Ayer me lo dijeron. Kwami Mensah se nos ha ido inesperadamente, el músico hermano, nacido en Benin y adoptado en València, el amigo genial, el optimismo incansable, la generosidad personificada, el creador del estilo Jazznavour, como él llamaba a su proyecto musical en recuerdo de la gira que el músico francés de adopción hizo por la República de Benin cuando nuestro Kwami era un niño y su padre les presentó; sí, aunque cueste asumirlo de repente, esa estrella humilde y sin fronteras, optimista y feliz, se ha ido. Lo ha matado la doble dosis de la vacuna antiCovid. Lo que el virus no pudo hacer lo ha conseguido su remedio preventivo. Se vacunó dos veces y regresó a su país. Al parecer tenía desde pequeño una alteración hematológica, que con la vacuna se le reactivó y ahí ha terminado su camino en este planeta. Una muerte más y una luz menos, en la agenda de un virus insaciable y unos "remedios", para demasiada gente, más peligrosos que la enfermedad.
Pero Kwami seguirá cantando y componiendo por esos cielos benditos, de los que siempre ha sido parte vivísima y cooperativa, el firmamento le hará los coros y los planetas y satélites tocarán el teclado, las cuerdas, el viento y la percusión. Un ángel musical inolvidable no puede hacer menos. Un alma libre y transparente, un corazón inmenso repartido por el mundo, no conoce las limitaciones de la muerte material.
Le diría que descanse en paz, pero conociéndole, será más acertado decirle a la paz que descanse en la luz de Kwami. Un verdadero spa todoterreno. Amén por la puerta que se ha cerrado y aleluya por el infinito que se ha abierto como nuevo camino. Olé, Kwami y sus benditas alas!
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Y ahora, la reivindicación de la igualdad. Parece mentira que aun estemos en estas, con tanta capacidad para ser creativos y sensibles en todo menos en el vicio supremacista, racista y miserable del apartheid que vegeta aun en el inconsciente colectivo. Porque no ha habido manera de encontrar entre los emoticonos dibujos de ángeles con la piel negra. A ver si los creadores del invento, se acuerdan de pintar ángeles con más tonalidades además de la blanca, porfis, que también los hay. Kwami, por ejemplo es uno de ellos.
Cuando yo era chica Antonio Machín cantaba una canción reivindicativa de la angelidad negra que siempre me pareció tan bonita como pedagógica y necesaria:
Pintor que pintas iglesias, pintame angelitos negros,
que también vamos al cielo todos los negritos buenos.
Pintor que pintas con amor ¿por qué desprecias mi color,
si sabes que el cielo, también nos quiere Dios?
Pintor de santos de alcoba, si tienes alma en el cuerpo,
¿por qué al pintar en tus cuadros
te olvidaste de los negros?
Pues eso mismo...
Últimas noticias cromáticas entre blancos y negros antes de cerrar la edición vespertina:
Exclusiva
El tribunal de la Iglesia absuelve a un cura condenado a ocho años por abusar de una menor sin escuchar a la víctima.
José Precedo / Rodrigo Ponce de León
eldiario.es
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Propina del blogg:
Y ahora para rematar la aplicación cromática, aquí llega esta noticia, acompañada de estas incógnitas: ¿De qué color será el alma del cura absuelto por abusos a una menor sin escuchar a la víctima? ¿Y el color de las almas de los miembros del tribunal que le han absuelto? En el caso de que tengan alma, claro ,porque con las cruzadas, las guerras de religión, los juicios y condenas en las barbacoas de tanto hereje, las conquistas de ultramar a guerra constante en el nombre de Dios, las almas deben haberse agotado con tanto trajín y tanto ir y venir Biblia en ristre, arrastrando los pasos y las cruces en las procesiones de tanto desfile devoto...Menudo problemón, xd!
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