miércoles, 7 de marzo de 2012

EL EJEMPLO DE MERCADONA



Una empleada de Mercadona reponiendo mercancía en una tienda.
La cadena de supermercados Mercadona fue la empresa que más empleos creó en España en 2011, un ejercicio en que buena parte de las empresas redujeron plantilla como consecuencia de la crisis. El grupo presidido por Juan Roig creó 6.500 empleos en un año en que elevó las ventas y los beneficios. Con ello, la empresa alcanzó una plantilla de 70.000 trabajadores.
Roig ha presentado los resultados esta mañana en Puçol (Valencia). “Hemos tenido un año muy satisfactorio, estamos muy contentos”, ha señalado el presidente de la empresa valenciana que hace un año señaló que lo bueno de 2011 era que iba a ser mejor que 2012. Las ventas de la cadena crecieron un 8%, hasta 17.831 millones.
El directivo ha señalado que los sueldos de sus empleados subieron un 3% en 2011 y aumentarán un 2,4% este año. Todos los empleos son fijos. Los trabajadores se incorporan con un sueldo de 1.050 euros netos y al cabo de cuatro años ganan 1.400 euros netos. La empresa repartió 223 millones de prima variable a sus trabajadores por cumplir sus objetivos.
Roig considera que las buenas condiciones de trabajo de la empresa permiten que “el absentismo sea del 0,78%, frente al 6% de media española”, ha dicho, lo que supone “tirar a la basura" 18.000 millones de euros cada año.
El presidente de la cadena ha insistido en que la productividad y el nivel de vida tenderán a igualarse. “En Mercadona hemos apostado por aumentar la productividad”, ha dicho poco después de hacer una reflexión sobre lo que nos ha llevado a la crisis: “Hemos derrochado muchos recursos en corrupción, en economía sumergida, e subvenciones improductivas, en absentismo no justificado”.
“Estoy en contra de los recortes, hay que quitar lo que no añade valor, pero no recortar por recortar, lo que hay que eliminar son los derroches”, ha indicado Roig en la rueda de prensa ante periodistas de Valencia y medios trasladados desde Madrid por la compañía, entre ellos EL PAÍS.

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 Escuché a Juan Roig en una conferencia en la Universidad Politénica.
Explicó como se levanta y se puede conseguir una empresa que funcione. Me pareció ejemplar y muy inteligente todo lo que dijo. Eso me aclaró porqué me gusta ir a comprar a los supermercados de esa empresa. 
Los trabajadores estaban relajados, eran atentos, simpáticos y amables. Muy eficientes. Y siempre había alguno cerca para atender y ayudar. Cosa que no es frecuente en casi ningún gran establecimiento, donde el personal, poquísimo, se muestra estresado, cansado, disperso y con un mal humor que no puede ocultar ni con la mejor voluntad. Tienen que reponer estantes, cobrar, limpiar, atender cualquier demanda y no dan a basto porque no llegan a la media docena de trabajadores para superficies enormes. 
Roig explicó que lo mejor para que un negocio prospere es que se respetan los derechos del trabajador y se haga prosperar a las personas que lo integran y trabajan en él. Que se escuchen sus ideas para mejorar, que se les atienda en sus necesidades y que se sientan los socios básicos y fundamentales que aportan el trabajo y su realización, cada vez mejor hecha y con mejor disposición. Eso implica hacerles partícipes de los beneficios que la empresa obtiene, por eso los beneficios se reparten. Los padres y madres que tienen niños en edad escolar, tienen un tiempo distinto de entrada para que puedan llevarles al colegio. Hay reuniones de grupos, formación humana, para mejorar las habilidades sociales y de relación personal. En fin, que ahora Mercadona, además de una de las empresas más sólidas del pais, es un oasis en medio de la tempestad social. Empleos fijos. Formación. Crecimiento. Ecología. Compra directa al productor. Marcas blancas de calidad estupenda. Ahorro en tonterías e inversión en más puestos de trabajo. 
El señor Roig no reinvierte en naranjas de la China ni en aceitunas de Tánger ni en ukeleles de las islas Maldivas. Reinvierte en mejorar y abaratar lo que gestiona. Empezando por los trabajadores que dependen de sus inversiones y de su gestión. 
Creo que todo lo que se hace con justicia, humanidad e inteligencia merece un gracias por parte de todos. Todo lo que nos hace crecer como personas y hace crecer a otros, merece un reconocimiento. Y se debe mirar como una muestra de excelencia inspiradora.
Bravo por esos trabajadores que son dignos de tanto bueno y bravo por el gerente por merecer esos trabajadores.
Dios los cría y ellos se juntan para mejorarse mutuamente. Y para que todos salgamos ganando en calidad de oferta y disposición humana.

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