las especies animales cuando decaen experimentan una acusadísima inclinación al exterminio. Se envuelven en la depresión autodestructiva y les da por suicidarse. Tal vez porque intuyen que ya no tienen una función evolutiva directa que cumplir. 
Los delfines y las ballenas salen del agua para morir fuera de su elemento natural. Los perros y los gatos cuando intuyen su final se alejan de sus amos y eligen la soledad y la distancia para morir en paz y sin causar tristeza, dejando una incógnita en su desaparición. Los pájaros se acurrucan en lugares escondidos para decir adiós lejos del nido y de la bandada llena de vida y de movimientos acompasados que danzan con la luz del día o en la oscuridad del camuflaje nocturno. 
El hombre no. Cuando decaen su inteligencia, su humanidad, su tiempo y su fuerza social, sus imperios y su esperanza, se sumerge en la rabia sorda. En el odio a todo y a todos. Se vuelve un fundamentalista de la muerte. De la desesperación autoinducida. Y en vez de suicidarse limpiamente como los animales irracionales, para no ser un peso psicopático insoportable para sus congéneres,  pervierte el uso de su mente para destruirles mientras disfruta vengándose de todos sin explicación real. Y suele ser un odio impersonal, aunque focalizado en lo colectivo. Un odio de masas, no de personas. De argumentos, no de realidades. No le importa el individuo sino el "pecado original" e inevitable de la etnia, del sexo, la religión, la ideología o la nacionalidad, o la condición de niño, viejo o adulto. Es la crueldad peor que puede pensarse. Utilizar el instrumento de la mente, que alcanza su función más elevada cuando se pone al  servicio de la vida, del sano progreso, de la solidaridad creativa, del arte, del orden emocional y de la compasión, como arma letal contra su habitat, contra sus iguales, -que él percibe como enemigos- contra su conciencia abortada y deforme. O inexistente. 
Así los nacionalismos son patologías de la universalidad frustrada. Los imperialismos son la misma patología pero en ese caso hipertrofiada. El fanatismo político-religioso es una patología derivada y mezclada con el ritual de la hecatombe idolátrica del yo gentilicio. El fetichsimo de los hinchas o de los adeptos a cualquier causa sectaria, padece del mismo mal. La segregación egocéntrica convertida en impulso impositor y tiránico, en "ideal" de la peor calaña. Así se explican las masacres de los "lobos solitarios", del Caín enloquecido y autómata que odia por odiar y mata por matar. Que no sabe dar jamás una respuesta ni un por qué a su acto exterminador. Pero en cuyo fondo flota siempre una resistencia odiosa a cualquier recuerdo infantil o adolescente. Una frustración y una envidia colérica que no se ha curado y canalizado adecuadamente. Un quiste endurecido por la falta de asistencia educativa, con valores y proximidad. Una pedagogía nefasta que culmina en el genocidio a mayor o menor escala, empleando distintos métodos. Puede ser la guerra. Puede ser la lucha social violenta y terrorista. Puede ser el deseo de acumular riquezas y poder hasta someter y envilecer la vida y los derechos de los demás.   
Pero siempre es el sociópata lleno de odio y de complejos, lleno de orgullo e incapaz de reconocer que su barbarie es sólo y exclusivamente su elección. Que jamás hay motivos suficientes en un ser humano, verdaderamente humano, para asesinar a otro ser igual a él, por muy distinto y opuesto que le resulte. 
Además ahora, cuando la física y la psicología clínica nos hablan ya en términos cuánticos e intencionales, tenemos que añadir a estos casos la teledirección de lo afín. Porque los cerebros dañados por la psicopatía y el aislamiento son receptores y catalizadores muy sensibilizados por la violencia ambiental que les influye de un modo muy potente. La afición al cine violento, a los videojuegos  y comics destroyers, a la lectura de textos o canciones que inoculan odio y violencia. Al camuflaje político confundido con la locura, interesado en crear desorden y odio para obtener determinados resultados favorables, por ejemplo en unas elecciones. Trastornar un país y enfrentarlo cuando se pierde el poder o se teme un cambio en el electorado.
La utilización del terrorismo como arma y alarma ha sido una vocación en todos los círculos oscuros del poder y un instrumento muy utilizado para desencadenar guerras de todo tipo. Por ejemplo la primera guerra mundial fue un atentado terrorista en Sarajevo. La segunda guerra mundial fue un terrorismo por  invasión. las torres gemelas fueron el detonante de una guerra abierta al Islam por parte occidente. Ahora cuando la mente es un radar cada vez más afinado es mucho más fácil manipular locos   aislados y sin red política de sostenimiento, que no dejan huellas ni vínculos,  y que faciliten el terror en un occidente confiado y teóricamente libre, pero sometido al bombardeo mediático de la manipulación. 
En estos momentos Obama amenaza a Irán cada día. Irán tiene petroleo abundante y un régimen rebelde que ha conseguido el acceso al campo de la energía nuclear. Siria caerá pronto por desgaste "primaveral" programado con mando a distancia por una organización yanky -"Albert Einstein" se llama a sí misma- que en sus videos se declara descaradamente asesora de los movimientos de protesta del año pasado en el Magreb y Egipto; Irak ha sido arrasado. Como Libia y Afganistán. Israel está solo en medio del  infierno que él mismo lleva sesenta años encendiendo y atizando obstinadamente. El socialismo amenaza en Francia la reelección de Sarkocy. Son demasiados datos en ese cluedo de las alcantarillas  y cloacas políticas del mundo. Y "canta" demasiado el asesinato de un pacífico rabino francés, padre de familia y maestro. La indiganción mundial contra el Islam está servida una vez más. Seguramente gracias a la colaboración de la CIA y el MOSSAD. Al ejército camuflado de la NATO y los esbirros franco-alemanes que han llevado Europa al borde del precipicio económico y social en el que se encuentra, que han vaciado la europeidad cultural y social junto con el valor del euro para salvar al dolar del naufragio de su torpeza consumista y cruel y salvaguardar el sistema de estado depredador e irresponsable, como es el modelo yanky. Una dictadura del dinero camuflada de democracia. Quizás sea por eso el interés simbólico de cargarse Grecia. La mater et magistra de la democracia del mundo. 

Las tramas infernales del poder no pueden ocultar sus motivos por más que se empeñen. Ya nos aleccionaron con la autovoladura del Maine en Cuba, en1898. Nada les para cuando quieren dinero, territorios, petroleo, minerales estratégicos o mano de obra esclava. Poder omnímodo. Son tantos años de complots contra la humanidad que aún no dominan, camuflados de "liberación" y demonización de lo diferente, que ya  es inútil que se oculten detrás de cualquier loco. Se les ve el plumero a distancia. Y por la misma fuerza de la evolución, la inteligencia humana también progresa y es más clarividente y autónoma de lo que aparentemente parece. Es la jugada del futuro en limpio y en paz en un campo de batalla sucio y repugnante que pertenece ya al pasado aunque todavía, como los animales al borde de la extinción, se refugie en la coartada violenta contra el prójimo para ir consumando su propia agonía. Su muerte autoanunciada no sólo en las primaveras sangrientas provocadas deliberadamente, sino en el preludio otoñal de un invierno para ese patriarca decadente en que el mundo "civilizado" se ha convertido mientras se hace la eutanasia a golpe de prima de riesgo, agencia de rating y corrupción en Miami hasta Berlín, de Chicago a París, de churras a merinas. La pirámide del poder de la bestia tiene grietas muy graves. Y la vida está ahí para escribir su necrológica y convertir el requiem imparable en el Aleluya de Händel. 

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