jueves, 22 de marzo de 2012

AVISO

Quienes frecuentais este blog ya sabeis la trayectoria. No estamos contra nadie, sino a favor del crecimiento humano manifiestamente mejorable, de todo lo que apoye la equidad, la sensatez, la justicia, la tolerancia, la inteligencia constructiva, el respeto y el bien común. Sin mitificar ni defenestrar a nadie. Poniendo en solfa las conductas pero siempre al lado de la persona, porque en todo ser humano, aún en el peor, hay una chispa eterna que en cualquier momento puede despertarse. Y es un deber ético esperar y trabajar para que así se cumpla. Por eso las cosas válidas siempre  lo son. Vengan de donde vengan. Esta vez vienen de Ruiz Gallardón, actual ministro de Justicia, a quien tantas veces y mientras era alcalde de Madrid califiqué de derrochón y de faraónico, hasta llamarle normalmente Gallardonophis I, de lo que no me arrepiento en absoluto. Porque dio motivos más que sobrados para merecer el título. Aunque al mismo tiempo siempre estuve convencida de que otro gallo habría cantado en este país, si Ruiz Gallardón hubiese liderado la oposición mientras Zapatero lideraba el gobierno. Dentro del caos político y de la rémora que supone tener que soportar una "clase" gestora pública más cerca del parasitismo amoral y border line que de la eficacia, hubiese sido un tiempo de civismo, de acuerdos y de funcionamiento mucho menos troglodítico y cavernario que el triste y patético zipizape que hemos tenido que soportar por fuerza durante dos legislaturas en las que lograr acuerdos con el sabotaje parlamentario del PP, incapaz de ver algo bueno en nada que no sea suyo, hizo de la democracia una plaza de toros más propia de los tartesos que del siglo XXI, donde el morlaco a liquidar fue la convivencia, la laicidad del Estado, la decencia anticorrupción y la ciudadanía real, un morlaco rejoneado, banderilleado, ninguneado y finalmente estoqueado y arrastrado por las mulillas del rencor histórico e histérico y además estéril y venenoso para la sociedad. Dicho todo esto, os invito a que leais el artículo que sigue a este aviso. Es de Gallardón y es un documento muy instructivo, sereno y justo. Para que un hombre de "derechas" pueda escribir lo que ha escrito este señor, tiene que haber una disposición, una cultura y una sensibilidad que en el elenco gobernante-opositor del PP no es frecuente. Unas cualidades cívicas e intelectuales que se necesitan urgentemente en una democracia y que no se deberían despercdiciar como punto de referencia y de reflexión. En efecto, Gallardón, por desgracia no es el PP, sino un fruto raro en el árbol del totalitarismo, como Suárez lo fue en su día, pero entre todos debemos empeñarnos en que algún día el PP tenga las cualidades y disposición reflexiva de Gallardón. Todos saldríamos ganando con ese cambio.
Que disfruteis el artículo sin prejuicios ni sambenitos ideológicos, que nos están privando del disfrute de una democracia real en la que todos somos necesarios para edificar la convivencia, la pluralidad y el respeto mutuo. Donde libertad significa comprender que ella misma, la libertad, empieza y termina en la frontera de la tolerancia y de la escucha activa.

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